Este día Penelope esperaba no volverse a encontrar con ese zorrillo oloroso, a pesar de que ella era una zorrilla nunca se acostumbro al olor de un zorrillo normal, seguramente porque no le permitieron nunca hacerlo

Estiró las patas, volteó hacia su lomo para asegurarse que no tenia la franja blanca. Ni un rastro. Sonrió feliz y salio del árbol, y dando saltitos se dirigió hacia un padre con su hijo, parecía que le estaba enseñando a pescar

--¡¡Vamos hijo, tu puedes!! -le hechaba porras el padre

--No lo...voy a... lograr -dice jalando de la caña

--Yo te ayudo

El padre jalaba con el niño la caña, pero parecía que el pez era mas fuerte pues estaba literalmente arrastrando a los humanos al río. Penelope corrió hacia ellos y jaló del pantalón al padre intentando ayudarlos

--Vamos hijo, nosotros podemos, tenemos la ayuda de una gatita, ¡¡Vamos!!

--¡El pueblo. Unido. Jamas será vencido! -cantaban- Si se puede, si se puede. ¡¡SI SE PUEDE!!

Como si de magia se tratara, lograron dar pasos atrás logrando sacar no 1, ni 2, ni siquiera 3 peses, sino 5 enormes peses, todos estaban pegados a la caña. Eso explicaría porque batallaron tanto en sacarlos, eran enormes

--BIEN HECHO HIJO -felicitó el padre a su hijo- Bien hecho madam gatita -dijo acariciando a Penelope

-- Le miuw, Le piurrrr -ronroneó Penelope

--Y ya qie nos ayudaste -el padre agarró al pez más grande y se lo aventó- Aquí tienes tu recompensa

Penelope dio saltitos de emoción y se frotó sobre los humanos como agradecimiento

--De nada señorita gatita -dijo el niño acariciandola

--Le piurrr -ronroneó

Penelope puso el pescado sobre su lomo (ya que era muy pesado para sus mandíbulas) y lo llevó lejos del agua hacía una pequeña colina cerca de la Torre Eifel. La franja blanca había aparecido ya que la humedad del pescado había quitado la pintura negra, pero no importaba, no había nadie cerca así que no tenia de qué preocuparse, y aunque alguien se acercará ella sabría que saldrían corriendo al ver la franja blanca, así nadie la interrumpiría en su comida

--La comida siempre sabe mejor con una vista así -dijo viendo la Torre Eifel desde la colina

Comió tranquilamente, el pescado más grande solo para ella, podría acostumbrarse a ello.

Tardo 30 minutos en poder acabarse el pescado, se había comido hasta los huesos, era calcio y eso hacia bien al cuerpo. Ella no era de desperdiciar nada de la comida, si había aprendido algo desde que vivía sola era que nunca sabes si mañana tendrás comida, así que si podía comerlo se lo comía, ya que tenia un río cerca no se preocupaba del agua y eso ya era una ganancia

A 100 metros detrás de ella las flores empezaban a marchitarse gracias al apestoso olor de Pepe le Pew mientras este cantaba acerca del amor de su vida

--Me pregunto donde estará esa linda zorrilla de pradera -pensó con cara de enamorado- Es tan tierna e inocente y muy vergonzosa, saltó por la ventana al demostrarle mi amour -se puso pensativo- Talvez nadie le había demostrado amour antes y por eso actúa así, FANTASTIC, eso significaría que soy su primer amour. Es difícil encontrar a alguien así

Pepe paró en seco, creyó ver algo moviéndose, se acercó un poco y logró divisar a una cola con franja blanca

--¡¡La señorina Penelope!! -exclamó feliz

Entusiasmado, corrió a toda velocidad hacia ella. Penelope se estiró y se dio la vuelta para irse

--¡¡PENELOPE!!

