La desesperación de los caballeros, un próximo encuentro se acerca
La guerra contra Hades daba su gran inicio, los caballeros de bronce fueron los encargados como siempre.
No había manera que ellos no estuvieran presentes, pues la mayoría de los caballeros dorados no estaban, y los pocos que quedaban servían de ayuda para vencer a los ciento ocho espectros.
Tres de los cuales eran los jueces del infierno, los más poderosos entre los ciento ocho.
Y Kanon se estaba encargando de uno de ellos; Radamanthys, quién mató a Mu, Aioria y Milo.
El nuevo caballero de Géminis intentaba poner seriedad y convicción en la pelea. Pero le parecía difícil, ese rubio parecía rudo y le quitaba la concentración, Kanon se quería convencer de aceptar que solo era una intimidación natural y no algún sentimiento especial. Desde que lo vio al lado de Lune, hasta cuando se volvió a encontrar con él.
─ Que pasa Kanon ¿Acaso te dejé sin palabras?─ reto de manera amenazadora. Su tono de voz molesto al de Géminis, solo que no respondió y en cambio recibió un ataque de su parte.
Estaba vez parecía más decidido que antes, incluso sentía que su poder cósmico había aumentado.
El juez del infierno sentía haber perdido, pensó que este sería su fin.
Pero llegaron a salvarlo.
─ Pensé que eras un buen juez, el más poderoso... pero este caballero estaba apunto a matarte.─ el de pelo gris se burlaba de su compañero, sus expectativas habían bajado.
─ Si es tan fácil de derrotar, como una marioneta.─ empezó a hacer sufrir y gritar de dolor a Kanon, porque lo tomó de sorpresa y eso le dió gran ventaja sobre su rival.
─ ¡Déjalo Minos, Kanon es mío!─ esas palabras se podían interpretar de diferentes maneras, pero Radamanthys lo dijo con un objetivo claro, tener a salvó a Kanon. Tampoco comprendía sus acciones, se dejó llevar en ese momento.─ Yo lo voy a vencer.─ continuó de inmediato, iba a guardar esto como su secreto, la menos hasta donde se le permitía.
[...]
Los tres jueces estaban decididos a acabar con el de Géminis.
Hasta que Ikki puso las cosas de cabeza por un largo tiempo.
Todo se complicó cuando sentían la enorme presencia del Dios del Inframundo, parecía estar reclamando algo, su presencia ahora se sentía mejor.
Y dentro de pocos minutos se supo la noticia, el cuerpo del gran rey de los muertos era nada más y nada menos que el inocente de Shun. [Bueno montan inocente 7v7]
Ikki recibió el llamado del mismísimo Dios del Inframundo, y así, sin ningún previo aviso se lo llevó del lugar de combate.
Plantando su más grande dolor en tristes recuerdos que lograron sacar su lado más sentimental. Hasta el punto de dejarlo sin fuerzas para continuar.
Llevaron su cuerpo inconsciente al frío Cocito, la octava prisión dónde enterraban en el frío hielo a aquellos hombres que levantaban el puño en contra de los dioses.
Ahí también estaban los caballeros dorados, siendo consumidos por el intenso frío del lugar.
[...]
En Giudecca, la diosa Athena y Shaka hicieron frente al Dios de Inframundo.
Ellos no estaban muertos [andaban de parranda. Ok, no]
Hades les contó sobre su plan de destrucción; El gran eclipse.
La diosa no podía permitir que hundiera el planeta tierra en completa obscuridad. Tenía que llegar hasta los campos elíseos y a la vez salvar la tierra.
Fue entonces cuando ofreció su vida en sacrificio.
─ ¡Shaka! Mata a Athena con este tridente.─
El rubio se quedo quieto abre esa orden, no iba a matar a su diosa por nada del mundo.
─ Con gusto lanzaré este tridente... Pero, ¡directo hacia ti Hades!─
Con fuerza lanzó el objeto con dirección al enemigo.
Nunca esperó que su diosa detuviera el tridente.
─ Athena!
─ Si lanzamos el tridente solo lograremos lastimar a Shun.
Tampoco permitió que el Dios intentara matar a su caballero.
Se metió en medio para evitarlo.
El corazón de Shaka se aceleró demasiado cuando vio caer gotas de sangre de parte de su diosa. Pensó lo peor.
Aunque no era así, Athena derramó esa sangre al detener con sus manos aquel tridente que la iba a matar.
