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IV: Señora Weasley

(N/T: Para cualquier practica sexual se necesita el consentimiento por ambas partes)

Fred abrió la habitación para dejar que la azabache entrara.

—Pensé que no vendríamos a un hotel — Anirak observo la habitación, era demasiado grande e incluso alcanzo a distinguir un corazón hecho con pétalos de rosas.

—Tu padre estuvo de acuerdo que pasáramos aquí la noche, de hecho, me ayudo a hacer las reservaciones —acaricio sus hombros con suavidad para besarle el cabello —, dijo que era mejor que nos quedáramos a estar volviendo tan noche.

—¿Reservaciones? Si solo es una habitación.

—Bueno, quizá Sirius cree que rentamos dos habitaciones para dormir separados—respondió sonriendo —, después de hacerla y de aprender a usar el teléfono, volví a marcar para cambiar esas reservaciones por la suite de recién casados...

—¿Ya nos casamos y no me entere? — Anirak entro para quitarse la chaqueta y dejarla sobre el sillón que había ahí —...aunque es muy linda — observo la decoración, realmente era para un matrimonio, tenía un ambiente romántico y alcanzo a ver en la mesa de noche una pequeña canasta, se acercó para ver todo lo que tenía y tomo un pequeño empaque — ¿Ropa interior comible?

—Por hoy eres la señora Weasley — le guiño el ojo quitándose la chaqueta para dejarla junto con la de su novia y enarco la ceja viendo como sacaba una braga elaborada de puros pequeños caramelos de colores —...podrías ponértela, no tengo problema con comérmela.

—Más al rato — le sonrió divertida para seguir sacando las pequeñas botellas — ¿Lubricantes? Vaya, sí que pediste el paquete completo.

—No pensé que incluyera tantas cosas —se defendió Fred desabotonándose los tres primeros botones de la camisa — ¿Quieres usarlo?

Señalo al jacuzzi que estaba junto al gran ventanal, que al igual que la cama tenia pétalos de rosas sobre el agua.

—Me parece bien...antes tengo que ir al baño ¿Lo prendes?

—Claro que sí.

Ella le sonrió para ir al baño, una vez que entro se recargo en la puerta, no entendía porque se sentía tan nerviosa... ¡Por Merlín!... no era su primera vez y también había hecho muchas veces el amor con Fred.

¿Entonces por qué su corazón latía como loco?

Quizá se debía a la pequeña conversación que tuvo con Fred en la mañana, habían quedado de intentarlo alguna vez por cierto lado... y ver el lubricante incremento su nerviosismo, no era que no quisiera... pero... le daba un poco de miedo.

Disfrutaba demasiado del dolor, pero no sabía si el sexo anal le gustaría.

Fue al lavamanos para mojarse la cara y lavarse las manos que le sudaban.

Se observó en el espejo quitándose el vestido para quedar en el pequeño conjunto, era demasiado pequeño y transparente, pero la hacía sentir muy sexy, el brasier estaba hecho de encaje rojo transparente y no tenía copas dejando que los pezones se marcaran, la braga era muy pequeña, un triángulo de encaje cubría su entre pierna.

Se dio la vuelta para verse el trasero, la pequeña tanga roja causaba que su trasero se viera más grande con eso no tenía problema, pero si con las pequeñas estrías que tenía en las nalgas, Fred siempre decían que no importaban que al contrario le gustaba, pero para Anirak esa era su mayor inseguridad.

Mordió su labio inferior para quitarse los tacones, en esos momentos no habría nada que pudiera hacer y tampoco estaría escondiéndose todo el tiempo. Se soltó el cabello dejándolo caer sobre su espalda y camino a la puerta juntando toda la seguridad que podía en esos momentos.

Fred la quería y la deseaba, no tenía por qué preocuparse.

Salió del baño para caminar al jacuzzi, pudo distinguir que el pelirrojo estaba de espaldas solo en bóxer, definitivamente su novio estaba extremadamente bueno, cada día le encantaba más y lo mejor era que cada que ella quería tener sexo solo bastaba con murmurar contra su oído: "Freddie" y él ya estaba sobre ella desnudándola.

Rodeo la espalda de Fred con sus brazos pegándose a su espalda.

El pelirrojo sonrió al sentir los pechos de su novia, sentía la tela de encaje y como sus pezones comenzaban a ponerse duros.

—Freddie — musito para dejar cariñosos besos en cada lunar de la espalda, estremeciendo a Fred —... ¿Ya lo prendiste?

—Ya está todo listo, preciosa — Fred giro entre sus brazos para verla al rostro —...eres tan bonita —puso la mano en su mandíbula para acariciarle el labio inferior—, me encantas, mi preciosa Anir.

—Me encantas más, Frederick — le sonrió para alejarse —...vamos.

Fred recorrió su cuerpo con una oscura mirada.

—Así que hoy te lo pusiste...definitivamente el rojo es tu color — se mordió el labio al ver como pasaba delante de él para ir al jacuzzi, su trasero contrastaba contra el pedazo de tela que simulaba ser una braga, se veía demasiado grande, sentía como la incipiente erección crecía más bajo el bóxer —...se te ve un culo... que no se si agradecerle a Merlín o a Godric por esta espectacular vista.

—Eres un tonto — subió las escaleras con cuidado para entrar al jacuzzi, el agua era caliente y sentía las pequeñas vibraciones que la comenzaron a relajar — ¿No vas a entrar?

Él no respondió nada para entrar con ella.

Fred recargo la cabeza en el borde del jacuzzi para ver a su novia, nunca se cansaba de admirarla, era completamente hermosa con ese bonito rostro, le gustaba como sus ojos se achicaban cada que sonreía, le gustaban sus carnosos labios que siempre estaban rojos sin necesidad de maquillaje...amaba su perfil, tenía una pequeña nariz y los pómulos levemente marcados, ahora que la veía de esa forma se daba cuenta que su rostro estaba madurando, antes tenía facciones más inocentes pero ahora eran más marcadas, estaba dejando de ser una adolescente para ser una mujer adulta, y eso lo estaba haciendo perder la cordura... y más al saber que tendría que golpear a todos los idiotas que tratarían de coquetearle, Anirak Black era popular en el mundo mágico, y sabía que dentro de poco las propuestas de matrimonio o de uniones entre familias se harían más frecuentes, ya que varios estaban interesados en tener lazos con la familia Black.

Pero, al menos, hasta ahora todos sabían que Anirak y él estaba comprometidos, quizá era una farsa, pero no le molestaría volverlo realidad.

—Anirak — llamo el pelirrojo sin dejar de verla.

—¿Qué pasa, amor?

Anirak lo volteo a ver, sus ojos avellanos brillaban con intensidad y tenía el rostro demasiado serio, con voz clara y sin titubear dijo

—: Cásate conmigo.

—¿Cómo?

Los ojos de la Black se abrieron con sorpresa, muchas veces había bromeado con eso, pero ahora parecía demasiado serio.

—No digo que lo hagamos en estos momentos, porque ni siquiera tengo un anillo para darte —levanto la comisura derecha en una sonrisa de lado —...pero, quizá en unos meses o incluso después de que termine todo lo de la guerra, cásate conmigo, se mi esposa.

—Quiero una casa bonita y grande —la sonrisa del pelirrojo se volvió completamente grande al escucharla —, de tres pisos, tendremos dos gatos de preferencia de color rojizo... y años después, tal vez, tendremos hijos, quizá un par o máximo tres y todos los días me dirás cuanto me quieres... ¿Trato?

Le extendió la mano, de forma gustosa la tomo para estrecharla.

—Me parece bien...quizá a uno de nuestros hijos podríamos llamarlo George Sirius...me gusta mucho como suena.

—El otro se llamará Remus Acturus o Regulus John — la azabache le sonrió y el asintió —, también tendríamos que pensar en nombres de niña, no sabemos que podría resultar.

—Me agrada la idea.

Fred la atrajo hacia él para besarla y rodear su cintura con los brazos, la Black llevo las manos hasta el corto cabello de la nuca de su novio para profundizar el beso.

Anirak termino sobre su regazo, la mano de Fred bajo lentamente hasta llegar al trasero de la chica y apretarlo con fuerza causando que sus intimidades se rozaran, la azabache sentía su núcleo palpitar y la erección de Fred cada vez se hacía más notable.

Él rompió el beso para iniciar un húmedo camino de besos desde la mandíbula hasta las clavículas de la azabache robándole suspiros.

—Me encantas —murmuro para chupar y hacer una marca roja sobre la pálida piel de la Black —...me vuelves loco, Black...nunca había querido tanto a alguien como lo hago contigo ¿Qué me estás haciendo?

—También te quiero, Fred —sintió la gran mano de Fred sobre su espalda, buscaba el broche del sostén y sonrió al sentir como lo lograba atrapar —...lo hago con tanta intensidad que a veces duele cuando no estas o imaginarme el hecho de perderte me mata.

Fred alzo el rostro para verla.

—Creo...no, no lo creo, estoy seguro que estoy enamorado de ti, Anirak Black.

Anirak acaricio la cara de Fred con demasiado cariño, el sonrió disfrutando del tacto de las suaves manos de la Black.

