SOPLO DE ILUSIÓN
El renacer del príncipe perfecto.
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Habían pasado casi 100 Años desde que comenzó la era del gran Avatar Aang.
Durante su maravilloso ciclo como pilar del mundo, el monje se había encargado de llevar armonía y orden entre las 4 naciones.
Gracias a el, el mundo se había desarrollado satisfactoriomente y en paz. En especial la Nacion del Fuego y las tribus agua. Estas últimas se habían coronado por debajo de la nación del fuego como una potencia mundial, debido a sus inpenetrables fortalezas y su excelente ejercito de fuertes guerreros maestros y no maestros; hombres dedicados y leales a su tribu...

El reino tierra tampoco se quedaba atras, ya que en es ultimo siglo su Nación había crecido en cuanto alcanze tecnológico.

Sin embargo tanta perfección no es eterna: El ciclo de la vida a nadie perdona, pues para él todos somos iguales, No importa cuán valiosa sea una persona esta tiene un inicio y un fianal. Tal como ocurre con todos los poderosos Avatar el ciclo de Aang estaba a punto de teminar...

Desgraciadamente el tiempo había hecho estragos visibles en el cuerpo del anciano y pacífico hombre, al grado de perder un poco la vision,
cosa que era conveniente para la nación del fuego, que apesar de ser considerada la nación mas poderosa, no eran una amenaza para el mundo, pues en todos esos años el Avatar nunca les permitío realizar ninguna clase de movimiento extraño o guerra...
Fue por esto que las demas naciones pudieron crecer tanto cultural como económicamente, incluida la tribu agua del sur.

(...)

El actual señor del fuego Ozai, era un hombre despiadado. De esos capaces a todo por logar sus cometidos, incluso unirse a alguien sin amor...
Había concebido 2 hijos junto a su esposa Ursa.
El primogénito fue llamado Zuko y se suponía que en un futuro no muy lejano se convertiria en señor del fuego. Pero este joven y bastante orgulloso príncipe, aprendió lo duro de la vida de una manera cruel, al ser retado a un angai kai a los 13 años donde su rival era su propio padre...

Sin saber que hacer ante tal situacion se negó a luchar, provocando la ira de su padre quien considero su actuar como una clara señal de debilidad y deshonra para la familia real.
El chico no sabía que este hecho no solo marcaría su vida, también marcaría su rostro. Pues como una lección para el principe, el señor del fuego quemó el lado derecho de su cara.
Pero esta leccion no fue la única que el señor del fuego aplicó a su hijo, ya que también se le desterro de su hogar y obligo al joven vagar por el mundo hasta convertirse en el maestro fue mas fuerte de todos y de ese modo ser un digno heredero ..

El príncipe pasó los siguientes tres años en el mar, e infructuosamente buscó entrenar y volverse el mas poderoso de todos los maestros fuego. Ese se había vuelto su único objetivo de vida. Pues solo de esa manera completaria su dificil misión y recuperaría su honor.
Entreno sin descanso y cuando cumplió los 16, tuvo su primer enfrentamiento real, con nada mas nada menos que el Avatar.

Claramente contra el Avatar no tenía la mínima posibilidad de ganar, pues el joven no solo carecía de poder también le faltaba experiencia, tecnica y armonía interna.

«No tienes porque aceptar lo que el destino te haya reservado»
fueron las palabras que el anciano monje le dedicó al terminar la pelea.

—¡Aseciname y termina con todo!— suspiro tras soltar su espada y bajar la vista —Si, no puedo ganarle a un anciano, entonces de que me sirve la vida. Tengo que ser fuerte para poder volver a casa, no puedo seguir vagando en este miserable mundo...

—No puedo acabar con la vida de alguien que luce tan asustado, como alguna vez lo estuve yo. Cuando te miro príncipe, entonces me miro a mí mismo.

—Eres un anciano idiota— sonrió tras recostarse en el suve pasto. —¡Sabes que en algún momento volveré y Te matare!

—Estare esperando con paciencia hasta entonces Príncipe—el monje lo imitó y descanzo junto a el...
Sin darse cuenta, tras su batalla habían logrado forgar un lazo que duraría por siempre...

Desde aquel encuentro con el Avatar todo cambio.

Durante toda su vida, el príncipe había tenido que soportar el desprecio por parte de su familia, teniendo que soportar  ser llamado el hijo debil del señor del fuego. (Azula había nacido con suerte, y el solo había tenido suerte de nacer) A pesar de esto, nunca dejó de seguir adelante y apuntó a ser más fuerte debido a sus deseos por recuperar su honor.

Derrotado, humillado y con mucha furia en su corazón, el príncipe emprendió de nuevo su viaje. Esta vez en busca de maestros de todo el mundo que le enseñaran distintas tecnicas de pelea. No había mas opción, tenía que obtener poder de cualquier manera, asi hubiera que morir en el intento.

(...)

—¿Príncipe heredero?
¿puedo pasar?—preguntó su anciano tío, tras tocar la puerta por varias ocasiones, y sin permiso abrir la puerta.

—¿por que preguntas? Si ya estas adentró— contestó fríamente el muchacho, mientras se colocaba una bata y miraba de mala gana al anciano.

—An pasado casi 2 meses desdé nuestro viaje a Ba sing. Desdé entones as estado aqui metido, me preocupa tu salud.

—¡Mi salud!— se burló amargamente para Después sentarse en la cama y agachar la cabeza. —¡¿De que me sirve mi salud?!. Yo necesito ser mas fuerte, recuperar mi honor— de manera violenta, golpeo la pared del camarote, estaba molesto. Sin embargo despues de unos minutos lentamente la furia disminuyó y se dejo caer sobre el suelo.  —No pude vencer al Avatar y es solo un anciano. A este paso, jamas recuperaré mi honor, ni mi hogar y mucho menos el amor de mi padre. Tío estoy condenado a vagar en este maldito Buque por la eternidad— gritó de nuevo enojado.

—¡Zuko!, escuchame. En esta vida hay cosas mas importantes— Iroh se inclinó hasta la altura de su sobrino.

—¿Algo mas importante que la familia tio?.

—La familia no es sólo algo con lo que naces; también son los amigos que te apoyan, los que pelean a tu lado. Sabes que estarás ahí para ellos y que ellos lo estarán para ti... para las batallas que vendrán. Busca una nueva vida, eres muy joven aún.

—¡Yo no quiero, amigos nuevos, ni familia, yo quiero mi honor, quiero poder, yo quier ser señor del fuego!— concluyó él joven mientras se recostaba en su cama.

—¡Zuko!

—¡Dejame solo tio!

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De este modo, cuando su exilio termino, tambien lo hizo la vida del príncipe debil.
Zuko se volvio una persona seria, de carácter firme e ideas claras. Un hombre fuerte con un gran respeto por la disciplina y un fuerte sentido del orgullo.
No se deja adular por las palabras, ya que prefieria guiarse por las acciones que por las falsas promesas.
Su regreso a la Nación del Fuego no fue sencillo, ya que tubo que comenzar su carrera militar desd abajo, sin embargo por su dedicación, rapidamente subió de puesto, superando por mucho a su prodigiosa hermana...
Su seriedad y frialdad al momento de liderar una mision, transmitia respeto, sobre todo este primer factor, siendo alguien de pocas palabras y que muy rara vez expresaba sus sentimientos. Zuko Sabía perfectamente la responsabilidad que conlleva manejar a un grupo de soldados, ya que era consiente de que las malas órdenes pueden llevar incluso a los hombres mas fuertes a una muerte segura.

«un líder, no debe mostrar abiertamente esos sentimientos»

Eran esas sus propias palabras...

El príncipe débil había dejado de existir, y en su lugar había apareció el hijo perfecto, un hombre frío, sin corazón, el hijo que Ozai siempre deseo...

HASTA AQUI EL CAPITULO.

APENAS INICIÓ ESTA NUEVA HSITORIA DESECANDO ACEPTACION. COMO SIEMPRE DARÉ LO MEJOR DE MI PARA QUE DISFRUTEN.

bueno

sin mas me despido.

¡Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía!