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Capítulo 25 - Si fuera Nico, ¿Qué haría?



Zero.

Las horas pasan y estoy igual de frustrado y cabreado con todo lo que paso entre Jake y yo, esa jodida chica me va a volver loco, no entiendo cómo es que alguien como ella puede generarme tanta calma, tanto bienestar y al mismo tiempo desesperarme tanto.

Doy un largo trago a mi cuarta cerveza y la dejo una vez más sobre la barra, mientras me fijo en las largas piernas de la chica que se encuentra del otro lado atendiendo a un sujeto varios puestos más allá. Suspiro una vez más mientras ella vuelve a darme una sonrisa pícara, está coqueteando conmigo desde que llegue y por culpa de la jodida niñata no he podido hacer nada más.

— ¿te sirvo otra? — pregunta poniéndose frente a mí, remoja sus labios con su lengua antes de sonreír.

— No, ya me voy — termino la cerveza y dejo el pago sobre la barra al igual que una propina.

La decepción en su rostro es palpable, pero tristemente no puedo pensar en otra cosa que no sea en Jake. Salgo del bar dispuesto en volver a casa pero me lo pienso mejor, hacer eso es enfrentarme a Kyle y su interrogatorio y la verdad ahorita no quiero hablar con nadie.

Suspiro una vez más, porque en momentos como este Nico siempre sabía exactamente qué decir, entro al auto y permanezco sentado allí sin saber muy bien lo que voy hacer, así que lo enciendo, cuando estoy por arrancar decido quedarme justo allí, me recuesto del espaldar y cierro mis ojos.

Necesito decidir qué coño voy hacer con ella, conmigo y con toda esta mierda que estoy sintiendo. Poco a poco las horas pasan y aun permanezco en el auto meditando que hacer, me remuevo en el asiento frustrado porque por más vueltas que le doy no logro llegar a una respuesta clara.

— ¿Qué me dirías tu hermano? — murmuro después de unas tres horas solo en el auto.

Sé que Nico sabría qué hacer en una situación como esta, era bueno con los sentimientos y expresando sus emociones, yo soy una mierda en esto y la verdad no sé qué es lo que siento cuando Brooklyn está cerca de mí.

— ¿Qué coño harías tú en mi lugar Nico? — murmuro mirando el techo del auto.

Cierro mis ojos y me proyecto en muchos de los recuerdos que tengo junto a mi gemelo, muchas de esas noches de insomnio en las que no podíamos dormir, yo porque alguna letra no salía y el simplemente por hacerme compañía.

Sonrió de lado, al verlo en el recuerdo, sentado junto a mi cama con uno de sus libros de arquitectura, leyendo sobre esos enormes edificios que tanto le fascinaban. Nico realmente fue el mejor hermano del mundo, nunca me dejo solo, nunca me permitió sentirme solo ni siquiera cuando creía que todo era demasiado grande para mí.

Si Nico estuviera aquí muy posiblemente me diría que la he cagado como nadie, porque absolutamente nadie por muy basura que sea ese alguien merece ser tratado como lo hice con ella hace algunas horas, ni si quiere le di una jodida explicación del porqué de mi cabreo.

Mi gemelo seguramente ya me habría arrojado cualquier cosa y me habría dicho que soy el más grande idiota y que debo disculparme e intentarlo de nuevo, que debo ser sincero y explicarle lo que me pasa. Si eso me diría Nico, sonrió de lado al llegar a la respuesta de la puta pregunta que no me ha dejado en paz desde que me separe de ella. ¿Qué coño hago con esto que siento y con ella?

Una vez tengo mi respuesta abro los ojos y rio suavemente, como dije mi gemelo nunca me ha dejado solo, incluso aun cuando no está siempre sabe cómo dar con la jodida respuesta.

Enciendo el auto y conduzco de regreso a casa, faltan solo un par de horas para que amanezca así que podre ir a casa ducharme, regresar a la universidad para saber a qué hora es la primera clase de Jake y encontrarla antes para hablar.

Una vez en casa, el departamento está a oscuras, enciendo algunas luces solo por costumbre y camino hasta la cocina donde veo una nota con la letra de Kyle.

"No te olvides del compromiso de las pinturas, espero hayas resuelto todo con Brooklyn, deje comida para ti en el refri, estaré en casa de mi padres, mama quiere organizar alguna de esas cosas que ama hacer y me pidió que la ayudara, nos vemos en la uní"

Abro el refri en busca de la comida que menciona y sonrió de lado al ver la pizza, saco la caja y tomo un par de trozos los coloco en un plato y los meto al micro. Mientras se calientan subo a mi habitación para darme una ducha rápida.

Una vez estoy completamente listo, desayuno y termino de recoger mis cosas para ir al campus y averiguar el horario de Jake. Conseguirlo no se me hará tan complicado, conozco mucha gente en el campus, bueno muchas chicas y se de varias que estudian con ella y con Sara.

Los minutos pasan y estoy nervioso hasta la mierda con lo que voy hacer, después de llegar al campus demore un poco más de lo planeado porque resulta que la chica que conseguí no era exactamente la más amable y desinteresada del mundo, así que por saber el horario tuve que hacer una jugada sucia.

Al menos puedo decir que tuve un beneficio extra por buscar el jodido horario, una mamada tempranera es más de lo que podría pedir cualquier día de la semana. Tomo el teléfono y reviso la hora, 7:45 algo me dice que Jake es de esas chicas que les gusta estar incluso antes del profesor en el aula, por lo que estoy seguro que el mejor lugar para abordarla es justo ahora saliendo de su casa.

Desciendo del auto y me acomodo junto a este revisando las redes, mientras espero, pasan algunos minutos hasta que finalmente por cosas del destino elevo los ojos y la veo caminar unos cuantos pasos lejos de mí, me pierdo unos instantes en la forma en que camina y como se ve de hermosa solo con ese jean, la blusa holgada y esos vans. Sonrió de lado y la llamo.

— Ahoi capitán Jake — digo en tono burlón tratando de romper el hielo y la tensión que podría haber entre nosotros por lo de ayer.

Pero me ignora olímpicamente y no sé si lo está haciendo apropósito o si realmente no me escucho, por lo que vuelvo a llamarla echando andar hacia ella.

— Jake, hey te estoy hablando — que me ignore como lo está haciendo solo me irrita — espera — la tomo del brazo y la giro con brusquedad, quizás no debía hacer eso.

Sus ojos me ven con tensión, es claro que sabía que estaba aquí y que me ignoro apropósito, saber eso remueve algo en mi pecho y me cabrea.

— ¿Qué es lo que quieres Evans? — dice con rabia quitándose un auricular y comprendo que aunque me haya visto no me escucho cuando la llame.

Pero sigue allí la irritación porque sabía que estaba aquí y pasó de mí completamente. Respiro profundo tratando de controlarme y no soltar algún comentario que mande a la mierda toda mucho antes de iniciar.

— ¿podemos hablar? — susurro mirándola a los ojos, ella se cruza de brazos y suelta en tono... ¿divertido?

— ¿eres bipolar verdad? — no puedo evitar sonreír porque justamente así me siento cuando ella anda cerca con sus jodidos, enormes y expresivos ojos cafés mirándome con intensidad.

— Solo cuando tu estas cerca — al escucharme bufa exasperada y se gira sin darme oportunidad de hablar — escucha Jake — comienzo tratando de sonar más amable de lo que nunca en mi vida he soñado con una chica, pero se gira con rapidez y me espeta cabreada

— no me digas así con un demonio me llamo Brooklyn, ¿es muy difícil entenderlo? — mis cejas se elevan algo sorprendido por su arrebato y después el bipolar soy yo.

Muerdo mi lengua y evito por todos los medios no soltar lo que estoy pensando porque es obvio que si lo hago terminaremos como siempre en una puta discusión que no nos llevara a nada y si quiero arreglar las cosas y comprender qué coño me pasa con ella debo relajarme.

— Si, como te decía — ella me ve mal al darse cuenta que intento ignorar su pregunta y tropieza conmigo antes de continuar andando, justo cuando su cuerpo toca el mío una corriente eléctrica me recorre haciéndome duda de mi cordura.

Respiro profundo una vez más, cierro los ojos y veo esos aprensivos ojos de mi gemelo mirándome y sonrió negando con la cabeza y sin más lo suelto.

— Brook lo siento, en serio siento lo de ayer — cuando me giro ella está de pie a un par de pasos de mí, pero no se voltea solo está allí de pie, me giro y echo andar hacia ella cuando estoy por alcanzarla, echa andar una vez más haciendo que mi pecho se comprima y la ira me recorra el cuerpo.

— maldita sea Brooklyn detente — suelto entre dientes conteniéndome y haciendo un esfuerzo sobre humano de mandarla a la mierda e irme de aquí con las manos vacías y con este puto sentimiento de mierda que se está volviendo agobiante.

Pero Jake solo continua ignorándome, como demonios puede hacerlo, todas las jodidas chicas morirían porque estuviera haciendo algo como esto y ella simplemente pasa de mí, es como si no existiera, seguro si fuera Nico no lo ignoraría, esa jodida voz que se encarga de hundirme constantemente en la miseria y la oscuridad en la vivo me recuerda su crush con mi hermano y me siento como la mierda.

Pero evito hacerlo y reacciono antes de que pueda perder la oportunidad y las ganas de hacer esto, Jake está abriendo la puerta de su auto, camino hasta ella con decisión cierro la puerta antes de que pueda subirse.

— En serio necesito hablar contigo — respira profundo y el pulso se me acelera cuando la escucho hablar en voz baja resignada.

— está bien, ¿Qué es lo que quieres esta vez?

Sus ojos se posan finalmente en mi rostro y la expresión de sorpresa en ella es evidente, no tengo idea de cómo luzco porque la verdad ni me vi en el espejo antes de salir, pero cuando su ceño se frunce y vuelve a respirar profundo mis ojos se desvían a sus jodidos y carnosos labios, esos que me devoraron con necesidad y pasión, esos que hacen que mi jodido mundo brille y vuelva a sentirme como un ser humano normal y completo.

Paso mis manos por mi cara tratando de controlar el impulso que tengo de besarla, mi cabeza me lleva por lugares que no debo seguir y recuerdo como coño conseguí su horario esta mañana y me doy cuenta que eso fue horrible, que si se entera muy posiblemente no querrá saber nada de mí.

Cabreado término soltando exactamente lo que estoy pensando de mí mismo.

— soy un cabron ¿de acuerdo? — Murmuro muy seguro de que realmente lo soy y odio serlo con ella, porque ella me hace sentir bien — ayer me porte como imbécil y de verdad lo siento — busco su mirada porque sus ojos aunque me miran con sorpresa dicen más de lo que ella misma puede imaginar.

Pero como siempre, con ella todo es un puto lio, termina diciendo algo sumamente irritante

— En serio no estás bien de la cabeza Zero — no puedo evitar reír, siempre jode los momentos, no puedo creerlo.

— Quiero mostrarte algo — término soltando teniendo una idea loca.

— Tengo clases y ya voy retrasada — mi sonrisa se ensancha porque el que sea tan centrada y este tratando de portarse como una niña buena después de lo que paso ayer tanto en el orfelinato como en la casa de Kyle es gracioso.

— Prometo que valdrá la pena

Sus ojos me observan unos instantes antes de cerrarse y esa expresión dubitativa, como muerde su labio sin saber qué coño responderme me hace acércame, simplemente no puedo resistirme a ella y esta jodida atracción que me hace acariciar su mejilla. Sus ojos se abren en cuanto siente el contacto y me pierdo en esa mirada.

Todo lo demás desaparece a mi alrededor solo somos esta niña irritante y yo, el sentimiento de angustia y soledad desaparece en mi pecho y sin poder evitarlo me siento bien, justo donde debo estar.

Acerco mis labios a los suyos lentamente sin poder contenerme pero dándole la oportunidad de evitarlo, no se mueve y como no lo hacen junto nuestras bocas y es como si la perfección existiera, como si todos mis problemas, las culpas, el dolor y toda la mierda que llevo acumulando desde el maldito accidente desapareciera.

Acuno sus mejillas y la beso con suavidad, perdiéndome en todas las sensaciones que tanto sus labios como ella me hacen sentir, en serio necesito esto, la necesito a ella y odio necesitar a alguien como estoy necesitándola a ella en este instante.

— Necesito esto — murmuro sin despegar mis labios de los suyos, exteriorizando mis pensamientos y mi necesidad.

El miedo me invado en cuanto soy consciente de lo que he dicho, necesitarla es hacerla parte de mi vida, es dejarla entrar y ser parte de mí y es algo que no debe pasar, no puedo dejarla entrar, no debo hacerlo, siento esa necesidad imperiosa de salir corriendo, de huir de esto de ella, pero sus ojos me ven con ese brillo intenso y esa mirada opaca por completo todo lo demás, me sincero, me abro a ella haciendo una jugada que estoy muy consciente puede volverme mierda en cuestión de segundos.

Pero ha pasado demasiado tiempo desde que me sentía así de vivo, así de bien, así de completo y seamos honestos a nadie le gusta sentirse vacío o podrido por dentro y Brooklyn me sana de una manera increíble.

— necesito esto Jake — repito entre dientes, luchando con mi orgullo y mi jodida actitud y esas ganas de mantener a todos lejos de mí — necesito la tranquilidad que me das — eso es lo que necesito y quiero, te quiero aquí Brook, conmigo.

Te quiero en mi vida, te necesito en ella llenándola y haciéndola algo mejor, así seas una jodida chiquilla irritante, puedo lidiar y vivir con eso, si sé que estas aquí y arrasas con toda la mierda que me destroza a diario por dentro.

— Zero — su voz se escucha apagada y siento pánico de lo que pueda decir, así que simplemente vuelvo a besarla para callarla y retrasar el momento, esta vez con la necesidad que siento de tenerla en mi vida y el temor tan agónico que me da volver a perder a alguien.

Siento como todo colapsa en mi pecho, como todas esas sensaciones de bienestar luchan contra el pánico que estoy sintiendo, por haberme expuesto de esta manera y haberle dado la puta oportunidad de hacerme pedazos una vez más, sé muy bien que ella no tiene idea de todo lo que estoy sintiendo también estoy consciente que si hago esto tendré que hablarle de todo lo que ha pasado.

Pero si llegue hasta aquí tengo que hacerlo, sino como coño podría entenderme, como podría afrontar toda la mierda que le espera vivir conmigo, porque sé que aunque me haga bien tengo un carácter de mierda y desde siempre he tratado de alejar a todos por protección.

— ¿vendrás conmigo? — vuelvo a separar solo un poco nuestros labios, para hacer la pregunta que está quemando mi garganta y apretando mi pecho.

Roso su labio inferior y lo muerdo antes de dejar otro beso y separarme de ella para mirarla, estoy muy seguro que Jake siente cosas por mí, la forma en que me besa, como me observa, como está mirándome en este instante, esto es mutuo y lo sé porque todo se siente perfecto cuando estamos así, porque su cuerpo se amolda al mío como si fuera parte de él, porque la electricidad que corre por mi cuerpo sé que ella también la siente, sé que su corazón late desbocado como el mío.

Quizás no me equivoque, quizás este salto al vacío no termine conmigo hecho mierda en el fondo, algo cálido en mi pecho comienza a expandirse con la posibilidad de que esta vez haya hecho una buena jugada y Jake acepte esto, me acepte a mí y toda la mierda que cargo y significo.

Pero contra todo pronóstico y contra todo lo que sus ojos están diciéndome en este puto instante murmura desviando sus ojos de los míos.

— tengo clases Zero lo siento — sus palabras son como maldito puñal enterrándose en todos mis sentidos.

El pánico gana terreno despedazando la calidez y el bienestar que me hace sentir, pronto la ira y la decepción es todo lo que llena mi interior y esa puta voz interior que se ha encargado de hundirme en la miseria se burla de mí.

¿en serio creíste que alguien como ella iba a estar dispuesta a entregarse solo porque si? eres la jodida imagen del puto amor de su vida, solo te uso para satisfacer una necesidad propia, un anhelo que no había podido alcanzar... se lo pusiste fácil y tuviste la maravillosa idea de exponerte.

Respiro profundo conteniendo toda la mierda que estoy sintiendo y lentamente libero sus mejillas, con la presión asfixiante del dolor de perder algo que ni siquiera me pertenece pero como me hace bien, esa paradójica idea me hace soltar una sonrisa forzada.

— Claro... — marco distancia, necesito alejarme, huir de ella — olvide que primero estabas detrás del culo de Kyle y luego seguí yo en la lista, ¿Quién viene, Thomas? — digo lo primero que se viene a mi cabeza con tal de herirla, con tal de hacerle sentir una mínima parte de lo que está haciéndome sentir ella a mí con su rechazo, con su jodida forma de ser.

Deseo hacerla pedazos, el odio que siento por ella y lo que me hace sentir me hace decir cosas que muy en el fondo no quiero decírselas, porque sé que le hace daño y aunque me joda reconocerlo esta chica me importa, pero acaba de cerrar la puerta en mi cara y puede irse a la mierda con todo lo bueno que me hace sentir.

Un fuerte golpe cruza mi rostro sacándome de mis turbulentos y autodestructivos pensamientos.

— ¿Quién coño te crees, eh? — su voz está cargada de ira y resentimiento y lo que dice no hace más que impulsarme a hacer exactamente lo que no debo.

— Solo digo lo que veo, eres peor que las demás chicas Jake

El tono burlón e hiriente con que suelto las palabras se me hace acido, provocando en ella la misma reacción, eleva su mano para volver a golpear mi cara pero la detengo y tiro de ella con la estúpida necesidad de sentirla un instante más cerca de mí, porque sé que después de esto la mantendré lo más alejada posible.

El contacto de nuestros cuerpos hace que mi corazón lata desbocado y con un frenesí que me hace hervir por dentro, odio que mi cuerpo reaccione a ella, odio que me sienta completo con su cercanía porque sé que no es posible.

— No vales la pena — le espeto entre dientes, seguro que las palabras son más para mí que para ella.

La libero con pesar, porque en el instante en que nuestros cuerpos se separan el vacío crece y amenaza con hundirme en el puto abismo que se creó en mi desde la muerte de mis hermanos. Doy un paso atrás y luego otro, me giro y marco distancia, alejándome de lo único bueno que me había pasado desde entonces.

De la única cosa y persona que me había hecho sentir completo y de la única chica que por alguna maldita razón ciento que es parte de mi vida desde hace mucho tiempo.

La dejo atrás entro en el auto y azoto la puerta con fuerza, enciendo el auto y salgo pitado de allí, odiando todo lo que me rodea, lo que siento y lo que vivo, cuanto desearía haber sido yo el que murió en ese puto accidente de mierda, Nico era mejor que yo en todo, el merecía vivir y lograr sus sueños no yo.

Conduzco a toda velocidad saltándome semáforos y con ganas de estrellar el puto auto y terminar con esta mierda de una vez, esta puta agonía que es mi vida, pero su recuerdo me invade y freno de golpe.

¿Qué haces hermanito? — Su voz se cuela en mi cabeza y cierro los ojos evitando dejar salir las lágrimas — vamos Zero los súper héroes no se rinden por mas mierda que haya a su alrededor, puedes con esto y con lo que sea, eres fuerte y tremendamente terco — su risa floja y suave llena toda mi cabeza y abro los ojos.

Las lágrimas bañan mis mejillas pero las limpio con brusquedad, apartando el recuerdo. Las bocinas de los autos a mí alrededor me hacen reaccionar y arranco una vez más el auto, conduzco hasta el departamento y como un jodido zombi llego hasta mi habitación.

Camino al baño y veo mi reflejo, las ojeras en mis ojos rojos por haber estado llorando, mi espalda encorvada, odio mi reflejo tanto como lo que he vivido estos últimos años, desde que no están, cierro mi mano en un puño y golpeo la superficie del lavado, luego doy un par de golpes más antes de lavar mi rostro y volver a verme.

La máscara se ha instalado una vez más, reconstruyo los muros que Jake se encargó de tumbar hace un rato y me atrinchero en lo más profundo de mi ser, dejando solo a la vista al hijo de puta que siempre me he empeñado en ser y que solo ha crecido y se ha hecho peor luego del accidente.

Cambio mi ropa y tomo las cosas para volver a la universidad, con algo sumamente claro en la cabeza, sentir no está permitido.

#

Kyle llega hasta mi con esa jodida sonrisa de todo es perfecto y maravilloso, me saluda como siempre si recuesta de la pared a mi lado.

— ¿todo bien? — pregunta con esa expresión picara en los ojos

— Perfecto — respondo encogiéndome de hombros y evitando hablar de lo que sé que quiere hablar — vamos tenemos cosas que hacer — le digo recordando las putas pinturas que tengo que pagar.

— ¿perfecto, es todo lo que vas a decir? — Pregunta con diversión poniéndose a mi lado — vamos cuéntame ¿Cómo quedaron? — pongo los ojos en blanco y forzó una sonrisa

— Olvídalo Kyle — el ríe divertido y niega con la cabeza.

— Está bien, vamos por esa lindura entonces y salgamos de esto pronto, necesito regresar a casa de mama, está volviéndome loco con el tema de la inauguración del nuevo restaurant — mis ojos se desvían hasta mi mejor amigo y sonrió.

Su madre es una estupenda chef y había olvidado por completo que estaban por abrir otro restaurante de comida italiana, suspiro y vuelvo a poner mis ojos al frente pero en cuanto lo hago me arrepiento.

Allí esta ella, con expresión perdida y sus hermosos ojos fijos en un papel entre sus manos, maldita sea ¿Por qué demonios tiene que ser tan hermosa?, Kyle me codea a mi lado y la señala, hago caso omiso de su señal y desvió mis ojos de ella en cuanto sube la mirada.

Kyle camina hacia ella y comienza hablarle, yo me hago el desentendido buscando en que ocupar mi atención y no perderme en sus jodidos ojos. Mientras ellos conversan sobre no sé qué, mis ojos se posan en una morena que me devora con los ojos en la distancia, me concentro en ese punto, en sus piernas largas y al descubierto, ¿Cómo coño hace para llevar tan poca ropa con este jodido clima?

Cuando alcanzo su rostro sonrió de lado al notar que está comiéndose una chupeta, los movimientos de su lengua y sus labios sobre el dulce me hacen sonreír aún más, desvió mis ojos a la pequeña niña junto a mí y sus ojos están fijos en la chica también, su expresión es de enojo y es claro que no le gusta que este mirando a otra cuando ella está cerca.

Estas dándome justo lo que necesito Jake, paso entre ellos sin mirarlos a ninguno de los dos, con la intensión de sacar el puñal que me clavo en la mañana y clavarlo en su pecho, que sienta lo que yo sentí.

— ¿A dónde vas? — la voz de Kyle me detiene un instante y lo veo sobre mi hombro, ignorándola a ella por completo.

— iré a entretener mi polla mientras tu compras las putas pinturas y nos vemos en ese asqueroso lugar de mierda — suelto despreocupadamente mientras, sé que mis palabras la harán cabrear aún más.

Me giro y dejo algunos billetes en la mano de Kyle ignorándola por completo, la expresión confusa de mi mejor amigo es épica y sé que luego de esto tendré que soportar su mierda y su quejadera constante y ese discurso barato de que voy a echarlo a perder.

— ¿Qué demonios está mal contigo? — me suelta Jake conteniendo su mal humor y verla así no solo me satisface me hace sentir cierto placer.

— oigan ustedes no habían resuelto... — Kyle la interrumpe y disfruto de su reacción.

— NO TENGO NADA QUE RESOLVER CON ESTE IMBECIL DE MIERDA — una sonrisa se dibuja en mis labios y sé que esta que me asesina y no exactamente porque haya insultado el orfelinato, eso la molesto pero sé muy bien que su actitud es por la razón que está a mi espalda.

— Hey Brook, espera — Kyle me ve mal por un instante antes de seguirla y yo me encojo de hombros, satisfecho con su reacción.

Esta celosa y eso solo quiere decir que no me equivoque esta mañana con mi percepción y aunque algo dentro de mi pecho se remueve con emoción lo ignoro, no lo vale, no puedo ni debo sentir nada, no lo tengo permitido. Continúo mi andar hacia la morena que sonríe con interés.

Me ocupo de hacer lo que siempre he hecho en mi vida desde que mis hermanos murieron y esta chiquilla irritante llego a mi vida, pensar con la polla y tratar de olvidarme de lo que pasa en mi pecho.

— estoy seguro que mueres por hacer eso con otra cosa — suelto con morbo y la chica ríe divertida, se acerca a mí y sin dudarlo rodea mis hombros con sus brazos

— Pues no estás muy lejos de la realidad Z — murmura cerca de mi boca y sonrió antes de que ella se abalance contra mi boca y me bese con pasión y morbo.

Le respondo de la misma manera, pero no ocurre nada, no se despierta nada en mi pecho, el vacío sigue allí, la desazón y toda la mierda que ocupa mi pecho permanece tal cual, abro los ojos al sentirme observado y aunque sé que estoy dando un puto espectáculo me resbala en cuanto noto que los ojos que me asesinan son esos preciosos y expresivos orbes cafés.

Su expresión de cabreo y ese brillo en sus ojos la delata, esta tan celosa que solo me causa risa su actitud, te di la oportunidad de ser ella, te di la maldita oportunidad de seguir a mi lado y preferiste no hacerlo, ahora jodete.

Pienso cuando vuelvo a cerrar los ojos y perderme en el vacío de la lujuria que la chica poco a poco comienza a despertar. Alejo a Jake de mi cabeza y continúo con ese puto beso que solo causa que mi polla se endurezca y nada más.

Después de algunos minutos la chica y yo vamos camino a mi casa, si sé que es una putada pero me vale, solo necesito ahogarme en un orgasmo y perderme de el placer por un tiempo, vivir mi rutina tal cual la había estado viviendo hasta que ella llego a joderlo todo.

O quizás a repararlo por un instante, muevo mi cabeza espantando el pensamiento, mientras la chica se apodera de mi polla y repite los movimientos de su lengua sobre esta, justo como lo hacía con la chupeta, enredo su cabello en mi mano y me empujo contra su boca con fuerza.

Una, dos, tres, cuatro embestidas fuertes es lo que necesito para volver aquí y al ahora, donde esta chica sin esfuerzo alguno se me ofreció para calmar todo esta mierda. Continuo apretándola contra mí, sin mucho cuidado, luego tiro de ella y la pongo en pie.

Arremeto contra sus labios besándolos con desesperación en busca de algo que sé que no voy a encontrar en esa boca, ni en esos labios, porque ella no es Brooklyn, porque su beso no despierta nada en mí solo calentura.

La giro con brusquedad y la pego de la pared, un jadeo entrecortado sale de sus labios.

— uy pero que bruscos estamos hoy — jadea y rio

— Si te molesta sabes dónde está la puerta y lo que tienes que hacer — murmuro mientras me coloco un jodido preservativo y me acomodo en su entrada — de lo contrario cierra la puta boca y deja de quejarte — sin más la embisto con fuerza perdiéndome en su interior.

Por nada del mundo se parase o se siente como cuando me hundí en la entrepierna de Jake, maldigo por lo bajo por volver a pensar en ella y lo que siento cuando estoy a su lado.

Tomo las caderas de la morena y me entierro en su interior con fuerza, sin medirme sin más, solo buscando arrancarme de la cabeza su sensación y lo que me hizo sentir, aprieto sus nalgas y sus jadeos se elevan en el pasillo del departamento, tomo el borde de mi franela y la subo mientras sigo penetrándola con rudeza.

La empujo varias veces hacia mí, mientras con una de mis manos sujeto su cabeza contra la pared, más jadeos y gritos salen de su boca provocando que me polla se endurezca aún más, deslizo mi mano sobre su espalda descubriéndola, un tatuaje recorre gran parte de su piel y rio cuando veo que se trata de un puto ángel de la muerte.

— Lindo tatuaje — la chica no dice absolutamente nada, está demasiado ocupada sintiendo como la lleno.

Cuando se corre grita mi nombre y se siente como la mierda porque no es el mismo tono de voz, tampoco la misma sensación, salgo de ella y la giro con brusquedad, tomo sus piernas y las levanto para volver a envestirla mientras saco sus tetas del sujetador y las devoro como un puto animal.

Ella jadea y grita sujetándose de mis hombros hasta que finalmente con un par de estocadas más, me corro. La dejo en el suelo con la respiración agitada, los músculos tensos y el cuerpo completamente sudado. Contra todo lo que siempre he vivido esto no me ayuda ni a despejarme ni a olvidarme de nada, respiro agitado y golpeo la pared cuando su voz acariciando mi nombre la noche anterior invade mi recuerdo.

— ¿estás bien cariño? — murmura la chica dejando besos en mi cuello.

Asiento y salgo de ella, sin siquiera mirara, ¿para qué? sé que no es Jake y sus hermosos ojos cafés.

Quito el preservativo y lo anudo, acomodo mi polla dentro del bóxer y camino hasta la puerta la abro y le señalo el pasillo, antes de sacar mi billetera y sacar algunos dólares, camino hasta ella y la reparo de pies a cabeza.

Como es que una chica como ella no logra sacarla de mi cabeza, si es todo lo que siempre me ha gustado, culo y tetas grandes, folla como una puta diosa pero debo reconocerlo no es Brook.

— Ten para el taxi, ahora largo — le espeto tomándola del brazo ella se libera incrédula y con expresión furiosa

— ¿disculpa? — me suelta cuando alcanzamos la puerta

— oh vamos no vayas a montar un show ni un drama por esto, querías tanto como yo que te follara, ya lo hice te corriste también lo hice, ahora largo — le espeto ganando la segunda bofetada del día

— No soy una zorra Evans — rio por lo bajo acariciando mi mejilla y asiento

— lo que digas preciosa pero hace unos instantes me parecía que eras exactamente eso — me giro y le cierro la puerta en la cara, la escucho golpear y gritarme insultos del otro lado pero la ignoro.

Camino hasta las escaleras y las subo de dos en dos hasta alcanzar mi habitación una vez allí, camino hasta el ventanal y me detengo contemplando la vista, Manhattan se extiende a mi alrededor y lo único en que puedo pensar es en Jake rechazándome.

— ¿Qué fue lo que hiciste niñata? — suelto entre dientes, exasperado.

Me giro y me dejo caer en la cama y cierro los ojos, esforzándome por no pensarla más, por sacarla de mi cabeza y dejarla en ese oscuro rincón donde debe estar con todos los putos sentimientos que me hace sentir.

No sé cuánto tiempo pasa, pero me duermo después de darle vueltas una y otra vez a sus palabras, a esas putas palabras que me han jodido la vida después que creí que podría recuperarla.

Me despierto sobresaltado, mi teléfono vibra en mi bolsillo lo saco para ver una llamada de Ethan, la desvió al buzón de mensajes y suspiro, pasando mis manos por mi cara, solo he dormido hora y media, así que pongo en pie y pienso que demonios hacer, di mi palabra y debo ir al jodido orfelinato al menos para asegurarme que Kyle y Jake compraron las pinturas y así no haya absolutamente nada por lo que pueda volver a acercarse a mí.

Una vez más el teléfono comienza a vibrar, respiro profundo y desvió la llamada, lo que menos quiero en este puto instante es hablar con mi padre, pero sus insistencia me lleva al límite.

— ¿Qué coño quieres Ethan, no entiendes las putas directas? — suelto exasperado cuando respondo. El silencio se hace al otro lado de la línea y su respiración es todo lo que escucho

— Escúchame bien Zero, soy tu padre así que no tienes derecho de hablarme así — pongo los ojos en blanco y rio forzadamente

— ¿mi padre? — Suelto en tono burlón — en serio tienes un concepto bastante extraño de lo que significa ser padre, pero en fin ¿Qué mierda quieres ahora? No estoy de humor y en serio necesito que me dejes en paz — lo escucho suspirar del otro lado y niego con la cabeza.

— Tu madre acaba de llamarme, la abuela llega esta noche y quiere que vayas a casa el fin de semana — mi cuerpo se tensa con esas palabras, mi abuela, cierro los ojos y respiro profundo.

— Ethan sabes muy bien — respondo en voz baja pero me interrumpe

— Ethan nada Zero, iras el puto fin de semana a ver a tu madre y a tu abuela, ambas te necesitan — odio que utilicen a la abuela para esto, pero resignado solo murmuro una despedida

— Está bien, nos vemos — tenso mi cuerpo y aprieto el teléfono en la mano.

Decido no pensar tanto en el tema e ir al orfelinato a terminar con todo lo que me ate a esa irritante chica para ver si logro salir de esto sin tanta mierda. El camino hasta el lugar lo hago con rock pesado de fondo, no quiero pensar y los acordes rápidos de la batería me distraen lo suficiente.

Al menos como para no pensar tanto en lo que estoy viviendo, pero no lo suficiente como para sacarla a ella de mi cabeza. En cuanto entro al estacionamiento lo primero que veo es su cuerpo y su pequeña estatura y todo en mi cuerpo vibra, como si este la reconociera, ella se gira en cuanto oye el motor del auto pero la ignoro.

Unos metros más adelante Kyle camina en su dirección con unos botes de pintura y expresión seria. Me detengo a su lado pero no me presta atención, estaciono el auto y salgo de él siguiéndolo.

— Lo siento Brook — lo escucho disculparse con ella y luego se gira para enfrentarme — ¿tienes palabra no? — no puedo evitar sonreír porque esta cabreado hasta la mierda y sé que se debe a Jake y su puto empeño de ayudarme en algo que nunca le he pedido.

Kyle es un buen tipo y desde que mi hermano murió ha tratado por todos los medios que yo vuelva a ser el mismo Zero de antes, solo que eso es imposible, ese Zero murió con Nico.

— estoy aquí y es lo que importa, ¿no? — Observo un instante a Jake y su expresión de cabreo hace que mi sonrisa se ensanche — tenía un tiempo que no la pasaba tan jodidamente bien con una chica — me encojo de hombros y continuo — iré hablar con la directora.

Me giro y echo andar hacia el edificio pero no he dado ni siquiera tres pasos lejos de ellos cuando su voz rompe el silencio y llena todos mis sentidos.

— ERES UNA MIERDA DE PERSONA, SIN PALABRA O VALORES, ¿CREES QUE PORQUE TIENES DINERO DE SOBRA Y PROMETISTE PAGAR EL DESASTRE QUE CAUSASTE PUEDES LLEGAR AQUÍ COMO SI NADA CUANDO EL VERDADERO ESFUERZO Y TRABAJO LO HEMOS HECHO NOSOTROS? — no había terminado de gritar cuando ya estaba asesinándola con los ojos, en serio detesto que me grite, que me golpee y que constantemente me esté retando y desafiándome.

Cuando estoy por responderle y mandarla a la mierda, la voz de una mujer me interrumpe y por un segundo pienso en lo suertuda que es, porque de lo contrario ya la habría hecho mierda.

— Evans que bueno verlo — una mano es tendida en mi dirección pero no la observo y mucho menos a su dueña, solo tengo ojos para la niña mimada que está retándome con la mirada — ¿ocurre algo? — pregunta la mujer con incomodidad.

Niego y después de unos segundos, tomo su mano y finalmente me digno a verla, es la directora del centro y aunque ayer lucia furiosa cuando me armo todo ese lio, hoy tiene una sonrisa de oreja a oreja y parece realmente feliz de verme.

— lamento haber llegado tarde, estaba resolviendo asuntos personales de suma importancia, pero le pedí a mi mejor amigo y Brooklyn que se ocuparan de la compra de los botes de pintura para no atrasarlos más — me disculpo con rapidez, mientras veo como Jake se tensa cada vez más conforme hablo, para cuando termino ella se gira fulminándome con la mirada.

— Brook, querida acompáñame, quiero hablar con ambos — mi cuerpo se tensa en cuanto la invita a acompañarnos, pero en cuanto se gira y posa esos hermosos ojos en mi fuerzo una sonrisa.

— Claro, no hay problema

Echamos andar con ella siguiéndonos de cerca, mientras continúo con mi conversación muy consciente que está escuchando todo lo que digo.

— tuve un asunto personal del que hacerme cargo antes de venir aquí, por eso el retraso, pero aquí estoy cumpliendo con mi palabra como le dije ayer... — le hecho una mirada a Jake sobre mi hombro y sus puños están cerrados apretándolos con fuerza, esta loquita por soltar alguno de sus comentarios.

Cuando entramos a la oficina, la directora toma asiento detrás del escritorio y nos pide a ambos que hagamos lo mismo, Jake se adelante y la imita, luego tomo asiento en el sillón junto a ella y espero a que la directora empiece con lo que sea que quiere decir.

— vera señor Evans, después de lo que ocurrió ayer, estaba pensando en que quizás podría ayudarnos un poco con las remodelaciones que deseamos hacerle al orfelinato desde hace algunos años, sé muy bien que su padre tiene proyectos comunitarios dentro de la empresa — en cuanto menciona a Ethan me tenso, no quiero nada que ver con el ahorita — ¿podría hacerle llegar una carta para que considerara nuestro orfanato para uno de esos proyectos?

— Puedo hacerle llegar la carta a Ethan — me detengo de golpe al notar mi equivocación y continuo — a mi padre pero no le aseguro que vaya a considerarlo

— sí, lo sé, esa es la razón por la que la srita. Jones está aquí, cuando llego me entrego un volante con un concurso que puede sernos de muchísima ayuda — en ese momento abre la gaveta del lado izquierdo del escritorio y saca un papel, me lo tiende y al tomarlo reviso el contenido, Jake se adelante y comienza hablar, mientras yo leo la información.

