XXVIII: Adiós, bebé
Fred tomó el sobre que les entrego la enfermera para ir con Anirak al consultorio número tres donde los esperaba la doctora que atendería todo el proceso.
—¿Quieres abrirlos antes de entrar?
Pregunto Fred deteniéndose frente a la puerta.
—No...sabemos que es positivo...solo quiero que termine esto.
—Veras que será rápido —trato de animarla para tomarla de la mano y dejar un cálido beso en el dorso—, Anir, si no estás segura de hacerlo no quiero que lo hagas solo porque yo he dicho que no quiero hijos, lo que me importa es que sea lo que tú quieres.
—Es que yo tampoco quiero tener un hijo, Fred —lo vio a los ojos —, créeme que te amo, y claro está que me gustaría formar una familia contigo...pero, no en estos momentos, no sabemos que pasara ni cuando terminara la guerra, y ni siquiera siento nada por el feto...solo quiero que no este.
Fred le acaricio la mejilla para besarle la punta de la nariz.
—Estaré contigo en todo el proceso, entremos.
Anirak se aferró a la mano del más alto para tocar la puerta y entrar al consultorio donde una regordeta doctora los esperaba.
—Buenas tardes, señor y señora Smith, tomen asiento.
—Buenas tardes.
Saludaron para sentarse frente a ella.
—El recepcionista y la enfermera me informaron el procedimiento que desean, pues al parecer está embarazada y no desean continuar con el embarazo... ¿Es así, señora Smith? ¿Es su decisión?
Inquirió viendo a la azabache que asintió repentinas veces.
—No...no lo quiero tener...
Respondió de forma tranquila, estaba segura de su decisión, solo le aterraba que algo saliera mal o que no pudieran interrumpir el embarazo.
—De acuerdo —sonrió de manera cálida la rubia—, para continuar con el proceso, necesito ver los resultados de la prueba, ya que, si tiene más de doce semanas, no se podrá interrumpir el embarazo.
Fred le entrego el sobre que la doctora tomo para abrirlo con facilidad, el pelirrojo en ningún momento soltó la pequeña mano de su prometida a pesar de que ambas palmas sudaban no querían soltarla.
—Si...entiendo eso —se mordió le labio inferior viendo como leía los papeles que saco del sobre y fruncía el ceño —... ¿pasa algo? ¿Ya no se puede?
Sentía su nerviosismo aumentar al ver que la mujer seguía leyendo para después alzar la mirada y verla a través de esos enormes lentes con los que se asemejaba a una mosca.
—Señora Smith ¿Presento síntomas o porque cree que está embarazada?
—Yo... presentaba síntoma y me hice dos pruebas caseras que salieron positivas.
La doctora asintió para seguir leyendo y una pequeña sonrisa adorno su rostro para ver a la joven pareja frente a ella, Fred estaba conteniendo la respiración, temía que algo malo le pasara a su azabache.
—Señores Smith, creo que será un gran alivio para ustedes, saber que esas pruebas caseras dieron un falso positivo...
—¿Qué? ¿Qué es eso?
Anirak se sobresaltó sin entender muy bien lo que decía, Fred soltó todo el aire que contenía igual que asombrado por lo que acababa de decir.
—¿Toma anticonceptivos? —la azabache asintió, siempre se cuidaba para evitar un embarazo —, la gran cantidad de hormonas en las pastillas anticonceptivas fueron las causantes de sus síntomas y los falsos positivos — explico con tranquilidad sacando un block de recetas médicas —, tu cuerpo está rechazando todos los anticonceptivos, por eso empezaron las mareos, vómitos y desmayos, incluso, me imagino que no ha tenido el periodo—la azabache asintió de inmediato— , no es un embarazo —Anirak soltó un suspiro de alivio ante las palabras de la mujer frente a ella, Fred solo dejo caerse por completo en la silla de forma aliviada —, tendrás que suspender el consumo de ellos y tomar algunas pastillas para que esos síntomas desaparezcan, viniste en un buen momento ya que aún no desarrollas nada grave, solo que ahora no podrás ponerte algún otro método hasta dentro de un año que tu cuerpo mejore.
—Sí. Si está bien, hare todo lo que me indique.
—Te apuntare que medicamentos compraras —comenzó a escribir en una de las recetas —, y si mantienen una vida sexual activa, lo mejor será que usen algún método de barrera como el condón masculino o femenino, u otra alternativa seria que usted —observo a Fred —, se realice una vasectomía si es que no desean tener hijos.
