Capítulo 00:10
Jungkook plantó una pequeña y falsa sonrisa en su rostro que realmente no llegaba a sus ojos mientras escuchaba las palabras del hombre frente a él, internamente deseando desesperadamente que cerrara su estúpida boca.
—En fin —dijo finalmente el hombre—. Solo puedo decir que tu abuelo fue un gran hombre y no debió de irse de aquella forma, aún tenía cosas por las cuales vivir —pronunció e instintivamente, Jungkook retrocedió un paso como si le hubieran golpeado.
Murió por su culpa, su abuelo había muerto por responsabilidad de él.
Eres era un asesino.
—¿Kookie? —pronunció el hombre ante el extenso silencio del menor.
—No... No es nada —mintió y sacudió su cabeza intentando quitar esa maldita voz de su cabeza.
No estaba en su departamento para que Taehyung le consolara y ahogara esa voz, no. Se encontraba en su trabajo, tenía que ser fuerte y fingir estar bien aun cuando no lo estaba como se lo había propuesto su muñeco.
—Gracias por sus palabras —volvió a sonreír de forma falsa, ignorando duramente sus pensamientos culpables.
—No es nada, muchacho —anunció como si sus palabras no hubieran vuelto a atormentar al joven chico frente a él, arruinándole completamente toda la tarde—. Yo...
—¿Ya ha cancelado? —pregunto Jungkook, cortando cualquier otra cosa que el hombre quisiera decir.
—Eh... Sí —asintió—. Ya he cancelado.
—Aquí están sus llaves entonces, solo era un problema con la batería y le arregle las luces traseras, ya que no se encendían —explicó brevemente.
—Gracias muchacho —sonrió tomando las llaves, dirigiéndose hacia su auto color rojo.
Sacudiendo su mano mientras el hombre se retiraba, Jungkook borró su sonrisa y se dirigió al área de descanso que estaba al lado del taller, en el otro extremo de la oficina del jefe.
La habitación, estaba equipada con una pequeña cocina para preparar su comida en caso que no la llevaran, la mesa en la cual comían y sofás para sentarse a dormir un momento si se quedaban a trabajar hasta tarde.
Dejándose caer en uno de los sofás, suspiro mientras recargaba sus codos en sus piernas y atrapaba su cabeza entre sus manos.
—¿Cómo puedes hacer esto, hyung? —preguntó con voz ahogada.
Yoongi arrugó su nariz y movió su gorro para que cubriera más sus ojos mientras volvía a cruzar sus brazos sobre su pecho.
—¿Qué cosa? —respondió con voz aburrida.
—Fingir estar bien todo el tiempo, soportar las palabras de falso consuelo de los contrarios solo para sentirse mejor con ellos mismos —respondió.
—... Es cosa de ignorar y acostumbrarse —respondió finalmente.
Yoongi frunció el ceño cuando escuchó que la respiración del menor se volvía rápida.
Quitándose el gorro, maldito por lo bajo al contemplar al castaño tener una crisis.
—Baja más la cabeza y respira lentamente, Jungkook —instruyó sentándose bien.
—No... No puedo —respondió apenas, con su voz inestable—. Yo... Taehyung... —balbuceo.
—¿Qué? —respondió confundido.
—Llamar... Taehyung —balbuceo otra vez, alzando su cabeza para observarle desesperado.
Yoongi frunció el ceño y sacó su teléfono móvil para ser arrebatado enseguida de sus manos.
Con sus manos temblorosas, Jungkook marcó su propio número y llevó contra su oreja el aparato.
—TaeTae —gimió en cuanto le contestaron.
—Oh bebé, ¿qué sucedió, Kookie? —preguntó Taehyung con su voz gruesa y relajante, enviando ondas de calma a través de ellas.
—No puedo... Ellos no lo entienden —respondió agitado.
—Jungkook, quiero que en este momento bajes tu cabeza y regules tu respiración según yo te diga —ordenó al percibir el estado de su humano—. ¿Hiciste lo que te dije, kookie? —preguntó.
—Sí, lo he hecho —respondió luego de hacer exactamente aquello que momentos atrás Min le había pedido hacer.
—Bien, ahora respira profundamente por tu nariz —pidió escuchando atento como el humano obedecía—. Ahora exhala por tu boca —ordenó.
Jungkook siguió con ello por varios minutos, inhalando y exhalando cuando se lo ordenaban, hasta que su respiración volvió a ser constante y normal.
—¿Mejor? —pregunto con voz preocupada Taehyung.
—Sí, mejor —respondió volviendo sentarse bien, solo entonces notando que Yoongi no estaba en la habitación.
—¿Qué sucedió, bebé?
—Un amigo de mi abuelo vino para que le revisara su auto, indirectamente me dijo que es mí culpa su muerte —explicó mordiendo su labio inferior.
Al menos él así se había tomado aquellas palabras.
—Ambos sabemos que no es tu culpa, Kookie —respondió con voz suave Taehyung.
—Pero yo...
—Pero tu nada —interrumpió—. Si aún no puedes creer en ello, entonces confía en mí cuando te digo que no es tu culpa —anunció con firmeza—. Porque con el poco tiempo que llevamos juntos, he descubierto qué clase de hombre eres, Jeon Jungkook.
—¿Qué clase de hombre? —preguntó curioso, sin poder detenerse.
Taehyung sonrió mientras seguía observando las fotos de su humano en aquel libro extraño en el cual habían demasiadas en diferentes momentos de su vida.
—Una persona amorosa —pronunció al observar una foto donde abrazaba a quien creía era sus padres y otra a sus abuelos—. Un joven chico que le gusta el deporte y se divierte viendo películas de ciencia ficción.
—Hey, dijiste que también te gustaban —replicó haciendo involuntariamente un puchero.
—Lo hacen, pero disfrutó más viéndote a ti —respondió—. También eres una persona demasiado buena para su propio bien —añadió.
—¿Y cómo sabes eso? —preguntó arqueando una ceja.
—Lo supe desde el momento en que me encontraste abandonado arriba y me llevaste contigo, cuando a pesar de que aún no mostraba mi verdadera naturaleza, te preocupaste por mí tanto como lo haces ahora —anunció y se quedó observando una foto en especial donde salía un pequeño Jungkook comiendo galletas.
—Waow —pronunció con una pequeña y sincera sonrisa de labios.
—Entonces... ¿Cómo ha ido tu tercer día de trabajo sin contar esta pequeña recaída? —preguntó pasando sus pequeños dedos por la fotografía, acariciando el rostro infantil.
—Uhm... Bien, creo —respondió rascando su nuca.
Ya llevaba tres días trabajando y en cada uno de ellos, había llamado a Taehyung al menos una o dos veces durante el día. Todo dependía con quién se encontraba realmente, como hace un momento atrás.
—¿Y la pareja acosadora todavía no te han molestado? —preguntó curioso.
—Me han estado observando pero no, aún no se han acercado a hablarme —contestó y suspiro.
Era un poco estresante sentir la mirada de ambos sobre él durante todo el almuerzo que era cuando estaban juntos, y luego a Namjoon todo el resto del día, desde que llegaba hasta que se iba.
—Entonces, tal vez ya es hora de que hablen y les muestres que estás bien —propuso.
—Pero no lo estoy —murmuró decaído.
—No, pero lo estarás —anuncio seguro—. Conmigo a tu lado superadas cualquier dificultad, solo confía en mí.
—Confío en ti —respondió inmediatamente Jungkook.
—Y yo en ti —contestó un sonriente Taehyung—. Ahora, bebé, es hora de que vuelvas a trabajar —le recordó—. Ya falta poco para que vuelvas a casa, aguanta un poco más.
—Está bien, nos vemos después TaeTae —se despidió y cortó la llamada una vez que el contrario se lo ordenó.
De lo contrario, se hubiese mantenido hablando aunque sea de tonterías para seguir escuchando la calmante voz de su Taehyung.
—¿Quién es Taehyung? —preguntó Yoongi, sobresaltando al menor que no se había percatado de cuando había vuelto.
—¡Mierda! Hyung —exclamó llevando una mano contra su pecho—. ¿Cuándo volviste?
—Recién, hace unos momentos ¿qué importa? —respondió con un encogimiento de hombros—. ¿Es ese tal Taehyung la pareja que mencionaste aquel día? —curioseo.
—Uhm... Sí, es él —respondió y una pequeña sonrisa de labios creció en su rostro, emocionado por hablarle a otra persona sobre Taehyung.
—¿Cómo es posible...? —frunció el ceño sin poder terminar la pregunta.
—¿Qué cosa?
—Nada —respondió negando con su cabeza—. Mencionaste que Jin te había regalado algo que sirvió para arreglar a tu muñeco —comentó.
—Sí, una especie de pegamento —recordó.
Después de todo, gracias a esa cosa Taehyung pudo cambiar a su otra forma.
—¿Me lo prestas? —pidió—. Rompí una de las figurillas de Namjoon y pronto se dará cuenta de que no está —confeso arrugando su nariz.
—¿Cómo la rompiste, Hyung? —pregunto curioso y tal vez algo divertido.
—Era nueva así que me la estaba mostrando, el tonto se equivocó y la guardo en mi mochila en vez de la suya así que, cuando llegué a mi casa y la lancé al suelo... —subió sus hombros, no era necesario decir lo demás.
Jungkook torció sus labios al imaginarse el estado de su amigo cuando se enterase.
—Puedes venir por ella a mi departamento cuando terminemos aquí.
Yoongi asintió con su cabeza y se le quedó observando fijamente en silencio.
—¿Qué? —preguntó el menor.
—Me da curiosidad saber qué hizo o te dijo ese tal Taehyung para que ahora estés tan tranquilo —respondió sincero, internamente, aunque lo negase, deseando tener en su vida una persona así de importante e influyente.
Una que al igual que Jungkook, pudiera sacarlo de aquella oscuridad, o tal vez... Caer con él.
—No lo sé, pero no estaría ahora si no fuera por él —respondió honesto, levantándose del sofá—. Volveré a trabajar para que puedas seguir descansando. Ayer te quedaste aquí para poder terminar el auto, ¿cierto?
Yoongi asintió con su cabeza y se volvió a sentar en el sofá para dormitar unos minutos más, dormir no era realmente una opción desde hace mucho tiempo.
Viendo a su amigo volver a cubrirse sus ojos con la gorra, Jungkook salió en silencio de la habitación, encontrándose de frente con Jin.
—Koo... Jungkook —pronunció torciendo sus labios—. ¿Puedo hablar contigo por unos minutos? —pidió.
—No lo sé, tengo que seguir trabajando —respondió evitando los ojos preocupados del mayor.
—Solo unos minutos —rogó—. Necesito... Quiero disculparme sinceramente por lo que hicimos mi pareja y yo —suplicó.
Apretando sus labios al recordar lo que estos le habían hecho a su muñeco, suspiró intentando calmarse y recordó las palabras de Taehyung.
Tenía que hacer creer a los demás que estaba bien para que le dejaran en paz.
—Está bien, solo unos minutos —accedió—. Pero no aquí, Yoongi hyung está intentando dormir —negó cuando el contrario estiró su mano intentando abrir la puerta.
—Gracias —sonrió realmente agradecido, tomando su mano lo guio a la entrada del taller—. Namjoon está hablado con su padre en su oficina así que no te echara de menos.
—De hecho, ahora estaba ayudando a Yoongi —pronunció—. Su auto tenía más problemas y el período para entregarlo era más corto —explicó ante la mirada del contrario.
—Oh, está bien —asintió y le observó nervioso—. Mira yo... Yo lo lamento profundamente —anuncio observando el suelo—. Tú nos estabas sacando de tu vida en un momento tan difícil que admito que me dolió un poco, luego te encerraste y te comenzaste a hundir en silencio sin pedir ayuda... Estaba preocupado por ti.
—Pero lo que hicieron...
—Estuvo mal, lo sé —interrumpió dándole toda la razón—. Pero en ese momento no estaba pensando racionalmente, estaba preocupado de que pudieras haber vuelto al alcohol y simplemente no lo pensé y arrastre a mi pareja en ello.
—Me dolió lo que hicieron, Jin hyung —murmuró.
—Lo sé, y lo lamento. Debí de haber creído en ti cuando dijiste que lo habías dejado pero... Cuando tus padres fallecieron te costo tanto en verdad hacerlo y...
—Y también mentí en ese entonces diciendo que lo había dejado —terminó y suspiro.
Era comprensible de alguna forma.
—No es que yo te esté dudando ah-...
—Ya, hyung —interrumpió—. Está bien, dejémoslo así —pidió.
—¿En serio? —preguntó inseguro.
—Mientras no te vuelvas a meter otra vez a la fuerza a mi vida e interrumpir sin permiso en mi departamento, está bien —aceptó.
—¿Seguro de que estás bien? —insistió.
—Mientras Taehyung esté a mi lado estaré bien —asintió.
—¿Taehyung? —preguntó curioso.
—Es mi pareja —anunció con orgullo, una pequeña sonrisa creció de entre sus labios otra vez al recordar a su muñeco.
—Oh, tu pareja... —exclamó inseguro—. ¿Es con quien estuviste hablando por teléfono durante estos días?
—Sí, es él —asintió con emoción.
—Me gustaría poder conocerlo entonces.
—Podría preguntarle cuando es un buen día —respondió y observó al interior del taller cuando Namjoon salió de la oficina a la misma vez que Yoongi de la sala de descanso—. Y ya debo volver a trabajar, hablamos después —se despidió alejándose.
Jin quería conocer a Taehyung.
Pensar en eso lo emocionaba al igual como el haber arreglado las cosas con su amigo.
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