uno
— ¡Hola Tyun! —saludó Soobin como si el día anterior no fue arrestado y confundido por un ladrón.
—Hola Soobin —dijo mirando la pantalla de su celular, sin tomar importancia al repentino apodo que le puso el chico.
— ¿Viste las noticias? Sobre esos chicos que frustraron un robo —Trató de simular un tanto desinteresado en el tema, pero la mirada fija en el chico hacía dar a entender lo contrario.
—Mm, Eso creo.
《Genial, la bati-señal.》
Posó una de sus manos en los casilleros, ya que se encontraban frente al casillero de Taehyun.
—Supongo que... Tendrás una opinión sobre ello, ¿no?
—Uh, supongo. —Taehyun miró con cierta confusión a Soobin —. Me parece bien, si quieren hacer un cambio está bien, incluso si lo hacen de forma cómica —respondió mientras se alejaba de Soobin un tanto rápido, dándole una respuesta buena, pero no lo suficientemente buena.
Por lo que se acercó a Taehyun a un paso rápido.
— ¡Hey! Vi como vestían y me parecen asombrosos, en especial el Zorro, porque el gato no llevaba capa, ¿sabes lo aburrido que se ve sin ella? —Kang detuvo su andar un poco molesto e inclinó la cabeza, tratando de leer el actuar de su compañero.
—No lo sé, no me fijé en la foto.
— ¿Taehyun? —El chico miró detrás de Soobin, viendo a Yeonjun —. Ven, nos toca el electivo de química.
El chico asintió y fue con su amigo, ayudándolo de paso a cargar con un rollo de cartulina y dejando a Soobin con un puchero.
《Al menos no le piensa que soy un payaso, eso Brad.》
A la hora del almuerzo el grupo guardaba total silencio:
Bahiyyih no estaba tan metida en sus amigos, prefería hablar por mensaje con su compañera de intercambio, Youngeun. Yewon solo podía fijarse en el ojo morado de Beomgyu y por último los hermanos de otra madre comían sus sándwiches en completo silencio.
Pero oh, claro que sí. Soobin estaba contento, muy contento. Y Yewon no iba a escatimar en preguntas.
—Y... ¿Cómo les fue?
— ¡Ah! Estaba esperando a que preguntaras —respondió Soobin y rió con una extraña pero genuina carcajada —. ¡Nos fue de maravilla!
— ¿De maravilla? —intervino Beomgyu —. ¡Tengo un grandísimo moretón en el ojo porque no quisiste ir a la derecha y casi te golpean, por poco y nos sacan al chucha!
—Solo es falta de coordinación, pronto se nos pasará y podremos lucirnos. —Argumentó Soobin mientras daba el último bocado a su sándwich.
—No puedo creer que accedí a hacer esta wea —Yewon rió un poco por las palabras y el tono de lamento que Beomgyu usaba.
—Tal vez si se inscriben a clases de boxeo puedan aprender a coordinarse mejor —comentó Bahiyyih y apagó por fin la pantalla de su celular para meterse de lleno en la conversación —. De paso pueden aprender a defenderse mejor.
La reacción de ambos chicos fue distinta, el beta lucía disgustado y el alfa a diferencia de él ya estaba entusiasmado con la idea.
— ¡No le des la idea!
— ¡Es una magnífica idea! —Beomgyu le tiró jugo e la cara y Bahiyyih comenzó a reír.
— ¡Yo no voy a inscribirme a ninguna clase más, debo cuidar a mis hermanos! Ya pierdo bastante tiempo esta estupidez, no puedo perder más —Alegó mientras de cruzaba de brazos —. Si quieres ve tú.
— ¡Mi ISFP no va a sobrevivir sin tu ENFJ! Te necesito ahí, anda di que sí~ —Beomgyu hizo un gesto inadecuado cuando vio el actuar tierno de Soobin, y se volvió a negar.
—Oye.
—Ya te dije que no.
Soobin frunció el ceño, Beomgyu parecía bastante interesado en mirar a la gente caminar, por lo que decidió revisar su teléfono, más específicamente la red telefónica de la policía, hasta que lo escuchó.
—Necesitamos a una tercera persona ¡Dios, no podemos solo nosotros, vengan rápido!
—Oh, Gato~ —Beomgyu rodeó sus ojos y lo miró.
— ¡Por la cresta! Ve tú, yo me quedo acá —respondió el chico con exasperación y Soobin resopló.
—Bien, quédate en tu tonta ronda de patrullaje que ni siquiera sirve —Le sacó la lengua a su hermano de otra madre y saltó del edificio, comenzando a balancearse por los aires con ese gancho.
Beomgyu aún se preguntaba cómo era posible que unos tubos y un gancho pudieran soportar a una persona balancearse libremente.
Rodó los ojos cuando Soobin se alejó más y se acercó un poco al borde de la azotea, mirando a unos pocos civiles caminar hacia sus destinos, algunos más lejanos que otros, en su mayoría tranquilos y cansados. Era de noche de todas formas.