—También estoy enamorada de ti, Fred Weasley, demasiado enamorada de ti.

Fred desabrocho el sostén para quitarlo y lanzarlo lejos del jacuzzi, bajo la vista para ver los pechos desnudos de su novia y llevar los labios al derecho para comenzar a besarlo y lamerlo, dejando marca rojas alrededor del pezón.

Anirak echaba la cabeza hacia atrás jadeando y disfrutando de los húmedos labios de Fred, mientras movía la entrepierna contra la del pelirrojo sintiendo su dura erección.

Él atrapo el pezón para morderlo y chuparlo, bajo la mano para meterla dentro de la pequeña braga de la Black y buscar su entrada, tanteando sus pliegues para introducir los dedos.

Los gemidos de ambos inundaban la habitación, Anirak estaba tan excitada que sentía volverse loca si Fred no la penetraba de una vez.

—Te necesito dentro — hablo la azabache entre jadeos —, quiero que me folles en este momento.

Fred sonrió dejando su pezón para verla, le resultaba demasiado sexy, tenía los labios entre abiertos, estaba completamente húmeda y sus pezones estaba rojos y erectos.

—Al parecer estas demasiado caliente, muñeca.

Ella le guiño el ojo para ponerse de pie sin salir de jacuzzi, él alzo la mirada viendo cada uno de su movimiento, disfrutaba de ver como bajaba lentamente su braga y sus ojos se detuvieron sobre su entre pierna para volver a su rostro.

—Ven, Freddie

Pidió Anirak acercándose al borde del jacuzzi, Fred se levantó de inmediato y se quitó el bóxer dejando libre su erección, Anirak recargo las manos en el borde y él pelirrojo tomo su pierna para llevarla hasta su hombro, sabía que a su novia le gustaba experimentar con las posturas sexuales y ese día no será la excepción.

Se acercó más a ella para tomar su erección y llevarla hasta su entrada.

—Ya métela, Freddie —suplico la azabache ansiosa por sentirlo dentro.

—Estas tan apretada —murmuro roncamente entrado en una estocada para moverse dentro de ella —...te sientes tan malditamente bien, Black.

Cerro los ojos gozando del placer que sentía por penetrarla, las estocadas eran duras mientras ella se aferraba al borde manteniendo el equilibrio.

—Me gusta cómo me follas, mi amor —jadeo —...te sientes tan duro y grande.

Siguió embistiéndola por varios minutos, las embestidas se volvían más profundas.

En poco tiempo el primer orgasmo golpeo al pelirrojo eyaculando dentro de la Black.

Salió de ella y bajo su pierna.

—No me quise correr tan rápido — explico Fred haciéndola girar para verla —, pero me estuve conteniendo toda la noche para no cogerte —parecía apenado, pero sonrió cuando ella puso las manos alrededor de sus hombros para atraerlo y besarlo — ¿vamos a la cama?

Pregunto entre beso, tomándola de la cintura.

—Sí, vamos a la cama.

Con facilidad la alzo para salir del jacuzzi y caminar a la cama sin importarle mojar el piso.

Fred la dejo sobre la cama, ambos tenían los cuerpos mojados y unas sonrisas estúpidas en el rostro.

El pelirrojo comenzó a besar en medio de sus pechos para bajar lentamente recorriendo su abdomen y vientre, Anirak llevo la mano hasta la mata de centelleante cabello para acariciarlo y jalarlo con suavidad.

Fred succionaba las pequeñas gotas traviesas que aun recorrían el cuerpo de su novia, llego hasta la entre pierna y sonrió al verla, estaba demasiado lubricada parecía esperar por su atención, se inclinó y con las manos abrió más las piernas de la azabache dejándola completamente expuesta para comenzar a besar sus labios vaginales robándole varios suspiros a Anirak.

El azabache arqueo la espalda cuando Fred paso la húmeda lengua por sus pliegues, escuchaba como sorbía.

—Lo haces tan bien, Freddie —jadeo empujando la cabeza de Fred contra su vagina, él sonrió para atrapar el clítoris con los labios y succionarlo con fuerza.

Fred llevo las manos hasta su trasero para apretarlo y acercarla más a él como si quisiera hundirse contra su núcleo, el sabor agridulce de Anirak lo volvía completamente loco, siempre quería más de ella.

Cuando sintió como Anirak se contraía dejo de lamer para alzar el rostro y sonreír al ver su mueca de frustración.

—Date la vuelta, Anir —él se levantó sobre las rodillas viéndola fijamente, estaba completamente desnuda con el cuerpo aun húmedo.

—¿Para qué?

—Anirak —la voz de Fred era más gruesa y demandante, ella trago saliva al escucharlo decir su nombre, los ojos avellanos estaban oscuros demostrando la pasión que sentía en esos momentos —... dije que te dieras la vuelta, no que preguntaras ¿o sí?

Sin decir más giro el cuerpo, sosteniendo su peso con los brazos.

—¿Así, Freddie?

El pelirrojo sonrió al escuchar el tono de voz de la azabache, era como un sensual ronroneo.

—Alza el culo — Fred el tomo de la cadera para acomodarla —, mantén el peso sobre tus rodillas.

—Está bien — la azabache hizo lo que él dijo, sentía un poco de pena ya que dejaba todo su trasero expuesto ante Fred.

Él no borraba la sonrisa al tener a su novia en cuatro, tenía una perfecta vista de su vagina y trasero, estiro el brazo para tomar un lubricante que estaba en la pequeña cesta, lo dejo a un lado de la Black para inclinarse y pasar la lengua por los húmedos pliegues.

Anirak gimoteaba implorando por más, Fred subió la lengua lentamente hasta llegar en medio de su trasero.

—Freddie — suspiro la azabache, no pensó que se sentiría tan bien tener la húmeda lengua de Fred en esa parte.

Él Weasley pasaba la lengua humedeciendo aquella zona tan seca, con suavidad comenzó a hacer presión en el orificio trasero de la azabache. Anirak apretaba la sabana con las manos era una extraña mezcla de incomodidad y placer lo que la recorría en esos momentos.

Fred introdujo dos dedos en su núcleo mientras con el pulgar se encargaba de estimular el clítoris hinchado sin dejar de lamer, continúo haciendo presión hasta que logro introducir la punta de la lengua, robándole un pequeño grito de placer a la azabache, Fred sonrió para sus adentros para moverla de forma lenta.

Anirak sentía como su vientre se contraía y como la sensación de arder por dentro la consumía, era demasiado el placer que estaba experimentando, era tanto que sus brazos y piernas temblaban, sin poder controlarlo más el orgasmo la golpeo liberándose en la mano de Fred que dejo de lamerla y masturbarla para alzar el rostro y verla con una sonrisa de satisfacción.

—Anir —hablo el pelirrojo apretando una de sus nalgas con cariño —... ¿Quieres intentarlo por este lado? — Anirak ahogo un suspiro para volverse a sentir nerviosa, lo estaba disfrutando demasiado ¿pero si dolía mucho? —... muñeca — llamo al ver que no respondía —, tampoco te voy a obligar si no quieres tener sexo anal, Anir, dime que es lo que tú quieres, preciosa.

Ella se mordió el labio inferior, se sentía demasiado mojada y tenían lubricante... tal vez estaría bien intentarlo... le daba demasiada curiosidad experimentar con su novio y sería la primera vez para los dos intentando sexo anal, a lo mejor resultaría bien.

—Solo hazlo lento — pidió acomodándose, pero esta vez pego el pecho en la cama logrando estar más cómoda —, no lo hagas tan duro ¿sí?

—Te prometo que hare todo para no lastimarte — Fred se estiro para tomar una de las almohadas y ponerla bajo el vientre de la azabache —, iniciare con los dedos para que te acostumbre y cuando te sientas lista te la meteré ¿de acuerdo? — ella asintió dejando que acomodara la almohada dándole más estabilidad —, si quieres parar dímelo y lo hare de inmediato...sabes que puedes pedirme cualquier cosa.

—Lo sé, amor.

Él asintió para tomar la botella de lubricante y abrirla para colocar una gran cantidad en medio del trasero de la azabache, también humedeció sus dedos para besar la espalda de su novia, tratando de relajarla, abrió las nalgas de la azabache para acercar los dedos con cuidado, ella se estremeció al sentirlo tan cerca.

—Tranquila, Anir...

La voz de Fred estaba completamente ronca, pero resultaba demasiado relajante para la azabache que cerró los ojos disfrutando de las nuevas sensaciones, Fred acariciaba la zona anal para llevar uno de sus dedos al pequeño orificio, trazo círculos invisibles y empujo, gracias al lubricante sentía como era más fácil entrar.

Anirak apretó la sabana con fuerza, el dolor no era tan grande como se imaginó, Fred se quedó quieto por unos segundos para después mover el dedo dentro de ella, lo movía de forma circular para después embestirla.

Una vez que el dolor paso la azabache jadeaba y suspiraba, se sentía demasiado bien, el pelirrojo al ver eso introdujo otro para inclinarse y morder la punta de la oreja de la Black.

