04/08/****

Diario tengo mucho miedo. El peluche que no podía encontrar apareció durante de la noche. Gold me dijo cuando estaba en la puerta cerrandola que mirara de nuevo bajo la cama. Al hacerlo estaba allí Jacklen. Estoy seguro que antes no estaba.

Intente mantenerme viendo al peluche mientras que sostenía la puerta. Podía hacer eso para pasar la noche, pero entonces escuché un ruido de algo caerse en el armario. Fui a ver ya que Gold me dijo que debía ir, y allí dentro estaba otro peluche. Este era de Rey. Estaba muy asustado y quería salir corriendo pero al volver a la puerta los pasos se escucharon más fuertes y aquella respiración detrás de la puerta volvió. No podía salir, solo me quedaba intentar que no me atacaran.

Al volver al armario vi que el peluche de Rey había cambiado. Ahora no solo su nariz era roja, sino también su boca y ojos, como si fuera sangre que chorreaba. Cerra el armario con mucho miedo y unos segundos después al abrir la puerta estaba de vuelta a la normalidad.

Era como Jacklen, solo que este debía encerrarlo unos segundos.

Gracias a eso y que Gold me avisaba cada que debía revisar el armario logré sobrevivir la noche.

Le conté a mi padre sobre lo que pasaba pero de nuevo solo me ignoró pensando que eran pesadillas. Pero esto no son pesadillas. Es REAL.

Las repetidas noches ya son bastante graves. El niño debería ir con un psiquiatra ahora mismo. Esto puede ocasionar daños muy graves a futuro.

Bajo el texto antes de seguir escribiendo hay algunos garabatos, o más bien dibujos hechos por él. Eran los dos peluches, el de Jacklen y Rey. Ambos se veían horribles, pero no por el hecho de que fueran dibujos del niño, sino porque tenían deformaciones grotescas y colores nada amigables al ojo. Negro, rojo, café oscuro y gris. Seguramente la forma en la que el pequeño veía a los peluches en la noche y por lo que les causaba tanto miedo. Jacklen estaba hecho en negro y rojo, sus ojos eran dos puntos de rojo oscuro y su sombrero estaba con agujeros por donde salían más de dos cuernos que eran los normales en la familia de los ciervos. Rey era parecido, solo que tenía gris en su boca, simulando largos colmillos como los de un tigre dientes de sable de la antigüedad, y de estos pequeñas gotas rojas de sangre caían. Los dos tenían sus manos más largas que el resto de su cuerpo y de Rey salía también una lengua larga y lo había dibujado con una gran sonrisa. Esto deberá de verlo la psicóloga con la que trabajo.