Pero ahí estaban, en la cama de la habitación de hotel, Liam a un lado suyo con los ojos cerrados y su mano tomando la suya sin fuerza. Su Liam era precioso, la sábana estaba a mitad de su cuerpo dejando una hermosa vista de su sensual abdomen.

No le importaba nada, su deseo de ser solista se estaba cumpliendo, contaba con el apoyo de millones de fans y tenía lo más importante que la vida le había atravesado en un McDonald's. Liam era un dolor de cabeza que le gustaba tener.

El castaño era amable la mayor parte del tiempo, siempre tenía un tema de conversación interesante y le encantaba hablar horas y horas sobre las posibilidades que tenían Batman y Harry Potter de conocerse, que aún siendo mínimas hacían volar la imaginación de ambos llevándolos a un mundo irreal e increíble.

Algo llamó la atención de Zayn, algo rosa que obviamente no era su cabello, se levantó cuidadosamente de la cama y caminó hacia ese punto rosado.

Una flor.

«La compré para ti» escuchó la voz ronca de Liam «¿Una rosa para otra rosa?»

«No es el mejor cumplido que me has dicho pero me gusta» tomó la rosa entre sus manos y la llevó a la cama.

«Feliz día de San Valentín, bebé» la acercó a él pero no lo besó «Soy tan afortunado de tenerte»

«Escucha Liam, sé que a veces soy muy molesto e insoportable pero quiero que me tengas paciencia y trates de entender todas las cosas que hago» unidos a través de la mirada, transmitiendo una emoción indescifrable.

«Lo hago, ahora te pido que trates de entender todas las cosas que hago» había dolor en sus miradas.

«Siento que te voy a perder» el dolor se mezclaba con el miedo.

«Voy hacer todo lo posible para mantenerte junto a mi» pero también había determinación «A menos que me pidas que me vaya»

«No lo haré» Liam bostezó.

«Sigamos durmiendo Zayn, estoy cansado»

«Alguien ha perdido el toque»

«No es lo que dirás ahorita que te ponga en cuatro» Zayn rió y se abrazó a él.

«Te amo, Liam»

«Te amo tanto, Zayn»