tres
— ¡¿Qué?!
— ¿Estás sordo o qué? ¡Acabo de decirte que me robaron el celular! —Confundido y avergonzado, Beomgyu veía a su medio hermano rodar los ojos y comenzar a escribir unas cosas — Es en serio.
Soobin no respondió, estaba concentrado y luego de unos minutos suspiró de alivio, guardando su celular y mirando al beta.
—Kai ya intervino tu celular, salvará tus archivos y quitará la intervención de, ya sabes.
— ¡¿Me estai' weando?! —el mayor quedó extrañado al ver la inconformidad en Beomgyu — ¡¿Y qué hay de mí celular?!
El alfa guardó silencio mientras pensaba en una solución, sin embargo, luego de unos minutos estaba arrastrando a su hermano a un pequeño centro comercial, donde le compró incluso un modelo más moderno que él que ya tenía desde hace un buen tiempo.
El beta, confundido miró a su hermano mayor, el cual sólo acarició su hombro como si fuera su padre y una vez salieron de la tienda lo llevó a un puesto que vendían helados.
—La verdad, me importaba más que estuvieras bien —comentó Soobin una vez escogieron sus sabores —Un celular lo puedes comprar siempre que te haga falta o puedes pedirlo, es un objeto sin mucho valor si no tiene tu información. En cambio tú eres más importante, Gyu.
Beomgyu mordió el interior de su boca, entonces notó un aroma algo amargo, sabía que no provenía de él, pero podía distinguir muy bien que era una mezcla entre agua de mar y pino, raramente se trataba de un alfa enfadado. No entendía bien qué pasaba, pero realmente el aroma lo estaba molestando un poco.
—Aquí tienen sus helados.
El mayor sonrió y recibieron sus helados, uno de chocolate y el otro de vainilla. Caminaron con tranquilidad hacia una banca.
— ¿Qué tal si te quedas a dormir?
—Lo siento, tengo que volver a casa, y no tengo ropa de cambio para mañana.
—Le avisé a tu madre que estás conmigo. No sabe del asalto pero sí que estás bien —el alfa le guiñó el ojo y le sonrió —Además, puedes usar mi ropa.
Lo pensó un poco, volviendo a considerar que era buena idea negarse, ya que en realidad la madre de Soobin y la hermana mayor de este lo odiaban a morir, y a pesar de que su padre claramente busca detener la situación, sigue siendo algo incómodo.
—Mamá y Hyojung están de viaje por dos semanas ¡Anda, nunca vienes a mi casa, soy tu hermano, nunca hemos compartido cuarto como un par de hermanos normales! —Beomgyu lo miró suplicarle aún con el helado en sus manos y suspiró.
—Bien, pero más te vale no ir esta noche a patrullar, no he dormido bien por eso y mañana tengo clases a primera hora —contestó mientras se cruzaba de brazos y Soobin chilló emocionado, entonces sonrió.
¿Cómo era posible que luciera tan emocionado por algo tan pequeño?
Lo pensó un poco, y pensaba en que tal vez su hermano debería ser algo más territorial, de todas formas es un alfa y ese debería ser su comportamiento por naturaleza.
Su hermano era muy parecido a su padre en ese sentido, tenía un buen sentido del humor -a pesar de que le haga al shitpost- y era bastante cariñoso con los suyos, sin importarle lo que son, mujer u hombre, alfa o beta… Incluso si se trata de un omega o un delta.
Definitivamente Soobin tenía muchas cosas buenas, a pesar de molestarlo unas veces, de verdad se cuestionaba porqué nadie veía aquellas cosas del joven alfa.
—Vamos, Papá va a matarme si llego a casa después de Yewon —desconcentró su mente de sus pensamientos y miró a Soobin, para luego sonreírle.
Nuevamente sintió el aroma del mar y pino intensificarse, a lo cuál llamó su atención, pero no tomó mayor importancia y se levantó de la banca.
—Por cierto, ¿te sientes mejor? —preguntó el alfa y asintió, notoriamente lucía aliviado ante la respuesta y ambos caminaron hasta la parada de buses, siendo acompañados por el aroma del campante alfa.
No había tanta gente en la parada, pero aquello fue suficiente para hacerlo sentir extraño al percibir tantos aromas, había aromas de azucenas con leche, madera, whisky... Eran demasiado aromas y estaban provocando que su nariz doliera por la sensibilidad.
La arrugó con cierta molestia, entonces decidió poner su mano sobre ella unos segundos para calmar la sobreestimulación, a pesar de que no servía de mucho.
No entendía por qué de repente su nariz estaba tan sensible, pero aquello se le pasaría y deseaba que fuera pronto, porque es molesto. Lastimosamente al subir al bus sintió más aromas.
Parpadeó un poco antes de pagar y acomodarse, como estaba un tanto lleno les tocaba ir parados, y como tal, no mantenía mayor equilibrio al estar sujetado de una mano y con la otra cubriendo su nariz para calmar su molestia. Tantos aromas lo estaban mareando un poco.
Soobin notó un aroma que empezaba a destacar del resto, una mezcla de anís y arena que destacan en un beta dominante o en un alfa. Frunció el ceño al sentir aquél raro aroma, pero lo dejó pasar.
Sin embargo, le llamó la atención que la mayoría de los presentes estaban siendo afectados por el aroma, en especial los omegas presentes.
Duraron un rato en el bus, un tiempo suficiente para que todos estuvieran alterados.
Una vez bajaron, revisó las notificaciones y suspiró dándose por enterado de que ahora su hermana había llegado antes que él a casa, le esperaba el regaño de su papá de forma inminente.
Al menos ese era el panorama, hasta que Beomgyu soltó una queja y el aroma de anís con arena se estaba haciendo cada vez más fuerte. Se encontraban en la puerta de la casa cuando eso pasó, fue por ello que se volteó a verlo, confundido.
Normalmente, los betas no tienen un aroma como los omegas y los alfas, eso quiere decir que los perfumes son mayormente consumidos por estos, sin embargo, hay casos extraños y en otros tipos donde algunos betas dominantes adquieren algunos aromas similares a los que un alfa.
Usualmente se trata de una fragancia mezclada en limón o incluso a fuego para denotar su dominancia, sin embargo, no son capaces de desarrollar los instintos de un alfa, algunos llegan a ser confundidos con deltas por los aromas pero sin la compañía de los instintos.
Un beta nace sin su lobo, crece sin él y muere sin sentirlo.
Pero no parecía ser el caso de Beomgyu.
Después de un rato, decidieron ir al hospital. Soobin y Seokjin intentaban averiguar por el malestar del menor, al menos hasta que el doctor entró en la escena y decidió intervenir.
—Déjame revisar tus colmillos —habló el médico sin la voz de mando, el hombre sabía que podría ser una mala idea utilizarla si su suposición era un hecho.
Beomgyu, abrumado por las sensaciones que estaba teniendo y atolondrado abrió la boca, entonces su padre solamente acercó un poco su rostro, acción causante de un inusual pero común gruñido.
Seokjin y Soobin guardaron silencio, principalmente porque reconocían ese tipo de gruñidos como los de un alfa.
—Anís y arena, curioso. De casualidad, ¿fuiste marcado? —mencionó el doctor y Beomgyu negó, entonces anotó aquello y Seokjin decidió hablar.
— ¿Y bien? —el médico se volteó para mirar a los alfas que decidieron acompañarlo.
— ¿Su hijo se ha hecho el examen de presentación?
Beomgyu miró al hombre, confundido ante tal pregunta.
—Sí, se presentó como un Beta —contestó el padre — ¿Hay algo que tenga que ver con lo que está ocurriendo ahora?
—Podría decirse que sí, así que daré la orden para que tome el examen nuevamente, sólo quiero asegurarme de una cosa.
Soobin frunció el ceño, intentando conectar los puntos en su cabeza.
Inmediatamente el médico se llevó a Beomgyu para tomar el examen correspondiente, y entonces padre e hijo se miraron.
— ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
—El anís es un aroma de omega, ¿no? —preguntó Soobin, y entonces su padre alzó una ceja.
—Me estás jodiendo, Soobin.
Esperaron un rato en la consulta, luego de un largo rato, Beomgyu y el médico volvieron al lugar, y entonces el padre notó un sobre en las manos del médico.
—Creí que tardaría más —habló y el doctor negó con la cabeza.
—Es un examen necesario, debía prestarse mejor indumentaria para que los resultados no tarden, ¿no es así? —contestó y abrió el sobre, haciendo la lectura correspondiente de los resultados.
No suele pasar que los exámenes de presentación sean erróneos, pero seguía existiendo la posibilidad. Aquél examen se toma una vez los niños alcanzan la pubertad; aquello con tal de poder brindar una mejor educación respecto a los cambios que se le avecinan y eso es algo digno de ser llamado como el conocimiento básico, pero, cada persona es distinta, y no siempre los exámenes son acertados.
Soobin se presentó antes de poder tomar el examen debido a su fuerte genética, luego de unos meses le acompañó la presentación de Yewon. De Hyojung sólo sabe que fue idealmente un mes después de iniciar la etapa de la pubertad, y sabe de casos que se dan un poco tarde, como un año en lo máximo.
Pero no en donde tarde al punto en el que está por convertirse en adulto, ya tiene diecinueve años, y aquella presentación debió darse al menos a los trece o catorce años a más tardar.
—Es poco común que la presentación se retrase tanto, pero eso no quita que siga siendo una presentación. Felicidades, Choi Beomgyu es un alfa —el hombre le entregó el sobre a Seokjin, quien inmediatamente comenzó a leer el escrito.
Soobin abrió la boca y miró a su hermano con sorpresa, pero este en realidad no lucía muy feliz con la noticia, más bien parecía haberle dado un nombre a su sentir caótico y no paraba de agonizar.
Los colmillos le dolían, su nariz estaba demasiado sensible ante tanto aroma de alfa -incluyendo el suyo propio- y estaba seguro que pronto comenzaría a sentir dolor de estómago lo que matará antes de que se eche encima de los presentes, quería estar solo y en un lugar tranquilo, sin nadie que esté molestando con su aroma o presencia.
—Es probable que se vuelva bastante huraño con ustedes dos, o incluso con todos los alfas que se le crucen en el camino, luce bastante territorial —Mencionó el doctor —lo mejor será mantenerlo en un lugar tranquilo donde pueda descansar, sin el aroma de otro alfa o incluso de omegas.
Entonces el hijo mayor de Seokjin bufó.
— ¡Pero Beomgyu iba a dormir conmigo hoy!
—Es darle su espacio o dejar que te mate, muchacho.
—Pero, ¿qué hay de los supresores? Oí perfectamente que sí hay para alfas y…
El padre de ambos suspiró, pensando en qué hacer.
—Eso lo veré con Beomgyu. Muchas gracias por todo, doctor Namjoon, pero debemos irnos.
Asintió y entonces tomó un pañuelo de su bolsillo dándoselo a Beomgyu.
—Te ayudará a no percibir las feromonas del resto. Andando, que no podemos dejar a Yewon sola por tanto tiempo.
El muchacho suspiró y tomó el pañuelo para luego tapar su nariz y así evitar que siga sobreestimulando su olfato. Luego de eso caminaron y a pesar de estar disociado, oía a la perfección cómo es que Soobin se estaba llevando un regaño.
— ¿Sabes que puedes matar al lobo de Beomgyu con los supresores y los neutralizantes? Al menos por esta vez, no los puede usar. El daño también puede presentarse en su cuerpo, piensa antes de hablar, Soobin.
— ¿Y si los usamos nosotros? Al menos los supresores, para que Beomgyu no esté tan solito.
—Acaban de decirte que es darle su espacio o matarte, Soobin. Lo mejor será que vuelva con su madre y a lo que sería su terreno, de lo contrario estará alerta y no podrá descansar bien.