El pelirrojo solo asentía ante lo que ella decía, apenas y conocía el uso del condón, pero por Anirak utilizaría cualquier cosa para que ella no volviera a estar enferma, podría probar con la poción anti embarazos, estaba seguro que tenía todos los ingredientes.
[...]
Anirak y Fred salieron del consultorio sin dejar de sonreír, se sentían tan relajados y aliviados al saber que ningún bebé estaba creciendo en el vientre de la Black.
—Vaya susto...
Murmuro el más alto besándole la frente.
—Ni que lo digas, no quiero que nos vuelva a pasar.
—Te prometo que me cuidare hasta que ambos decidamos tener hijos —le tomo la mano para besarle los nudillos de manera cariñosa — ¿Quieres ir a descansar? Creo que la dirección que nos dio tu padre está muy cerca de aquí.
—Sí, estoy cansada —se aferró al brazo del Weasley — ¿Compramos algo para cenar?
—Vi que abrieron un restaurante de comida oriental en un callejón muggle que está a una cuadra ¿quieres que compremos ahí? Para probar que tal esta.
—Sí, tengo antojo de sushi —Fred la vio asustado y ella comenzó a reír escandalosamente —, ya, ya sabes que no hay un feto, vamos, siempre he sido antojadiza.
—Siempre te la pasas comiendo comida chatarra.
Se quejó el pelirrojo guiándola.
—Y tú también lo haces, gordo.
Él solo reía ante sus palabras, por fin tenían un respiro de paz y tranquilidad para disfrutar que nuevamente estaban juntos.
✷✷✷
Fred observo a la azabache que estaba completamente dormida sobre la cama, trago un poco de saliva al ver que la camisa que usaba por pijama se le había subido dejando ver su precioso y carnoso trasero solo cubierto por una pequeña braga de encaje rojo.
Trato de aparta la mirada, pero no podía, Anirak era la mujer más sexy que jamás había conocido, tenía unas curvas espectaculares, pechos grandes y suaves, un tonificado trasero y una piel extremadamente suave que amaba besar.
De repente su bóxer comenzó a apretar y la temperatura corporal del pelirrojo subió, dejo la playera y toalla que llevaba en la mano de lado para dejarse caer en la cama a lado de la Black y ver hacia la pared dándole la espalda, trataba de pensar en cualquier cosa que no fuera que ella estaba a su lado, pero recordó que su prometida siempre dormía sin brasier y tan solo imaginarse chupando eso pequeños y carnosos pe...
Agito la cabeza antes de seguir, la erección se hacía más grande y dolorosa, odiaba que ella tuviera ese efecto en él, era la única que lograba ponerlo duro con tan solo estar a su lado, pero era más que obvio que eso pasaría, Anirak Black era una completa diosa.
Aparte, que llevaba demasiado tiempo sin hacerle el amor provocando que estuviera más sensible.
Se sentó en la cama dándole la espalda a Anirak para ver lo empalmado que estaba, tenía una carpa en la entre pierna, soltó un suspiro para pasar la mano sobre él y soltar un pequeño jadeo ante eso, cierta parte de él no quería hacerlo porque ella podría descubrirlo y darse cuenta de lo pervertido que era, pero, lo necesitaba demasiado.
Vio de reojo a su azabache y noto que aún seguía dormida, así que bajo un poco el bóxer para liberar su erección sintiéndose aliviado ante eso.
Llevo la mano a su miembro para acariciar la longitud para subir y bajar de manera concisa y rápida, se mordía el labio inferior para no gemir y despertarla.
En lo único que pensaba era en Anirak, en lo hermosa que era, en lo perfecta amante que era y en lo bien que sus paredes vaginales envolvían su pene tras cada estocada.
—Anir...
Murmuro el nombre de la mujer de su vida para seguirse masturbando, soltó un ronco gemido al sentir una mano más pequeña y pequeños besos húmedos sobre su espalda desnuda.
—Esta tan dura, Freddie.
Murmuro con voz sensual contra su oreja para morderle el lóbulo, él echo la cabeza hacia atrás ante tanto placer.
—Pen...se que seguías durmiendo —respondió entre jadeos.
—Te escuche, sabes que tengo el sueño liguero —los movimientos de Anirak eran lentos disfrutando del sentir el gran tamaño del pelirrojo — ¿Te estabas masturbando por mí?
—Eres la única en la que pienso cada que lo hago...
Respondió de forma sincera, sus piernas temblaban, extrañaba tanto las cálidas manos de la azabache que en esos momentos se sentía en la gloria.
—¿Lo haces muy seguido?
Inquirió con curiosidad, Fred alejo la mano de Anirak para darse la vuelta y tomarla de la cintura para dejarla bajo él.
—¿Te has visto, Anir? Eres tan jodidamente sexy y caliente que sería un insulto no masturbarme cada que puedo pensando en ti — la vio a los ojos, sus ojos grises estaban completamente negros por la dilatación de la pupila, reflejaba lo hambrienta que se encontraba al igual que él—...te deseo tanto, Black.
Ella rodeo la cadera del Weasley con las piernas para rozar su húmeda entre pierna con la erección, ambos soltaron un jadeo al sentirse tan cerca.
—Extraño tanto que me folles, Fred.
Le acaricio los hombros serpenteando hasta su nuca.
—Anir...no tenemos condones —murmuro, era una completa tortura tenerla tan cerca y dispuesta, y no poder hacer lo que tanto deseaba—, no quiero que nos arriesguemos a que te embarace...pero...
Una idea recorrió su mente, no sabía si ella estaría de acuerdo, y respetaría lo que ella dijera.
—¿Pero? —inquirió moviéndose contra él, robando más jadeos al hombre entre sus piernas — ¿Se te ocurrió algo?
—¿Puedo...ya sabes —tenia las mejillas rojas ya que estaba algo avergonzado por lo que le pediría ya que parecería un adolescente hormonal, pero necesitaba sentirla un poco más —...rozarme sin tu braga? No la meteré, solo quiero sentirte...
Una sonrisa coqueta adorno el rostro de Anirak, para soltar el cuello de Fred y quitarse la camisa quedando con el torso desnudo, los ojos del pelirrojo se perdieron en esos senos que tanto amaba tocar y si esperarlo llevo las manos a ellos para acariciarlos gozando de su suavidad.
Con maestría, la azabache se quitó la braga quedando completamente desnuda para Fred, y con ayuda de sus piernas logro bajar el bóxer del pelirrojo para que estuviera más cómodo.
Tomo la erección de Fred para llevarla hasta sus húmedos pliegues y rozar la punta contra ella.
—Por Merlín...
Gimió el pelirrojo al sentir su calidez.
—¿Se siente bien?
—De maravilla —murmuro moviendo la cadera, los labios vaginales de Anir albergaban su gran miembro que movía simulando una embestida para gemir guturalmente —...me vuelves tan loco, muñeca.
Llevo los dedos al clítoris de la Black para acariciarlo de forma circular y bajar los labios al pequeño pezón erecto para chuparlo y morderlo sin lastimarla, ella jadeaba acariciándole el cabello, lo único que se escuchaba en esa habitación eran sus jadeos y respiraciones agitadas.
Fred estuvo durante varios minutos de esa manera, cuando el abdomen bajo se contrajo y de inmediato se puso de pie para ir rápidamente al baño ya que no quería ensuciar las sabanas o ensuciarla a ella.
Anirak estaba agitada y tenía una sonrisa relajada en el rostro mientras las piernas le temblaban, estaba tan cerca del orgasmo que apretó las piernas para llevar la mano a su clítoris inflamado y frotarlo de arriba abajo como le gustaba cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.
El Weasley se sintió aliviado una vez que el semen se fue por el excusado para volver con su prometida y sonrió al verla masturbándose, era una escena demasiado erótica, las mejillas las tenía completamente rojas y el cabello despeinado sobre la almohada.
Se acercó a ella para tomarla de los tobillos, Anirak abrió los ojos para verlo y sonreí al entender lo que quería, dejo que se acomodara en medio de sus piernas y puso las piernas sobre los varoniles hombros del pelirrojo que se inclinó para trazar un lento camino sobre los húmedos pliegues.
Anirak abrió sus labios vaginales con cuidado para dejar que él atrapara su pequeño botón de carne dando una sesión de lamidas intensas que llevaban al límite a la Black, Fred introdujo dos dedos en su centro para curvearlos alcanzando ese punto que tan loca la volvía.
Anir jalaba el cabello de Fred gimiendo ruidosamente y apretó las piernas en contra de la cabeza de él para liberar sus fluidos sobre la boca del Weasley que sonrió para tragarlos sin dejar que una gota escapara, amaba ese sabor que la caracterizaba, era como una droga para él.
—Anir —llamo quitando las piernas con suavidad de sus hombros —...te amo.
—Te amo más, Freddie...ven aquí.
Le hizo una seña para que se acostara a su lado, el obedeció de inmediato para abrazar su perfecto cuerpo desnudo y llenarle el rostro de besos mientras le murmuraba cuanto la amaba una y otra vez.
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