XXXIV: Corazones rotos
"Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer"
Los ojos azules recorrieron la fina tarjeta roja con letras negras, demasiado elegante y llamativa, como ella era.
"Zibelth Anirak Black
&
Frederick Gideon Weasley"
Leía entre renglones entendiendo lo que era, al parecer lo que siempre quiso evitar estaba sucediendo y no existía marcha atrás.
"Para nosotros es fundamental compartir la alegría de nuestro matrimonio con ustedes por eso nos gustaría que nos acompañaran el día 15 de noviembre a las 15:00hrs, en Ottery St. Catchpole, Devon Inglaterra..."
Soltó un suspiro, no sabía cómo debía de sentirse, cierta parte de él estaba completamente rota, pues a pesar de todo aun albergaba la idea de tener una oportunidad con Anirak, aunque debió de hacerse a la idea, al que amaba era a Fred y no a él.
Jerome dejo la invitación debajo de una vieja carpeta.
¿Qué se suponía que debería de hacer?
¿Felicitarlos, mandarle un regalo?
Dudaba ir a la boda, simplemente no podía fingir que no le dolía y poner su mejor sonrisa, sabía que tal vez a la azabache no le agradaría que faltara ya que a pesar de
ya no trabajan juntos como antes aún se mantenían en contacto a través de cartas o una que otra vez se toparon en el ministerio de mágica para ir a la vieja cafetería al otro lado de la acera y pasar un agradable rato platicando de sus vidas y temas banales.
Tomo el pequeño vaso de Whiskey de fuego para darle un gran trago, sintiendo como le quemaba la garganta y sin darse cuenta las calientes lagrimas recorrían su rostro.
No quería hacerlo, estar llorando como un vil niño pequeño, pero no lo pudo evitar.
Él realmente estaba enamorado de Zibelth Anirak Black, no existía día en el que no pensara en ella, era la única mujer que logro hacer que su corazón latiera con intensidad y que incluso considerara la idea de una relación seria, pero no podía hacer nada, no era tan egoísta como para tratar de separarlos.
Y como la amaba tanto, lo que más deseaba era que Anirak fuera feliz, era una mujer que se merecía lo mejor del mundo, y quizás el no podría ser el que se lo diera, así que le pediría a Merlín porque Fred le diera todo lo que merece.
Soltó una amarga risa, estaba acostumbrado a romper el corazón de las personas, a rechazar a los demás y demostrarse como una persona que no formaba lazos interpersonales, ese siempre fue su método de defensa para no salir lastimado, pero ahora era extraño, era la primera vez que Jerome Delacour tenía el corazón roto por una mujer.
Esperaba en otra vida poder estar a su lado, poder ser el hombre que amara y que la hiciera feliz.
✷✷✷
El Malfoy pateo con ira el mueble frente a él cuando termino de leer la fina tarjeta en sus manos, el enojo y la decepción lo invadieron sin poder evitarlo, no quería aceptar lo que acababa de leer:
Anirak se casaría con la tonta comadreja pelirroja.
Era la peor noticia del mundo para él, como si su mundo se viniera abajo, aun esperaba que Fred Weasley la cagara con ella para él poder tener una mínima oportunidad.
Y es que después de que la segunda guerra mágica finalizara, Anirak Black fue la única que creyó en él, la única que lo inspiro para seguir con su sueño de convertirse en sanador a pesar de todos sus errores y siempre estuvo para animarlo de una manera u otra, creyó que con esa cercanía sería más fácil tener una relación más cercana con ella.
Pero, vaya...que equivocado estaba, debió de suponerlo, el amor de la azabache por el pelirrojo era mucho más grande de lo que esperaba y al parecer nada haría que eso cambiara.
Dejo que su espalda se deslizara recargada de la pared para terminar sentado en el suelo de su habitación, las lágrimas escapaban, era una mezcla de decepción y de ira, pero la ira era hacia él mismo porque debería de estar feliz por su única amiga, y no hacer un berrinche como si fuera un niño pequeño.
Realmente se odiaba, trataba de cambiar, pero se estaba comportando como un vil egoísta solo pensando en él y no en la felicidad de la mujer que amaba.
¿Pero, como se supone que actúas cuando el amor de tu vida se casa?
Draco Malfoy siempre tenía una respuesta para todo, pero en esos momentos no se le ocurría absolutamente nada, y sin evitarlo más dejo que las lágrimas fluyeran, resultaba algo liberador al poder hacer eso.
Porque no había otra cosa que hacer, el primer amor de Draco se casaría con otro hombre, y lo único que él deseaba es que Anirak encontrara la felicidad que siempre se mereció.
Ese día hizo una promesa, que siempre estaría para ella, ya fuera como amigo como un hombro sobre el cual llorar, no se iba a alejar de ella tan fácil, porque era la única persona que le llego a brindar un poco de paz y esperanza, la única, aparte de su madre, que creyó siempre en él, que le dio una segunda oportunidad, no le interesaba si Fred lo odiaba mientras la Black se lo permitiera, siempre estaría a su lado.
Porque el amor no siempre era felicidad, algunas veces era sufrimiento y sacrificio, algo que Jerome Lyssandre Delacour y Draco Malfoy conocían demasiado bien, y tal vez no eran los únicos que lo hacían.
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