—Pero…
—Puede ser otro día, Soobin —habló Beomgyu —. Me está empezando a doler la cabeza…
—Seguramente te subirá la fiebre, lo mejor será ir a dejarte ahora en tu casa —aconsejó el padre y el hermano mayor resopló, pero entendía que era mejor darle un respiro a Beomgyu. Él también la pasó mal cuando llegó su celo, y también le relajó tener su espacio.
Por lo que tiene entendido, la madre de Beomgyu y su hermanita, Lucía son betas, mientras que Nicolás aún no se presenta por ser apenas de unos siete años.
No habrá aromas, tendrá a alguien de confianza y su espacio, nada comparado a lo que es la casa de los Choi bajo el punto de vista de Beomgyu.
Partiendo porque a pesar de ser un hijo de Seokjin, este en realidad no forma parte de lo que sería la manada, su madre al ser una delta es bastante territorial, y no puede obviar el hecho de que todos en esa casa con alfas.
No había punto de comparación, pero sí de tristeza.
Realmente estaba emocionado ante la idea de compartir cuarto con su hermano.
Miró el reloj de su cuarto una vez más y suspiró.
Gato no vendrá a verlo esa noche, por lo que podía ver. Ya habían pasado varios días, días en los cuales no había rastro del héroe.
Cerró la ventana y las cortinas, comenzando a cambiarse a su pijama y finalmente dedicarse a pensar en sus dudas respecto al chico.
¿Será que realmente se molestó por lo que le dijo de Beomgyu? Hizo una mueca al pensar aquello, y si realmente había razones para ello, ¿por qué no se lo dijo en el momento? Solamente le dijo que no todos eran cortados con la misma tijera, que no podía dejarse llevar por lo que dijera el resto y ya.
Pero…
—¡Santos cielos! —Detuvo su actuar al escuchar una voz fuera de su ventana y rápidamente tomó un palo, que tenía escondido debajo de su cama — ¡Por favor abre la ventana, o me caeré!
Tragó saliva, era en definitiva no era la voz de Gato, más bien lucía como la de Choi Soobin.
Se acercó en completo silencio, debido a que sus luces estaban apagadas y no podía verse que se estuviera moviendo, incluso si quiere ignorarlo puede fingir que está dormido.
Notó que la silueta que se formaba era similar a la de Gato, por lo que se confundió y abrió la cortina, viendo que se trataba del mismísimo Zorro.
Rápidamente abrió por completo las cortinas y la ventana, luego de eso ayudó al chico y notó inmediatamente que tenía un aroma particular de perfume mezclado con agua de mar y pino, denotando que uno de sus héroes es un alfa.
—Zorro…
— ¡Uff! Estuvo cerca, gracias Tyu-muchacho —el mayor le sonrió al omega, el cual aún no podía creérselo.
En otras circunstancias habría reaccionado como si no fuera nada del otro mundo pero, estaba estupefacto y ciertamente la presencia de un héroe como si nada le había robado el habla.
Sacudió su cabeza al pensar que tal vez estaba mirando por mucho tiempo al alfa y apartó su mirada, intentando recuperar la compostura.
— ¿Q-qué te trae por aquí, Zorro? —preguntó por inercia, haciendo que Soobin haga una pose algo inusual, pero usual para lo que sería el héroe de un cómic.
—Bueno, un chico me dijo que estaba preocupado por ti, entonces vine a ver si todo estaba en orden.
—Oh.
Se preguntó quién pudo ser la persona que se hubiera preocupado por él a tal punto que alguien como el Zorro viniera para verificar que todo estuviera bien.
El alfa se vio confundido al ver tan ido al pobre omega.
— ¿Ocurre algo…? —preguntó y entonces volvió a capturar su atención.
—Fue Choi Yeonjun, ¿no? —inclinó su cabeza al ver que comenzaba a pasearse y divagar — No. Yeonjun te detesta, ¿cómo te pediría cuidarme? —cuestionó el rubio y Soobin suspiró al pensar en ello.
Yeonjun lo detestaba tanto siendo héroe como Choi Soobin, ciertamente le sorprendía que Taehyun fuera más dócil en ese aspecto y se dejara encantar por el antifaz.
—Fue Choi Soobin, en realidad.
Ambos guardaron silencio al escuchar eso y el rostro de Taehyun se transformó en un poema. Un poema muy largo que seguramente sería suficiente para matarlo de la impresión.
—... ¿No fue Beomgyu?
Frunció el ceño al notar que directamente aquél poema se transformaba e una desilusión, aquello sin contar que el dulce aroma de áloe verá y manzanilla se estaba volviendo algo amargo producto del descontento.
— ¿No te agrada Choi Soobin?
El chico alzó la mirada, y luego lo pensó un poco.
Creyó que Gato y Beomgyu ya no se comunican con él por las palabras que soltó en frente del héroe, así que no sabía si realmente era buena idea contarle aquel problema al Zorro, tenía suficiente con ser terriblemente ghosteado por ambos.
—En realidad, no me lo esperaba —confesó —. Pero no he sabido en días de Beomgyu, mi compañero de clases.
Soobin hizo una mueca, recordando que ahora Beomgyu ha de estar gruñendo e intentando bajar la temperatura de su cuerpo producto del celo que acompañaba su presentación.
—Ah, sí. Mi compañero me lo mencionó —miró un poco la decoración del cuarto, tan ordenado y limpio que no creía que fuera el cuarto de un adolescente —. Seguramente está sufriendo con su celo.
— ¿Celo? Pero Beomgyu es un beta, y los betas no tienen celo o algo parecido.
—Lo sé, pero de hecho fui a verlo también y supe que estaba en celo tuve que irme lo más rápido que me fuera posible —inventó mientras caminaba y se apoya a en el borde de la ventana —. Tal vez no ha tenido tiempo para avisarte al respecto. Pero, eso no es lo importante, ¿realmente te cae mal Soobin?
—Eh, en realidad me da igual, a veces siento que quiere acercarse a mí para ganar cercanía con Yeonjun —contestó mientras se sentaba en su cama, sin darse cuenta de que Soobin estaba algo ofendido.
— ¡Yo no…! —paró de hablar y aclaró su garganta — ¿Y quien es Yeonjun?
Taehyun guardó silencio, intentando entender bien la indignación del alfa, pero luego estaba olvidando sus sospechas.
—Es mi amigo —contestó.
Miró el reloj de su cuarto, notando que estaba comenzando a ser las dos de la madrugada.
—Uh… ¿No crees que sería bueno que descanses? Se está haciendo tarde.
Soobin miró el reloj y recordó que debía estudiar ya que al día siguiente le tocaba tomar un examen, entonces suspiró al recordar aquello y rascó su nuca.
—Tienes razón. Puedo venir a verte mañana, eres un chico agradable —comentó Soobin con una sonrisa —. Nos vemos.
Y dicho aquello, el chico rápidamente saltó por la ventana, haciendo que Taehyun se acercara para admirar cómo es que esté se balanceaba por los aires de forma acrobática con el gancho.
Conocer al Zorro no fue tan emocionante como pensó que sería, pero también debía darle las gracias a Soobin por preocuparse, y decirle que esta bien a pesar de que encuentra esa actitud un tanto sospechosa.
¿Será que intenta conquistar de otra manera a Yeonjun?
Aún así, seguía con aquella duda de si Beomgyu y Gato lo estaban ignorando a propósito o si realmente Beomgyu solamente estaba indispuesto, también preguntándose si acaso el chico estaba enfermo, porque no se creía que realmente se hubiera presentado.
Solo son detalles que podrá resolver con tiempo, ¿no?
Cerró la ventana mientras pensaba que era mejor idea hablar con Beomgyu directamente, no lo ha visto en clases y de verdad estaba preocupado, así que lo que hará será visitarlo para saber cómo está.
No vivían muy lejos, no le sería difícil visitarlo después de clases.
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