Cual fue su sorpresa y terror cuando vio al zorrillo correr a toda velocidad hacia ella, Penelope intento correr, pero fue demasiado tarde, Pepe ya la tenia en sus brazos acarisiandole la cabeza

--Oh, mi bella flor de primavera, no sabes cuanto te eh extrañado -dijo para después besarla en su mejilla- Ahh, cuanto te extrañé -dice y después vuelve a besarla

El olor asqueroso hacia que Penelope quisiera vomitar, pero se contuvo y se concentró en escapar de las garras de ese zorrillo loco

--Oh, monchery, ¿No lo vez?. Esto es obra del destino que nos permitió volvernos a ver para seguir con nuestro amour -vuelve a besarla

Penelope logra zafarse y corre lo mas lejos que puede mientras Pepe salta tras ella felizmente. Al subir en una colina Penelope se esconde detrás de un árbol

--¿Dónde estas mi floresilla de primavera? -preguntó Pepe moviendo la cabeza de un lado a otro tratando de encontrarla- Oh, ya sé, quiere jugar a las Escondidillas, muy bien -va hacia un árbol y empieza a contar- 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10. Lista o no, ¡¡Allá voy!!

Penelope casi ni respiraba, no quería que ése loco la encontrará

--¿Dónde estas pichoncita? Daré contigo algún día -decía mientras caminaba cerca de donde estaba ella

--Oh por WillyRex -pensó cuando el zorrillo paso muy, muy cerca de ella, se quedó tan quieta como una roca

La voz de Pepe se fue apagando y Penelope pudo finalmente respirar, ni siquiera se había dado cuenta, pero ya estaba hasta azul. Se asomó para ver si el zorrillo acosador en verdad no estaba allí. Suspiro de alivio y dio un paso para salir de su escondite

--¡Florecita!

Cuando menos se dio cuenta se vio envuelta en los brazos de su acosador

--Vaya, realmente eres buena jugando

Penelope corre y espera a Pepe para que se acerque a ella. Una vez cerca Penelope recibió a Pepe con un golpe de Bat de Béisbol. Pepe cayó al suelo y el Bat se rompió en la cabeza de Pepe, éste no se movió. Penelope se acercó para comprobar su estado

--Hey lolita -Pepe abrió un ojo en dirección a Penelope

--¡¿Pero que?!

Si no fuera por el Bat roto que estaba frente a ella podría decir que Pepe nunca había resivido daño alguno, él estaba allí como si nada hubiera pasado

--Que bueno que soy de cabeza dura, ¿no? -comentó- Esa rama apareció de la nada

Pepe miró a Penelope seductoramente y se puso de pie de un salto

--Mi querida saltamontes, te prometo que te puedo hacer tan feliz como yo soy -empezó acercarse a ella de forma seductora- Mi madam- pronunció posesivo

Penelope entra en pánico y corre

--El amour es la guerra - comentó viendo como su amada se aleja

Penelope corría con Pepe persiguiéndola a saltos

--Voy alcanzarte bebé -dice detrás de ella

Penelope no pensaba más que en escapar

--Creó que ya he bajado ese pescado -pensó mientras corría

Se estaba cansando, volteó hacia atrás y se sorprendio a ver que el zorrillo saltaba hacia ella sin sudar

--Debió haber ganado una muy buena condición física persiguiendo y acosando a sus anteriores víctimas -pensó Penelope

Gracias a su cansancio Pepe logró alcanzarla fácilmente

--Oh mi amour, me haces tan feliz -dijo frotando su cabeza con la de ella- Estar contigo siempre me ánima

Pepe empezó a besuquearle la cara. Penelope, furiosa, sacó sus garras y empezó a rasguñarlo. Logró lanzarlo lejos de ella y correr

--Así es la guerra -dijo para reanudar la marcha

Penelope pudo divisar una pared recién pintada de negro. Con esperanzas de escapar del zorrillo pega su lomo a la pared pintándose la franja blanca de negro

Pepe no tardó en aparecer, al verla, su cara cambio de una sonriente a una de confución, pero no la reconoció ya que no tenia la franja blanca

-Excuse mua, madam -dijo educadamente- ¿Pero no a visto a hermosa zorrilla por aquí?

--Talvez por allí- dijo fingiendo otra voz y apuntando detrás de ella

--Gracie madam -le besa la mano- Oregua -hizo una reverencia y se va por la dirección que previamente había señalado

Penelope suspira de alivio y regresa al árbol agotada por la carrera contra su admirador imparable

Continuara...