VI: Reencuentros
—¡Ni se te ocurra tocarla, bastardo!
Anirak vio como Rodolphus cayó al suelo, alzo la mirada para ver quien había dado el golpe, y abrió los ojos con sorpresa al distinguirlo: cabello azabache, ojos grises y una piel tan pálida como la de ella, tenía unos años de más, pero era él.
—¡Pero que hermoso! — Bellatrix se acercó viéndolos —, solo falta Sirius para que esta sea una reunión familiar.
La menor no lograba recuperar aun su varita y tener a Bellatrix apuntándola no era de mucha ayuda.
—¡Deja de apuntarle a mi sobrina, Bellatrix! — rugió el Black con ira para lanzarle un hechizo que la bruja desvió con facilidad —, ¡Zizi, toma a Harry y salgan de aquí!
—Ay, Reggie que sentimental eres.
Bellatrix lanzo un contra hechizo para dar inicio a un duelo.
Anirak no estaba segura de que hacer, no quería dejar a su tío solo contra dos mortifagos, pero en ese momento un ave voló sobre sus cabezas que ella reconoció de inmediato.
—¿Fakwes? —pregunto Harry siguiendo al ave con la mirada.
—¡Dumbledore está cerca!
Bellatrix dejo de atacar al azabache al escuchar eso, Rodolphus se levantó de forma inmediata del suelo y sin decir más desaparecieron.
Al ver que desaparecieron Regulus de inmediato corrió hacia su sobrina para abrazarla.
—¡¿Estas bien?! —se alejó unos centímetros para ver su rostro buscando alguna herida — ¿Zizi, Te hirieron?
—Estoy bien— la nostalgia invadió a Anirak, todos los recuerdos se hicieron presentes, la relación que tenía con Regulus era demasiado fuerte, él le enseño a montar una escoba por primera vez, a conjurar su primer encantamiento e incluso a como golpear para que nadie se atreviera a molestarla y era demasiado consentidor con ella — ¿Cómo es que estas aquí?
Sin poder evitarlo Anirak rodeo su cuello para abrazarlo con fuerza, el aroma a loción cara con algo fresco inundo su nariz, se sentía segura con Regulus.
—Vine con Dumbledore una vez que nos avisaron todo lo que estaba sucediendo — el mayor acaricio el largo cabello de Anirak, se sentía tranquilo al ver que estaba bien — ¿Estas asustada? Me recuerda a cuando eras niña y venias corriendo cuando algo te daba miedo.
—¡Yo no tengo miedo a nada! — se separó de forma rápida mientras hacia un mohín con los labios —...quisieras que yo conociera el miedo.
Regulus soltó una risa al ver lo adorable que era su sobrina y con un hechizo de varita levanto las otras dos en el suelo para entregárselas a sus dueños.
—Vamos — con ayuda de Anirak detuvo el aro de fuego maldito para ver a Potter que tenía una expresión de preocupación — ¿Asustado, Potter?
—¿Qué? No...solo que Bellatrix volvió a huir...
—En algún momento la atraparemos —animo Anirak rodeando el cuello del menor con un brazo para hacerlo caminar —, ahora vamos a ver cómo están los demás.
—Seguro tu padre se está muriendo de la preocupación —se burló el mayor caminando a lado de ellos —... me muero de hambre ¿Crees que Molly me dé de cenar?
—Nosotros ni siquiera pudimos cenar —se quejó Harry —, la comida olía deliciosa cuando los mortifagos atacaron.
Se iban quejando hasta que se detuvieron frente a la madriguera donde se encontraban toda la familia Weasley, el matrimonio Black-Flamel, Hermione, Shacklebolt, Remus, Dumbledore y varios aurores.
Anirak cruzo la mirada con un hombre rubio que le guiño el ojo de forma coqueta, de inmediato supo de quien se trataba, él terminaba de ponerle unas esposas mágicas a uno de los mortifagos.
La azabache dirigió la mirada a sus padres y soltó un suspiro de alivio al ver que estaban a salvo, después busco a su pelirrojo y sonrió al ver que la miraba fijamente y se encontraba sano y salvo a lado de George.
Iba a acercarse a él cuando Kingsley la llamo para que fuera con el grupo de Aurores, solo atino a sonreírle a Fred que le guiño el ojo con una sonrisa tranquilizadora.
Se fijó que Regulus iba con Sirius para saludarse con un abrazo, toda la orden sabia de la existencia del menor y que trabajaba en las sombras para Dumbledore.
—Black ¿Qué paso? — el moreno la observo con la ceja alzada —, cuando llegamos no estabas.
—Fui tras Bellatrix — explico con tranquilidad —, pensé que la podría detener, pero otro mortifago estaba con ella.
—De acuerdo, logramos arrestar unos cuantos... iremos al ministerio para procesarlos —el moreno le hizo una seña al rubio que termino de esposar al mortifago —...creo que a él ya lo conoces, estará trabajando con nosotros.
—Anirak —la voz ronca y el acento francés se hizo presente —...tanto tiempo.
—Jerome — la azabache giro para saludar al rubio el cual se inclinó para abrazarla —...pensé que no te vería en mucho tiempo.
—¿Cómo has estado, guapa? — besaron sus mejillas dos veces para separarse —...ahora que te veo estas más hermosa.
—Grac...
Ibas a contestar cuando sintió como la tomaron de la muñeca para hacerla alejarse de los dos hombres y llevarla a dentro de la Madriguera.
—¡¿Qué?! — una vez que estuvieron adentro el pelirrojo cerró la puerta con fuerza, podía escuchar como Molly y Arthur le decían a su novio que abriera — ¿Qué pasa, Fred? ¿Estas herido o algo?
—Ese imbécil —mascullo entre dientes, tenía la mandíbula tensa y la vena de su cuello resaltaba — ¡¿Qué demonios hacías con ese imbécil?!
—¡Es mi compañero de trabajo! —contesto la Black alzando el mentón para verlo, Fred lucia amenazante de esa forma, pero estaba muy equivocado si pensaba que podía interrumpir en su trabajo por uno de sus ataques de celos — ¡Sabes que odio que interrumpas en mi trabajo, Frederick! ¡Acabas de hacer una escena enfrente de mi jefe, por Merlín!
—¡Me vale una mierda! ¡No lo quiero cerca de ti!
—¡Ni creas que voy a estar rechazando misiones y dejando el trabajo por tus malditos celos! — ambos se veían fijamente, ambos estaban igual de enojados — ¡Contrólate un poco!
—¡¿Quieres volver a acostarte con él, no es así?!
—¡Vete a la mierda, Fred! — Anirak se soltó para abrir la puerta —... háblame cuando dejes de ser un imbécil de primera.
—¡Si sales por esa puerta olvídate que...!
—¿Qué? ¿Me vas a terminar? — la azabache se giró sobre sus pies para verlo con la ceja enarcada...el pelirrojo pareció pensarlo y guardo silencio viéndola —...no digas cosas de las que luego te arrepientas, Weasley, tú no vas a venir a condicionarme.
Fue lo último que dijo dejando a su novio completamente solo.
Después de disculparse con Shacklebolt bajo la excusa de que Fred estaba herido hizo una aparición en el ministerio.
✷✷✷
Salió del ministerio con el rubio a un lado.
—¿Quieres un café? —él señalo la pequeña cafetería veinticuatro horas que estaba en la calle de enfrente —...tengo hambre.
—Vamos.
Era de madrugada y no quería aun regresar a Grimmauld Place porque conociendo a Fred estaría ahí, prefería esperar a que él pensara mejor las cosas. Odiaba que fuera tan celoso, no es como que le interesara tener algo con Jerome, al único que amaba era a Fred Weasley.
Ambos se sentaron frente a la barra que estaba completamente vacía, ordenaron café y croissants.