─ Detén el eclipse de una vez. ¡Te lo ruego! Antes de eso no morirá nadie, ni Shaka, ni Shun, ni nadie más... Es mi deber proteger el mundo.
Shaka ni entendia que pasaba, sienpre se preguntaba por qué su diosa hacía cosas así.
Nunca le encontró sentido a qué siempre pusiera su vida en peligro si al final no haría nada.
Pero fue diferente esta vez, al parecer Saori se dejó herir al propósito, con intenciones de salvar o reanimar el espíritu de Shun, así como lo hizo en las dice casas.
Porque ella no revivió a nadie, solamente reanimó el cosmos de los agonizantes.
─ ¡Vamos Shun, despierta... Tú puedes! Expulsa el alma de Hades de tu cuerpo de inmediato, ¡te lo ordeno!
El de virgo se quedó asombrado, nunca antes había visto el cosmos de Athena a tal magnitud.
Con ese poder pudo expulsar la oscura alma de Hades.
Era tan sorprendente, terrorífica y poderosa que jamás hayan sentido antes.
Esto los puso en un estado de inmovilidad a todos los presentes, y fue más por la impresión que daba.
Saori también estaba espantada con ver el terrible alma de Hades.
Se armó de valor y le lanzó el tridente que tenía en la mano.
Tanto Shaka como Athena pensaron que ahí había acabado todo. Pero no era así.
El alma de Hades recuperó fuerzas y se llevó fácilmente el cuerpo de la diosa.
Lo hizo tan de repente que incluso Shaka no supo reaccionar de inmediato.
[...]
Pero en cuanto desaparecieron, no dudo en correr hacia adelante. Pensando encontrar un camino, pero no fue así... solo pudo hallar un gran y enorme muro que parecía marcar el fin del Inframundo.
Volvió junto a Shun para despertarlo, pero parecía no reaccionar, se arrodilló para estar a su altura y poder despertarlo, pero nada.
Lo miró con detenimiento por unos segundos, y al mismo tiempo evaluó con rapidez todo el poder que había visto en Shun desde tiempo atrás.
Se enteró de todo el poder de si cosmos.
─ Eres el elegido.─
Se levantó y caminó con dirección al gran muro.
Observó con cuidado cada parte de la estructura por su hallaba un punto débil. Sin embargo; el acabado y el enganche era tan perfectos que parecía un muro indestructible.
Eso no importaba ahora, el iba a destruir ese muro, incluso si muere en el intento.
Y así lo hacía; elevó su cosmos a un nivel totalmente alto, y atacó el muro.
Solo recibió un golpe de esa misma magnitud de vuelta.
A él no le importo, seguía intentando una y otra vez.
"─No todo lo vas a poder hacer tu solo"
Se le vino a la mente esa frase que una vez Mu le dijo.
Y tal vez tenía razón... Pero solo estaba él ahora ¿Que más podía hacer?
Un sentimiento de tristeza y rabia lo invadió. Pues estaba desesperado pero no podía hacer nada, no podía causar ni un leve rasguño a ese enorme muro.
[...]
Pronto llegaron junto a Shaka; Seiya y Shun.
Ellos venían con todos los ánimos (o al menos con lo mejor que podían)
Fue así hasta que Shaka les contó todo: lo difícil que era romper aquel muro y cuantas veces lo había intentado. Además, les contó el antiguo y conocido miro del muro de los lamentos.
Pero Seiya parecía no comprender. Necio, dejo la armadura de Athena en manos de Shun y elevo su cosmos para chocar su cuerpo contra el muro y lograr siquiera hacerle un rasguño.
Sin embargo; Shaka lo detuvo, sabía que ellos sin tenían misiones que cumplir, y que además tenían la gran ventaja de tener la sangre de Arena en sus armaduras.
Así que, fue él quien elevo su cosmos una vez más, entregando todo en esa explosión de poder. Decidido a sacrificar su vida, decidido a poder ayudar en la salvación del mundo.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Pueden matarme. ♥️✌️😔
¡Pero...! Ahora sí PROMETO actualizar seguido (porque tengo tiempo y ya no quiero andar de floja)
Aquí no hubo un Milo X Camus. Pero no sé preocupen... Al siguiente estará lleno de esta pareja 😎✨
Y bueno, como a mí me gusta ver el mundo arder...
Les dejo esto:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro