X: Desayuno
Se removió en la cama, la cabeza le dolía al igual que varias partes del cuerpo, algunas imágenes borrosas de la noche anterior volvieron, soltó un jadeo al darse cuenta de todo el alboroto que había causado, aunque no se arrepentía de haber golpeado a Oliver, pero lo peor es que vomito frente a su novia, de seguro habría manchado las sabanas e incluso la azabache lo tuvo que ayudar a limpiarse y cambiarse por lo borracho que estaba.
¡Por Merlín, había hecho por completo el ridículo!
Con pesadez abrió los ojos para observar la pared frente a él, estaba llena de distintos posters de las bandas favoritas de Anirak e incluso distinguió algunas fotos de él mismo que la Black había robado de su habitación, una pequeña sonrisa escapo de sus labios para quitarse la frazada que lo cubría y ponerse de pie estirando los brazos y el cuerpo para desperezarse.
Disfrutaba mucho de despertar en la habitación de Anirak o de despertar con ella en brazos ya que el aroma a frambuesa y frutos rojos que tanto la caracterizaba siempre estaba presente.
Soltó un bostezo tallándose los ojos, su mirada se detuvo por unos segundos en el mueble junto a la cama donde distinguió un sobre con el sello roto, de inmediato reconoció el escudo que tenía: era de la familia Malfoy.
Frunció el ceño, no quería espiar en las cosas de Anirak, pero su curiosidad y celos pudieron más para tomar el sobre y sacar el pergamino mal doblado, se acercó al baño para ver que ella no estuviera ahí y como no hubo ni rastro de Anirak se dispuso a leer la carta:
"Anirak:
Es estúpido que sigas entrometiéndote, solo mantente lejos.
No necesito tu ayuda.
-Draco Malfoy"
Apretó la mandíbula mientras arrugaba el papel entre sus manos, no entendía porque ese hurón teñido le mando esa nota a Anirak y algo que lo hacía enojar era saber que ella tenía contacto con Draco Malfoy.
Trato de relajarse, tal vez hablaba con él por pedido de Dumbledore o para saber cualquier cosa sobre los mortifagos, definitivamente debía de ser eso y no otra cosa.
Acomodo la carta tal y como estaba alejando cualquier pensamiento que le provocara más celos y camino al baño para lavarse los dientes y el rostro, bajaría a la cocina y al salón para buscar a Anirak seguramente estaría en la casa ya que no le dejo ninguna nota diciendo que saldría o algo parecido.
La casa Black era enorme, apenas y se escuchaba un ruido, pero conforme más se acercó a la cocina distinguía el sonido de una canción de Rock muggle, estaba casi seguro que era su novia, pero al entrar se dio cuenta de lo equivocado que estaba.
—Buenos días.
Murmuro viendo al azabache que colocaba la mesa.
—¿Qué tal la resaca? — Regulus alzo la mirada para toparse con el pelirrojo que parecía apenado — ¿O sigues ebrio?
—Solo me duele la cabeza — confeso caminando a la gran mesa — ... ¿Hice algo muy estúpido estando aquí?
—Pues solo llegaste pidiendo, casi suplicando ver a Zizi — explico poniéndole un vaso enfrente con algo extraño de color verde —...después estuviste diciendo cosas raras y Zib te tuvo que acostar para que durmieras...
—Bueno, al menos no hice nada raro —soltó un suspiro aliviado — ¿Qué es esto?
—Sirve para la resaca, tómalo...
—¿Sirius sabe que estoy aquí?
Tomo el vaso para acercarlo a su rostro, si la pinta era horrible el aroma lo era aún peor no se quería imaginar el sabor.
—Trate de evitarlo —mintió sonriendo —...pero Sirius se despertó temprano y Zib no cerró la puerta con seguro, cuando entro a la habitación no se encontró con una muy buena imagen.
—¿Qué? ¿Por qué? — trato de recordar, no tuvo tenido sexo con Anirak, de eso estaba cien por ciento seguro, así que no podrían haber estados desnudos —... ¿Cómo nos encontró?
—Tenían ropa, si eso te preocupa, pero...Anir tenía ese pijama demasiado pequeño de seda y tu cabeza no estaba en una almohada exactamente...
—¿A qué te refieres? — lo miro con la ceja enarcada — ¿Dónde estaba mi cabeza?
—¿Enserio tengo que decirlo? ¡Hablamos de mi sobrina! ¡Por Merlín! Estabas completamente dormido en — hizo unas extrañas señas señalando el pecho y formando la figura de unos senos imaginarios —, ahí, con la boca abierta, creo que hasta la babeaste, Sirius quería saltar sobre ti, pero Zib despertó y lo detuvo.
Las mejillas de Fred hicieron juego con su cabello mientras bebía de forma rápida el contenido del vaso, que como supuso, el sabor era peor de lo imaginado.
—¿Está enojado?
Pregunto mientras se limpiaba los labios con una servilleta de papel que tomo de la mesa.
—Zib le dijo que estabas ebrio y no sabías lo que hacías — tomo el vaso para ponerlo en el fregadero —, no parecía muy convencido, pero ya sabes que a ella nunca la contradice o le dice que no — se encogió de hombros —...de hecho no han de tardar, estaban dándole de comer a Buckbeak, me imagino que te quedaras a desayunar ¿no?
—¿Está bien que lo haga?
Enarco la ceja, no quería tener problemas con el mayor de los Black y mucho menos meter en problemas a su novia.
—Me imagino que a Zib le gustaría — el menor asintió —...así que ya quita esa cara, parece que hubieras visto a Snape desnudo, y ayúdame a terminar de servir el desayuno.
—¡Qué asco! — la imagen de su ex profesor desnudo recorrió su cabeza junto con un escalofrió, definitivamente no era algo que quisiera ver —... ¿Quién diría que el gran Regulus Black sabe cocinar y usa un delantal de— le dio una mirada al mayor y con una sonrisa burlona agrego —: ositos con vestido?
Las pálidas mejillas de Regulus se volvieron completamente rojas.
—El delantal lo escogió Zizi, Sirius tiene uno igual —se defendió —, ahora deja de burlarte de mil y sirve los pancakes.
—Ya voy...ya voy.
Se levantó de la silla para acercarse a la estufa y servir el desayuno sin dejar de burlarse del mayor.
Realmente tenía una muy buena relación con la familia de su novia, incluso con Laetitia, con la cual a pesar de que siempre viajaba se llevaba muy bien, así que eso facilitaba que pasara más tiempo con Anirak.
Dos azabaches demasiado parecidos entraron a la cocina, al parecer venían bromeando ya que sus carcajadas eran fuertes, Fred se giró para ver a la Black que tan loco lo volvía y sin evitarlo soltó un suspiro al mirar lo hermosa que se veía riendo.
Anirak alzo la mirada al sentirse observada y al ver a su pelirrojo fue de inmediato hacia él para abrazarlo con fuerza.
—Buenos días, amor.
Musito contra su pecho sintiendo con Fred la rodeaba con los brazos.
—Buenos días, muñeca.
Sin esperárselo, Anirak estrello sus labios contra los del más alto, el Weasley al inicio tardo un poco en responder, pero a los segundos la beso sin permitir que la intensidad subiera ya que los mayores los estaban viendo. La azabache sonrió entre el beso, por lo regular Fred era más salvaje y ahora parecía algo tímido.
Se separaron cuando un carraspeo de garganta se hizo presente, Regulus solo reía viendo la escena ya que era muy divertido ver a su hermano mayor celoso por la hormonal de su hija.
—Hola, Sirius — saludo Fred alzando el rostro — ¿Cómo amaneciste?
—Había amanecido bien, hasta que vi como cierta comadreja pervertida se coló en la cama de mi hija — las mejillas de Fred se volvieron completamente rojas escuchando la risa burlona de Anir —, de ahí en fuera todo bien ¿Y tú? ¿Qué tal la fiestecita de anoche?
—Mejor que ayer — sonrió al sentir como la más baja lo tomaba de la mano para guiarlo a la mesa donde los otros Black ya estaban sentados —...estuvo bien.
—Tan bien que dejo medio estomago en el suelo de la habitación de Zizi — agrego con sorna Regulus, su sobrina le lanzo una mala mirada y él solo le guiño el ojo —...me hace recordar a mis viejos tiempos, cuando terminaba vomitando en el lago negro después de una buena fiesta en la sala común de Slytherin.
—¡Sus fiestas nunca eran buenas! ¡Buenas las de la sala común de Gryffindor, en tu casa solo iban puros aburridos y pedantes!
—¡Eso quisieras, canuto, acepta que las fiestas de Griffyndor eran aburridas!
La pareja soltó una risa al ver a los dos hermanos azabaches discutiendo, estaban sentados juntos quedando frente a Regulus y Sirius en la cabeza de la mesa.
—¿Aun tienes resaca?
Pregunto Anirak acariciando el muslo de su novio por debajo de la mesa.
—Tu tío me dio algo para la resaca — hizo una mueca al recordarla —...sabia horrible.
—Me imagino, una vez la tome cuando fue por mí a un bar muggle luego de una fiesta — sonrió, Fred enarco la ceja sintiendo las caricias de su novia — ¿Pasa algo, Freddie?
—¿Qué haces? — murmuro para que los otros dos no los escucharan—...Anir...
Ella solo le guiño el ojo con un aire de coquetería, Fred paso saliva con dificultad sintiendo como subía la mano de manera peligrosa.
—Anir — llamo Sirius, ella giro la mirada al mayor — ¿Vas a trabajar este fin de semana?
—Solo tengo que ir a recoger unos documentos ¿por?
Fred se mantenía callado comiendo sus pancakes, casi se ahoga cuando las caricias de Anirak estaban en medio de sus piernas.
—Regulus y yo nos iremos hoy en la noche, tenemos que hacer lo que nos ordenó Dumbledore — explico soltando un suspiro para meter un bocado de comida.
—Nos iremos por dos días, estaremos a cuatro horas de aquí ya que usaremos vehículos muggles para no levantar sospechas — continuo el menor de los hermanos —...no nos agrada dejarte sola, pensábamos en que tal vez podrías quedarte con Molly.
Fred dejo caer el tenedor, Anirak acariciaba su miembro sobre el pantalón, él la miro con el ceño fruncido, estaba jugando de forma muy sucia con él.
—No se preocupen me puedo quedar aquí — sonrió disfrutando de saber que su novio estaba sufriendo —...yo lo alzo, Freddie, cayó bajo la mesa.
Sin esperar respuesta se agacho metiéndose bajo la gran mesa de madera, tomo el tenedor y rápidamente logro bajar el pans del pelirrojo que tenía por novio, sintió con él le daba una suave patada para que se alejara, pero ella solo aguanto la risa para acercarse más y pasar la húmeda lengua sobre la tela del bóxer donde se marcaba su erección.
Fred escuchaba la plática de Sirius y Regulus, pero era como si estuvieran muy lejos, se concentraba en tratar de no jadear y pensar en otra cosa.
—Aquí tienes — la azabache salió de debajo de la mesa con una sonrisa triunfal y dejo el tenedor a lado de él —... ¿En que estábamos?
Se volvió a sentar a lado de él, Anir ya había terminado de desayunar por lo que no era necesario que tuviera ambas manos sobre la mesa, bajo una para evitar que el Weasley se acomodara el pantalón de nuevo.
—En que te quedaras en casa de Molly —Sirius no estaba muy contento con dejar a su hija sola —... estarás segura de esa forma
—Me puedo quedar aquí, alguien tiene que vigilar el cuartel.
—Zizi tiene razón.
Fred se mordía la mejilla por dentro, Anirak tenía la mano dentro del bóxer acariciándole la palpitante erección, todos sus movimientos eran suaves y despacio, lo estaba volviendo loco y tenía esa maldita sonrisa que indicaba que estaba disfrutando de verlo sufrir.
—Pero no se puede quedar sola aquí, es riesgoso — Canuto puso los ojos en blanco.
—Por Merlín, Sirius, Zibelth es Auror esta lo suficiente capacitada para cuidarse sola — defendió Regulus —, estaría bien que se quede— Fred tuvo que ahogar un gemido tosiendo con fuerza— ¿Estas bien, comadreja? Tienes el rostro rojo.
—Eh...si todo bien —mintió tomando agua y desviando la mirada, bajo la mano con discreción y sostuvo la de su novio frenando sus caricias.
—Pero...
Sirius y Regulus dejaron las palabras en el aire al ver un patronus llegar, se pararon de inmediato para ir al salón siguiendo a la brillante ave.
—¿Qué crees que haces? Nos pudieron descubrir — murmuro Fred a su novia la cual solo sonreía como una niña traviesa —...si nos descubren seria hombre muerto.
—Como si no te gustara que lo hiciera —dejo un húmedo beso en la piel de su cuello y volteo a ver a su padre y tío —...eres el encargado de vigilar, si nos descubren será tu culpa.
—¿Qué? ¿Qué piensas hacer? — la azabache se metió bajo la mesa para moverse hasta quedar frente a Fred —...Anir, sal de ahí.
Todo lo hablaban en susurros tratando de evitar que no los escucharan.
—Tienes que vigilar, Freddie.
—Anirak...
La Black quito la mano de su novio para tomar la erección y seguir acariciándola.
Fred volteaba hacia la puerta de la cocina viendo que ningún azabache bajara, la adrenalina de ser descubiertos rápidamente se volvió en placer que se disparó cuando la cálida boca de su novia rodeo su miembro. Ahogo un gemido, la ágil lengua pasaba una y otra vez por el glande.
La mano de Anir paro en los testículos para acariciarlos sin dejar de lamer toda la longitud de su novio, metió lo más que pudo a la boca disfrutando del sabor que le resultaba extremadamente adictivo,
Fred se removía en la silla, las oleadas de pacer lo recorrían desde la punta del pie hasta la pelvis, con el paso de los meses Anirak mejor mucho en cuanto al sexo oral, sabía lo que le gustaba a Fred y como acariciarlo para hacerlo llegar demasiado rápido.
