La azabache se observó en el espejo, el gustaba lo que veía, se había puesto un ligero vestido rojo que le cubría la mitad de los muslos con un pequeño escote que provocaba que resaltaran más sus pechos, se recogió el cabello en una coleta alta para maquillarse forma ligera, se colocó un labial rojo que combinaba con el vestido provocando que luciera más pálida.

Reviso que todo estuviera bien por última vez, al inicio se sintió un poco incomoda ya que llevaba uno de los juegos de lencería que le regalo Fred, el sostén era demasiado lindo, de encaje rojo con transparencias, pero la pequeña braga... nunca había usado una así, era demasiado pequeña, al parecer era una de esas llamadas tangas, pero termino acostumbrándose a llevarla puesta.

Tomo una chaqueta de cuero negra para darle un aire más casual a su outfit, tomo la pequeña bolsa que siempre llevaba a todos lados para guardarla en uno de sus bolsillos junto con la varita.

Bajo las escaleras al escuchar como Sirius le hablaba, supuso que so novio ya habría llegado.

Antes de entrar al salón escucho dos voces varoniles, sabía que se trataba de Fred y de su padre.

El pelirrojo fácilmente pudo haberle mandado un patronus para decirle que ya había llegado y no tener que entrar a la Grimmauld Place de esa forma evitando los sermones de Sirius, pero, sabía que para Anirak era importante que él se llevara bien con su familia por eso trataba de tener una buena relación con el azabache, aparte Sirius era una persona agradable cuando no lo estaba regañando por tener las manos sobre la azabache...pero vamos...Anirak era la mujer más hermosa de la vida y demasiado sensual ¿Cómo quería que Fred mantuviera las manos lejos de su divino cuerpo? Y más cuando usaba esas pequeñas faldas o esos pantalones tan pegados que causaban que toda la sangre se fuera directamente a la entre pierna del pelirrojo.

—Cielo, que hermosa te ves — exclamo Sirius acercándose a su hija para besarle la sien —, Fred acaba de llegar.

—Gracias — le sonrió para ver a Fred y guiñarle el ojo, él imito la acción recorriéndola de pies a cabeza con una oscura mirada.

—Entonces ¿A dónde irán?

Sirius los observo con la ceja enarcada.

—Es sorpresa...pero la llevare a cenar y a pasear por ahí —Sirius le lanzo una mirada acusadora y Fred alzo las manos a forma de rendición — ¡No la llevare a un hotel o a mi departamento, lo prometo!

—Eso espero, comadreja.

—Papá —la azabache sostuvo su brazo—...ya nos vamos, nos veremos al rato — le beso cariñosamente la mejilla —...cuídate.

—Ustedes también cuídense — beso su cabello para suspirar y agregar —: Y si tienen sexo, por favor usen protección.

—¡Papá! — exclamo Anirak sonrojada para tomar la mano de Fred, el cual solo soltó una carcajada.

—Nos vemos, Sirius, cuidare de Anirak.

Ambos se despidieron para salir de la casa Black, a la azabache le extraño que no usaran la red flu o hicieran una aparición para irse y ahora que lo notaba Fred llevaba dos cosas extrañas en la mano.

—¿A dónde irem...?

Anirak no pudo terminar ya que cuando estuvieron fuera del número doce de Grimmauld Place, Fred rodeo su cintura con el brazo libre para atraerla a él y besarla de manera hambrienta, ella de forma inmediata respondió el beso para rodearle el cuello con los brazos haciendo el beso más pasional.

Estuvieron durante unos segundos más besándose fuera de las casas de Grimmauld Place para separarse con las respiraciones agitadas y los labios completamente rojos e hinchados.

—Hola, muñeca — Fred le sonrió coquetamente al separarse —, te ves demasiado hermosa hoy, me gusta ese corto vestido se te ven más grandes los bonitos pechos que tienes al igual que tu culo.

Ella solo rio golpeando con suavidad su hombro.

—Eres un tonto...también te ves muy guapo.

Y no mentía, el Weasley llevaba una camisa negra que se le cernía al cuerpo resaltando la masa muscular que había ganado en los últimos meses, también usaba una chaqueta de cuero negra y un pantalón de mezclilla oscura, todo hacia contraste con su centelleante cabello.

