cap. 5
Asomada con la mitad de cuerpo fuera de la madriguera, ahora no tan abandonada, se encontraba Penelope contemplando lo poco del cielo que se veía a travez de las copas de los árboles.
Su pata ya no dolía como hace 3 días, pero no se arriesgaba a moverlo mucho, no queria empeorar las cosas.
Suspiro ante la tranquilidad del lugar. Desde que se supo que una zorrilla habitaba en la madriguera nadie se acercaba, bueno, casi nadie
--La tranquilidad es buena, pero también es aburrida- dijo en voz alta a pesar de que no había nadie
Se preguntaba si la familia de hace días que la atendió pensarían en ella, seguramente no, ellos ya tenían un gato de quien preocuparse, pero agradeció poder probar de nuevo la comida de gato
Recordó su vida que vivió en esos dos años de soledad. Al principio fue difícil, pasaba mucha hambre y frío, había perros callejeros que la perseguía y ladraban, los perros con dueño también le ladraban, pero gracias a la correa en su cuello no podían corretearla. Muchas veces tuvo ganas de mostrarles su franja blanca para asustarlos, pero no lo hizo. Toda su vida había sido educada como gato, así que temía a los perros.
Conforme fue viviendo sola se volvió mas fuerte y valiente, aprendió varios trucos y a ganarse el corazón de la gente para que le dieran de comer. Fue una bendición de Dios el haber encontrado el hueco del árbol donde vivía, esperaba que nadie hubiera ocupado su casa. Si regresaba y su casa estaba ocupada la ahuyentaria con su franja.
Cerró los ojos disfrutando de los sonidos de la naturaleza que la rodeaba
Oyó un canto francés que se acercaba a donde ella estaba
--Allí viene- dijo mirando hacia donde el sonido
En otras ocasiones estaría asustada y aterrada, pero ya se había acostumbrado a este tipo de visitas.
Pepe le Pew apareció a los pocos segundos con una canasta
--Bonjour Darling- saludó el zorrillo al verla
--Hola- saludo tranquila y con una sonriza- ¿Cómo has estado?
--Muy bien, pero ¿Y tu?- dijo señalando la pata lastimada
--Mejor- dijo viendo su pata- Ya no duele tanto como antes- volvió a ver a Pepe- Supongo que esta mejorando
--Eso es mejor semanific- dijo feliz- Te traje algo que te gustará
Pepe sacó de la canasta un pez, Penelope movió la cola al verlo
--Sé que te gustan los peses- dijo Pepe- Así que fui a cazar unos para ti
Extendió la mano para darle el pescado, Penelope lo toma un poco tímida
--Gracias por esto Pepe, pero no es necesario que me traigas comida, yo puedo ir a buscarla
--Tonterías. Tu pata esta lastimada, de qué serviría un caballero si no puede ayudar a la mujer que ama
Penelope se sonrojó ante el comentario del zorrillo, le habia dicho mas de una vez que la amaba, pero en esos momentos solo pensaba en escapar de su acosador, ahora no es como si tuviera muchas oportunidades de escapar.
--Pero si le vemos el lado bueno me estoy acostumbrando a su olor- pensó- Gracias - repitió y bajó la cabeza timida
Pepe sonrió, con su mano levantó la cara de Penelope haciendo que lo mire a sus ojos
--Eres tan timida, coqueta- dijo con una sonriza socarrona, se acercó y le besó su mejilla haciendo que Penelope se sonrojara mas
Pepe se sentó a un lado de ella y empezó la merienda, no hablaron, pero el silencio era cómodo y Penelope lo agradecía. El viento era fresco y agradable.
--¿Lo disfrutas?
--¿Eh?
