Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23. Capítulo

Llegaron a la aldea esa misma noche. Kai no había dejado de correr más que lo necesario para que Zuria alimentara a la niña. En cada ocasión, ella trató de hablar con él. Había llorado, suplicado, gritado... sin que él se dignara ni siquiera a responderla. Hasta que pareció perder la paciencia. Se acercó a ella, que estaba sentada en un tronco comiendo un poco y puso los brazos a ambos lados de su cuerpo.
-Si vuelves a abrir la boca antes de que lleguemos a la aldea, te ataré, te amordazaré e irás así hasta allí, Zuria. Y créeme que lo haré.
El hada se mantuvo igual de silenciosa que él desde entonces. Kai se detuvo poco antes de entrar en la aldea y recuperó su forma humana.
-Tu mano-ordenó secamente.
Zuria le tendió la mano dudosa y el lobo la ató una cuerda fina en la muñeca. Él se ató el otro extremo. Luego cogió a la niña en brazos.
- ¿Qué es esto? -preguntó la chica indignada- ¿por qué me atas?
-Ahora eres mía, Zuria. Con esto, todos sabrán que yo soy el que te cuidará, vigilará y cazará para ti. El que se acostará en tu cama cada noche y el único con el que tendrás hijos. Ahora vamos. Y si sabes lo que te conviene, mantente calladita.
Kai avanzó y Zuria no tuvo más remedio que seguirle.
Su entrada en la aldea causó toda la expectación previsible. Hombres, mujeres y niños salieron para verles entrar. Pero nadie se interpuso en su camino, ni siquiera cuando pasaron por la vivienda de Drew y Andrea éstos les dirigieron la palabra. Kai avanzó sin pararse hasta su casa y abrió la puerta, dando un tirón de la cuerda cuando ella dudó antes de entrar. Cerró la puerta y le tendió a la niña.
-No voy a quedarme en tu casa, Kai-aseguró la chica cogiendo a su hija.
-Cállate, Zuria-ordenó él caminando hacia la cocina.
-Suéltame, tengo que alimentar a la niña.
-Primero comeremos algo. La pequeña está tranquila ahora.
Ella no tuvo más remedio que seguirle, en ese momento, Andrea y Drew entraron en la casa.
El beta llevaba una pequeña cuna que dejó en el suelo. Andrea, con su hijo en brazos abrazó a Zuria con fuerza.
-Te he echado de menos-aseguró- ¿estás bien?
La chica asintió. Luego abrazó con más brevedad a Drew.
-Mi sobrino, deduzco-dijo mirando al bebé emocionado.
-Sobrina-intervino con sequedad el alfa.
Andrea pasó a su propio hijo a su compañero y cogió a la niña.
-Es preciosa-aseguró- ¿cómo se llama?
-Gabrielle-respondió Zuria.
-Mi hija no va a llamarse Gabrielle-aseguró el lobo.
Zuria le miró enfadada.
-Lleva una semana llamándose así, lobo.
-Me da igual. Recibirá su nombre cuando sea presentada a la manada. Como cualquier lobo.
-Pero...
-Es un nombre bonito, Kai-intervino Drew.
El alfa le miró con enfado.
-La presentación será mañana mismo-ordenó-ahora dejadnos solos, tenemos muchas cosas que hablar. Y dile a Erik que quiero verle aquí mañana por la mañana.
-Kai-intentó protestar Andrea.
El leve gruñido que salió del alfa, hizo valer su orden y los dos salieron de la casa mirando a Zuria con una disculpa.
El hada dejó a la niña en la cuna que Drew había llevado y miró al lobo.
-No tienes derecho a tratarles así.
-Te he dicho que te calles, Zuria.
-No quiero callarme. Tendrás que escucharme tarde o temprano.
-No Zuria. Vas a callarte y hacer lo que te diga porque es lo que te conviene-aseguró él acercándose tanto que ella retrocedió un par de pasos-vas a callarte porque estoy a punto de perder el control. Lo he estado desde que he descubierto que me estabas ocultando a mi hija. Y, ahora mismo, en todo lo que puedo pensar es en ponerte azul ese precioso culo tuyo. Y luego atarte a la cama y follarte hasta que me canse.
La sujetó de la melena y la acercó a él.
-Y te aseguro que es lo que estaría haciendo si no fuera porque has parido hace ¿cuánto has dicho? ¿Una semana?
Ella asintió con la cabeza.
- ¿Lo sabías cuando te fuiste?
-No-respondió ella-lo descubrí unas semanas después.
-Ya. Y decidiste que yo no tenía derecho a saberlo.
-No querías tener hijos conmigo, Kai. ¿Tengo que recordártelo?
-Pero te dije lo que ocurriría si te quedabas embarazada, Zuria. Nunca dije que prefiriera perderme el embarazo, el nacimiento y los primeros días de mi hija. Nunca dije que no quisiera decidir su nombre ni presentarla como una más en mi manada.
-Pero...
-Es mi hija, Zuria. Y es la hija del alfa. ¿Sabes lo que eso significa para nosotros?
-Yo...
-Ya. No tienes ni idea. Así que déjalo, Zuria. Mejor mantente callada. Porque ni siquiera estoy seguro de si quiero mantener el control.
Cenaron en silencio y luego Zuria amamantó a la pequeña. Kai llevó la cuna a su habitación.
- ¿Dónde dormirás tú? -preguntó la chica.
Él la miró burlón.
-Aquí, por supuesto. Ve al baño si necesitas. La cuerda es lo bastante larga.
Ella obedeció. A la vuelta vio que él estaba ya acostado. Zuria se tumbó en su lado de la cama tras quitarse el calzado.
- ¿Piensas dormir con ropa?
La chica se incorporó y se quitó el pantalón.
-No puedo quitarme la camiseta con la cuerda-dijo.
Él se incorporó y la hizo volverse para tenerla de frente. Luego, sin dejar de mirarla, rasgó la camiseta de arriba abajo. Ella protestó y trató de cubrirse. Kai, con frialdad, le sujetó las manos y rompió también el sujetador. Luego la soltó y volvió a tumbarse.
-Solucionado-sentenció.
Zuria, temblando, se acostó y le dio la espalda. Tardó muchísimo en dormirse y fue consciente durante toda la noche del cuerpo rígido de Kai a su lado, tratando de no tocarla.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro