2.Princesa Katara.
Luego de algunas horas la batalla al fin término, los soldados de la nación del fuego se habían retirado temporalmente.
Después de todo el esfuerzo, habíamos ganado un poco mas de tiempo...
Suspire un poco aliviada y observé detenidamente él panorama: que el campamento hubiera resistido era un milagro de los espíritus. "Todo el mundo estaba bien" De pronto Kasu uno de los maestros agua se acercó corriendo a mi, se veía agotado y estaba levemente herido, sin embargo eso parecía no deterlo. —¡Katara!
—¡Kasu!— nos abrazamos con fuerza y completa alegria.
—Se retiraron—dije con alivio mientras observaba como los últimos horribles buques se alejaban en el horizonte. —Por un momento pense que...
—No resistiremos un ataque mas— Soltó las malas noticias de golpe, haciendome casi perder la respiración. —Aunque los dos lados parezcan iguales, nosostros no tenemos suficiente poder. Somos muy pocos maestros ante esas máquinas. No resistiremos un ataque mas, nuestro campamento tarde o temprano caerá si no se hace algo de inmediato— Podía ver la frustración en el rostro de Kasu, estábamos en grabes problemas. Todos estábamos agotados y con pocas uerzas.
—¡Perdoname Katara, reaccionamos tarde ante este último ataque!— gritó tras postrarse a mis pies pidiendome perdón con un rostro repleto de ira...
—¡Detente!— Grité con rabia aguantando él llanto. —Yo soy quien debe pedir perdón. Estoy a cargo pero no he podido cambiar nada— con fuerza levanté a Kasu y lo resguarde en un abrazo.
—Princesa, si atacan en menos de 3 días tomaran todo y no tendremos tiempo de defendernos, seremos esclavos otra vez— habló firme.
—Esto no es posible...
—Tendremos que irnos con nuestros aliados en él reino tierra esta misma noche si queremos sobrevivir.
—Pero, ¿Que pasara con Sokka y los demás? Kasu no podemos dejarlos atras, ellos arriesgaron todo— las lágrimas cayeron como torrente, apreté los puños y me dejé caer de rodillas.
—¡NO PODEMOS , NO SOMOS COBARDES, NO VAMOS A ABANDONARLOS!.
—lo siento mucho pero...
Lo miré seria y luego suspire tratando de retomar la compostura. —Te comprendo Kasu, pero por favor te pido solo un día mas, esperar sólo un día. Tengo un buen presentimiento— le dije con una leve sonrisa pero él no me contestó nada. Nos quedamos mirando al horizonte en silencio. Miré el desastre que habían dejado las maquinas: el suelo estaba pintado de negro debido a la ceniza y la blanca nieve estaba teñida de ese mismo color.
—¡Princesa Katara!— Kasu me miró serio —Esperaremos a Sokka un día más— de la nada sonrió ampliamente.
—Kasu —lo miré con emoción y ganas de llorar a la vez.
—Confió en ti.
—¡Gracias!— dije al fin rompiendo en llanto.
(...)
Mientras tanto, no muy lejos del campamento. En uno de los buques de La nacion del fuego se encontraba un orgulloso general implorando disculpas.
—¿Que sucede, con ustedes a caso no es solo un pequeño campamento? ¿Por que diablos siguen teniendo problemas?. ¡Valla escuadrón de incompetentes— El príncipe estaba molesto, mirando con severidad al responsable de la fallida misión.
—¡Sobrino vamos relajate!— su tío él general Iroh le sirvió un poco de te, pensando que eso relajaría al neurótico jove. —Envejeceras prematuramente si sigues con ese caracter tan severo querido sobrino.
—Mi señor, mis hombres trataron de luchar y los hemos dañado mucho— el general Zhao estaba apenado y haciendo una reverencia ante su futuro señor del fuego. —Es difícil creer que ella haya defendido de esa manera el campamento realmente fue...
Zuko no lo dejo terminar.
—¿Ella?— intrigado se movio en su asiento —¿El líder es una mujer?— su expresión se puso mas seria que antes tras conocer que Zhao había sido derrotado por una simple mujer.—El líder es una mujer, ¡Que vergüenza general Zhao!— Le dijo mientras tomaba un sorbo del te que su tío le había servido.
—Príncipe Zuko— Zhao bajo la mirada.
—¡Zhao!— gritó de manera aterradora para llamar la atención. (Obvio todos se asustaron y le prestaron atencion)
—Retiremos temporalmente las tropas y envía un embajador a ese campamento quiero ver quien es esa mujer— él general asintió y salio rápido dejando a Zuko y su tío a solas. —Es un idiota.
—Príncipe, esa no es manera de dirigirse a un general veterano...
—Pero es un idiota tío — se quejó suspirando con fuerza.
—Bueno, si lo es pero igual es un general veterano— ambos hombres rieron divertidos y mas relajdos.
—Tío que preparen a los prisioneros creo que tenemos suficiente información que nos es útil— una sonrisa maliciosa apareció en su rostro. —Quien lo diría, la mujer de la que tanto hablaban los prisioneros existe en realidad. ¡Que impresión!
Iroh bebía te tranquilo mientras notaba una emocionada mirada en el rostro de su sobrino, una que hacía mucho no veia y que por obvias razones quiso alimentar—Es muy popular entre los rebeldes. La única maestra agua del polo sur y al parecer muchos la ven como si fuera su princesa o algo asi. ¿será bonita?
—Realmente quiero saber que clase de persona es esa maestra agua, presiento que después de todo los prisioneros servirán para algo— de nuevo esa sonrisa maliciosa apareció en su rostro.
—¡bueno príncipe Zuko veré que tus órdenes sean cumplidas— el anciano se retiró dejando solo al joven, quien lleno de incertidumbre pensó en como sería la cara de la mujer que tanto mencionaban.
¿Sería una verdadera bestia? Una mujer común no podría luchar contra sus buques y salir victoriosa como si nada. O quizas ella era como una deidad que aparecía para ayudar a los campesinos, como la dama pintada. Sea cual fuera su apariencia el deseaba conocerla...
(...)
Después de la batalla, algo de verdad inesperado ocurrió en el campamento, pues un embajador de La nación del fuego apreció con lo que el decia era un mensaje de paz, del príncipe para mi...
—¿El quiere conocerme?— dije algo confundida mientras observaba detenidamente el fino pergamino que me habían entregado.
—¡Katara, esto obviamente es una trampa!—Me advertía Mara mientras veía como leía él pergamino.
Quizás en otras circunstancias me habría negado rotundamente a tan absurda petición. Sin embargo ademas de la invitación, existia otro mensaje para mi, uno que por mas que lo deseara no podía ignorar.
—¿Cuando partimos?—Dije muy a mi pesar.
—Ahora mismo sería lo mejor mi
lady —el embajadore era un hombre anciano y muy amable, simplemente tenia un rostro que inspiraba confianza.
—¡Katara, no hagas esto!—Mara estaba llorando desconsolada, tomó mis manos y suplicó muy asustada.
—si vas con ese hombre el no te dejara volver. Piensa con cuidado antes de tomar una decisión.
—Maestra Katara, puede tomarse su tiempo si así lo desea— dijo él embajador al ver a Mara tan alterada.
—Esta bien, ya acepté esta invitación, sin embargo solo tengo la condición de dejar que lleve conmigo a un compañero.
—Claro todo lo que usted pida...
Mara no paraba de llorar desconsolada mientras yo seguía al embajador, apenas logré armar una pequeña maleta, pues un enorme buque ya nos esperaba y mientras miraba como me alejaba de mi hogar algo dentro de mi me gritaba que estaba cometiendo un grave error, tenía miedo y estaba insegura. Sabía que no iba a salir de ese lugar viva. Me sentía nerviosa y repleta de adrenalina. «Fuerza Katara» Así que en silencio observa el campamento una vez mas.
—¿Que pasa Katara?— Preguntó Kasu pues notó mi mirada perdida
—Kasu quiero pedirte un favor...
.
.
.
Ni siquiera me di cuenta cuando ya estábamos allí. El buque del príncipe era mucho mas grande que el que había enviado, seria hize una seña con la mirada a Kasu quien asintió con firmeza.
—¡Por aqui maestra Katara— me indicó él embajador caminando detras de mi.
Caminos por un amplio pasillo hasta una enorme puerta roja...
Allí detrás de esa puerta se encontraba mi destino.
En el pasado ya había oído hablar de el, Incluso lo habíamos visto. Aún así no podía evitar mis nervios.
Él embajador abrió al fin.
—Ante usted él príncipe Zuko heredero al trono del señor del fuego...
CONTINUARÁ...
FIN DEL SEGUNDO CAPITULO
¡Espero y la sigan!
Bueno
Sin mas me despido.
Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía,
si les gustó no olviden votar o comentar como siempre su opinión es importante.❤❤
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