Penelope volteó a ver a Pepe
--Veo que en verdad disfrutas del pescado- dijo Pepe sonriendo
--¡Pepe!- gritó sonrojada
Al parecer mientras ella comía a gusto Pepe la observaba, se sintió avergonzada
--Eres vergonzosa- dijo riéndose un poco- Vamos querida, olvida la vergüenza, es que eres muy joven
--Cuando dices eso me haces pensar que eres viejo
Pepe casi se atraganta con ese comentario haciendo que Penelope ría
--Eres cruel- dijo Pepe viendo hacia otra parte sonrojado
--Vamos no te enojes- dijo entre risas
Pepe sonrió apenado y le acarició la cabeza, Penelope dejó que la acariciará, le gustaba, costumbre de gata. Sin querer, empezó a ronronear
--Coqueta- dijo Pepe
Penelope dejó de ronronear enseguida y se sonrojó
--No seas tímida querida, solo es que te vez muy tierna
--Emm... Gracias -dijo aun sonrojada
--De nada, Madam- dijo coqueto
Penelope sintió a su corazón saltar por un momento, la dejó confundida
--Como es tranquilo aqui- dijo Penelope para cambiar de tema
--Así es- dijo mirando alrededor- Siempre es tranquilo donde quiera que voy
--Me pregunto porque- dijo con un sarcasmo que Pepe no captó
--Lo sé, es extraño
--Muy extraño- dijo incrédula
Penelope sabia que era el edor asqueroso del zorrillo que hacia que todos huyeran, incluso ella lo hacia al principio, hasta que se rompió la pata y no pudo hacer nada. Pero ahora que no podía escapar de su acosador y peor aun sabiendo donde ella vivia empezó a acostumbrarse a su olor
--No es realmente malo- pensó Penelope- Puede que un poco narcisistas.... Bueno, muy narcisista, acosador y para empeorara las cosas, masoquista, eso explicaría porque no le afectan los golpes que le daba para alejarlo- pensó recordando esos momentos en que escapaba de él- Pero es también muy cariñoso, no se da por vencido fácilmente, tiene fuerza de voluntad, tiene agallas y es un caballero- con cada palabra que decía se sonrojaba y su corazón se sentía cálido. Volteó a ver a Pepe- Y lo admiro por eso
--¿Disfrutas la vista bebé? - dice Pepe sacándola de sus pensamiento
--¡¿Eh?!- dice sonrojada. Pepe aprovechaba cada momento para coquetear
Penelope volteó a otra parte, estaba casi segura que su sonrojo habia afectado hasta su franja blanca convirtiéndola en una roja. Oyó como Pepe se reía detrás de ella
--¡¡Pepe!!- dijo enojada de la vergüenza
Pepe siguió riendo un poco mas, Penelope volteó a otra parte enojada
--Vamos Darling, no te enojes- dice poniendo una mano en el hombro de la zorrilla- Es que te veías tan tierna que no lo pude evitar
--No soy tierna
--Si lo eres- dijo y volvió a reír
Penelope lo pensó, si no fuera tierna entonces su plan de conquistar el corazón de la gente para que le diera de comer no funcionaría. Realmente era tierna. Eso pensamiento le hizo sonreír. Volteó a ver a Pepe y se dio cuenta de que éste la veía
--¿Qué?- preguntó con inocencia
--Nada, es que... Te veías tan hermosa sonriendo que no pude evitar observarte- dijo sonrojado
Los dos se quedaron mirando el uno al otro por un tiempo hasta que tuvieron que cortar con la guerra de miradas
--Bueno- dijo Pepe sonrojado y nervioso- Ya esta oscureciendo. Es mejor que regrese a mi hogar
--Si- dijo sonrojada gracias por todo Pepe
--No fue nada- dijo con dulzura- Vendré mañana y te traeré más pescado
Penelope asintió sonriente
--Ya te dije que no tienes porque hacerlo- dijo sonriente
--Pero yo quiero hacerlo- respondió sonriente y le guiñó un ojo
Penelope soltó una risita y agradeció.
--Nos vemos querida- dijo Pepe para después acercarse y darle un beso en la mejilla- Hasta mañana
--Hasta mañana- dijo aún más sonrojada
Penelope observó como Pepe se alejaba tarareando una canción, en un momento se volteó a ella y se despidió con la pata para después seguir con su marcha y desaparecer entre los árboles.
--Pepe- pronunció Penelope aún viendo el lugar por donde se había ido el zorrillo.
Su corazón latía con fuerza y no entendía porqué
Continuará...
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