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Capítulo 00:11


—Así que... ¿Tus amigos me quieren conocer? —preguntó Taehyung observando la Tv en busca de una buena película.

—Sí, o al menos eso me dijo ayer que Jin hyung —respondió Jungkook desde la cocina, preparando unas palomitas además de sándwiches.

—Uhm... No lo sé —pronunció distraído.

—¿Por qué? —preguntó saliendo de la cocina para observarle—. Todavía no les perdonas lo que te hicieron ¿cierto?

—No es eso —negó el pelinegro.

—¿Entonces?

—Si les hablaste de mí como una persona, entonces obviamente esperan conocer a una —señala su pequeño cuerpo delicado—. No a un muñeco.

—Pero... —Jungkook guardó silencio cuando el reloj de la sala marcó las doce.

Maravillado, el castaño contempló asombrado el cambio de su muñeco a un humano.

No importaba cuántas veces lo viera, a Jungkook le seguía sorprendiendo tanto como la primera vez.

—Por eso tenemos que decirles que los veremos en un bar, así no se extrañarán si llegamos después de las doce que sería cuando ya has cambiado —ideó.

—¿Qué es un bar? —pregunto Taehyung observándolo con aquellos hermosos ojos.

—Es... Ya sabes, donde las personas se juntan para bailar y beber un poco, para divertirse —respondió y volvió a la cocina al recordar las palomitas.

Arrugando su nariz ante la descripción, Taehyung se levantó del sofá y siguió al castaño.

—¿Un bar? —repitió.

—Sí —asintió—. Pero tendrías que ponerte algo de mi ropa para salir a cualquier parte —señalo y le dio una rápida mirada a la vestimenta al contrario.

—No creo que sea buena idea —anunció cruzando los brazos sobre su pecho.

—¿Por qué? —pregunto solo recién dándose cuenta de lo emocionado que estaba con que sus amigos conocieran a su Taehyung.

—Bebé, ¿estás seguro de que estás listo para ir a un lugar llenos de personas? —cuestionó alzando una ceja.

—Ugh... —pronunció al pensar un poco en ello—. Tal vez... —mintió.

Taehyung suspiro y se acercó al castaño, abrazándolo por detrás.

—Kookie, los dos sabemos que estás mejorando, pero no abuses de ello —pronunció besando su mejilla—. Vamos de manera lenta, no quiero que vuelvas a recaer.

—Está bien —aceptó luego de pensarlo mejor—. ¿Entonces qué le digo en caso de que me vuelva a preguntar?

—Mm... ¿No habías dicho algo de que Namjoon y Yoongi se quedarían hasta tarde arreglando un auto? —recordó mientras recargaba su mentón en el hombro del castaño.

—Si, es mañana —asintió disfrutando del cuerpo detrás de él, realmente era reconfortante.

Le gustaba el Taehyung muñeco, tanto como la versión humana, pero tenía que admitir que como humano, había más beneficios, como el que le abrazara, por ejemplo.

—Entonces quédate y yo te iré a buscar —propuso a lo que inmediatamente Jungkook se tensó—. ¿No te gusta mi idea? —pregunto Taehyung.

—No es eso —negó apagando la cocina una vez las palomitas estuvieron listas.

Dándose media vuelta, rodeó con sus brazos el cuerpo de Taehyung y escondió su cabeza en su cuello.

—Pero nunca has salido solo, tengo miedo de que algo te pase estando afuera —confesó estremeciéndose de solo pensarlo.

No... El simplemente no podría soportar otra pérdida, y mucho menos la de Taehyung.

—Hey, estaré bien —prometió alzando una de sus manos para acariciar el cabello castaño—. Saldré con mi cuerpo humano, es más resistente que la porcelana —le recordó.

—No quiero que nada te pase —susurro casi en un gemido.

Suspirando, el pelinegro sonrió y besó la sien de su humano.

—¿Y así me decías de ir a un bar? —se burló de manera suave.

—No es lo mismo —se quejó en voz baja.

—¿Y eso por qué? —preguntó divertido.

—Porque saldríamos los dos juntos, no estarías solo en las calles —explicó.

—De acuerdo, pensaremos en ello después —anunció con simpleza, rompiendo el abrazo y cogiendo el plato con los sándwiches.

—¿Puedes comer? —pregunto Jungkook dejando las palomitas en un recipiente antes de seguir al contrario a la sala de estar.

—No siento la necesidad, pero puedo hacerlo si quiero, al menos en esta forma —explicó tomando asiento—. O eso creo...

Después de todo, Jungkook era el primer humano que lo trataba como a cualquier otra persona normal.

—Eso es... —torció sus labios.

—Recuerda que no soy un humano real —le recordó rodeando sus hombros con su brazo una vez se sentó a su lado.

—Yo te veo como alguien real —respondió sintiendo como emanaba calor del cuerpo contrario, uno cálido y reconfortante.

—Por eso tú eres especial —dijo observándolo fijamente—. Recuerda que tienes que pedirle a tu amigo Yoongi lo que le prestaste —cambio de tema.

—¿El pegamento? ¿Por qué? ¿Te lastimaste en algún otro lado? —cuestionó preocupado.

—No me he lastimado, pero nunca está demás tenerlo en caso de emergencia —respondió observando la Tv—. ¿Te gusta esta película? —preguntó.

—Sí —respondió el castaño, pero realmente no estaba observando la tv, en verdad estaba contemplando al apuesto hombre a su lado.

Cuando la película iba más de mitad, Jungkook bostezo y se acurrucó más al lado de Taehyung, disfrutando de la compañía.

Levantarse temprano y dormirse tarde le estaba cobrando a su cuerpo.

—Ya es tarde, ¿no quieres ir a dormir? —propuso.

—No —negó apenas manteniendo sus ojos abiertos—. Quiero pasar más tiempo contigo —se quejó.

—Bebé, ya pasan las dos de la madrugada y estás cansado —indicó arrastrándolo a su regazo—. Mañana también trabajas —le recordó.

—Duerme conmigo —pidió luego de unos minutos que realmente, se había quedado dormido.

—Y en qué otra parte que no fuera a tu lado dormiría, bebé —respondió apagando la Tv y tomando el cuerpo de su dueño entre sus brazos mientras se levantaba.

Dirigiéndose a la habitación, Taehyung tiro de las mantas hacia atrás y acomodo el delicado cuerpo de su humano en ella para luego recostarse a su lado.

Volviendo a atraerlo a sus brazos, subió la manta y escuchó atentamente la suave y constante respiración de Jungkook.

Realmente, mañana esperaba darle una sorpresa al aparecer.

(***)

—Te dije que no era necesario que te quedaras —pronunció Namjoon al contemplar como Jungkook revisaba la hora por tercera vez.

—No, está bien —negó volviendo a observar el auto en el que trabajaban.

—¿Esperas a alguien o alguien te espera en casa? —cuestionó con curiosidad Namjoon.

—¿Y si mejor dejan de hablar y mejor me pasan la llave que pedí? —pidió Yoongi con tono seco.

Ambos torcieron sus labios al no haberle escuchado, rápidamente Jungkook se adelantó y tomó la llave pedida, entregándosela.

—¿Ocurrió algo, Hyung? —pregunto en voz baja.

—¿Por qué? —respondió algo arisco.

—Tu humor es peor que nunca y tienes ojeras —señaló e instintivamente sus ojos vagaron a la muñeca del mayor, la cual estaba cubierta por la ropa.

Cuando sus ojos se volvieron a encontrar con los del pelimenta, Yoongi tenía una ceja arqueada.

—Yo... Lo siento —murmuró culpable.

Suspirando, el contrario finalmente negó con su cabeza.

—Está bien, solo... No he dormido bien —respondió volviendo a trabajar en el auto.

—Tus ojeras son más notorias que antes —indico sin poder evitarlo.

—Solo... Déjalo, Jungkook —pidió apenas conteniéndose de decirle algo hiriente al menor.

El castaño ya estaba pasando por lo suficiente como para que le dijera algo y jodiera el reciente buen ánimo del menor, arruinando su progreso.

Uno del cual tal vez, estaba un poco celoso.

Apretando sus labios, Jungkook finalmente comprendió que estaba siendo molesto y guardó silencio.

Por un minuto odiándose por haber hecho lo mismo que los demás hacían con él, a pesar de que lo odiaba tanto.

Solo estaba... Preocupado.

Lo cual algo irónico siendo que él aún no estaba del todo bien, pero había progresado aunque fuera solo un poco y todo gracias a una sola persona, o un muñeco, solo a su Taehyung.

El resto del tiempo Jungkook se concentró en trabajar también para terminar rápidamente, sin preocuparse en comprobar la hora nuevamente.

—Enciéndelo —ordenó Yoongi bajando el capó del auto.

Jungkook giró la llave y sonrió orgulloso cuando el motor cobró vida a la primera, rugiendo en su primer grito de vida luego de un largo tiempo varado.

Los otros dos mayores sonrieron ante ello y chocaron las manos, por fin relajando su cuerpo ahora que habían terminado el tan pedido automóvil.

Sonriendo, Namjoon le pidió al menor con señas que apagara el auto luego de que este se viera tan entusiasmado en hacerlo rugir.

Sacando de su bolsillo trasero un trapo, limpio sus sucias manos y finalmente, sus ojos repararon en un apuesto hombre en la entrada del taller.

—¡Lo siento! ¡Cerramos hace horas! —gritó tratando de escucharse con el ruidoso motor de fondo.

El extraño pelinegro sonrió y le cerró un ojo, señalando el auto, o mejor dicho específicamente a la persona detrás del volante.

Alzando una ceja, Namjoon se acercó a la puerta del viejo Mustang, golpeando suavemente con sus nudillos la ventana.

Solo entonces, Jungkook apagó el motor y se bajó con una gran sonrisa.

—El motor se siente increíble —comentó con emoción verdadera.

—Creo que alguien te busca —indicó señalando con su mentón hacia el desconocido.

Girando, Jungkook abrió de más sus ojos al contemplar a su Taehyung en el otro extremo del taller, vestido con su ropa.

—Hey, bebé —saludo con su sexy sonrisa.

—Taehyung —jadeó y sin darle tiempo a sus amigos de preguntarle al respecto, corrió hacia el pelinegro para abrazarlo.

Contemplando la escena, Namjoon frunció el ceño y observó a Yoongi cuando este llegó a su lado ya con su cambio de ropa y su mochila sobre su espalda.

—¿Sabes quién es ese? —preguntó señalándolos.

—La pareja de Kook —respondió encogiéndose de hombros.

—No me dijo nada —exclamó confundido.

—A mí si —respondió con una sonrisa ladina—. Ocurrió en ese tiempo que se alejó de ustedes por invadir su departamento —explicó—. Parece que el chico le hace bien, así que ten cuidado con lo que dices si no quieres que Jungkook se vuelva a alejar —advirtió.

—¿Es así de importante? —preguntó entre confundido y desconfiado ante el nuevo hombre.

—Pregúntale —respondió simplemente antes de alejarse, pasando por al lado de la supuesta pareja y saliendo del taller luego de despedirse con un simple movimiento de cabeza.

—¿Seguro de que estás bien? —alcanzó a escuchar Namjoon mientras se acercaba.

—Ya te dije que sí, bebé —respondió con tranquilidad el contrario, tocando con suavidad la mejilla del castaño.

Cuando percibió que una persona estaba frente a ellos, volvió a sonreír mostrando sus perfectos dientes.

—¿Quién es esta persona, Kookie? —preguntó—. ¿Uno de tus amigos?

Sonrojándose, Jungkook se dio vuelta sin siquiera intentar escapar de los brazos que rodeaban su cintura, observando a un sorprendido Namjoon.

—Taehyung, él es Namjoon, uno de mis amigos más cercanos —presentó—. Hyung, él es Taehyung... Mi pareja.

—Un gusto —pronunció el alto, alzando su sucia mano.

—Igualmente —respondió y tomó la mano del contrario sin importarle aquello.

—¿Y hace cuánto están saliendo? —preguntó curioso, soltando la fría mano del pelinegro.

Jungkook mordió su labio inferior y observó a Taehyung, esperando que este respondiera.

—No hace mucho a decir verdad —respondió el pelinegro—. Esto es algo nuevo para los dos, es cierto que tal vez no nos conocemos desde hace mucho pero la conexión entre los dos estuvo desde el instante en que nuestros ojos se encontraron.

—Es verdad —asintió Jungkook, recordando aquel momento en el ático.

La conexión que había sentido había sido intensa e innegable.

—Eso... ¿Significa entonces que te estaré viendo más seguido? —pregunto sintiendo que había visto en otra parte al pelinegro, pero sin recordar dónde.

—Durante el día sería difícil debido a mi trabajo pero en la tarde no hay problema —aseguró—. Ahora, si nos disculpas, tengo que llevar a este bebé a comer porque estoy seguro de que no ha comido nada desde el almuerzo —dijo a modo de despedida.

—Sí comí —se quejó el castaño para sorpresa de su amigo.

—Esa barras energéticas que encontré en tu mochila no cuentan —rodó sus ojos expertamente.

—Pero son comida, tú lo dijiste —refunfuño.

—Sí, y ahora que tu cuerpo te vuelve a exigir comida debes de responderle bien —argumento y golpeó suavemente el trasero del castaño—. Ve por tus cosas.

Con un leve sonrojo, Jungkook se retiró en silencio, obedeciendo al pelinegro.

—Tú ayudaste para que volviera a comer —indico algo sorprendido Namjoon.

—La comida es lo principal para todo humano, no podía permitir que se enfermara por ello —respondió sin mirarlo, sus ojos fijos por el camino por el cual se había retirado su pareja.

—Bueno... Por favor, sigue cuidándolo —pidió y aquellos sorprendentes ojos azul cielo, volvieron a posarse sobre él por un segundo.

—Siempre —respondió y sus ojos parecieron iluminarse cuando Jungkook volvió a aparecer con su cambio de ropa y su mochila.

—Adiós hyung, nos vemos el lunes —se despidió Jungkook una vez volvió con ellos.

—Adiós Namjoon, un gusto conocerte —se despidió Taehyung quitándole la mochila a Jungkook antes de tomar su mano y entrelazar sus dedos.

—Adiós —respondió observando cómo ambos se retiraban del taller.

Al día siguiente tendría que contarle a su pareja que había conocido a la pareja Jungkook.


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