dos
Los días fueron pasando, y finalmente el Zorro y el Gato comenzaron a llamar la atención de forma positiva tras haber sido captados frustrando varios delitos.
Soobin estaba satisfecho con los resultados, aprendieron a coordinarse mejor y adquirieron un poco más de condición física. También la consecuencia importante comenzaba a tomar la forma que era la idiotamente esperada.
Kang Taehyun estaba bastante interesado en los justicieros, al día siguiente de su acto en solitario pudo escucharlo hablar con interés del tema con Yeonjun, Roh Jeong-eui y Seo Beomjune.
Claro que las opiniones que menos le importaron fueron la de los dos últimos, Beomjune decía que eran unos payasos y Jeong-eui decía que les daba igual. Yeonjun en cambio dijo que era raro ya que su padre le comentó que los arrestó y que al día siguiente arrestó a uno de ellos nuevamente.
Ahora sabe de dónde sacó lo detestable. El oficial Choi fue un alfa bastante pesado y borde con él la noche que lo arrestó por primera vez. La noche siguiente lo trató de payaso desde que subió a la patrulla hasta que salió de la comisaría.
Pero lo importante fue que en esa conversación Taehyun estuvo defendiendo al Gato y al Zorro.
—Obviamente no actuarán del todo bien si son nuevos y los primeros en hacer esto de forma genuina. Pronto serán mejores, marquen bien mis palabras.
Taehyun no era más amigable que Yeonjun, pero sin dudas sabía que el alfa que capte su afecto y lo tuviera como su omega sería el más afortunado. Y vaya que Soobin se consideraba afortunado.
En cambio, con Beomgyu la situación era bastante distinta. Muy a lo contrario, el beta estaba más preocupado de sus hermanos y sus tareas. También de que Taehyun estuviera seguro.
Resultó que el chico no vivía tan lejos del omega, por lo que bajo la excusa de que intentaron asaltarlo le preguntó si podían irse juntos a sus casas.
Las tardes se hicieron más amenas, y en las noches siempre se daba un tiempo para revisar el omega. También descubrieron que ambos asistían a la misma clase de Historia del Arte, por lo que comenzaron a sentarse juntos y hacer sus trabajos en equipo.
Soobin no tenía la menor idea que Beomgyu había salvado a Taehyun aquella noche, pero no era un detalle de gran importancia o algo a destacar, al menos era así para Beomgyu.
Porque gracias a eso Taehyun los tomó en serio.
Ya iban unas semanas desde que El Zorro y El Gato aparecieron, era poco tiempo pero ya estaban revolviendo la vida y paciencia de Yeonjun.
Ser amigo íntimo de Kang Taehyun era bastante relajado, ambos compartían ideas parecidas y un punto en común que los hizo mejores amigos: la facilidad con la cual ellos podían hablar de cualquier cosa y entenderse de una forma que parecieran estar conectados. Podía ser desde la monarquía británica hasta el dumpling por el cual Taehyung y Jimin se pelearon.
Pero no podía soportar que hablara de dos payasos haciendo cosplay de Diego de la Vega.
Cuando se habló de esos chicos él ya había expresado su punto firme de que tal vez sólo necesitaban tiempo y una oportunidad, y eso estaba bien, pero ahora no podía dejar de pensar en las ganas que tiene de golpear las bolas a ese par de lunáticos que estaban absorbiendo el cerebro y labia de su mejor amigo.
Su padre le aconsejó que tuviera un poco de paciencia, que si de verdad estos tipos llegaron para quedarse pronto sería algo trivial y Taehyun dejaría de hablar de ellos al no ser la novedad.
Pero era virgo, y su paciencia no existía.
—Tyun, somos amigos desde la secundaria y sabes que te quiero mucho, ¿no? —llamó al pequeño rubio y este asintió, algo confundido por las repentinas palabras —. Entonces creo que entenderás que no busco ofender con la pregunta que te haré. —el chico frunció el ceño y asintió nuevamente — ¿Qué fue lo que hicieron ese par de payasos para llamar tú atención?
El pequeño omega guardó silencio bajo la mirada del contrario y luego le sonrió, muy distinto a lo que el mayor esperaba, como un puchero o su semblante serio junto a un testamento de cinco mil hojas de porqué eso no era su asunto o de que simplemente dejara de subestimar a esos cosplayers de Diego de la Vega. Porque en realidad solo recibió una corta y tranquila frase.
—Gato me salvó, y fue muy amable conmigo —el omega mayor frunció el ceño y detuvo su caminar.
— ¿Cuándo? —preguntó el chico nuevamente.
—Mm, hace unas semanas. Cuando tu papá arrestó solo al Zorro —contestó mientras sonreía y el mayor trató de hacer memoria, hasta que su cabeza hizo clic.
《El día que no pude llevarlo a su casa por cenar con la familia de Beomjune.》 pensó el pelinegro y se quedó callado al escuchar un mensaje por el celular del pequeño omega, el cual rápidamente revisó, luego comenzó a teclear por unos cortos segundos y volvió a guardarlo en su bolsillo con una sonrisa más grande.
—Debo irme, si necesitas algo estaré en la cancha con Beomgyu —comentó el omega menor y el mayor arrugó la nariz.
—Pero tienes que… —Taehyun posó una mano en el hombro ajeno.
—Son solo unos minutos, Hyung —comentó y luego se fue directamente al lugar donde seguramente muchos de sus compañeros estén practicando baloncesto o vóleibol.
Yeonjun se quedó en silencio al verlo irse y comenzó a jugar con sus dedos. No podía negar que se sentía un poco desplazado por el beta, en especial si se trataba de Choi Beomgyu.
La verdad es que cuando lo conoció no tenía contrarias con él, es simpático, algo reservado y le gustaba Twice, así que era bastante de su agrado pero no llegaron a ser tan cercanos a pesar de tener como amigo en común a Kai.
Pero toda buena vibra e impresión rápidamente se vieron perjudicadas cuando supo que era el medio hermano de un pendejote como lo era Choi Soobin.
Soobin y Beomgyu eran muy distintos, mientras el alfa era igualito a su madre, el beta se parecía más al padre por el cual compartían sangre. Y estaba seguro que por mucho que ellos no fueran tan cercanos, el beta era igual que su hermano mayor.
Ser unos calenturientos estaba en su genética, ser empalagosos y un poquito muy comprometidos en cortejar al ser que quieran era la costumbre de su familia. Aquellos secretos familiares -que para nada escuchó por andar de chismoso- eran gatillantes a que rechazara a Soobin y sintiera desconfianza de Beomgyu.
Estaba seguro de que ese chico sólo quería el tesorito de su amigo.
No tenía muchas pruebas más que esos secretos, pero por la buena conexión que se nota estaban empezando a desarrollar no le cabían dudas. No le gustaba ser desplazado, menos por idiotas como los hermanos Choi.
Para Taehyun simplemente era su compañero de historia del arte y la persona con la cual se va a casa cada que pueden, también el chico creía que así podía ganar un poco de cercanía con Gato.
Como ahora, por la reunión que tendrían para que Taehyun pudiera hacerle entrega del sombrero que el héroe anónimo habría dejado por error en el departamento donde el omega residía.
Cuando se vieron se encontraron detrás de las altas gradas para hacer la entrega un poco más privada y menos sospechosa. Se sonrieron a gusto una vez estuvieron seguros de que nadie los viera y el omega abrió su bolso para sacar el bien cuidado sombrero, sin saber que se lo estaba entregando a su dueño.
—Gracias —dijo el beta, recibiendo una mirada confusa por parte de su contrario —. D-digo, gracias en nombre del Gato —se rió un poco nervioso ante sus propias palabras y luego procedió a esconder el accesorio en su propio bolso.
—Hmm, entonces dile que no fue nada —contestó el rubio mientras reía un poco y volvía a acomodar su bolso en sus hombros —. Por cierto, ¿hoy iremos juntos al cibercafé o…? —el beta negó con la cabeza una vez el menor lo miró nuevamente.
—Hoy no puedo, lo siento. Después de clases debo cuidar a mis hermanos —contestó mientras ambos hacían una ligera mueca —. Pero si quieres puedes venir a mi casa y hablamos lo del proyecto.
El omega barajó las posibilidades y negó con la cabeza, haciendo una ligera mueca.
— ¿Está bien si lo conversamos mañana en la biblioteca? —el mayor pareció pensarlo, sin embargo solamente asintió y le sonrió para darle más calma al omega.
—Está bien, de todas formas no creo que sea buena idea con mis hermanos presentes —Beomgyu acomodó sus largos cabellos al pasar su mano, llamando la atención del omega por sus manos vendadas y viendo la manera en la que esas hebras quedaron algo alborotados pero no lucían mal —. Son algo ruidosos, no sería fácil concentrarnos en ellos y en el proyecto sin equivocarnos.
Taehyun asintió, luego de charlar unas pocas trivialidades más y despedirse siguieron sus caminos, Choi directo a la parte frontal de las gradas para dejar su bolso y Kang en camino para asistir a sus clases de expresión corporal.
El omega debía admitir que arriesgar una calificación tan importante como ese proyecto no era muy buena idea, sin embargo un omega precavido vale por dos. No solo por saber el chiste de la familia Choi, si no que también no conocía del todo a Beomgyu, él tampoco estaba dispuesto a que le pase algo por confiar en su segundo género.
Había mucha confianza y atracción, pero a su vez había mucha cautela por su parte.
— ¿Y le dijiste que no por eso? —preguntó algo apenado Gato, pensando que el omega le diría que era un chiste y que en realidad no tenía mucho tiempo, pero su corazón se encogió un poco al recibir un leve asentimiento.
—Debo admitir que me siento algo culpable —comentó el omega mientras dibujaba cosas sin forma en el borde de su ventana y haciendo que el contrario suspire —, pero no lo conozco bien como para ir a su casa sin más, tampoco conozco del todo sus costumbres como para intentar hacer el momento más fácil, aunque sea un beta sigue siendo su terreno y...
—Tienes miedo de que haya algo que te cause conflicto, ¿no? —completó el héroe, luego este miró los otros edificios que se encontraban a la vista de la ventana.
¿Así lo veía el mundo? Era algo deprimente que lo vieran como un pajero silencioso. Pero no podía hacer mucho si su hermano de otra madre estaba haciendo estupideces.
—Taehyun, no conozco mucho a Beomgyu —el omega lo miró nuevamente y con expectativa de sus palabras —. Pero creo que no es muy bueno dejarse llevar por ese tipo de cosas. No porque su familia haya sido algo significa que él también lo sea.
El rubio pensó en las palabras del beta por unos segundos, sin embargo no lo pudo pensar mucho ya que el chico le dio unas últimas palabras antes de irse.
—No todos son cortados con la misma tijera, Taehyun —el sonido que emanaba del gancho se hizo presente y sin más el héroe se fue a lo que el omega supuso era su descanso, viendo cómo se balanceaba entre los edificios hasta que se volvía a perder de vista.
— ¿Es mi idea o se deprimió? —se preguntó el omega mientras miraba un poco más por la ventana, sin embargo al voltear para notar que ya era tarde suspiró —. Solo espero que no se moleste conmigo o le diga a Beomgyu, no sabría mirarlo a la cara.
Cerró la ventana y luego se lanzó a su cama, sintiendo algo de culpa por sus acciones de la tarde. ¿Y si acaso hizo sentir mal a Beomgyu? De por sí tiene que lidiar con cosas como ciertos bullies por su doble nacionalidad y la historia detrás de él que era un secreto a voces.
Oh dios, ahora se siente muy culpable.
Tapó su rostro al pensar en lo mucho que se dejó llevar por lo que se decía del beta y cómo éste simplemente le sonrió cordial y aceptó con entendimiento su rechazo.
Sin embargo, a pesar de que el beta se sintiera algo mal por entender las razones de Taehyun, siguió en su postura de entender el rechazo y no hacer nada al respecto. Ya intervino como Gato, sería imprudente actuar como si le hubieran dicho todo, seguramente eso rompería la confianza que con esfuerzo pudo construir con el pequeño omega.
Lo odiara o no, debía apegarse a su papel de ayudante de Zorro y cupido entre Soobin y Taehyun, no rechistar y tragarse "secretos" como este.
Gato y Choi Beomgyu no son la misma persona, eso se lo debe meter bien en la cabeza y no cambiar las condiciones que se le han impuesto, debe seguir su naturaleza de beta y apegarse al libreto. Aunque esa en realidad no sea su naturaleza.
Soobin leía con esa sonrisa que demostraba su pícara astucia los recientes titulares de la televisión y el periódico que su padre se encontraba leyendo.
Todos hablaban sobre cómo el Zorro había hecho una nueva hazaña -y con la ayuda del Gato, obvio- al detener más de un atraco en la noche y en lo que la prensa nombró como un tiempo récord.
Esos fueron detalles que sus hermanas notaron, una entendiendo y la otra sin saber qué tornillo le faltaba ahora al alfa menor.
— ¿Y ahora qué te pasa? —Cuestionó la mayor de los hermanos y la segunda alfa simplemente suspiró.
—Ah… Nada —respondió el menor y siguió comiendo su desayuno como si el asunto no fuera importante, pero para Hyojung era intrigante.
—Seguro estabas pensando en ese omega —comenta la mayor, haciendo que tanto el menor como su segunda hermana mayor se miren entre sí, porque sabían a quién se referían con ese omega.
—No, es otra cosa —intervino la segunda mayor —. Él de todas formas no es un tema muy importante —Hyojung se rió con cierta burla y Soobin hundió su lengua en su mejilla, algo disgustado por la burla de su hermana mayor cuando comprendió a lo que se referían sus hermanas mayores.
— ¿Ah, entonces te rechazó? —los dos guardaron silencio —. Bueno, no se podía esperar otra cosa de un omega recesivo como Yeonjun.
La alegría de Soobin se fue, por mucho que fuera así le dolía que su hermana hablara pestes de quien aún siente bastante atracción.
—Hyojung —Seokjin, el padre intervino al ver que su hija mayor se estaba excediendo —. Cuida tu manera de referirte a la gente.
—Eres insufrible —la chica rodó sus ojos por el regaño de su padre y las quejas de su hermano mientras terminaba su desayuno.
El silencio se instaló en el comedor y luego de un momento el alfa menor se levantó. Algo enfadado por los innecesarios comentarios, y la verdad es que no entendía mucho el problema de su hermana con el omega.
Yeonjun venía de una buena familia, ser el único hijo de un policía alfa era de por sí bastante para su estatus, las calificaciones del omega no eran malas y por la agradable esencia de naranja y lavanda que derrochaba el mayor se sabía que él no era mala persona. Pero su hermana lo llama recesivo, como si fuera una falla.
Y se pregunta si es que acaso esperaba que se enamore de una omega voluptuosa delicada y con aroma a vainilla y lavanda, sumisa y siempre dispuesta. Tal vez para ella sean sus ideales, pero a él no le llamaba la atención.
Es como si hablara de Beomgyu con su madre, detestaba que las dos fueran así con el beta y el omega. Su padre no es nada más que un profesor en una universidad, ¿qué diferencia hay en el estatus del beta con el suyo aparte de sus segundos géneros? El omega hasta tiene más estatus que él. No lo entendía y estaba disgustado con esas diferencias que marcan ambas.
Son innecesarias, estaban en pleno siglo veintiuno y aún se escuchan estupideces como estas.
Pero ya no tenía tiempo para pensar en esas cosas, ahora debía preguntarse por qué Beomgyu no quiso saludar a Taehyun cuando cLARAMENTE LE PIDIÓ TENERLO CERCA COMO BUEN AMIGO DEL INTERÉS AMOROSO Y EL PROTAGONISTA QUE DEBE SER.
En fin, detalles.
El beta de verdad intentó con todos sus esfuerzos ignorar las palabras del omega y ser buena gente con él, pero su piel daba escalofríos al momento de verlo, literalmente solo bastana con verlo.
Es decir, el menor siempre se caracterizó por ser algo duro con sus palabras y eso era normal, de todas formas era el mejor amigo de Yeonjun. Pero el hecho de que no se haya sentido con el valor de decírselo a él e indirectamente se lo dijo a otra persona, lo deprimía un poco.
Debería estar bien con eso pero ¿cómo podría hacerlo Soobin para que ese le guste a ese chico si ni siquiera lo considera decente o en sus cabales? Zorro y Gato son sus héroes, pero Choi Soobin y Choi Beomgyu no eran sus personas favoritas en el mundo.
Estaba seguro que tendrían que disfrazarse antes de poder acudir para salvarlo nuevamente con urgencia, y eso tomaba bastante tiempo.
Está bien, era para preocuparse que al alfa le guste de manera no sarcástica a Faraón Love Shady pero su hermano tampoco era tan malo, ¿no?
Ser novio de Soobin tenía sus beneficios, le dedicaría canciones de Twice o las canciones tiernas de Gfriend y le dará paseos lindos por el río Han. Es pajero, sí, pero antes de eso tardarán años en pasar a la siguiente base y comiencen a tener roces en el cuerpo, se echen sus pasiones, y que lo marque...
Y que Taehyun se convierta en su omega.
Sí, Soobin era un puerco pero es respetuoso con todos los omegas, y está seguro de que antes de hacer algo le preguntará mil veces si está seguro; claro que sí.
Miró por el pasillo, como el omega caminaba con la gente perteneciente a su grupo de amigos y acariciaba el brazo ajeno de uno de ellos cariñosamente, luego volvió su vista a su casillero y suspiró.
Los miró nuevamente por unos segundos más y luego volvió su vista a su casillero para por fin dejar los libros que corresponden por haber acabado el día de clases. Le esperaba un largo viaje a su casa en solitario porque al rubio le tocaba asistir a su respectivo electivo.
Fue un día largo en clases, sobre todo por el dichoso proyecto de historia del arte que tuvo a Choi y Kang como locos sobre ruedas para terminarlo sin falla alguna. Luego debía atender su club de artes marciales por una emergencia con ciertas técnicas y finalmente le tocó limpiar el salón por su cuenta. Así que volver a casa era como un postre, y eso es lo que haría.
Tal vez debió mantenerse en el campus y esperar al omega, no lo sabe, pero no pasó mucho tiempo fuera del recinto, cuando por mala suerte resultó ser verdaderamente asaltado y sin oportunidad a defenderse.
Ese no era su día, en definitiva.
Está bien, son cosas que a nadie le gustaría que le pasara, se obligó a ser muchísimo más positivo y pensar que en su lugar pudo haber sido una ancianita mucho más vulnerable. De todas formas el ladrón sólo le quitó su monedero, en donde no tenía nada de valor y… Su celular.
Estaba en aprietos, debía avisarle a Soobin sobre lo ocurrido lo más antes posible.
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