—¿Se siente bien? —murmuro moviendo los dedos, sentía como su erección golpeaba contra la piel de Anirak, ella asintió — ¿Lo estas disfrutando?

—Sí, Freddie —gimoteo al sentir sus movimientos y los besos húmedo del pelirrojo sobre la piel de debajo de la oreja —...se siente tan bien.

—¿Ahora puedo cambiar los dedos por mi pene? — chupo su hombro desnudo para hacer una enorme marca roja.

—Si...hazlo —sintió como sacaba los dedos y dejaba varios besos sobre sus hombros para acomodarse tras ella.

Fred tomo el lubricante para poner una gran cantidad sobre su miembro y sobre el trasero de Anirak otra vez, ella alzo un poco más la cadera, el pelirrojo sonrió guiando su erección en medio de sus nalgas, afirmo la cadera la azabache con el brazo libre e hizo presión con la punta.

—¿Lista? — pregunto esperando su reacción —, si no quieres siempre puedes decir que no, lo que me importa es que tú también lo disfrutes.

—Quiero hacerlo, Fred... ya métela.

—Está bien.

Anirak contaba mentalmente.

Una... el duro miembro de Fred rozaba su entrada anal.

Dos... sentía como la punta hacia demasiada presión.

Tres... la punta entro, ella no pudo evitar gritar, el dolor era demasiado grande a comparación cuando lo hizo con los dedos.

El Weasley se quedó completamente quieto.

—¿Te lastime? —la preocupación se palpaba en la voz de Fred — ¿Lo saco?

—Déjalo unos segundos así — de forma lenta el dolor se volvía placentero, sentía el gran tamaño de Fred y eso la hacía ponerse más caliente —...termina de entrar de forma lenta, Freddie.

Él obedeció metiendo su longitud de forma pausada, sentía como Anirak se estremecía por cada centímetro que estaba dentro de ella, la azabache movió el trasero indicando que comenzara a bombearla.

—Te sientes tas bien —musito Fred embistiéndola de forma tranquila, apretaba con el brazo su cadera mientras llevo la otra mano hasta su largo cabello negro para hacer una coleta—...mierda, Anir...me encanta tu apretado culo.

—Ahora, se más duro, amor.

Suplico la Black, su cuerpo ya se había acostumbrado al nuevo invasor y ahora tenía ganas de más.

Fred sonrió para aumentar la velocidad escuchaba como su pelvis chocaba contra el bien formado trasero de la Black, se sentía en la gloria, estaba tan apretada que lo volvía loco.

Anirak gemía de forma dura pidiendo por más, él jalaba su cabello con fuerza y eso parecía excitarla.

Las manos de la azabache se aferraban a la sabana.

—Fred —llamo captando la atención del pelirrojo que solo soltó un gruñido —...azótame— pidió entre jadeos—, de forma dura.

Él pelirrojo soltó la cadera de su novia, para sobar su nalga izquierda, alzo la mano para tomar impulso y dejar un fuerte azote. Ella gritaba pidiéndole más y Fred cumplía todas sus órdenes.

Las embestidas seguían al igual que los azotes, el trasero de la azabache estaba completamente rojo y tenía la marca de la gran mano de Fred.

—¿Te gusta que te coja como una puta, Anir?

—Me encanta cuando me vuelves tu puta y que me trates de esa manera —su cuerpo temblaba con cada estocada, ya no había ternura en ellas —...Cajeme y pégame más duro, Freddie.

—Estas completamente loca, masoquista — murmuro poniendo más fuerza, sentía como toda la sangre se le iba a la punta del pene avisando que pronto se correría, tomo más fuerza para azotar el culo de la Black y sonreír —...me encanta cogerte por el culo, Anir, se siente tan bien...me gusta follarte como mi puta...solo eres mía.

Fred gruño y hecho la cabeza hacia atrás en el momento en que se liberó dentro de ella. La azabache gimió al sentir el líquido caliente y el último golpe de Fred para tener el segundo orgasmo de la noche, su cuerpo ya no aguanto más y cayó sobre la cama.

Fred soltó una carcajada para acostarse a su lado y verla, tenía el rostro rojo y estaba empapada en sudor mientras jadeaba tratando de recuperar la respiración.

—No me voy a poder sentar —musito la azabache viéndolo con una sonrisa —, me va a doler el culo por varios días.

—¿Te gusto hacerlo por ese lado? —ella asintió con una sonrisa —, te quiero, perra loca.

Ella soltó una risa por el apodo.

—Luego quiero intentar otra cosa —le guiño el ojo de forma coqueta —, otra clase de golpes — Fred negó con la cabeza con una sonrisa divertida —, te quiero más, Freddie.

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