Otoño I 

Piscis

La última caja sellada se encontraba en mis manos, luego de un arduo día de acomodar las cosas de la mudanza, tan solo una sola caja faltaba luego de dos semanas de hacer el cambio. A minutos de la llegada de Capricornio, terminé de acomodar los últimos adornos en una alta repisa. La nueva casa era una maravilla. Totalmente acogedor y con un toque de modernidad para gusto de ambos.

En la barra de la cocina reposaba un delicioso pastel de chocolate, con el tiempo que pasaba en la casa me sobraban momentos para hacer cada cosa que quisiera, por las mañanas pintaba, al medio día ponía a prueba mis dotes culinarios, las tardes las utilizaba para darle vida al jardín y por las noches pasaba tiempo en compañía de mi compañero hasta la hora de dormir.

Todo eso hacía sentirme completamente en paz, mantenerme ocupado ayudaba a no pensar en ciertas cosas. Permanecer quieto siempre me sacaba pesados suspiros.

Recorrí la abastecida despensa buscando un paquete de mis dulces favoritos, también preparé chocolate cliente con malvaviscos y un poco de café. Corté trozos de pastel suficientes para las dos personas que habitaban la casa y antes de sentarme a la espera del menor, revisé mi móvil.

[19:58]

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<Capri>

Voy en camino.

No tardo... :)

El último mensaje fue envido hace veinte minutos, solté un suspiro y robé una chispa de chocolate de la porción de pastel sobre el plato, embadurnándolo con un poco de crema en el proceso. Faltaban minutos para que Capricornio entrara por la puerta, otra vez había acelerado la rutina del día, odiaba esperar.

Antes de poder levantarme a buscar un libro, un sonido me avisó que ya había llegado, con una sonrisa en el rostro me encaminé hacia la puerta para encontrarlo quitándose el abrigo. Por fin respiré en paz, ahora me sentía mucho más relajado.

—Hola —Capricornio mostró una blanca dentadura al sonreír. Su castaño y lacio cabello se encontraba húmedo por la repentina llovizna del exterior, su nariz se veía más rojiza de lo habitual comparado con su blanca piel. El frío invierno les había abordado sin piedad alguna.

—Bienvenido a casa. —le sonreí.

Tras ayudarlo con un par de bolsas que traía y dejarlas en la cocina para guardar lo que había dentro, los dos fuimos a sentarnos a tomar y comer algo.

»Por cierto ¿Cómo fue tu día en la universidad?

—Normal, supongo... — Capricornio jugó con el glaseado de su tarta, pareciera que quería abordar un tema pero no sabía cómo —Yo... hoy fue un día normal.

—Me alegra, te notaba muy estresado por la mañana, espero que hayas solucionado tus problemas.

—Hum... algo así, — varios minutos pasaron hasta que volvió a hablar, lo esperé pacientemente mientras comíamos, percibí su inquietud y solamente esperé a que el menor estuviera listo— Hey pez, yo... soñé con él otra vez.

—¿A si? ¿Qué ocurrió esta vez? —pregunté intrigado.

Hace meses Capricornio me contó que venía soñando con alguien en particular, lo describió como alguien que se preocupaba mucho por él, pero nunca podía reconocerlo.

—Esta vez fue en una guerra, pero no puedo estar seguro en cual, muy antigua, sin embargo...

—¿No será por la película que viste la noche pasada? —mencioné divertido, llevándome un trozo de pastel a la boca.

—No, esto es importante— suspiró, —sentí, que esta vez me llevaría a algo... tal vez a ellos.—Capricornio mordió su labio inferior, impotente—No recuerdo muy bien... pero había alguien más.

—Claro que sí, —apreté mis puños, clavando las uñas en mis palma, Capricornio me observó atento, esperando a que continúe — Podrías buscar en los libros de historia de la biblioteca. —aconsejé

Capricornio lo meditó por una tiempo, casi al acabar su chocolate miró otra vez hacia mí, preocupación en sus ojos castaños.

—¿Y si sueño con otro lugar?

—Entonces también investígalo... —contesté, el menor me miró decaído —Solo confía en ti — esta vez el castaño sonrió.

Capricornio desvió la vista lejos de mí —Sí, voy a intentarlo —terminó lo que quedaba de chocolate en su taza y se encaminó hacia su habitación.

—Que la próxima vez no se escape tu chico. —le grité antes de que saliera al corredor, él solo me dio una sonrisa avergonzada.

...

Aquí la continuación de ZT

¡¡Denle amor!! Ya verán que comienza a tener forma! 

Los amo~