—¿Qué paso hace rato? — pregunto el ojiazul viéndola fijamente con una expresión relajada y una sonrisa llena de burla —...ese zorro pelirrojo parecía muy molesto cuando fue por ti.
Anirak soltó un suspiro para sobarse el puente de la nariz.
—Se puso celoso de ti— Jerome soltó una risa ronca —... cree que tú y yo tuvimos sexo cuando estuvimos en Francia.
No le importaba decirlo tal cual ya que ambos hablaban en francés y estaba segura que nadie le tomaría atención a su conversación.
—¿Él cree que te folle? —hablo entre risas —... ¿Por qué cree eso?
—¿Recuerdas el día que te golpeo? —el asintió —...te conté que terminamos en su departamento, cogimos, después me fui sin dejar una nota...
—Demasiado rockstar de tu parte —bromeo el rubio—, ni yo me he atrevido a tanto.
—Sí, muy rockstar.... Quizá, seguía demasiado molesta y le dije que me acosté contigo —explico tomando las cosas que el señor tras la barra les ofrecía —.... Gracias.
—Gracias — Jerome tomo su café y croissant — ¿Enserio le dijiste eso?
La miraba incrédulo ya que Anirak Black parecía bajar todas sus defensas cuando se trataba del pelirrojo.
—Estaba molesta y creía que solo estaba jugando conmigo... quería que se sintiera igual que yo cuando lo vi con aquella estúpida — escupió frunciendo el ceño —... y creo que no lo olvida, no habíamos tocado el tema, porque pasaron algunas cosas y después formalizamos...bueno eso ya lo sabes, te conté en las cartas.
—Sí, no creí que enserio aceptaras ser su novia — se encogió para morder el hojaldre —... tal vez el debería de trabajar con sus problemas de confianza, mira que hacerte una escena como la de hace rato es demasiado.
—Es algo celoso... trata de controlarlo, pero...
—Es inseguro — Jerome a completo —, no lo culpo.
—¿A qué te refieres?
Lo miro con curiosidad mientras bebía el café.
—Anirak, eres una mujer extremadamente hermosa y demasiado sexy, es obvio que los hombres voltearan a verte y yo no soy el único que gusta de ti y que intentara coquetearte — hablo con tranquilidad —...aparte de eso, eres heredera de dos familias que son consideradas realeza mágica, y bueno Fred es un—él detuvo sus palabras al ver la mala mirada que le lanzaba la azabache —...no te molestes por eso, pero Fred es un traidor de la sangre y todos los magos sabemos que los Weasley no son especialmente adinerados.
—¿Pero eso qué? No me importa nada de eso...
—A ti no, Anir, pero a él es obvio que sí, no te lo va a decir tal cual — bebió el café mientras ella comía el croissant —...tú estás en el ojo público al ser una Black y Flamel, aparte eres Auror por lo tanto los magos hablan de ti, todos saben que Fred es tu novio, pero dicen que él está contigo por tu dinero...eso ya lo sabias ¿no? — ella asintió, muchas veces había escuchado a la gente decir eso e incluso en el mismo profeta lo decían —...así que claramente Fred teme que lo dejes por eso, a esa inseguridad súmale que alguien, con quien él cree que te acostaste, te salude tan cariñosamente.
—¿Entonces es mi culpa?
—No...Fred debe de trabajar en sus inseguridades respecto a su relación.
Concluyó para terminar su croissant.
—Eso es estúpido —mastico molesta el ultimo pedazo de hojaldre que le quedaba —...yo lo amo, no lo voy a dejar por otro.
—¿Y él sabe que lo amas? —alzo la ceja viéndola.
—No se lo he dicho tal cual... ¡Pero se lo he demostrado!
—Tener sexo con él o las palabras cariñosas no siempre significan amor, Anirak, deberías de ser más directa.
La menor soltó otro suspiro cargado de frustración.
¿Por qué era tan difícil tener una relación?
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