XXVII: Sala de espera
Fred le acariciaba el cabello tratando de consolar a su prometida que sollozaba contra su pecho, ambos estaban demasiado asustados.
¿Qué harían con un niño?
¡Por Merlín! No eran lo suficiente responsables, ni estaban listos para ser padres, aun querían vivir más cosas y no la paternidad en esos momentos.
—Anir —murmuro el pelirrojo tomándola de los hombros para alejarla con suavidad —. Por favor, deja de llorar, te hará mal...
No sabía si llorar le haría mal, no sabía qué hacer con una embarazada, Anirak podría ponerse mal y él no tenía ni idea de cómo ayudarla.
—Fred...
Musito entre sollozos tratando de inhalar y exhalar para calmarse, pero le costaba.
—Lo sé, amor...saldremos juntos de esto ¿sí?
Él limpio sus lágrimas para besar su frente y volverla a abrazar, estuvieron varios minutos de esa manera, en completo silencio hasta que la azabache logro calmarse para sentarse bien sin apartar las miradas de la prueba.
—Anir —llamo Fred—... ¿Qué quieres que hagamos? ¿Quieres tenerlo?
Ella alzo la mirada para toparse con el color avellano y negar mordiéndose el labio inferior.
—Yo...n...no—suspiro para explicar—: Me agrada la idea de tener hijos contigo, Freddie...pero, no en estos momentos, no tenemos nada que ofrecerlo...y, yo no me siento lista para ser mamá...
—Bien, entonces, tenemos que buscar como...deshacernos de eso —él pensó por unos segundos tratando de recordar algún hechizo, pero nada —... ¿Conoces algún hechizo o poción?
—Hechizo no...pero, tal vez podría buscar alguna poción en mis libros... ¡Mierda! Mis libros están en la casa Black...
—Sabes que no puedes volver, y tampoco podemos ir a San Mungo porque el ministerio está buscando a todos los Black —paso la mano entre su cabello —...iré al departamento de Sortilegios...y veré si dejaste alguno ahí, ya sabes, de cuando vivíamos juntos o si en alguno de los que yo tengo sale algo que nos sirva...
Anirak solo asintió, Fred se acercó para besarle los labios de manera corta y sonreírle con debilidad.
—No tardare ¿sí?
—Estaré en la vieja habitación de Charlie.
Se puso de pie para guardar las pruebas, y sin decir más salió de la habitación para subir las escaleras de manera rápida.
Tenía los ojos irritados de tanto llorar y no tenía idea de que más poder hacer, estaba demasiado asustada. Aun no entendía como es que fallo la poción y las pastillas, nunca se olvidaba de tomarlas.
Al entrar a la habitación suspiro al ver que estaba completamente vacía para dejarse caer en la cama y vaciar todas las cosas de su bolsa, vio de nuevo las pruebas esperanzada que el resultado estuviera mal y ya hubiera cambiado a negativo, pero seguía igual.
Vio unos folletos coloridos que llamaron su atención y los tomo de inmediato recordando que eran los que les dios Hermione junto con las pruebas, los leyó y sintió un poco de esperanza al ver que en el mundo muggle había una esperanza para no continuar el embarazo.
—¿Anir? — La voz de su padre llamo su atención y no tuvo tiempo de guardar las pruebas y los folletos — ¿Qué es eso? —la azabache trato de guardarla, pero Sirius con un movimiento de varita hizo que la prueba estuviera en su mano—...Anir...
—Yo...lo siento, papá...siempre me cuide —sintió las lágrimas mojar sus mejillas —...pero, no sé qué paso.... algo fallo, yo. Fred y yo... siempre nos cuidamos...enserio, lo siento.
—Cariño —Sirius se acercó a su primogénita para sentarse a su lado —, siento que esta platica la deberías de tener con tu madre, pero ella tuvo que salir por un llamado del ministro francés —la abrazo tratando de calmarla —...cielo, está bien ¿sí? No tienes porque disculparte —beso su frente para suspirar —...pero, creo que esto para ti no es nada feliz ¿verdad? Todo lo contrario.
—No estoy lista —se limpió las mejillas con la palma de las manos —... no quiero ser madre aún.
—Anir —suspiro—, sé que da miedo, todo eso, tener un bebé siendo joven, yo lo pase contigo... tu madre y yo al inicio no sabíamos sin tenerte, ella estaba demasiado asustada y apuesto a que si estuviera aquí te diría lo mismo, siempre contaras con nosotros, mi niña —le acariciaba el cabello—, Laetitia tuvo la oportunidad de decidir, así que tú también la debes de tener.
—¿A qué te refieres? —lo vio con curiosidad y después lo entendió al ver las mejillas rojas de su padre — ¿Mamá y tú pensaron en abortarme?
—Sí, Anir, éramos jóvenes y estábamos asustados...pero, al final decidimos no hacerlo —sonrió de manera arrepentida —, cuando lleve a tu madre a una clínica muggle que era de muy mala muerte, por cierto —la menor soltó una suave risa por su comentario—, vimos una mujer que llevaba una bebé, demasiado pequeña y, tu madre solo pensaba en lo que se sentiría tenerte en brazos, al final desistió de la idea y te tuvimos, no te diré que la paternidad es lo mejor del mundo porque no lo es, al menos tú fuiste una niña tranquila.
Anirak escuchaba atentamente sus palabras.
—A lo que voy, cielo, si no quieres tenerlo —le acaricio la mejilla—, te por seguro que te voy a apoyar, te daré el dinero que necesites para que vayas a una buena clínica, no puedes ir a San Mungo porque nos están buscando...pero, tal vez en el mundo muggle haya alguna mejor a la que fui con tu padre hace años.
La azabache se sintió más tranquila al hablar con Sirius y saber que él la apoyaría en todo, se daba cuenta que al final de cuentas no estaba sola.
✷✷✷
El pelirrojo regreso a la madriguera por medio de la red flu con varios libros que estaban en su viejo departamento, estaba dispuesto a subir las escaleras cuando la voz de George llamo su atención.
—Fred—el gemelo menor se acercó para verlo —, Sirius y Zibelth están en el jardín, te están esperando...
—¿Para qué?
—Solucionar el pequeño problema —Fred lo vio con sorpresa, pensaba contarle todo a George después de volver de Sortilegios Weasley —, encontré a Zib llorando hace rato...y vi las pruebas, así que bueno, lo es todo... ¿Cómo estás?
Fred dejo los libros para seguir a su gemelo y salir al jardín.
—Estoy asustado, George ¿Qué se supone que tengo que hacer? yo...amo a Anir, la amo más que a mí mismo, pero, no quiero ser padre en estos momentos...sé que debí de tener más cuidado, pero no quiero hacerlo, George, no quiero un bebé.
George le apretó el hombre a manera de consuelo para sonreírle con debilidad.
—Todo estará bien, Freddie, encontraremos una solución.
Fred solo asintió para caminar al granero con George a lado, pudo distinguir a los dos azabaches e incluso alcanzo a ver que su prometida tenía una pequeña maleta a lado.
Los pelirrojos llegaron de inmediato.
—Sirius, Anir...
Saludo Fred, el mayor solo movió la cabeza a forma de saludo y la menor le sonrió con debilidad.
—Comadreja...Anir ya me conto todo, y no tenemos tiempo, Anir lleva lo necesario y la dirección...
—¿Para qué?
Lo vio si comprender.
—Irán al mundo muggle, a una clínica...George los alcanzara mañana, ya que si Molly ve que los tres se fueron comenzara a sospechar —explico el mayor de los Black—, en esa clínica...le harán las pruebas necesarias a Anirak para ver que todo esté bien y ustedes decidirán lo demás ¿de acuerdo?
Fred trataba de procesar todo lo que estaba sucediendo, solo atinaba a asentir y ver a Anirak que estaba completamente callada.
—El traslador estará listo en menos de cinco minutos —mostro un tenedor —, George te preparo una maleta con lo necesario, en caso de que se compliquen las cosas. Por favor, sean discretos y utilicen otros nombres, no usen el Black ni el Weasley ¿entendido?
—Sí, entendido...
Sirius se acercó a su hija para abrazarla y besarle la mejilla, George se despidió de su hermano.
—Te veré mañana...
—¿Cómo sabrás donde estaré?
Pregunto con curiosidad abrazando a su gemelo.
—Sirius le dio las indicaciones en donde se quedarán a Zibelth, mañana me las dirá para ir con ustedes...ya sabes es mejor que no lo sepamos todo ahora que buscan a Zib...cuídate, cuídense ¿sí?
—Sí, tú también...nos veremos pronto.
Se sonrieron por última vez y Fred fue a lado de Anirak para tomarle la mano sin siquiera esperar a que le explicaran más, Sirius les entrego el traslado que estaría listo en menos de un minuto.
A Fred no le importaba a donde fueran, ya que seguiría a su azabache hasta el fin del mundo.
[...]
Fred sostuvo la mano de la azabache que cerró los ojos cuando la fina aguja entro en su brazo para extraerle una muestra de sangre, fue demasiado rápido.
La enfermera quito la ligadura para después retirar la jeringa y sonreír.
—Listo, señora Smith, dentro de media hora sabremos si el resultado es positivo o negativo...solo necesito que le brinden unos datos al recepcionista, por favor.
Le coloco un algodón y Anirak subió el brazo para hacer presión, el pelirrojo la ayudo a ponerse de pie.
—Muchas gracias.
Sonrió para que ambos salieran del pequeño laboratorio.
—¿Te sientes bien? La enfermera dijo que podrías sentirte mareada o cansada...
—Me siento bien, amor —soltó un suspiro —...estoy bien.
—Te amo.
Musito para besarle la cien de forma cariñosa y guiarla a la recepción.
—Te amo más.
Llegaron a la barra de recepción donde estaba un hombre relativamente joven.
—Buenas tardes — saludo de forma amable a Anirak, demasiado amable desde el punto de vista de Fred — ¿Ya te hicieron la prueba? Si es así tienes que brindarme algunos datos.
—Sí, me la acaban de hacer ¿Qué datos?
Fred estaba completamente serio viendo como ese castaño le sonreía a su prometida, sabía muy bien que estaba intentando coquetearle.
Él castaño saco unos documentos y una pluma.
—Necesito nombre, fecha de nacimiento, teléfono, situación sentimental, nombre y relación que tienes con tu acompañante.
—Isabella Smith —repitió el nombre que uso hace unos minutos, y tratando de recordar todo lo que habían planeado Fred y ella—, veinticinco de mayo de mil novecientos setenta y cinco, mi teléfono es...
Parecía dudarlo, no recordaba un número y ni siquiera sabía cuántas cifras tenia los teléfonos muggles.
—¿Es? Vamos, linda, solo faltan unos cuantos datos más...
—No tiene teléfono —Respondió Fred por ella de manera demasiado seria—, no creo que sea muy necesario ya que esperaremos aquí los resultados, sobre su situación sentimental es casada, y ya que quieres los datos de su acompañante, soy yo, Thomas Smith, su esposo ¿hace falta algún otro dato o podemos ir a sentarnos?
El recepcionista aparto la mirada de Anirak, se puso nervioso al notar la mala mirada del pelirrojo y asunto.
—Eso es todo... es unos minutos estará listo.
Fred solo asintió para tomar la mano de Anirak y caminar a la banca que estaba hasta pegada a la pared de enfrente.
—¿Estas molesto?
Inquirió la azabache sentándose y viéndolo con curiosidad.
—Ese imbécil te veía demasiado, incluso te llamo linda —se quejó sentándose a su lado —, eres demasiado hermosa, siempre te voltean a ver e intentan coquetearte...
—Sin embargo, al único que yo veo eres tú, Freddie.
Él sonrió ante sus palabras para dejar un pequeño beso sobre sus labios ganando un sonrojo de la Black.
—Eres tan preciosa, muñeca —el tomo de la mano sintiendo como recargaba la cabeza contra su hombro —, ahora solo nos queda esperar para ver que más haremos...
—Sí, solo esperemos unos minutos.
La pareja se quedó en silencio esperando que los minutos pasaran de manera lenta en esa fría sala de espera, la azabache tuvo que hacerse una prueba de sangre para saber cuántos meses tenia de embarazo y ver si podrían proceder con su decisión...
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