Apenas se puso el sol, Beomgyu corrió contra el tiempo para hacer patrullaje con Soobin, según él era una mejor manera de enfrentarse a un posible ataque de lo que fuera, y sería menos doloroso que entrar en una escena de un robo. Después de eso tendría que atender una fiesta de compromiso y lo peor es que estaba ya algo atrasado.
Suspiró mirando a las personas, se iba a ir hasta que notó a un omega. A Kang Taehyun.
Se volteó a mirarlo, lucía tenso y su caminar era pasivo pero acelerado, eso le pareció un poco extraño; a Taehyun siempre que lo vio fue con un rostro más amigable y suave.
Vió como entraba a un callejón, por lo que saltó de azotea en azotea con ayuda del gancho para ver qué hacía en ese lugar.
Ambos se dieron cuenta que era un callejón sin salida, y Taehyun iba a salir de ahí pero cuando se volteó vio a un hombre, lo hizo retroceder.
Beomgyu chasqueó su lengua con disgusto al ver sentir las feromonas de miedo que soltaba el omega, Taehyun estaba claramente asustado, deseaba ayudarlo.
Espera, ¡podía ayudarlo!
Disparó su gancho y se lanzó de la azotea, terminando en el suelo, impidiéndole al hombre que se acercara más a Taehyun.
— ¿Qué...? —Taehyun retrocedió más pasos y Beomgyu se puso en posición, listo para huir con Taehyun por si el tipo portaba un arma.
—Ah eres uno de los que frustraron ese robo anoche, los hazmerreir del país entero. —El hombre se acercó a Beomgyu.
—Para tu información, soy el Gato —habló Beomgyu con cierta indignación, no podía creer que fue noticia nacional.
— ¿Y qué? No son más que un par de payasos haciendo tonterías. Hazte un lado que ese chico me tiene que dar algo —el Gato frunció el ceño y miró a Kang, quien agachó la mirada.
No sabía si era una deuda, un ataque o lo que fuera, pero sabía que no era la manera de cobrar algo.
—Payaso, no tengo toda la noche, lárgate —Beomgyu suspiró.
De qué serviría el estúpido plan de Soobin si no podían defender al chico que necesitaban.
El hombre frunció el ceño e intentó golpearlo, pero Choi fue más rápido y lo tomó, luxando su mano y tumbándolo en el suelo. Pronto pudo inmovilizarlo.
—No tengo idea de quien eres y qué quieres del chico, pero estoy bastante seguro de que intimidando a la gente no es la manera. Las palabras existen por algo, payasito —Habló Beomgyu con un poco de arrogancia —. Si golpeas debes esperar la vuelta. Es la ley de la vida.
Miró a Taehyun, quien seguía sintiéndose inseguro. Podía oler su miedo.
—Vete a casa, me quedaré aquí hasta que llegue la policía —ordenó Beomgyu, Kang sólo asintió y salió corriendo del lugar.
— ¡Vuelve aquí cobarde! —el Gato aprovechó y puso su rodilla en un punto estratégico para mantener al hombre inmóvil aún si quitaba sus manos, luego tomó su celular para llamar a la policía.
Sin embargo, la policía llegó incluso antes de poder marcar el número, fue algo confuso.
Rápidamente guardó su teléfono y la policía se acercó a ellos dos.
— ¿Tú de nuevo? —el oficial lucía confundido, aquel uniformado pensó que con el arresto de anoche no volvería a verlos.
—Créame, fue a contra de mi voluntad.
Beomgyu se levantó y los policías pudieron apresar al tipo, llevándoselo a la patrulla, el oficial lo miró y sacó sus esposas, pero a diferencia de lo que pensó Beomgyu, el policía se los entregó.
—Va a servirte, gracias por ayudar —dijo el oficial y se retiró, dejándolo ahí.
Beomgyu miró las esposas y las guardó, estaba seguro que le serían de ayuda en algún momento, estaban con las llaves también así que en caso de jugar con ellas sería sin mayores riesgos.
— ¿Tú eres el Gato, no? —alzó la mirada, y lo primero que vio fueron los grandes ojos de Kang Taehyun, tragó saliva.
Eran profundos y brillantes, la luz de la luna le daban un toque bastante especial. Kang Taehyun era un omega muy lindo.
—Sí, lo soy. —Trató de hacer más grave su voz, no quería que su ahora vida de civil se viera relacionada a esta ridiculez.
Una vez se entere el mundo de quién es se van a reír de él hasta que se opere la cara y salga del país para irse a una región recóndita de Chile y cambiarse el nombre Pepe Flores, luego de eso será un meme mítico como el buen Ricardo Milos.
Bajo esos pensamientos, ignoró las palabras del chico, hasta que se dio cuenta de que lo estaba mirando con intriga, como si estuviera esperando una respuesta.