Anirak succionaba para acariciar la base dejando en paz los testículos ya que no se podía acomodar muy bien y no quería lastimar al pelirrojo, lo saco de su boca para dar lengüetazos por todo el pene, sintiendo las venas marcadas.
—Black — llamo Fred agitado y asustado al escuchar como la madera de las escaleras crujía —...sal de ahí.
Ella dejo el miembro de su novio, como pudo le acomodo el bóxer y pantalón y con ayuda del pelirrojo se volvió a sentar y hacer como si nada hubiera pasado.
La erección de Fred dolía demasiado, había estado a nada de tener un orgasmo, pero justo lo tuvieron que interrumpir.
—Me las vas a pagar — hablo contra el oído de la azabache —...tu lindo culo va a sufrir las consecuencias de tus actos.
Ella soltó una dulce risa que resulto como música para los oídos de Fred.
—Ahora que recuerdo, quedamos en algo, Freddie — la mirada gris de la azabache se nublo por completo, Fred suspiro al reconocer esa mirada —...prometiste que lo intentaríamos.
—Anir...
Alargo el nombre su novia, las voces se hicieron más claras y los dos hombres entraron a la cocina.
—Me lo prometiste.
Fred soltó un suspiro, odiaba que Anirak Black fuera su debilidad, y se odiaba a él mismo por haberle prometido que experimentarían nuevas cosas, algo que hasta cierto punto no sabía si le agradaría y le daba miedo.
Nunca debió de prometerle a Anirak que la dejaría ser la dominante, y mucho menos decirle que la dejaría hacer lo que ella quisiera porque ahora su culo estaba en riesgo.
✷✷✷
Fred y George se encontraban en la Madriguera ya que le habían prometido a Molly que comerían con ella.
—Fred — llamo la matriarca viendo al gemelo mayor — ¿Por qué llevas esa mochila?
Señalo la mochila que llevaba colgada en el hombro izquierdo, Fred la dejo caer en el sillón mientras trataba de pensar en alguna mentira, si su madre sabía que se iba a quedar en la casa Black donde solo estaba Anirak sin pensarlo le escribiría a su suegro y le arruinaría el fin de semana que tenía planeado con su novia.
—Son ingredientes, mamá — respondió George antes que su gemelo que parecía mudo —, para algunos nuevos productos, los pasamos a comprar antes de venir a verte.
—De acuerdo, cielo, iré a servir la cena ¿Podrían hablarle a Fleug para que baje a comer? — puso los ojos en blanco al decir el nombre.
—Mamá su nombre es Fleur — corrigió Fred, Molly lo miro con las cejas alzadas —...Anir habla francés y me ha enseñado como pronunciar su nombre correctamente, dice que por educación con los franceses debes de pronunciar bien sus nombres o intentarlo, aunque sea difícil.
Fred le había prometido a Anirak que sería más amable con Fleur para hacerla sentir, aunque sea un poco más cómoda.
—Los espero en la cocina.
Los gemelos pudieron ver como su madre fruncía el ceño y se alejaba.
Ambos fueron a las escaleras para subir al cuarto de Bill que era donde se quedaba la francesa.
—¿Qué fue eso? — pregunto George — ¿Por qué le dijiste eso a mamá?
—Le prometí a Anir que trataría de ser más amable con Fleur y que trataría que mamá no la llamara de esa manera junto con Ginny.
—Sabes que mamá la sigue sin tolerar y de seguro por el comentario que hiciste tampoco le vas a caer muy bien.
—Soy su hijo, no le puedo dejar de caer bien.
—Sí, si puedes, no te preocupes siempre hemos sabido que yo soy el favorito.
—Ay, tú cállate, no planeado... solo te quieren porque no te pudieron devolver.
—Claro que n...—ambos pelirrojos alentaron sus pasos cuando estuvieron en el último piso ya que escucharon unos ruidos raros — ¿Qué es eso?
—No sé ¿Fleur estará en problemas?
Pudieron distinguir varios quejidos y como algo rechinaba.
—Vamos.
Los dos sacaron las varitas para caminar más rápido y ver que su cuñada estuviera bien.
—¡Fleu....!
Los gemelos entraron de golpe.
Las cuatro personas se quedaron completamente congeladas.
Los gemelos estaban parados en la puerta con las mejillas sonrojadas y una expresión de sorpresa, con las varitas en mano dispuestos a atacar.
La rubia estaba acostada en la cama, con la falda alzada hasta la cadera y con el Weasley mayor entre sus piernas, Bill estaba agitado, despeinado y no tenía pantalón rodeando el cuello de Fleur con una de las grandes manos.
—¡¿Bill, por qué estas ahorcando a Fleur?!
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