_/dos\_
10 años atras...
Corrí desesperada cuando vi que Rita estaba a punto de alcanzarme. La esquive aprovechando mi complexión pequeña.
Rita es mi niñera, tiene 21 años y es muy guapa. Es realmente agradable, de todas las niñeras que he tenido ella es la única que me ha gustado, no sé parece en nada a mi anterior niñera Berta, ella era mala y grosera, no me permitía comer golosinas ni mirar tv. Y tenía una verruga espeluznante en el medio de la frente, sentía que me observaba con su tercer ojo.
En cambio Rita juega conmigo, como ahora.
__¡A que no me atrapas!__ grite sacándole la lengua.
Ella se río divertida e hizo un nuevo intento de alcanzarme. Yo corrí más rápido hasta que me tropecé con una rama.
Y me caí de boca al piso.
Se imaginaran los gritos que pegue ¿no?.
Rita corrió desesperada a mi búsqueda, me observaba con mucha preocupación. Y su cara me dio gracia. Me empecé a carcajear sin poder evitarlo.
Porque claro, es muy normal estar llorando y tentarse de la risa mientras tienes la boca llena de pasto. Escupí el pasto con cara de asco. Lloriquee de nuevo y me volví a reír al ver la cara que puso.
Ella me miró extrañada pero se empezó a reírse conmigo.
Perdón gente, creo que fue la adrenalina del momento. Y nunca lo olviden, reír para no llorar.
Rita me hizo levantar y me llevó de la mano a la cocina. Fue al baño que estaba cerca mientras yo me sentaba en una butaca de la isla, esperando. Regreso con el botiquín de primeros auxilios.
Dejo la caja sobre la isla y extrajo gasas, alcohol y un peluche para morder.
Si, exacto. Iba a doler y el peluchito es para que no grite como loca.
Me había dado un buen golpe en las rodillas. Una me estaba sangrando, sentía el calor y ardor. Y en la otra solo me había raspado.
Me quedé pálida cuando vi la herida, no me había dado cuenta de eso. Creo que tengo ganas de vomitar. Se ve una masa horrible con sangre y pasto.
¡Tengo pasto seco en la herida, que asco!
Ella vio mi obvia cara de asco y saco algunos pastitos. Solte un quejido lloriqueando cuando sin querer me rozó con su uña.
Se deslizaron lágrimas por mis ojos, ni siquiera me había dado cuenta cuando comencé a llorar. Estaba tranquila si, pero se me salían las lagrimas del dolor.
__¿N-no me puedes sedar la rodilla antes de limp-piarla?__ sollose más audiblemente.
Probablemente si hubiera estado sola no hubiera llorado tanto, pero cuando estoy con alguien, no puedo evitarlo. Tipo, estás llorando y se te acercan a preguntar porque lloras y lloras peor. Pues si, así.
__No mi amor, lo siento__ puso una mueca de disculpa. Me entrego el peluchito.
Lo cogi mientras lloraba con un pucherito, mordí con fuerza el muñeco al ver que me acercaba la gasa con alcohol.
Me puse a llorar a los gritos antes de que llegue a tocarme. Estaba a un centímetro de distancia de la herida pero ya sentía el dolor. Me comencé a remover histérica cuando hizo un nuevo intento de limpiarme la herida. Creo que sin darme cuenta le patee una pierna.
__NIIIIOOOOUUUU
Hice el intento de gritar incoherencias pero fueron ahogadas por el peluchito.
__¡¿Que demonios sucede aquí?!__ entro mi padre casi a las corridas. Parecía desesperado por saber de dónde venían los gritos.
Su mirada recayó en mi, que estaba llena de tierra, pasto, sudor y la cara toda roja. Ah, y toda golpeada.
__Lo siento señor Sullivan, estábamos jugando con Zoey y se tropezó en el patio. Lamento que se haya lastimado, ahora mismo estaba tratando de curarla__ explicó Rita temerosa. Creo que tenía miedo de que le cuenten a sus padres.
__Oh, tranquila Rita__ asintió. Su mirada brilló como si hubiera tenido una idea, y esa cara no me gustó nada.
Se acercó a mi y me sostuvo. Lo observé con confusión cuando hizo presión. Comprendí que me estaba reteniendo para que no me moviera. Me enteré tarde cuando Rita comenzó a limpiarme la herida.
El peluchito se cayó de mi boca de la impresión y solté un alarido muy agudo.
__AAAHHHHHHH.
Y lo vi...
Estaba parado frente a mi, mirándome con pena. Iba en un traje gris, el pelo peinado graciosamente para arriba.
No me había dado cuenta que había dejado de llorar sin dejar de verlo. Y ellos aprovecharon ese momento para desinfectarme.
Mi papá me observo cuando se dio cuenta de que no estaba gritando como chancha y después observo a el hombre que se encontraba parado mirándome con pena.
__Noah, esta berrinchuda que ves aquí es mi hija, Zoey__ dijo presentándome.
En otro momento le hubiera puesto mala cara, pero estaba ocupada observando al hombre atractivo y de pelo chistoso.
__Un placer, Zoey__ sonrió un poco divertido. No pude evitar sonreirle de vuelta.
Tenía una linda sonrisa.
En cambio a mi me faltaba un diente, principalmente una paleta, hace unos días se me había caído el diente de leche.
Ah si, y tengo la boca sangrando llena de pasto. Seguro me veía preciosa.
__Hola...__ mire a mi papá esperando que complete su nombre.
__Noah__ respondió el hombre.
__Hola Noah__ dije atontada.
No sé por qué no podía dejar de verlo.
__Hola Zoey__ me sonrió con ternura. __Lo esperaré en el salón__ el comentó a mi papá, señalando detrás de el.
Este asintió y me soltó, observandome con una mueca.
__Hija, me estás comenzando a preocupar, no entiendo como haces para vivir golpeandote con todo__ me observo de brazos cruzados
__Literalmente hablando__ negó con la cabeza.
__Es que esa rama se metió en el medio de mi camino__ fruncí el ceño, rencorosa.
No me gusta asumir la culpa, defecto de nacimiento. Lo sé porque una vez de bebe tire el plato de comida y le eché la culpa al gato. O eso me dijo mamá, cuando estaba viva.
__Claro, la rama corrió hacia ti, no tu hacia ella__ sonrió divertido.
__Eso eso__ asentí segura. __Por cierto ¿quién es el?__ pregunte curiosa.
__Es hijo de un amigo mío, Thomas ¿Lo recuerdas?__ afirme con la cabeza.
Era el viejo que me miraba raro, como con odio.
Creo que fue porque un día, cuando tenía seis, estaba corriendo en su casa, y le rompí un jarrón. Y este cayó en mi cabeza. Mi papá estaba haciendo negocios con el, tuvieron que dejar todo y correr conmigo al hospital.
Resulta que el jarrón eran las cenizas de su madre, y claro, como castigo me quedaron cinco puntos a lo alto de la frente. Y me había bañado con polvo.
Recuerdo que cuando me enteré que era vomite y tuve pesadillas por meses.
__Ese hombre no es nada agradable__ me cruce de brazos, orgullosa.
__Rompiste el jarro con los restos de su madre, la pasó mal por eso__ me regañó con la mirada.
__¡Yo la pase peor, esa señora sabía horrible!__ puse cara de asco.
Mi papá comenzó a carcajear.
Si, yo era todo un caso.
Actualidad...
Papi Yisus, que recuerdos. Y pensar que esa fue la primera impresión que tuvo de mi. En fin, no se ni porque se me dio por recordarlo ahora.
Estoy recostada en mi cama con el libro que leí hoy en la biblioteca, Diana se esta pintando las uñas y reacomodando los lentes a cada rato porque le resbalan continuamente del puente de la nariz.
Becca se está sacando selfies en el balcón de mi habitación, según ella es ideal para fotos.
Lidia está peleando con su novio por celular. Sus gritos no me dejan concentrar.
Y por último Mara, que está grabando un baile para tiktok.
Si, con nosotras de fondo, creo que es esa canción UP de Cardi B.
Me reí cuando accidentalmente le dio una patada al mueble.
__Diana, odio ese quita esmalte tuyo. Larga un olor espantoso__ se quejó Lidia cuando cortó la llamada.
Dejé el libro al lado al darme cuenta de que no iba a poder leer.
Becca entró satisfecha por sus fotos y Mara se acercó a la cama acariciando su pierna.
__Deberiamos hacer algo__ sugerí yo, incorporandome.
__Y ese algo es...__ canturreo Diana, aún concentrada.
__No lo se, solo se que debemos hacer algo__ me encogí de hombros desinteresada.
Yo soy genial con los planes, se me ocurren tantas cosas que mi cerebro va a explotar de tanta información. Como verán.
__Podríamos ir al centro comercial__ Sugirió Lidia. __necesito ropa para una cena de aniversario a la que Marcus me piensa llevar, no creo que sea buena idea ir en camisa de leñador y mis botas viejas__ hizo una mueca observando su atuendo.
__¿No estaban discutiendo recién?__ Becca se dejó caer en la cama.
Diana la miró mal __no se si sabes que me estoy pintando las uñas__
Becca le saco la lengua.
__Nah, era mi madre__ me reí sin poder evitarlo.
__Como escuchamos que gritaste idiota pensamos que estabas hablando con Marcus__ negué con la cabeza. Lidia es un amor.
__Para ese tengo reservado el "imbecil"__ me aseguró.
Su teléfono sonó nuevamente y se levantó bufando. Escuche algo de imbecil, te dije que hoy era un día de chicas... y no escuche más nada porque salió afuera.
__Vamos al centro comercial y compras algo para ti también. Ya sabes, lencería, para impresionar a tu galan__ me guiño un ojo Mara.
La empuje por los hombros provocando que caiga de la cama. Nos reímos Becca, Diana y yo. Mara se levantó intentando pegarme en la cabeza. Yo me reí intentando esquivarla, hasta que terminamos desparramadas en la cama riendonos.
Ya sabemos que después la obligare a hacer la cama ¿no?.
...
Bajamos por la escaleras a paso apresurado. Yo corrí hacia la oficina de mi papá, para avisarle que me voy mientras las chicas me esperan en el recibidor.
Papá últimamente trabaja desde casa, no está en condiciones de ir hacia la empresa, pero tampoco debería estar trabajando, la enfermedad va progresando a medida que el estrés se va acumulando. Aunque por suerte falta poco para que se desligue por completo del trabajo.
Toqué la puerta con los nudillos y me vi enfrentada a Noah, que me observaba desde su altura, con su típica cara estirada.
Queda recalcar que antes era más amable, ahora siempre lo veo con la misma expresión de superioridad absurda.
Aunque debo admitir que cualquier cara que ponga se le ve bien, al condenado.
__¿Mi padre?__ pregunté tratando de ignorarlo. E ignorar mi corazón acelerado.
Que me mirase directamente me ponía tan nerviosa que me hacía hacer o decir estupideces, y ya lo dije ¿no?. Bueno, no es mal momento para recalcarlo.
__Salió a buscar algo__ comentó desinteresado sin darme mucha información.
__¿Como que salió? se supone que no debe__ fruncí el ceño en desacuerdo.
El doctor de mi padre había dicho expresamente que no puede salir de la casa porque últimamente está sufriendo desmayos y es un riesgo que le suceda en plena calle. Aunque seguramente habrá ido con Esteban, el chófer.
__Era bastante importante__ aseguró, alejándose de la puerta para apoyarse en el escritorio.
¿Ya dije que se ve condenadamente bien con su traje negro y la corbata roja? El pelo lo tiene desordenado, como siempre. Pasó la lengua por sus labios rojizos y no puedo evitar mirarlos. Dios, esos labios.
Papi Yisus, me siento penetrada. Por su mirada, claro.
Eso sigue y seguirá sonando fatal
Esa era la intención querida conciencia
__¿Cuando vuelve?__ pregunté para romper el tenso silencio incomodo.
Espero que no haya notado que lo estuve observando descaradamente.
__Cuando tenga que volver__ me enarco una ceja.
¡NO ME DIGAS!
No pude evitar pensar en el meme de Nicholas Cage.
__Muy gracioso__ respondí rodando los ojos. Me pasé la lengua por los dientes.
Ya no había más que decir así que me di la vuelta dispuesta a irme.
__Espera Zoey__ me volteé sintiendo las maripositas revolotear en mi estómago por la espectativa.
O bien era que comí algo que me cayó mal, no se.
Tragó saliva, nervioso.
O no, ¿nervioso?.
Ay no ay no ay no ay no
¿Que me querrá decir?
__¿Podrías acompañarme a comprar un anillo, o colgante?__ se pasó la mano por la nuca, sin verme directamente a los ojos.
¿Que?
__¿A-anillo?__ pregunté, ahora yo también estaba nerviosa.
__Si, ya sabes, joyas, cosas que les gusta a ustedes las mujeres__
Espera, ¿quería que lo acompañe a elegir un anillo o colgante para una mujer?
__Yo...__ no sabía que responder realmente a eso. Sentía la decepción fluir por cada uno de mis poros.
De repente sentía cada músculo de mi cuerpo estúpidamente apagado.
La traición, la decepción hermano
__Esta bien__ contesté finalmente. Hice mi mejor intento de sonrisa y rehice mis pasos hacia la puerta.
__¿Nos vemos mañana?__
__Si, nos vemos__ susurre.
No quise voltear a verlo, necesitaba irme cuanto antes.
...
Estuvimos observando tienda por tienda en silencio. O por lo menos de mi parte. Las chicas gritaban como si fueran un grupo de mujeres ancianas sordas.
Había llegado un punto que estaba tan apagada que Becca se canso y me tomó del hombro. Enfrentandome.
__¿Que carajos te pasa?__ me miró mal.
Si, muy sutil.
Enfrente la mirada seria y curiosa de mis amigas. Me sentía incómoda ser el centro de atención, y más cuando no quería hablar, pero estaba segura de que si no lo decía por voluntad propia aplicaban la interrogación al estilo de la mafia. Si, con pinzas y otras cosas creativas. Y asquerosas.
__No pasó realmente nada, solo tuve una charla con Noah__ confesé.
__¿Que hizo ese imbecil? ¿Quieres que lo golpemos o que lo quebremos?__ me pregunto Lidia enfadada.
Extrañamente escuche la voz de un audio para asustar a los niños.
__¡Dijiste imbecil! ¿Imbecil no era tu novio?__ chillo Mara.
__¡Ay no, acabo de engañar verbalmente a mi novio!__ Lidia se colocó las manos en la cara con expresión de espanto.
__Ejem, ¿podríamos concentrarnos en el drama de Zoey?__ pregunto Diana de brazos cruzados.
__Ah si, perdón__ Mara levantó las manos.
__¿Que te hizo?__ me pregunto Becca, aún preocupada.
__No es que puntualmente me haya hecho algo, es por algo que me pidió__ hice una mueca. La decepción seguía calandome los huesos.
Todas me observaban expectantes.
__¿Y que se supone que te pidió para que te pongas así?__ Diana me paso un brazo por lo hombros.
__Me pidió si podía acompañarlo para elegir una joya para una mujer__ conté apretando mis dedos.
Alzaron las cejas sorprendidas.
__Maldito cabron__ frunció el ceño Lidia.
__Y yo que creía que ya habían hecho el sin respeto__ Becca le pegó en la nuca a Mara y yo se lo agradecí en silencio.
__¡Oye!__ exclamó ofendida acomodando indignada su melena negra.
De repente sonó mi celular con esa canción ridícula que me habían elegido las chicas.
Creo que se llamaba YoYo de Gloria Groove. Una mujer/hombre brasilera o brasilero. No estoy segura.
Atendí con cara de fastidio.
Contesté con Dígame al darme cuenta de que era un número desconocido.
__Hola si, ¿con la señorita Zoey Sullivan?__ preguntó una mujer con voz neutral detrás de la línea.
__Si ¿quién habla?__ pregunté extrañada.
__Llamamos desde el hospital Midtown Atlanta, queríamos comunicarle que su padre fue ingresado hace media hora. ¿Podría acercarse para rellenar el form...__ corté la llamada y la deje con la palabra en la boca.
Corrí sin darle explicaciones a las chicas. Solo pensaba en llegar cuanto antes.
Desesperada observé para ambos lados cuando ya llevaba como dos minutos corriendo y no encontraba como llegar al primer piso. Hasta que encontré las escaleras mecánicas.
Me acerqué cuanto antes pero no llegué porque me choque con alguien y le di un cabezazo accidental.
Yo realmente tenía suerte en esta vida.
Era la mujer del señor Thomas y la mamá de Noah
Ella se tocó la cabeza algo irritada.
Y no la culpo
__Cuando no tu niña pegando cabezazos. Por eso es que te has hecho esos puntos en la cabeza__ me regañó aún frotando con la mano el hematoma.
__Lo siento señora Murphy, no la vi. Lo siento mucho en serio__ me disculpe. Estaba por irme corriendo de nuevo pero me detuvo.
__Espera Zoey, ¿estás bien?__ me sostuvo del brazo preocupada.
__S-si yo__ mis ojos se cristalizaron.
Dios, odiaba ser tan débil.
__¿Que sucede linda?__ limpió la lágrima que se me deslizó de un ojo.
__Mi padre, acaban de llamarme para decirme que fue ingresado en Midtown__ contesté desesperada sintiendo un nudo en la garganta.
__Vamos Zoey, yo te llevo__ me tomó de la mano y me llevó con ella hasta un ascensor.
Por un segundo me quise golpear en la cabeza por no haberlo visto antes pero no tenía tiempo para eso.
Fuimos todo el trayecto hacia su auto en silencio. Me daba mucha vergüenza, pero la falta de información de como está papá me esta matando, así que tuve que dejar la vergüenza de lado y sentarme con confianza.
Cada vez el camino se me hacía más largo, y me ponía peor cuando teníamos que parar en algún semáforo. Sentía que el tiempo no avanzaba más.
Amanda me echaba miradas de reojo, asegurandose de que no estaba hiperventilando.
Cuando llegamos al hospital bajé antes de que logre estacionarse y crucé la calle con rapidez. Por suerte no pasaron autos.
Me dirigí apresurada hacía la recepción, le pregunté a la mujer morena que se encontraba detras del recibidor, la cual tenía una expresión increíblemente seria.
__¿Si?__ preguntó con la mirada pegada a la computadora. Y masticando chicle.
__Necesito información del señor Marco Sullivan__ exigí.
Ella me observó con el ceño fruncido y luego volvió la mirada a su computadora, tecleando con una mueca. Sin dejar de masticar, claro.
Me estaba empezando a poner de los nervios su actitud.
__¿Su hija, Zoey?__ por su expresión de desinterés tenía ganas de insultarla.
Uno acá desesperado por saber de su ser querido y ella tan tranquila, como si nada.
__Si__ respondí mordiendome la lengua para no decirle nada. No era el momento.
__Llene está formula... por favor__ ¿lo había dicho con sarcasmo?.
Tranquila Zoey, se buena chica, recuerda que estás aquí por tu padre.
Sostén mi bolso
*meme de ¿y dónde están las rubias?*
Conciencia, no ayudas.
Pasé saliva y rellené con toda la información que exigía. Finalmente le entregué la hoja y ella la recibió, solo echándole un vistazo.
__Habitacion 36B, piso 4__ dijo sin mirarme.
No dije nada, solo corrí apresurada.
Vi a Noah sentado afuera de la habitación. Tenía los brazos cruzados, se había sacado el saco y la corbata la tenía floja.
__¿Como está?__ pregunte agitada.
Noah se sobresaltó, poniendo una mano en su pecho.
__Por Dios Zoey, que susto__ se puso de pie __esta bien, solo tuvo otro desmayo, nada de que preocuparse__ trató de tranquilizarme.
__Oh__ dije simplemente.
Apreté mis labios, esto últimamente se estaba volviendo frecuente, y ya me estaba empezando a dar miedo.
Miedo de que sea su último momento y que se pueda hacer nada para recuperarlo. De solo pensarlo me duele el pecho.
Era lo único que tenía, aparte de mi tía y mis primitos.
Pero es mi padre, madre ya no tengo, ella nos había dejado por un cáncer de mama que se enteró que tenía cuando ya estaba en última etapa terminal.
Noah noto mis ganas de llorar y me abrazo en silencio, permitiendo que llore en su pecho. No le devolví el abrazo pero permití que me abrazara.
__Hijo__ escuché a mis espaldas.
Pensé que Noah me iba a soltar por estar en presencia de su madre pero me sorprendió cuando afianzó el agarre a mi alrededor.
__¿Mamá? ¿que haces aquí?__ escuché su voz confusa.
__Me crucé a Zoey en el centro comercial, de un lindo cabezazo, por cierto__ que lindo tono suave tenía su madre, relajaba mucho.
__Suele hacer eso seguido__ aseguro Noah, riendo levemente.
Si no estuviera tan deprimida le hubiera puesto mala cara.
Sentí una caricia en el pelo, inmediatamente supe que era Amanda.
__Mi vida, no tienes de que preocuparte, ese viejo terco no se va a ir ni aunque se lo pidas__ dijo tratando de consolarme.
Lo único que provocó fue que me riera por la forma en que lo dijo, en medio de un solloso haciendo una combinación extraña.
Me escondí más en el pecho de Noah, avergonzada.
Después de un rato me separé de él secandome las lágrimas. Le dejé la camisa mojada.
__Ya llame a tu tía, justo estaba trabajando pero dijo que vendrá en cualquier momento__ me avisó Noah.
Asentí por lo que dijo.
__Si yo... me iré a sentar__ avisé.
Me alejé y tomé mi celular. Le envié un mensaje a Mara, para que le avise a las chicas el porque salí corriendo despavorida.
Guardé el celular y solté un suspiro, observando el techo. Probablemente me tenga que quedar toda la noche otra vez hasta que por fin despierte.
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To be continue➡️
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