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uuunghhh ♡ parte 2 de 3.

   Resulta que JeongGuk nunca había ido a Hot Topic, sólo lo veía en redes sociales y le gustaba la idea de ir y comprarse algo porque los productos tenían una estética en general que le gustaba. Así que miraba por el CasketPhone la ropa y accesorios de la tienda en la página oficial, haciendo puchero mientras pataleaba suavemente en las gradas del campo de cráneobol. Hacía boquita de pato, muecas y tenía un montón de energía, mientras que a su lado JiMin sólo miraba adelante tieso como un muerto. Bueno, es que estaba muerto, no le pidan mucho al pobre. Sus ojos apagados seguían los movimientos de la práctica de cráneobol con sumo interés, como si añorase el poder jugar.

   JeongGuk tenía ahora veinticuatro días de edad, y esaba viviendo su primer martes en la escuela. Había conocido a muchos monstruos y ghouls, como por ejemplo Draculavit, un vampiro que no tenía colmillos afilados y le costaba muchísimo alimentarse de esa forma. O a TaeHyung, un hombre lobo que decía ser guapo debajo de todo el cabello que tenía en el cuerpo, pero nadie le hacía caso realmente. E incluso a Roseanne, una sirena de la costa australiana que no tenía cola, sólo unas prótesis de piernas humanoides que la hacían ganar en todas las carreras de natación. Conocer a gente al final no había resultado un problema, todos eran muy amables con él y lo acogió un grupo que le enseñaba cosas sobre la sociedad monstruosa. El problema era que, por más que le gustara pasar tiempo con JiMin, el zombie lo lograba poner muy nervioso y eso le confundía. Su corazón–motor empezaba a generar energía de sólo mirarlo de reojo, y la respuesta de JiMin nunca quedaba clara porque a diferencia del resto de las personas, por más que el mismo zombie se esforzase, no era capaz de devolverle ni las sonrisas ni las palabras.

   Entonces, se conformaba con pasar rato con él incluso si JiMin le estaba prestando atención a otras cosas en vez de a sus palabras.

   ─── No sé quién es 'Scream'. ─── gruñó JeongGuk con un puchero de ojos grandes y brillantes, mordiendo la manga de su suéter rojo y negro. JiMin suspiró con los pulmones claramente reventados, sus ojos negros y enrojecidos viendo fijamente la figura del jugador de cráneobol que manejaba ahora el cráneo humano con los pies.─── En la descripción sale que es un asesino en serie. ¡Qué horrorífico!

   ─── Guuuhhggggg. ─── puso sus ojos en blanco JiMin con un gesto que JeongGuk no supo descifrar bien. Alguien tenía puesto de fondo una canción de Lady Grra, así que JeongGuk sólo quiso asumir que el zombie se había puesto a bailarla cortamente con tal de no angustiar a su cabeza de señor victoriano (puesto que literalmente su cerebro le pertenecía a un caballero de la era victoriana, aunque su rostro era de un cantante de pop coreano muerto hacía unos años, según lo que le dijo su padre cuando le preguntó).─── Ggrr, ggghhhhh.

   ─── No sé, JiMin... ¡Igual la voy a comprar! Y aunque no sea esa, podríamos comprar una camisa juntos.

   Con la misma expresión de siempre, JiMin giró la cabeza lentamente hacia su nuevo amigo, quien sonreía enérgicamente con las mejillas amoratadas, puesto que su sangre al ser de un cadáver estaba más oscura.─── Gghh... ¿Uuuhhgg?

   ─── D... de verdad. ── insistió con los ánimos intactos pero la vergüenza creciendo lentamente en él. JiMin parpadeó tan pausado que apenas se entendió que estaba procesando lo que JeongGuk le dijo.

   Y su rostro se tornó también de un morado fuerte, su expresión igual de muerta que siempre. Sus ojos brillando por el reflejo del Sol sobre él.

   ─── Uuunghhh. ─── asintió tan lento como expresó su gusto por compartir una camisa entre los dos. O sea, no, no compartirían la camisa. Pero sí que compartirían el mismo diseño. Era como tener una camisa de pareja, o de amigos, no sabía. Los dos monstruos decidieron mirar a otros sitios, cada uno amoratado a su propia forma. JeongGuk sonreía mirando al cielo y JiMin sólo miraba adelante, al jugador de cráneobol. Una mosca se posó en el muñón abierto de JiMin, y JeongGuk miró de reojo lo suficientemente atento como para darse cuenta de ello, y de la forma en que el zombie jadeaba por debajo de su aliento para luego agitar torpemente su muñón, molesto por la presencia de las moscas.

   Con un grito alegre, uno de los monstruos favoritos de JeongGuk, NamJoon, llegó sonriente. Se trataba de un dokkaebi, también conocido como 'goblin coreano', una criatura producida de la posesión de un cuerpo humano que le gusta gastar bromas, comer y molestar a los seres humanos. NamJoon era alto e imponente, como los dokkaebi normales, pero a diferencia de la mayoría, era más bien tranquilo y de hecho prefería ayudar a los humanos en vez de molestarlos. No era algo tan común entre los dokkaebi renunciar a su cultura de bromas y peleas, pero a NamJoon no le importaba. Se acercaba con una sonrisa gentil a JeongGuk y JiMin, y el zombie soltó un sonido que pareció queja, pero el más alto no quiso interpretar lo que fuera que JiMin quisiera estar diciéndole. Estaba emocionado por compartir tiempo con sus amigos.

   ─── ¡JeongGukkie! ─── gritó de nuevo el dokkaebi, abrazando al nombrado. Casi le parte la espalda a la mitad, pero nadie se quejó. NamJoon se inclinó a JiMin para saludarlo de la misma forma.─── ¡JiMinnie! ¿Han visto a Cupid? La necesito ahora, o de lo contrario Roseanne me devuelve a la vida.

   ─── Ggghh. ─── le hizo una mueca JiMin. JeongGuk ahora no pudo ignorar la expresión del zombie, y lo miró con sorpresa y un poco de incredulidad.

   Con una sonrisa entre dolida e incómoda, NamJoon suspiró.─── Bueno, cualquier cosa me pueden decir.

   ─── ¡Te escribo si la encuentro, Joonie! ─── sonreía sin parar JeongGuk, intentando recobrar la compostura después de la respuesta seca y corta de JiMin. NamJoon le sonrió a ambos de vuelta, aunque se notó muchísimo que su despedida fue más torpe y menos segura con JiMin. El mismo, con la expresión de siempre, se levantó sin mirar a JeongGuk y, guardándose cualquier queja, bajó de manera pausada hacia el campo de cráneobol para así dejar con la duda a su amigo sobre por qué había tratado así al dokkaebi.

   Se sintió muy mal. Algo le faltaba por dentro, y no era el pedazo de colon que su padre no había querido reponer después de descubrir que el donante se lo había extirpado post mortem.

Ggukie K. Stein
hyung, creo que jimini está enojado conmigo ):

Taewolf69
poke?

Ggukie K. Stein
no lo sé ;__;) de un momento a otro me dejó de hablar y han pasado unos días, aún no me devuelve el hola

Taewolf69
pro si jimi no habla -⁠ᄒ⁠ᴥ⁠ᄒ⁠-

Ggukie K. Stein
o sea ): él me enseñó zombienglés

Taewolf69
auch
u

na patada en las tetas dolía menos

Ggukie K. Stein
no te enseñó a tí?

Taewolf69
no 👎🏻👎🏻

Ggukie K. Stein
no entiendo )):

Taewolf69
bueno, según mis cálculos,,,, jimi está enamorado de tí

Ggukie K. Stein
qu e

   La Luna estaba escondida tras las nubes negras de invierno, es decir era el clima perfecto para que los monstruos y ghouls salieran sin problema alguno. El fin de semana gritaba su llegada, era el viernes de la misma semana en que JiMin dejó de hablarle a JeongGuk. Y el revivido estaba empecinado con no gastar más el tiempo e ir a la casa de su amigo para solucionar las cosas. Caminaba por las calles vacías del pueblo, con un porte similar al de un caballero de la época victoriana pero vestido de arriba a abajo con suéteres negros llenos de tapitas de metal y unas botas de cuero negro que podían pisar a cualquier persona sin problema alguno.

   El problema de JeongGuk era ése, la mayoría del tiempo: que no podía evitar que su fuerza fuera desmedida y, por lo tanto, se le dificultaba un montón manejar las cosas a su alrededor sin romperlas. Los últimos días había empezado a esforzarse por ser más delicado, porque odiaba la idea de matar a seres vivos que no se lo merecieran, y por ello mismo es que se movía lo más cuidadoso posible.

   Entró al cementerio y saludó al guardia de seguridad, que era el único humano que guardaba el secreto de la sociedad monstruosa. Caminó siguiendo las direcciones que le había dado NamJoon, doblando por los cubículos llenos de criptas y mausoleos. Saludaba a la gente que reconocía de la escuela, y un par de zombies que no vió nunca antes en su existencia lo saludaron como si lo conocieran de toda la muerte. Llegó al fondo del cementerio, donde grandes árboles cobijaban la entrada a las criptas comunitarias, donde morían los de escasos recursos.

   ─── ¿Los Mortis... residen aquí? ─── le preguntó a la nada, demasiado ansioso como para reconocer si estaba pensando en silencio o hablando.

   ─── Gggghahhh. ─── le respondió alguien a la derecha, y cuando JeongGuk se giró a ver de quién se trataba, vió a un pálido muchacho sin ojos y con lombrices rondándole el cuerpo. Su huesudo dedo señaló con lentitud hacia una cripta en específico, donde el nombre completo de JiMin se podía leer sin problema alguno.─── Gguhhh.

   ─── ¡Gracias! ¿Cuál es tu nombre?

   ─── Guugggggghhi.

   ─── ¡Te debo una, YoonGi! Nos vemos pronto.

   Con las manos en los bolsillos, caminó a zancadas hacia el lugar donde JiMin probablemente estaba durmiendo y se arrodilló al lado de un ramo de flores blancas, frescas, que decidió respetar. Había aprendido por JiMin mismo que en la cultura zombie las flores eran sagradas, y cuando se dejaban frente a la cripta del zombie, era una ofensa moverlas o quitarlas. Sólo el guardia de seguridad podía hacerlo, pero generalmente no lo hacía.

   Hizo un puchero angustiado, frunciendo el ceño al ver que la tumba de JiMin no tenía flores. Era de esperarse, porque al parecer el cuerpo de JiMin en vida fue residente de un alma cruel que no ayudaba a nadie, pero de alguna forma JeongGuk quería que su amigo zombie fuera apreciado por todo el mundo. Y sabía que no era posible, pero al menos se entretenía pensando en los diferentes escenarios donde JiMin era apreciado por todas las personas, vivas y muertas, a su alrededor. El mismo puchero se transformó en una triste mueca, no sabía cómo ayudar al zombie, sobre todo si estaba enojado con él, y eso lo angustiaba incluso más. Sensible y con la energía recargada a tope, sintió que su piel temblaba gracias a la tristeza que lo inundó repentinamente, causándole el nacimiento de unas lágrimas de aceite que no sabía serían capaces de existir. El aceite que se almacenaba en su cuerpo para que los huesos y las prótesis al interior de su cuerpo era ahora sus lágrimas que, cayendo pesadas y de un tono oscuro, lo hacían hacer un pequeño cortocircuito en su sistema.

   ─── JiMinnie... No sé qué pasó. ─── hacía puchero, con el rostro amoratado de vergüenza.─── Si quieres ir aún a H–hot Topic conmigo, yo... ¿Estás enojado conmigo? D–de verdad que... ¡No entiendo! Sólo quiero saber qué ocurrió. P–para que... ─── tragó saliva feamente.─── ¿Qué pasó?

   La cripta de JiMin se abrió de manera pesada, la piedra sin cuidar dejando caer polvo de manera copiosa y levantando la tierra ligera que rodeaba el espacio. Los brazos delgados del zombie se mostraron, una mano pequeña y fuerte empujando la tapa de piedra y el muñón un poco oculto debajo de la manga de la sudadera verde que llevaba encima aquella noche. No lo miraba directamente al salir del pequeño cubículo, con la lentitud que lo caracterizaba.

   El corazón motorizado de JeongGuk se aceleró, pero ésta vez, con mucho dolor, mientras sollozaba a su lado.

   ─── Ggghhh. ─── lo saludó JiMin, mostrando los dientes. JeongGuk había aprendido que ésa era su sonrisa.─── Ggrr... Ugghhhhnn, nngggnnnhhh, ugghh.

   ─── No he estado bien, tampoco. ─── susurró JeongGuk, con un puchero avergonzado.─── No sé qué hice para que... para que no me hables más. ¿Qué hice? No quiero herirte de nuevo, JiMinnie.

   JiMin se llenó de morado en su rostro muerto.─── Ggghhh. Nnguuunggh, uuuhhghh.

   ─── ¿NamJoon? Uuh... no, no me gusta. ─── alzó una ceja JeongGuk, curioso a pesar de estar llorando casi a mares de aceite. Se podría freír un trozo de salmón a éste punto sólo en las lágrimas del revivido.─── ¿Por qué...?

   ─── Gggaahhh unngghhhh.

   ─── ¿Celoso?

   ─── Uuuunnnhhh, hhggggg hhhgaggggagaaaa...

   ─── ¿Yo... yo te... te gusto?


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