— Hola YeonJun, pasa.

— Hola señora, gracias — di pasos hasta entrar en la casa.

La señora Choi me miro y sonrió hacia mi.

— Vamos al sofá, te llame porque debía darte algo que encontré en la habitación de BeomGyu, — no podía ver su rostro pero pude ver que su espalda se había tensado, sabía que el solo decir el nombre de BeomGyu era doloroso — estaba en su escritorio, solo leí el principio y sabía que era para ti.

Tomé la caja azul entre mis dedos, habían cartas dentro, con sobres del mismo color, eran cafeses, no sabía cuántas eran, pero calculaba que eran más de 20.
Pase mis dedos por los sobres, eran una textura suave, la mire y ella retenía las lágrimas, tomé su mano y me miro.

— Tranquila, poco a poco todo sanará, él estará bien.

Sinceramente llevábamos esperando por BeomGyu ya hace 3 meses, después de la cirugía que había sido exitosa, BeomGyu calló en un profundo sueño, quedó en coma, pero aseguraba que era mejor que a verlo perdido.

— ¿Puedo ir a su habitación?

Ella asintió, subí escaleras arriba, mire una puerta blanca en el fondo del pasillo, camine hasta haya, tomé la perilla y ahí me quede, mirando solo la perilla, sin hacer cualquier movimiento, solté un suspiro, giré la perilla y mire dentro, todo su cuarto estaba bien acomodado, sus libros de la escuela aún permanecían abiertos sobre su escritorio esperando ser resueltos, camine hasta ahí, pero una carta estaba en proceso de ser escrita, BeomGyu se había quedado a la mitad de esa carta, la tomé en mis manos y la leí, aunque fuera doloroso, aunque sabía que no sería terminada, amaba leer lo poco que había, sabiendo que BeomGyu seguía aquí.

Anoche mire por mi ventana, la nieve pinta las calles y me hace sentir vacío.

De aburrimiento comencé a pensar si la luna podría ser comparada con la nieve.

¿Sabes a qué conclusión llegue?.

Llegue a la conclusión de que la nieve es fría y logra lastimarnos, pero la luna por otro lado es cálida, pero también logra lastimarnos de la peor forma, pero a la vez bella, ¿Sabes cual es?

Nos lastima sabiendo que la persona que amas la mira igual.

¿Cual es más doloroso?, ¿La luna o la nieve?

La carta terminó ahí, una pulsada se sintió en mi pecho, me senté en su cama y lloré, quería pedirle perdón y saber que todo podría seguir, que nosotros podíamos seguir.

— BeomGyu, ¿Ahora podría despertarte?
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Ya faltan pocos capítulos, es triste decir eso, pero así es, faltan pocos. :")

Por cierto, cuídense mucho, ¿si?