Despertando primero, Taehyung temió un poco al contemplar solo oscuridad a su alrededor, debido a los malos recuerdos que esta evocaba, pero cuando sintió el agradable calor presionando su pecho y un brazo rodeando su cintura, sonrió inmediatamente con el alivio invadiéndole.

La luz de una nublada mañana se filtraba a través de la cortina de la ventana, iluminando un poco la habitación para que no estuviera sumida en la oscuridad que tanto odiaba, pero a pesar de ello, Taehyung necesitaba mucho más.

Dejando de rodear con uno de sus brazos el desnudo cuerpo de su pareja, el pelinegro estiró su mano hacia la pequeña lámpara que estaba a espaldas de Kookie y la encendió logrando que la habitación se iluminara más.

Con eso resuelto, volvió a abrazar a su pareja y subió más las mantas sobre sus cuerpos para cubrirlos del frío de la mañana antes de acurrucarse más junto a su humano.

Jungkook suspiro y acercó más su cabeza a la curvatura del cuello y pecho de Tae, respirando profundamente su aroma y disfrutando de su calor corporal.

—¿Ya es de día? —preguntó somnoliento, entrelazando sus piernas bajo las mantas.

—Sip, ¿y sabes qué es lo mejor de ello? —preguntó felizmente, demasiado animado para ser tan temprano en la mañana.

—No —suspiro absorbiendo como esponja la caricia de su pareja en su nuca.

—Que es sábado y no trabajas —anunció sacando suavemente la cabeza de su pareja de su escondite para besarle la frente y luego sus labios.

—Uhm, lo había olvidado con todo lo de ayer —parpadeó—. ¿Estás bien? —preguntó restregando sus ojos con una mano—. Sé que no es fácil para ti hablar de tu pasado y después de contarle todo a Namjoon te note decaído —expresó preocupado.

—Un poco decaído y cansado —confesó—. Pero está bien, estuviste conmigo todo el camino otra vez y luego cuidaste de mí —aseguró con una pequeña sonrisa.

—Me hubiera gustado que Jin hyung escuchara tu historia igual de tranquilo que hizo Namjoon —expresó con un suspiro.

—Lo hizo —anunció tranquilamente.

—Uhm... ¿Qué? —parpadeó, confundido.

—Él estaba despierto cuando comencé a hablar explicándole a tu otro amigo todo, solo fingía dormir —explicó—. ¿Por qué lo hizo? No lo sé, pero si eso era lo que necesitaba para hacerlo, no lo cuestioné —se encogió de hombros.

Jungkook mordió su labio inferior...

—¿Y crees que estará bien con todo esto? —preguntó preocupado—. Realmente quiero a Namjoon y SeokJin, son unos grandes amigos que han estado a mi lado durante muchos momentos, pero... No puedo simplemente perderte porque ellos no te aceptan —expresó abrazándolo con fuerza.

—Pero yo no podría pedirte que los alejes por mí —murmuró Taehyung.

—No sería necesario que me lo pidieras, yo lo haría sin dudar y sé que para Yoongi hyung es igual... Por como se expresó por Minnie ayer, se ha vuelto su todo como tú para mí —explicó.

—Eso es dulce y... Espera, ¿qué? —exclamó confundiendo a su pareja.

—¿Qué de qué? —preguntó saliendo de su escondite.

—Dijiste algo sobre Yoongi —repitió con entusiasmo, sosteniendo su rostro entre sus manos.

—Oh, sí —asintió leve—. Ayer mientras nos retirábamos del trabajo hablamos de algunas cosas y se expresó de Minnie de una forma que me sorprendió, porque nunca habla así de nadie y lo hizo al igual que yo lo hice y hago contigo —explicó y Taehyung chillo de felicidad.

—Oh Dios, tengo que llamar a Minnie y contarle de esto —exclamó soltando su rostro luego de besarle castamente.

—¿Por qué? ¿De qué me estoy perdiendo? —preguntó Kookie.

—¿No te das cuenta? —preguntó sentándose en la cama—. ¿Cómo Yoongi se siente con Minnie a su alrededor? ¿Mi hermano sintiendo el calor y percibiendo los sabores? ¿No te recuerda a algo?

Frunciendo el ceño de forma pensativa, los ojos de Jungkook se abrieron bien grandes al comprender lo que su pareja le intentaba decir.

—¿Crees que tu hermano...? —preguntó sentándose también en la cama.

—Eso creo, por eso quiero llamarlo para comprobar —asintió sin mirarlo, buscando entre su ropa esparcida entre su cama y el suelo su teléfono celular—. El muy maldito de Minnie me había comentado algo, pero no creía que ya estuviera tan cerca —expresó con entusiasmo.

—Pero Tae...

—Ayúdame a buscar mi celular, Kookie —pidió revolviendo toda la cama en su búsqueda.

—Tae...

—Solo dame un minuto...

—Pero...

Antes de que Taehyung pudiera levantarse de la cama para seguir buscando, la puerta de la habitación fue abierta repentinamente, sobresaltando a la pareja en el interior, y ambos observaron a un Yoongi vistiendo solamente unos pantalones chándal observándoles con terror y... Esperanza.

—Es Jimin —anunció antes de desaparecer.

—¿Por qué no me dijiste que se quedaron aquí anoche? —se quejó Taehyung observando a su pareja con el ceño fruncido.

—Lo intenté, pero no me dejabas hablar —argumentó tirando de las mantas hacia atrás—. Vamos con ellos, o Hyung nos arrastrará sin importarle que estemos desnudos o no —le recordó.

—Cierto, ¡Minnie! —exclamó levantándose de un salto.

—¡Ropa TaeTae! —gruñó Jungkook al observar a su pareja dirigirse a la puerta completamente desnudo.

No le importaba que Yoongi no estuviera interesado de ninguna forma de su Tae, eso no quería decir que su pareja debía de estar mostrando su exquisito cuerpo a nadie más que a él.

—Ah, si, cierto —asintió soltando una pequeña risita avergonzada.

Colocándose su pijama al igual que Jungkook, ambos salieron de la habitación.

—Por fin —gruñó Yoongi, quien había salido al pasillo al ver que tardaban tanto en aparecer.

—¿Cuánto tiempo lleva así? —preguntó Taehyung tras entrar en la habitación y contemplar el pequeño cuerpo de su hermano retorcerse mientras el sudor cubría su cuerpo.

—No mucho —respondió el pelimenta—. Estábamos despiertos, hablando sobre lo de anoche, su historia, y poco después de que el sol saliera, comenzó así —indicó.

—Finalmente lograste que el cambio comenzara —sonrió Taehyung—. Vamos, tenemos que lograr estabilizar la temperatura —anunció—. Por cierto, no debes asustarte cuando su cuerpo comience a crecer como un humano y luego vuelva a ser un muñeco, es normal y lo será hasta que quede en su forma humana —explicó.

—No tendré miedo —prometió Min, acercándose a su pareja—. Ni lo dejaré solo —juró acariciando su rostro.

Y luego de ello, todos se comenzaron a mover con un preocupado Yoongi que no dejaba de observar a su pareja sufrir mientras torpemente intentaba consolarlo.

(***)

Cuando Jimin abrió sus ojos, tuvo que parpadear un par de veces antes de poder enfocar bien la mirada.

En un primer instante, no sintió nada diferente, pero cuando su mirada comenzó a recorrer la habitación, se percató de cómo las cosas... No parecían ser tan grandes como antes.

Entonces, percibió el firme agarre en su mano, y cuando su mirada viajó hacia la izquierda, contempló a su pareja sentado en una silla a su costado, sosteniéndola mientras su frente y cuerpo descansaba contra el colchón de la cama.

—¿Yoonie? —llamó suave, con su garganta seca.

Pero eso fue todo lo que su pareja necesitó para enderezarse y observarlo, por lo que no había estado durmiendo realmente.

—Jimin... —pronunció antes de inclinarse hacia él, uniendo sus labios en un beso dulce y tembloroso—. Realmente estás aquí, volviste conmigo.

El lindo rubio sonrió.

—Te dije que nunca te dejaría —le recordó e intentó incorporarse.

Inmediatamente, Yoongi le ayudó a asentarse en la cama, tocando su... Piel.

Con sorpresa, Jimin finalmente se observó a sí mismo y chilló lleno de alegría tras contemplar su cuerpo de un ser humano y luego contempló por la ventana, encontrando un hermoso sol a través de ella.

—¡Yoonie! —exclamó alegre, observando a su humano.

Yoongi correspondió su sonrisa y se sentó a su lado, sus manos sin poder dejar de tocar cualquier parte de su cuerpo.

—Lo lograste —susurró el pelimenta.

Minnie soltó una risita alegre y tierna.

—Lo logramos —corrigió tomando entre sus manos el rostro de su pareja, cerrando levemente sus ojos para disfrutar de la sensación y la calidez completamente—. ¿Cuánto tardé en cambiar? —preguntó.

—Un día entero —respondió soltando un suspiro de alivio—. Me tenías jodidamente preocupado, pero tanto Jungkook como Taehyung me aseguraron que era normal a pesar de verse tan... Doloroso —le observó.

—Lamento haberte preocupado y que tuvieras que ver algo como eso, Yoonie, pero ahora me tendrás para siempre, ¿no? —le observó con sus lindos ojos azul cielo.

—Te quería para siempre aún siendo un muñeco —gruñó tomando de su delgada cintura para arrastrarlo sobre su regazo.

El hermoso chico rubio volvió a soltar una risita alegre mientras rodeaba con sus brazos el cuello de su pareja.

—Lo sé, es por eso que finalmente logré cambiar —expresó sonriente, besando castamente sus labios.

Pero Yoongi quería más que eso luego de tanta preocupación y sus labios no tardaron en abordar los más rechonchos y suaves, sacándole un suspiro de alegría al pequeño rubio.

Porque a pesar de que Jimin se había transformado en un humano, seguía siendo alguien pequeño y delicado, tan hermoso que necesitaba de sus cuidados y atenciones.

—Vamos, debes de tener hambre —anunció separando sus labios.

—Solo un poco —reconoció—. Pero puedo besarte un poco más antes de comer —sonrió.

—Y yo digo que bajemos a comer ahora con los demás, yo tampoco he comido nada desde ayer —anunció, sabiendo lo que significaba decir eso.

Como suponía, su hermoso rubio chillo enojado.

—No, no, no. Eso no puede ser, Yoonie tiene que comer —anunció saliendo del regazo de su pareja rápidamente, perdiendo el equilibrio en el proceso.

—Minnie —regañó Min ante su torpe chico, sosteniéndolo contra él.

—Lo siento, no es mi culpa, es mi pierna —se excusó observándola con sus cejas fruncidas.

—¿Qué tiene tu pierna? —preguntó preocupado, inmediatamente recostándolo contra la cama.

—¡Yoonie! —exclamó alegremente al sentir a su humano bajarle unos pantalones cortos para revisarle.

Los ojos de Yoongi recorrieron la hermosa piel pálida brillante antes de detenerse en una de las piernas, en la cual una cicatriz recorría todo el muslo formando un círculo.

Era de la pierna que se había roto anteriormente y el reparó.

—¿Duele? —preguntó acariciándola suavemente.

—Nop —aseguró—. Bueno, solo un poquito cuando puse presión en ella y se siente algo raro al caminar, por eso perdí el equilibrio —explicó ante la mirada de su humano.

—Te conseguiré un bastón —anunció volviéndole a subir el pantalón corto cuando el estómago de Jimin retumbó.

Con sorpresa, el lindo rubio llevó sus manos hacia su vientre plano.

—Sonó igual al de Yoonie cuando tiene hambre —exclamó encantado.

Negando con su cabeza, Yoongi tomó a su pareja entre sus brazos, sosteniéndole posesivamente por su dulce trasero.

—Sabes que puedo caminar, ¿no? —preguntó mientras se acurrucaba más contra el cuerpo del pelimenta.

—Pero no es necesario —anunció bajando las escaleras, dirigiéndose a la cocina donde la pareja en el interior exclamó con sorpresa al verles.

—¡Minnie! —chilló Taehyung saltando sobre su asiento al ver a su hermano.

—Hola TaeTae, hola Kookie —saludó agitando su pequeña mano antes de ser depositado suavemente sobre la encimera de la mesa.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Tienes hambre? ¿Quieres un café? ¿O algún medicamento para cualquier dolor? —exclamó Taehyung rebotando.

Jungkook sonrió ante la alegría de su pareja y lo sostuvo entre sus brazos.

—Estoy bien, solo duele un poco mi pierna si me paro, por eso Yoonie me carga —explicó observando a su humano que se había alejado un momento para preparar el desayuno de los dos.

—Es tu pierna... —Taehyung observó donde sabía que estaba la cicatriz de su hermano.

—Estoy bien —aseguró Jimin y  sonrió cuando su pareja volvió a su lado, dejando las cosas sobre la mesa antes de tomar asiento, llevándolo a su regazo.

—Pues si, ambos se ven muy felices —sonrió Jungkook.

Yoongi movió distraídamente su cabeza mientras se encargaba de alimentar a su pareja, quien feliz aceptaba mientras él lo alimentaba al mismo tiempo.

—Aww, son tan dulces en su propio mundo —exclamó Taehyung finalmente tomando asiento al lado de su pareja otra vez.

—Sí, Yoongi hyung se ve muy feliz —asintió—. Ahora, si tan solo Namjoon y Jin pudieran ver lo felices que somos con ustedes... —suspiró.

—En algún momento entenderán —consoló Taehyung, esperando aquello—. Pero bueno, dejemos de lado eso y mejor concentrémonos en celebrar que mi hermano volvió con nosotros —exclamó consiguiendo la atención del bonito rubio.

—Sí, una fiesta, quiero una fiesta —chillo Minnie y observó a su pareja por una aprobación.

—Solo entre nosotros —asintió Yoongi, sintiendo calidez recorrer desde su pecho ante la sonrisa que le brindó su pareja por aceptar aquel simple deseo.

Ah, si, algo realmente estaba mal con él ante los sentimientos que despertó aquel simple acto, pero no le importaba.

Jimin estaba con él después de todo, y eso era todo lo que le interesaba a Yoongi.