Espero por un tiempo más hasta que el problema estalle entre esos dos. Y no pasó mucho, ambos estaban discutiendo.

Isaac lanzó un golpe muy cerca del rostro de Hyoga pero en vez de atacar al rubio, lo que hizo fue romper la gran capa de hielo.
Después de una corta recomendación, se alejó un poco para ver de lejos a su amigo de entrenamiento.

Hyoga entró nadando hasta llegar junto a su madre, al verla la lágrimas escaparon y no pudo evitar llorar por su difunta madre.
Luego de una cuantas palabras de despedida, empezó a nadar hacía arriba pero repentinamente la corriente del agua aumentó tal como había advertido su amigo. Como no tenía aún la suficiente fuerza para salir de ahí, su cuerpo estaba siendo arrastrado por la fuerza del agua casi ahogando al joven quien aún intentaba salir con toda su resistencia.

Su amigo, no esperó demasiado y al instante se lanzó al rescate. Por poseer más fuerza, pudo llevar a su amigo hasta un lugar más arriba del que se encontraba pero aún no era suficiente, aún faltaba mucho; sin embargo, Isaac confiaba en su fuerza y siguió nadando llevando a su amigo casi sin sentido.

Afuera, arriba de ellos se encontraba JeoKoon viendo todo el espectáculo. Definitivamente cobraría su venganza ahí mismo, ya que los tenía en la palma de su mano.

-Aprovechare que soy un experto en el manejo del aire- sonrió maliciosamente mientras extendía sus manos al agujero del hielo.

La corriente, por impulso del viento aumentó su fuerza y velocidad. A Isaac no le parecía normal tal potencia de la corriente pero aún así intento nadar con toda la fuerza que tenía; sin embargo, el peso de su compañero dificultaba más la subida y sus fuerzas ya no daban para más. Además, la reciente herida que tenía en el ojo dificultaba más su trabajo.
Tenía que decidir ahí mismo, no tenía mucho tiempo ya que la fuerza del océano aumentaba cada vez más y más por alguna extraña razón.

-Hyoga... salva tu vida!- lo impulso con toda su fuerza hacía afuera, por suerte el cuerpo del rubio cayó en el hielo.
Pero Isaac no tuvo esa suerte, la corriente lo arrastró hasta lo más fondo del lugar, se quedo sin fuerzas y simplemente dejo que la corriente arrastrará su cuerpo.

[...]

Camus, paró en seco al instante en que recibió una fuerte sensación; su respiración se apresuró, y la mala sensación aumento.
Estaba seguro que algo malo estaba pasando, pero esa sensación era muy profunda y por momentos pensó lo peor a pesar de ello siguió corriendo a cómo daban sus pies. Lo hizo así desde que llego, gracias a Mu quién le ayudó a llegar ahí sin problemas mediante la teletransportación, y no iba a parar hasta verificar que todo fuera una simple sensación.

Cuando llego, encontró ahí a unos de sus alumnos tirados en el frío hielo de Siberia y sin esperar más corrió hacía él.

Al parecer, y por el gran hoyo que había al costado, era obvio que estuvo ahí antes. Su rostro y cuerpo estaban fríos, solo estaba inconciente y eso calmo un poco al francés pero en el fondo aún seguía teniendo esa sensación extraña que no lo dejaba.

Cargó a su alumno hacía su cabaña donde prendió la fogata para que Hyoga pudiera despertar y explicar todo.
Pero se le hacía raro que su otro aprendiz no se encuentre allí, pudo haber estado entrenando pero sería aún más raro que no haya ayudado a su compañero.

-M- maestro- despertó el menor, su cuerpo estaba aún estático pero podía hablar.

-Hyoga, al fín despiertas- se acercó -Tienen que explicarme ahora mismo ¿qué es lo que pasó y por qué no esta Isaac?

-Isaac?!- exclamó preocupado mientras que con todas sus fuerzas intentó levantarse -¿Qué es lo que dijo maestro? Isaac no... no está?

-Eso dije, no esta

-Entonces el...- miró abajo

-Hyoga! Habla de una vez! Que pasó con Isaac?!- pregunto furioso

-Maestro, yo... yo tuve la culpa- empezó a llorar -Yo... yo quede atrapado en esa corriente... y... él llegó a salvarme... pero...

-Seguro el solo te salvó a ti ¿no es así? Eres muy débil ¡Por que lo hiciste!?

-Maestro... lo siento

-A mi no me pidas perdón, ahora Isaac ya no esta con nosotros- se acercó a la puerta -Quédate aquí hasta que te recuperes ¿de acuerdo?- salió sin decir más

-Maestro...- mencionó el menor antes de que el francés saliera pero no obtuvo respuesta alguna. Parecía que a su maestro no le afectó mucho la noticia, pero solo era una suposición quizás en el fondo si estaba mal.

[...]

Milo a duras penas pudo seguir el rastro del francés y en cuanto llegó pidió información de lo que estaba pasando.

-Milo, no me preguntes nada y solo ve a la cabaña para cuidar de Hyoga, te lo encargo- dijo Camus a penas llego el heleno. Sabía el interrogatorio que este iba a ejecutar y es por esa razón lo calló antes que empezará.

-De acuerdo ¿y tu donde estarás?

-Buscaré algunas cosas que necesito. Métete adentro ya!- ordeno enojado -No preguntes más y no salgas hasta que yo regrese ¿de acuerdo? Tienes que cuidar de Hyoga.

Milo asintió pues no pretendía llevar la contraria, no por ahora, y se adentro a la cabaña encontrándose ahí con uno de los alumnos de Camus.

-Hola, soy Milo de Escorpio- se presentó

-Hola Milo... soy Hyoga- contesto sin mucho ánimo

-¿Qué es lo que pasó? ¿Por qué tu maestro esta tan enojado?

Entonces, Hyoga empezó a explicar con más calma pero con la misma tristeza, aquél suceso.

[...]

Afuera se encontraba Camus, él se dirigió a uno de los dos agujeros para ver si aún tenía tiempo de encontrar al menos el cuerpo sin vida de su alumno.
Confiaba en su resistencia, además también estaba casi seguro que la corriente no subiría dos veces al mismo tiempo así que se tomaría el tiempo necesario para buscar.

Sin pensarlo dos veces, se lanzó a las frías aguas de Siberia.

Empezó a nadar más al fondo,  pero entre más hondo se metía, más oscuro era el lugar entonces supo que su idea era errónea ya que no tendría mucho tiempo para buscar ahí dentro pues el tiempo avanzaba y la oscuridad se hacía presente cada vez más fuerte.  (OMG! Una rima. Ok no)

Además, no era el único problema que él tenía ya que desde arriba, su actual rival esperaba el momento idóneo para acabar al fín con Camus. Solo tenía que esperar a que su cuerpo se canse. Después de todo, Camus también era humano y eso tenía que pasar.

Podía observar como desde dentro Camus encendía su cosmos seguramente para mantener el calor en su cuerpo o simplemente para darse una luz mientras buscaba ansioso alguna pista de su alumno.
Se alejaba y volvía otra vez, al parecer tenía buena resistencia pulmonar, pero él seguía esperando a que el cuerpo de Camus perdiera energía.

Y así como lo pensó, Camus nadaba a toda velocidad a la superficie para tomar aire.

Antes de que notara su presencia, retrocedió un poco y extendió sus manos para arrojar un fuerte ráfaga de viento directamente a las aguas frías.

Dentro del agua, Camus se sorprendió por lo que estaba sucediendo, no podía creer que la corriente este aumentando una vez más. Añadiendo que esa fuerza tampoco era lo normal, era demasiado fuerte y duraba mucho tiempo.

Sin embargo; no pensó mucho en lo que estaba sucediendo y puso todo su empeño para salir, pero cada vez que lograba superar la fuerza de aquella corriente, esta misma aumentaba su fuerza sin razón alguna.

El de Acuario poco a poco perdía el aire de sus pulmones, aún continuaba nadando pero no lo hacía con la misma fuerza que antes. Era el efecto de perder oxígeno en su cuerpo, sabía que si abría su boca estaba perdido pues el agua lo iba a ahogar.

-Ahora si estás acabado!- dijo mientras reía y aseguraba su victoria -Te irás junto a tu querido alumno- mencionó.
No obstante, sintió como Camus lanzaba una gran cantidad de poder para hacer del hueco más grande y acabar con todo de una vez ya que por un momento había podido notar la presencia de alguien.

JeoKoon esquivo con gran agilidad el ataque.

[...]

El sonido era muy fuerte y se pudo oir hasta dentro de la cabaña donde estaba Milo, que salió rápidamente a ver que es lo que pasaba.

-Hyoga, tu no vengas!- ordenó ya que si Camus lo vería con él, quizás se molestaría.

Corrió hacía el lugar de donde provenía tal estruendo y se encontró con varios glaciares de hielo congelados.

-Milo- escuchó mediante un llamado directo a su cosmos -Camus!- respondió de inmediato al reconocer su voz -Nevecesito tu ayuda- mencionó por último el de Acuario antes de que su cosmos se ponga aún más débil.

El heleno se preguntaba: ¿Qué es lo que había hecho Camus? ¿Por qué termino así? Pero ese no era el momento adecuado para responder todo ello.

Se acercó al gran agujero y a lo lejos pudo ver el cuerpo de Camus que caía por inercia hacía lo más hondo del lugar.

Pensó en tirarse pero no pudo, tenía miedo. Desde pequeño nunca aprendió a nadar y tenía miedo de no poder salvar a Camus.

Pero no importaba nada ahora, y sin pensarlo mucho se lanzó.

Dejo a los dioses lo demás, pues no sabía si lograrían salir de ahí por su nula experiencia al nadar.

-Ahora si, acabaré con ustedes- mencionó el peli morado mientras de nuevo se acercaba. Estaba seguro que lograría enterrar a la pareja dentro del mar. -Ahora si que la armadura de Acuario será mía-

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Holiii...