—Me alegro que me veas guapo — dejo un pequeño beso sobre los labios de su novia —...ahora vamos —le extendió una de las extrañas cosas que llevaba en la mano —...póntelo.

—¿Qué es esto? — miro el objeto con curiosidad, su padre tenía un parecido que usaba cuando tenía la motocicleta voladora — ¿Cómo me lo pongo?

—En la cabeza, solo mete la cabeza para que te proteja, es un casco —mostro el otro —, también tengo uno igual.

—¿Para qué me lo pongo? —siguió sus pasos con curiosidad.

—Sorpresa — Fred se hizo a un lado dejando ver una brillante motocicleta negra —, la compre ayer...

Anirak la vio con admiración, era completamente hermosa, de un negro brillante y algo grande.

—Es preciosa, Freddie — el pelirrojo sonrió al ver que a su novia le gustaba — ¿Desde cuándo sabes manejar motocicletas?

—Tu padre me enseño, los días que estuviste fuera con Dumbledore, Sirius me enseñaba a manejar después del trabajo —explico con sencillez —, le conté que quería comprarme una, de hecho, me acompaño a comprarla, ya que dijo que no dejaría que tú te subieras a una al menos que viera que era lo suficiente segura y que yo supiera manejar bien—se encogió de hombros para acercarse y ayudarla a ponerse el casco —. Así que tu serás la primera chica que suba a mi moto.

—¿La primera?

Anirak sonrió cuando Fred termino de poner el casco.

—Y la única — Fred se subió para ayudarla a subir, Anirak lo abrazo por atrás rodeando su torso con los brazos —, sostente bien, muñeca.

Fred encendió la moto para ponerla en marcha, la azabache veía pasar la luces y edificios de forma rápida, disfrutaba del aire golpeándole el rostro. El pelirrojo sonreía sintiendo como los pechos de Anirak quedaban sobre su espalda y como ella se aferraba a él, le gustaba la sensación de estar tan juntos.

La azabache cerro los ojos con fuerza al ver un fuerte destello y recargo el rostro en la espalda de Fred para que no le molestara esa luz.

✷✷✷

Anirak sintió como la moto caía sobre el pavimento y la ronca risa de Fred.

—Cielo, abre los ojos — hablo con voz alta el pelirrojo para que su novia lo escuchara —...está todo bien.

—¿Dónde estamos? —la azabache abrió los ojos para ver miles de luces, las personas caminaban de forma rápida. No reconoció ningún edificio por lo que estaba segura que no estaban en Londres — ¿Cómo llegamos hasta aquí?

—En los Ángeles, California — Fred manejaba a una alta velocidad evitando cualquier vehículo o persona, quería ir aún más rápido, pero le preocupaba la seguridad de su novia—... le puse un hechizo traslador a la moto... quería traerte a un lugar lindo.

—Te quiero, Freddie —lo abrazo con más fuerza y agrego —...de hecho, te amo...

Pero al parecer el pelirrojo no logro escuchar por el ruido de los coches y de la ciudad, siguió conduciendo por unos minutos más hasta llegar a un parque donde aparco la moto y se bajó.

—Vamos, preciosa — Fred se quitó el caso, ella inmuto su acción —, ya casi llegamos, solo que hasta aquí llega la moto.

—Este parque esta bonito —acepto la mano que le ofrecía Fred para ayudarla a bajar — ¿En serio me trajiste hasta los Ángeles solo por mi cumpleaños?

—El próximo año será un lugar a un mejor, lo prometo — saco la varita para lanzar dos hechizos no verbales a la moto, uno de protección y otro para volverla invisible —...por lo que se está prohibido estacionarse aquí y si nadie la ve prácticamente no estamos rompiendo ninguna ley.

—Chico listo —Anirak vio como sacaba una venda roja y se acercaba a ella — ¿Vamos a iniciar con los juegos sexuales, Freddie?

—¿Ahora me vas a decir que te excita que te vende los ojos? —Fred coloco con cuidado la venda sobre los ojos de la azabache para hacer un nudo detrás de su cabeza —, es para que sea una sorpresa — el pelirrojo bajo una de sus grandes manos hasta acariciar el desnudo muslo de su novia—, tu piel es tan suave —lentamente subió la mano acariciando la piel de la azabache, provocando que ella se estremeciera, hasta llegar al borde de la pequeña braga, trago saliva al reconocer de cual se trataba y se mordió el labio inferior al escuchar un pequeño jadeo de su novia —, estoy pensando seriamente en no llevarte a la sorpresa y mejor ir a un hotel donde pueda arrancar ese bonito vestido y dejarte completamente desnuda para follarte tan duro como te gusta.

Murmuro con voz ronca contra el oído de Anirak, acción que provoco que su núcleo despertara, sentía la dura mano de Fred recorriendo toda su piel desnuda y estando vendada de los ojos le provocaba una mezcla de emociones sorprendente.

—Mmh...Fred —suspiro cuando él dejo dos besos húmedos en la piel desnuda del cuello.

—Vamos, antes de que no me pueda contener más.

El pelirrojo se fijó que no hubiera nadie cerca para hacer una aparición sin soltar la mano de la azabache.

Anirak sostuvo con fuerza la mano de Fred cuando sintió el piso bajo sus pies, antes de quitarle la venda, el pelirrojo saco la varita para lanzar dos hechizos: uno para desactivar las cámaras y otro para asegurar que nadie los fuera a descubrir.

—Ya llegamos — lazo otro hechizo al suelo cubierto de pasto—...espero te guste.

Quito la venda, la azabache parpadeo para toparse con una manta sobre el suelo, donde había diversa comida, dos copas y una botella de vino, incluso alrededor estaban varias velas flotantes iluminando, alzo la mirada para toparse con las enormes letras brillantes.

—¡Por Merlín! Estamos en Hollywood Sign — la azabache se emocionó demasiado y corrió a abrazar a Fred.

—Me dijiste que querías conocer estas letras, y creí que sería buena idea cenar aquí — sonrió sintiendo como ella se estiraba para besarle el rostro por lo que se agacho unos centímetros —, creo que si te gusto venir aquí.

—Enserio, Fred, eres el mejor novio de todo el mundo —murmuro para dejar varios y cortos besos sobre los labios del chicho —...no sabes cuánto te adoro.

—Te adoro más —Fred amaba verla emocionada, era como una niña pequeña y también amaba consentirla, todo valía la pena por ver una de sus hermosas sonrisas dedicadas solo a él —...Feliz cumpleaños, Anirak

Tomo su mano derecha con delicadeza para colocar una fina pulsera de oro con un rubí rojo en medio.

—Fred...

Vio la hermosa pulsera, parecía demasiado cara ya que era completamente de coro y sabía que esa pequeña piedra valía mucho.

—Te prometo que esa solo será la primera joya que te dé —la vio directamente a los ojos —, me esforzare todos los días para darte todas las joyas y regalos que mereces...y pronto remplazare ese collar — señalo el collar que le dio por navidad —, por uno mejor...

Sortilegios Weasley iba demasiado bien con las ventas, tan bien que incluso los gemelos Weasley tenían planeado abrir otra sucursal, por eso Fred podía permitirse comprarle regalos demasiado caros a la azabache, incluso, últimamente había agarrado la maña de llevarle todos los días un ramo con una docena de rosas rojas, si él no podía llevarlas personalmente las mandaba por medio de alguna lechuza o elfo domestico que trabajaran en la florería con una linda tarjeta diciéndole cuanto la quería.

—Sabes que no es necesario, Freddie...

—Anirak, tú solo te mereces lo mejor — beso los nudillos de su mano con cariño —, quiero ser completamente digno de ti.

—Ya lo eres, Fred, no necesito las joyas caras...solo te necesito a ti.

Fred llevo la mano tras su nuca para unirse en un cariñoso beso que fue devuelto de la misma forma.

Fred Weasley siempre había jurado que era un alma libre a la cual no le interesaba una relación o algo estable, prefería divertirse. Pero al conocer a Zibelth Anirak Black todo eso se fue al carajo, sin esperarlo de forma rápida cayo completamente enamorado de ella, no se imaginaba una vida sin la azabache a su lado, era la mujer con la que quería compartir su vida e incluso había pensado muchas veces en pedirle matrimonio, quizá se debía a que la guerra estaba cerca pero estaba seguro de algo: en algún momento de su vida, Anirak Black seria su esposa, la mujer de su vida, la madre sus hijos a la cual adoraría y amaría por siempre.