¢єℓσѕ у ¢υℓρα
¡Si deben ser celos! pero celos de amigos. Intentaba calmarse pero tenía ganas de que Camus lo viera y... solo eso.
Caminando lejos de aquella escena "amigable" llego junto a otros jovenes que jugaban algo, si, algo con una pelota. Cayó en los pies del peliazul, este levantó la pelota y se puso a jugar para tratar de superar esto. Pero sus patadas eran cada vez más fuerte, más fuerte que llego a usar su cosmos para patear la pelota, el objeto salió con una fuerza descomunal y se dirigió a la cabaña cerca de ahí, si... su misma cabaña.
-Oh oh...- soltó Milo mirando la trayectoria del balón.
El impacto fue tan fuerte que un estruendoso ruido despertó a todos a la realidad. Incluido a Camus, quien plenamente conversaba con su compañero.
-Se derrumbó?!... es mi cabaña!- grito Joass
-Que?! La cabaña que se encontraba cerca... s-se derrumbó?- habló sorprendido Camus quien inmediatamente se paro dispuesto a correr. Pero algo le impedía hacerlo... no era correcto correr asi tan desesperadamente. No lo hizo, mentalmente oraba a Atenea para que mantenga a Milo a salvo.
Mientras todos corrían, Camus se desespero por pensar que tal vez había perdido a un amigo.
-Ire a ver-
-Te acompaño- siguió Camus a Joass
Ambos había llegado, al lugar del desastre. Personas reunidas; algunas reclamando, tristes y eufóricos.
-Creo que hay algunos jóvenes atrapados!- gritó alarmada una joven amazona -Ayuda por aquí!-
Aprendices, e incluso caballeros de plata ayudaron a remover los escombros.
-Ya se llevaron a los responsables- hablaba uno mientras movía las piedras -Esperen! Hay un chico... de pelo azulado! Ayudemos a salvarlo. Esta muriendo-
En cuanto Camus escuchó eso, se apresuró y colaboró con la ayuda esperando encontrar ahí a su amigo, pero el joven que estaba ahí no era Milo.
-Milo, donde... esta Milo-
-Milo? Ese es el maldito que acaba de matar a mi amigo! El causante de todo esto!! Ese maldito!!! Se lo llevaron... Ojalá lo maten, es el único responsable-
-M-milo... el- respiraba calmado pero con una duda y tristeza en su corazón. Salió corriendo en busca del patriarca que seguramente se lo había llevado. Corría a gran velocidad hasta ver a lo lejos a quienes buscaba. Tomo fuerzas una vez más par alcanzarlos.
-Señor patriarca!-
-Camus, que sorpresa. Lo siento pero no tengo tiempo disponible-
-Solo...- respiraba agitado -Quiero... preguntar a... Milo...-
-Camus, yo-
-Así que si fue tu culpa?- su mirada había recaído e incluso llenado de lágrimas pero obviamente no iba a llorar
-N-no, no es así... yo... no quise hacerlo- bajo la mirada
-Eso es todo Camus?-
El mencionado solo asintió.
-Pero Camus, no te sientas así. Hay personas que por ser amigos tuyos te pueden hacer pasar un mal rato e incluso mostrar su verdadera personalidad-
-Pero Señor! Yo no soy así... yo... yo solo... no me controle. Perdóname Camus-
El joven no respondería la petición de perdón. Debía analizar la situación primero, quizás pronto vaya a conseguir más amigos. Si.
-Camus! Que hacías por aquí?- lo alcanzó
-Oh, JeoKoon- respondió
-Pensamos hacer una pequeña bienvenida-
-No estoy de ánimos-
-Vamos! Sera agradable-
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