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Capítulo 3: Zeus vs Odín.

El choque de poderes se mantenía equilibrado, convergiendo ambas energías exactamente a la misma distancia de Zeus que de Odín. Amas deidades aumentaban poco a poco el poder en sus ataques, esforzándose cada vez más mientras retrocedían involuntariamente, debido al poder que ejercían. Pero el equilibro no duro mucho y la colisión de poder termino por generar una poderosa explosión, la cual fue recibida por los dioses, quienes no se movieron a pesar del daño. 

El hijo de Cronos fue el primero en atacar tras la explosión, volando tan rápido como un rayo para golpear el rostro del hijo de Bor, pero este le atrapo el puño y le propino un gancho en el estomago, seguido de un cabezazo y un ataque rúnico que termino por alejar varios metros al Olímpico. 

Zeus freno su avance clavando sus pies en el suelo, para poder invocar rayos desde las alturas y atacar al Asgardiano, quien creo un escudo mágico sobre si mismo para protegerse, momento que su rival aprovecho para embestirlo mientras su cuerpo emanaba electricidad, volando junto a el varios cientos de metros antes de lanzarlo con fuerza en contra del suelo, a donde arrojo cientos de rayos, levantando polvo y tierra. Zeus descendió y golpeo el lugar donde Odín estaba, pero estaba vacío y no logro reaccionar para evitar que un rayo dorado impactara en contra de su espalda. El Aesir levanto su mano izquierda mientras continuaba el ataque con su lanza, enviando una bola de energía negra que también golpeo a Zeus, explotando y enviándolo a estrellarse en contra de una montaña, la cual se estremeció. 

El rey del Olimpo levanto la mirada, justo para observar como enormes rocas volaban a gran velocidad en su dirección, más esta vez logro crear un escudo eléctrico, contra el cual se destruyeron los proyectiles. Una vez más se alzo aun con su protección, buscando a su enemigo con la vista. Mientras tanto, Odín se hallaba sobre la montaña, preparando un poderoso ataque rúnico, pero al lanzarlo, fue esquivado y Zeus lanzo su protección a modo de red, la cual resistió el corte de Gungrir y atrapo a Odín, descargando sobre el una gran cantidad de poder y causándole mucho dolor, logrando hacerlo gritar. Zeus sonrió ante esto y voló hacía el mientras le lanzaba más rayos, pero antes de llegar el padre de todo destruyo la red, generando una onda expansiva que detuvo a Zeus en vuelo. Odín salto y atrapo a su enemigo del cuello, dándole otro cabezazo antes de arrojarlo al suelo, generando un enorme cráter, que se ensancho una vez aterrizo sobre el cuerpo del dios.

Odín no perdió tiempo, golpeando con furia el rostro de Zeus, el cual no tardo en llenarse de sangre, mayormente suya pero también proveniente de los nudillos de Odín. Júpiter, quien se había mantenido a la distancia para observar, quiso intervenir para salvar a su amo, más fue interceptada por los cuervos de Odín, contra quienes comenzó un combate aéreo. Los golpes propinados al rostro de Zeus continuaron durante segundos, hasta que nubes de tormenta se adueñaron del firmamento y el cuerpo del dios comenzó a despedir energía. Odín logro apartarse para evitar los rayos que golpearon el cuerpo de Zeus, más no pudo evitar ser empujado por la onda expansiva. El padre de Thor llamo a su lanza mientras su rival se levantaba, con su cabello y barba elevados y un brillo blanco emanando de todo su cuerpo. Zeus lanzo un poderoso rayo, el cual Odín recibió haciendo girar su lanza para protegerse, siendo arrastrado en contra de su voluntad mientras su enemigo le lanzaba cada vez más poder.

De vuelta en Asgard, los dioses libraban sus batallas.

- Eres veloz pero tus fuerzas son escasas- dice Hermod teniendo a un agotado Hermes a sus pies.

En otro lugar Sigrun se arrastraba por el suelo con heridas profundas en todo su cuerpo y las que alguna vez fueron hermosas plumas blancas en sus alas, ahora eran rojas por su propia sangre. Y cerca suyo, Hipolita partía a la mitad a una Valkiria con su espada, para después saltar y aterrizar sobre la espalda de Sigrun, tomando su ala derecha y cortándola de tajo con su arma. La reina grito de dolor, apretando los dientes y sus puños, resignada a morir en el campo de batalla. La reina amazona bajo de su espalda y posiciono su espada frente a su rostro.

- Fuiste una digna enemiga, lamento que deba terminar así- alzo su arma para acabarla, pero un rayo mágico impacto contra su costado y la alejo de la guerrera alada. Freya apareció poco después, portando un arco con el cual amenazo a la luchadora, quien interpuso su espada para bloquear dos flechas antes de lanzarse al ataque.

Persefone era derribada del aire al recibir tres dagas negras en su ala izquierda, logrando interponer su espada a duras penas para evitar un corte letal en la garganta, alejando a su enemiga y poniéndose de pie de un salto. Hela solo genero más dagas en sus manos, lanzandolas contra su enemiga, quien bloqueo algunas más no pudo evitar recibir otras en su cuerpo. Aún así, permanecía de pie y dispuesta a luchar, no como Cerbero, quien yacía boca arriba muy malherido, respirando con dificultad mientras el feroz lobo Geri protegía a su hermano herido, atacando a los atlantes y amazonas que trataban de acercarse a ambos.

- Hércules, escuchaste a mi padre- dice Thor tratando de hablar con su amigo.

- No, no Zeus no haría algo así-

- No lo conozco y puedo asegurarte lo contrarío, pero conozco a mi hermano y juro que el jamas haría daño a un inocente- 

- No se que creer-

- En este momento nuestros padres luchan, dejemos que ellos decidan el resultado de la guerra, evitemos más muertes innecesarias- dice colocando una mano en su hombro para mostrarle el campo de batalla, lleno de muerte. 

- De acuerdo- ambos saltaron para intentar apaciguar la situación. Thor sobrevoló el terreno, lanzando poderosos rayos para así separar a los combatientes, mortales y dioses por igual, y así llamar su atención. Su acción salvo la vida de Hipolita, quien, ya cansada y herida por su combate contra Sigrun, no tuvo mucha oportunidad contra Freya. Hércules separo a lo luchadores, deteniendo a Apolo antes de que este diera fin a la vida de Hour, quien se encontraba en el suelo con flechas clavadas en su pecho, piernas y hombro izquierdo. Fue dificil detener a las deidades más grandes, pues Posiedon tenía a su merced a una gran cantidad de guerreros y al mismo Baldur, Hades había logrado acabar con las Valkirias y tenía ventaja contra Loki, aunque este aun le daba pelea, Helios luchaba ferozmente contra Sunna y su hermano Mani, Tyr, quien ya había vencido a Ares, luchaba contra Atenea y Heimdall combatía contra la hija de Zeus, Artemisa. 

Aún así, todos fueron calmados, permitiendo a los campeones de cada panteón hablar. 

- ¡¿Qué demonios sucede Heracles?! ¡¡¿Por qué ayudas a estos salvajes?!!- exclama molesto Poseidon. Ese comentario desato discusiones entre los dioses, pero estas fueron calladas por uno de los truenos de Thor.

- ¡Escuchen! En este momento, el gran Odín y su señor Zeus se encuentran en batalla- informa Odinson.

- Detengamos esta locura, qué su pelea decida el resultado de la guerra- algunos dioses suspiraron aliviados por no tener que seguir peleando, más otros se mostraron reacios. 

- Por mi perfecto, todo este problema es de Zeus, yo no tengo nada que ver- dice el dios de los mares.

- Una guerra resuelta con una sola batalla, es algo nuevo- menciona Tyr.

- No puede ser, ¡¿van a perdonar al asesino de Perseo?!- le recrimina Atenea a sus compañeros, más Hércules se le acerca para hablarle.

- Hermana, por mucho que me duela, la mayoría de ellos no sienten nada por el, solo están aquí por ordenes de nuestro padre, y los Aesir solo defienden sus tierras-

- Tu, tu eres el ultimo quien pensaría que dejaría pasar esto-

- Aún no estoy seguro de lo que ocurrió, pero parece que alguien controlo a Perseo y Baldur, haciéndolos pelear contra su voluntad, o algo parecido-

- ¿Y les crees?- respondiendo por su amigo, llega Thor.

- Cuando mi padre regrese podrá explicar todo esto-

- Si regresa- le dice amenazante la diosa.

Volviendo a Niflheimr, Odín retrocede cada vez más y más ante el poder de Zeus, hasta que este usa su otra mano para atacar, sobrepasando la defensa del Aesir y provocandole gran daño. El rey del Olimpo se abalanza contra el, más el rey de Asgard interpone su lanza y desvía el recorrido de Zeus, más este se recompone rápido y le atina un gancho al mentón, elevándolo en el aire y haciéndole perder su arma. Zeus golpea a Odín en el aire repetidas veces, hasta que este logra aterrizar y juntar sus manos con las de él, plantándose en el suelo y ejerciendo fuerza contra su rival, quien hace lo mismo. Por momento Zeus parece tener la ventaja, pero de la boca de Odín surge un susurro y una energía negra cubre su cuerpo, dándole más poder y equilibrando el choque de fuerzas. El daño regresa cuando la magia negra comienza a atacar el cuerpo de Zeus y la electricidad al recorrer el de Odín, pero ambas deidades se separan al atinar un cabezazo al mismo tiempo, retrocediendo.

Nuevamente, Zeus se recupera antes, golpeando con todas sus fuerzas el abdomen de Odín y enviadolo a volar varios kilómetros, siguiéndolo convertido en rayo para así embestirlo y hacerlo atravesar una montaña. Odín aterriza dentro de una cueva, lugar donde vive el único habitante de aquel desolado planeta. Los hermanos se observan con odio, pero el mayor sale del lugar con un gran salto, dejando al menor gritando de ira e impotencia. En el aire, Zeus y Odín lanzan sus puños, impactando el uno contra el otro y generando una nueva onda expansiva, que arrastra todo el polvo de la zona. Durante la caída ambos se castigan brutalmente, conectando puños y patas en el cuerpo del rival, rompiendo huesos y causando hemorragias hasta caer en la tierra. Cayeron separados por unos metros, pero esta vez ambos se tomaron un segundo para respirar, escupiendo sangre y algunos dientes. Ahora Odín se adelanto, pateando las costillas del Olímpico y lanzandole un ataque rúnico a poca distancia, logrando hacerle gritar de agonía. Pero Zeus no se quedo atrás, librándose para así moverse a la velocidad de la luz, acribillando el cuerpo de Odín a super velocidad con sus puños bañados en poder, causando un daño demoledor en el cuerpo nórdico, rematando con un rayo directo de las nubes.

Zeus se alejo un poco para recuperar el aliento, era la primera vez en su vida que se movía a tal velocidad, mientras Odín cayo de rodillas al suelo, respirando agitado, con sangre saliendo de su boca y humo de su quemada piel. Al recuperar el aliento, Zeus genero electricidad en sus manos y camino lentamente hacía Odín, quien mantenía los ojos cerrados con la cara apuntando al cielo.

- Tienes una ultima oportunidad, retírate- dice Odín sin cambiar su postura ni abrir el ojo.

- No estas en posición de amenazar- le dice con una sonrisa victoriosa, lanzadole un rayo para acabar con su vida. Pero tras el gruñido inicial, Odín se levanto sin abrir los ojos, pareciendo como si el rayo no le afectara. Volteo a ver a Zeus, abriendo su ojo para mostrar que este era rojo cual sangre.

- Te lo advertí- dice con una voz aterradora, preocupando al mismo Zeus. Y en un movimiento, imperceptible para el ojo humano, Odín golpeo la mandíbula del dios, enviadolo a volar dos kilómetros y sacudiendo todos sus dientes, rompiendo un par.

- Esto.. no... es... posible- dice Zeus con dificultad recargado en una montaña, sujetando su adolorida mandíbula. En menos de tres segundos, Odín ya estaba en el lugar, y Zeus apenas logro evitar un derechazo directo a su rostro, conectando tres puñetazos en el estomago del Aesir, mismos que no tuvieron efecto. El único ojo sano del dios se fijo sobre el griego, y mostrando una sonrisa aterradora, Odín le lanzo un rayo negro desde su mano izquierda, arrastrando a Zeus por el suelo cientos de metros y estremeciendo el planeta entero. Luego le salto encima, conectando veloces y demoledores golpes que no pudo evitar, teniendo que liberar energía de todo su cuerpo para apartarlo. 

Estando realmente preocupado, Zeus genero copias de si mismo, las cuales se lanzaron contra Odín para atacarlo, pero estas no contaban ni con la mitad del poder del original.

- ¡¿Qué clase de truco barato es este?!- Odín alza su mano y un aura negra consume todo el lugar, destruyendo las copias y empujando al Zeus original. Gungnir regresa a la mano de su dueño y este dispara desde su punta un poderoso ataque de energía. Zeus evita el ataque, pero para su sorpresa este gira e impacta directamente en su espalda, generando una horrible quemadura y derribandolo del aire. Zeus se retuerce de dolor y Odín avanza hacía el lentamente, mientras a varios kilómetros, Jupiter impacta a ambos cuervos contra el suelo, resultando ganadora de su batalla. Afina su vista y nota a su dueño en peligro, volando para ayudarlo, más cae al suelo inconsciente por un hechizo del padre de todo.

Odín conjura varios hechizos, sus brazos se rodean de energía oscura y sus palmas desprenden la misma, atacando a Zeus y generándole el peor dolor de su existencia. Entre su retorcer y sus gritos, Zeus empieza a acumular todo su poder, atrayendo toda la energía eléctrica del planeta, desestabilizando aun más el ya dañado campo magnético del planeta. Pronto, nubes más negras que el carbón se forman en el cielo y de estas cae el rayo más poderoso del que el universo haya sido testigo, impactando el cuerpo de Zeus y liberándolo de su agónica tortura. Odín cierra su ojo para cubrirse de la cegadora luz, sonriendo al abrirlo y notar como Zeus se encuentra de pie.

Ambos se lanzan el uno contra el otro, golpeándose con tal ferocidad que la órbita del planeta se ve increíblemente afectada. Sin campo magnético, la radiación solar y universal atraviesa la atmósfera, bañando los cuerpos de ambas deidades, más estos no se ven afectados en lo más mínimo. Los golpes se tornan brutales, destrozando todo contra lo que impactan, pero más pronto que tarde los de Zeus se debilitan, al mismo tiempo que el, momento que Odín aprovecha para golpear el centro de su pecho con la palma abierta, destrozando todas sus costillas y dejándolo en el suelo, incapaz de seguir peleando, al borde del desmayo.

- Debo admitirlo Zeus, eres impresionante- el ojo de Odín vuelve a la normalidad- Ni siquiera mi hermano Ve fue capaz de llevarme al modo Berserker, eres el primero que logra tal asaña- es lo ultimo que Zeus escucha antes de caer desmayado. 

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