«¡No sé que hacer!» movía sus extremidades superiores en distintas direcciones «¡Es un chico» pensó voz alta «No le daré rosas, eso es demasiado femenino; tampoco le puedo dar chocolates porque está trabajando en su físico» su rostro reflejaba frustración.

«¿Que hay de una tarjeta?» trató de ayudar sugiriéndole ya la decimocuarta idea.

«¿Bromeas, verdad? no le daré una tarjeta de amigos ni tampoco de novios porque no somos novios y no quiero ser su amigo» colocó su cuerpo en el banco que adornaba el comedor buscando calmarse, habló «Mi mente está en blanco»

«¡Entonces no le des nada!» la actitud de Zayn había hecho desaparecer su paciencia «No sé cómo ayudarte, te he dado muchas ideas y ninguna te gusta»

«Todas son buenas, pero no lo suficientemente buenas para Liam» con sus manos tomó con fuerza su rosado cabello, protestó «Debí planear esto con tiempo»

«Liam no es de los que se fija en el tamaño del regalo ¿me equivoco?» ella pensaba con rapidez, pero el día estaba llegando a su fin y la sorpresa para Liam por San Valentín se esfumaría en unas horas.

«Él no es como yo» sabía que a Gigi se le estaba ocurriendo algo.

«Necesitamos dinero» la chica sonrió «Y otras tres cabezas»

«Si te refieres a la banda de ineptos que tengo como amigos...»

«Sí, me refiero a ellos» lo interrumpió «Son los únicos que estarían dispuestos a ayudar en lo que se me acaba de ocurrir»

«No sé donde están, no eras mi primera opción en la lista de personas a quienes pedirle ayuda» necesitaba a esos chicos, tratar con ellos era más fácil que tratar con Gigi.

«Me siento indignada pero no tengo nada interesante que hacer hoy así que te ayudaré» tecleando y mandando varios mensajes con su ¡phone, prosiguió «¿No tienes la llave de la habitación que está usando Liam?»

«No, pero creo que puedo conseguirla» ventajas de conocer a la dueña del hotel.

«Bien, esto es lo que harás»