Esta mañana me desperté con una emoción enorme, ya que este día en el ensayo nos darán una sorpresa. En realidad no me importa mucho que sea, ni siquiera me gustan las sorpresas, pero esto es diferente; este día también nos dirán quienes van a ir a las competencias de gimnasia. Esa es una competencia normal, solo con la diferencia de que es nivel 10, y que ahí va estar el entrenador con las llaves para mi futuro, en la mejor universidad de gimnasia. Si alguien puede hacer que me acepten ahí es el.

En cuanto llegué al gimnasio mis amigas Sofía y Noelia me saludaron.
– Hola Alba. – Dijo Sofí.
– Olí, – Respondí yo a su saludo. – ¿Como están?
– ¡Bien, estamos bien! – Interrumpió Noelia.
– Niña metiche, – Dijo al parecer muy enfadada Sofía. – Yo estoy hablando.
– No seas tan enojoncita Sofí, solo contesto mi pregunta y además les pregunté a las dos.

Las chicas son muy pelioneras pero no me quejo, de igual manera nosotras tres somos las mejores aquí; no creo que no nos hayan elegido para ir a la competencia.
Después de que las chicas se arreglaran nuestra entrenadora entró.
– Bueno chicos, atención. – Después de que dijera eso todos nos sentamos en la colchoneta justo enfrente de ella; es probable que fuera a decir quienes irían a la competencia y talvez también fuera a revelar la sorpresa. – Primero les diré quienes irán a la competencia nivel 10.
Los que irán son: Alba, Sofía, Noelia, Marco, Elí, Mary y Blanca. – Todos los que fuimos nombrados celebramos. – Y ahora les daré la sorpresa.
La sorpresa es que... Las competencias son en la ciudad de gimnasia. – En realidad la ciudad no se llama así pero todos aquí les decimos así, porque de ahí han salido las mejores gimnastas. – Y lo mejor es que, para llegar ahí vamos a viajar en tren, más específicamente el que cruza el bosque.
Todos nos emocionamos y luego fuimos a ver unas cajas donde estaban las cosas que llevaríamos y nuestros trajes.

 Es hermoso, y vamos a concursar con el, nos vamos a lucir sin duda alguna. Y con este traje voy a llamar la atención del entrenador que necesito, será la mejor competencia de mi vida.

Después de haber visto las cosas nos fuimos a ensayar con el vestuario, en realidad es bastante cómodo. El ensayo fue sencillo, la entrenadora varias veces me ha dicho que soy la mejor de la clase, y no es por presumir pero es verdad.
En fin, este fue el mejor ensayo de mi vida.