— ¿Mm?
—Te pregunté si podías acompañarme a mi casa, me desvié para saber si ese hombre me perseguía y ahora estoy muy lejos —Taehyun frunció un poco el ceño, confundido por el actual de quien ahora lo salvó.
—Ah... ¿Qué tan lejos te encuentras ahora? —Podría acompañarlo si no es tan lejos, ya estaba bastante atrasado para esa fiesta.
El castigo estaba respirándole la nuca.
—Como a cinco calles —Beomgyu suspiró, lo pensó un poco y asintió.
No le costó mucho ponerse en el lugar del omega, era un chico con una edad y apariencia jodidamente apetecible para cualquiera, en un sector donde es más que obvio horas más tarde será el lugar perfecto para peleas de borrachos o de alfas mirones y muy desagradables.
No podía dejarlo ahí como si nada.
Taehyun le agradeció con una reverencia y comenzaron el camino a pie hacia su casa. Cuando llegaron entendió el porqué Yeonjun era tan mimoso con su amigo, ya que aparte de vivir en un mal sector tampoco tenía mucho espacio.
Como él.
Entraron al edificio y subieron hasta el quinto piso, cuando llegaron a la puerta recibió un mensaje.
Lucía
¿Dónde estás? Mamá y el señor Kim
no pueden proceder con la
ceremonia, te están esperando 🙄🙄
Beomgyu abrió los ojos como platos y rápidamente observó por alguna ventana.
—Gracias por haberme salvado de ese señor. Es el arrendatario y muchas veces se me ha... Insinuado —Taehyun se encontraba buscando la llave de su departamento y pensó que romper el silencio con el chico era buena idea, pero no contaba con que para cuando se volteó a verlo resulta que se había escapado por la ventana.
Preocupado por si se hizo daño al caer se acercó, pero lo vió balancearse por los aires como si fuera un verdadero héroe de esos cómics que le gustaba leer en sus tiempos muertos. Tal vez hasta más imponente que Batman.
Taehyun observó unos segundos y se dio cuenta de algo; y es que no sintió ningún aroma de feromonas al chico, más que un exquisito perfume. No le dio muchas vueltas al asunto y llegó a la rápida conclusión de que usaba supresores para mantener un poco más de anonimato.
—Gracias —murmuró y cerró la ventana, para luego entrar a su departamento y finalmente descansar.
Sin embargo ahora tenía una pequeña pregunta en su mente: ¿Quién podría ser su apuesto y misterioso héroe?
Deseaba saberlo pronto.
Beomgyu estaba batallando con el traje para volver a sus ropas de civil, mientras comenzaba a recibir sin parar las llamadas de Lucía y Nicolás, sus hermanos menores.
Estaba MUY atrasado, por lo que pronto cuando terminó corrió con sus agujetas sueltas y con la ropa un poco mal acomodada, no tenía tiempo para avergonzarse al respecto y arreglar esos detalles.
Llegó después al lujoso edificio y subió 10 pisos sin parar, no sentía sus piernas y era obvio que su cabello dejó de estar peinado de forma decente.
Tocó el timbre y se arregló lo que pudo de su desastrosa imagen, arreglando su camisa, quitando el cabello de su cara y finalmente anudó sus agujetas.
—Me van a sacar la chucha... —murmuró mientras terminaba de arreglarse, y justo cuando se levantó el señor Kim abrió la puerta.
La cara del señor Kim le daba un poco de miedo en ese contexto, era obvio que estaba molesto por su atraso.
—Beomgyu —el hombre iba a hablar, pero la anne de Beomgyu entró en escena y lo abrazó con mucha fuerza.
—¡Aquí estás! —la mujer comenzó a dejar muchos besos a lo largo del rostro de Beomgyu, y este sólo suspiró aliviado —. Me tuviste super preocupada, nunca más me hagas esta estupidez de desaparecerte como si nada. Me pudo dar algo.
Beomgyu se disculpó con su madre y con el señor Kim por haber hecho tal demora en algo tan importante como su fiesta de compromiso, y les prometió que compensará su mal actuar.
Luego de eso ingresaron y el pobre beta se consideró el ser más desafortunado, porque si bien la ceremonia pudo proceder y fue bastante divertida, pronto estuvo recibiendo una llamada de Soobin para decirle que estaba otra vez bajo arresto y que necesitaba que se hiciera pasar por su padre.
Así que ahí estaba, pidiéndole a Kai que se hiciera pasar por su padre para tal labor, la noche anterior fue así como se salvaron. Kai estaba recién despertando, a causa de la diferencia de horarios, pero al rato de aquello Soobin estaba libre nuevamente y con otra advertencia de la policía.
Afortunadamente, esa noche salieron ilesos, pero regañados por sus madres. ¿Y su padre? Su padre descubrió que sus ganchos desaparecieron.
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