Que no es más que un estúpido concurso con un premio de mil dólares al ganador.

— no creo que

— No entiendo que tiene que ver esto con lo que está pidiéndome — la corto antes de que pueda decir algo mas y dejo el papel sobre el escritorio sin saber de qué coño va todo esto.

— Participaremos en eso y con el dinero que ganemos — hace una pausa y sonríe ampliamente — porque sé que ganaremos, le pagaremos parte de las remodelaciones a tu padre y el resto correría por la empresa — esto parece pensado incluso por Nico, este es el tipo de cosas que haría mi hermano y que movería cielo y tierra porque mi papa apoyara la causa.

— ¿y cómo esta tan segura que ganaran? — su optimismo me parece estúpido

— Son niños señor Evans, cualquier cosa que se propongan hacer será adorable y los amaran por ello — tiene razón en lo que dice, el ser humano cae rápidamente ante niños haciendo cosas tontas y tiernas.

— Puedo hacerle llegar la carta a mi padre, pero no les aseguro que los tome en cuenta — me pongo en pie con la intención de irme pero observo a Jake que permanece allí sentada con los ojos fijos en la directora, daría lo que fuera por saber qué coño está pensando — ¿era necesario que ella estuviera aquí por qué? — objeto señalándola con la cabeza.

— pienso que tendrán que trabajar juntos ¿no? — ¿Trabajar juntos, que no vio el desastre que hicimos? No puedo evitar reír y negar con la cabeza

— lo que tenía que hacer aquí ya lo hice, pague las pinturas y se terminó el trabajo — comento metiendo una de mis manos en el bolsillo de mi pantalón en busca de la llaves del auto.

— no gracias a tu ayuda claro esta y además aún queda una pared que pintar, que deberías pintarla tu solito — su voz taladra mi cabeza y ese puto tono indignado y furioso solo me recuerda lo que ocurrió esta mañana y termino girándome con ganas de matarla

— ¿es una jodida broma verdad?

— no hablo muy en serio, puede que esto no te importe pero a mi si y si no hubiese sido por tu acto de inmadurez todo estaría listo — odio que me rete y que siempre tenga alguna mierda que decir, rio y trato de sonar lo más tranquilo posible.

— en serio no quiero ser grosero y tener una discusión delante de la señora — señalo a la mujer y continuo — por lo que me despido — me giro hacia la directora le tiendo mi mano con una amplia sonrisa y una vez la estrecha me giro dispuesto a irme, me detengo antes de salir y comento con sorna — cuando tenga lista la carta puede dársela a ella, estoy seguro que me la hará llegar.

Salgo del puto espacio que se me comenzaba hacer pequeño no solo por el tema de tener que hablar con Ethan sino también por ella, joder me cuesta demasiado mantener mis ojos fuera de ella.

Camino con rapidez tratando de poner toda la distancia posible entre ambos, sé muy bien que no va a quedarse tranquila ni callada después de lo que dije allá adentro, por lo que simplemente camino hacia el estacionamiento, pero justo en la puerta una chica está de pie mirándome con esa puta sonrisa de chica fácil.

Le devuelvo la sonrisa al pasar junto a ella pero no digo nada, debo irme de aquí, pero claro las chicas fáciles son así... fáciles.

— Oye disculpa — me detengo para verla, su labio inferior está atrapado entre sus dientes antes de hablar — me preguntaba si comenzarías a ser voluntario aquí — sonrió porque ni loco haría algo tan estúpido como eso.

— no, para nada, solo he venido a cumplir con algo que tenía pendiente, ¿Por qué? — ella sonríe y echa andar invitándome con la mirada a que la siga cosa que hago, solo porque se dirige al estacionamientos.

— ah creí que tú y el otro chico de los tatuajes habían venido con la chica nueva, por un instante pensé que los vería — pero se detiene y observa un instante a mi espalda antes de continuar — aquí más seguido

— me disculpas un momento necesito hablar con este idiota — Jake toma de mi muñeca y tira de mí, interrumpiendo a la chica, que queda anonadada con la situación, yo por otro lado estoy que la asesino.

Me libero de su agarre con brusquedad y me detengo varios pasos más allá, ella se gira y me fulmina con la mirada, pero antes de que diga cualquier cosa le espeto.

— ¿Qué mierda quieres ahora Jake?

— ¿crees que soy tu jodida asistente?

— mira niña estoy aquí porque le di mi palabra a esa mujer, cumplí y ya no tengo absolutamente nada más que hacer, no tengo un corazón hermoso que brota arcoíris y corazones como el tuyo, además tengo cosas más interesantes que hacer que perder mi puto tiempo en un montón de niños — suelto exasperado y con ganas que mis palabras la hieran a ella y todo lo que tiene que ver con su jodida vida.

— ¿Cómo cuales, follarte a cuanta zorra te pase por al frente? — Al escuchar esas palabras mi interior goza sabiendo que esta tan cabreada porque lo celos están haciendo estragos en su interior.

Una voz en mi cabeza muy parecida a la que usaría mi gemelo para advertirme que no debo hacer lo que planeo pero simplemente la ignoro, como he decidido ignorar todos y cada una de las cosas que tienen que ver con ella.

Me inclino hacia ella, sabiendo el efecto que causa mi cercanía y sonrió.

— desde la primera hasta la última... — sus ojos brillan llenos de ira y aunque no quiera reconocerlo estoy muriéndome por tomarla y besarla como si mi puta vida dependiera de eso, la miro de arriba abajo, disfrutando de lo jodidamente sexy que se ve cabreada y celándome — todas han sido unas zorras, tienes razón, pero no es mi culpa que lo sean — sus puños se cierran de golpe porque estoy generalizando por lo que ella entra en la puta lista que estoy haciendo, en cuanto sus ojos se cristalizan la culpa comienza a brillar pero continuo.

>>siempre fui bastante claro respecto a lo que quería, si te abriste de piernas y te uniste a ellas no es mi culpa Jake — en cuanto termino de soltar las palabras ya estoy odiándome por hacerle esto, pero la quiero lejos de mí y esta es la única forma, me ha demostrado que si soy un imbécil se alejara de mí y es lo mejor para ambos.

Regreso a mi posición y rio con amargura, porque en serio me gustaría que esta mierda no estuviera pasando, que no tuviera un puto crush con Nico y que nada de esto pasara, pero la vida es una completa hija de puta y la puso justo ahora en mi camino, pero no voy a equivocarme, no dejare que me haga mierda.

— ahora si no tienes nada que decir, me largo, ya perdí suficiente tiempo contigo y esa chica de por allí — digo señalando una vez a la chica con la que conversaba antes que nos interrumpiera — se ve mucho mejor que tú.

Paso junto a ella ignorando la presión en mi pecho y como sus preciosos ojos se llenan cada vez mas de lágrimas, me siento como una completa basura y me cabrea porque nunca antes me había interesado en la vida lo que una chica pudiera sentir con lo que digo, pero todo lo que he soltado lo he hecho con la intensión de herirla, antes simplemente lo decía porque así lo sentía.

Pero Jake, no es ni de cerca como las demás y como me jode que lo sea, como me jode que me haga tanto bien y como me jode estar tan hecho mierda que no puedo actuar de otra maldita forma que no sea esta.

Ni siquiera me detengo hablar con la chica, solo ignoro al pasar junto a ella y continuo hasta mi auto, escucho que Kyle me llama a unos pocos pasos de distancia del auto pero también lo ignoro, necesito alejarme de esta mierda, necesito perderme un rato y poner en orden todo el desastre que Brooklyn causo.

Conduzco como un puto loco otra vez con la imagen de sus ojos llenos de lágrimas en mi cabeza, cruzo en la esquina que da al jodido gimnasio y me detengo con brusquedad, salgo del auto echando chispas y entro, al hacerlo tropiezo con alguien.

— Ten cuidado Z — una gruesa voz me recibe y elevo mis ojos, el entrenador de boxeo me mira duramente — ¿Qué haces aquí? — pregunta cruzándose de brazos.

— Necesito drenar — suelto entre dientes y el ríe negando con la cabeza

— no voy a poner a ninguno de mis chicos que sea tu jodido saco de boxeo Zero, por muy amigo que sea de tu padre — la mención de mi puto progenitor la ira se incrementa.

— bien, si no puedes ayudarme genial — me giro para salir y buscar otro lugar donde despejar mi mente, pero me gira con brusquedad

— no dije que no iba a ayudarte, solo que no pondría a mis chicos a jugar con un tipo iracundo — me ve un instante y pongo los ojos en blanco y suelto un bufido

— ¿vas a pelear tú? — pregunto en tono burlón sabiendo que Miller hace tiempo no lucha ni se mete en problemas.

— suena tentador, quizás pueda patear tu jodido y furioso trasero y hago que de una vez por todas seas un hombre y vivas la vida como debes — sus palabras me molestan aún más, porque no son más que el reflejo de sus largas conversaciones con Ethan.

Jacop Miller es el mejor amigo de mi padre y es un marine retirado, tiene una escuela de defensa personal y seguridad empresarial, es el tipo que le hace la seguridad a Ethan y se sabe toda la mierda por la que pasamos mi familia y yo después del accidente y de la muerte de mis hermanos.

Rio de lado y me encojo de hombros, paso por su lado y entro al gimnasio, donde un montón de sujetos entrenan o pelean en el ring, muchos de ellos son marines retirados pero la verdad me importa poco, camino hasta el centro donde está el ring principal que se encuentra vacío y subo.

Jacop ríe divertido al verme arriba, su sonrisa hace que mi cabreo aumente, se sube con tranquilidad y suspira mientras mueve su cuello como aflojando los músculos.

— quítate la cazadora no quiero hacerla mierda, esta bonita — pongo los ojos en blanco y me pongo en guardia.

Ethan nos obligó a mí y a Nico a tomar clases de defensa personal cuando éramos adolescentes y digo nos obligó porque ninguno de los dos queríamos hacerlo, hoy por hoy lo agradezco porque más de una vez me han servido de mucho las cosas que me ha enseñado el bastardo hijo de puta que tengo en frente.

— Bien como quieras — dice encogiéndose de hombros, da un paso al frente midiéndome y con un rápido movimiento me lanza un puñetazo a la cara que logró esquivar.

Pero no logro hacer lo mismo con el que impacta de lleno sobre mi costado, el dolor se hace presente y lo escucho decirme

— Deja de actuar como un puto niño malcriado y ve con tu madre — sus palabras me sacan de mis casillas y me voy sobre él.

Pero su mano impacta en mi mandíbula y luego una de sus rodillas en la boca de mi estómago.

— se un jodido hombre de un vez Zero, Nico murió Ashley también y pareces un maldito cadáver desde entonces — otro golpe impacta mi costado izquierdo y me doblo sobre ese costado

— tanto Ethan como Emma te aman y siempre lo van hacer, hasta cuando estarás dispuesto a joder tu propia vida y la de ellos con tu puta actitud ¿eh? — sus palabras me cabrean y las odio — no eres Nickolas, Zero y aunque seas su jodido gemelo no eres el, deja de vivir su vida y retoma la tuya justo en el punto en que la dejaste — me levanto y lo veo con odio.

El sabor metálico de la sangre en mi boca me alerta sobre algún posible corte en mi boca, pero lo ignoro, Jacop no está conteniéndose y eso solo quiere decir una cosa, Ethan ha estado hablando más de la cuenta.

Rio suavemente mientras niego con la cabeza

— ¿Qué vino como un bebe a lloriquear que su vida era perfecta antes del accidente que ahora por mi culpa todo se fue a la mierda? — suelto con desprecio.

Los ojos de Jacop se abren como platos y respira profundo controlando la ira que lo invade con mis palabras.

— no seas imbécil, vino aquí hace un par de días y si lloro pero no fue por las razones que crees, lo hizo porque te extraña con un demonio — dice acercándose a mí y tomando mi nuca para que lo vea a los ojos — Ethan te amo Zero y daría lo que fuera por ayudarte y estar en tu vida pero tú eres el que no lo deja — intento apartarme pero no me lo permite

— pura mierda, cada vez que me ven a mi lo ven a él y él es como si todo volviera a empezar — digo entre dientes.

— ¿y crees que no se sienten aun peor con cada desplante y cada palabra que dices en su contra? — Pregunta con ironía — ese puto día no solo perdieron a Nico y a Ashley Zero, también te perdieron a ti — esas palabras me desestabilizan mucho más que los golpes que me había dado antes.

Me libera y suspira sonoramente.

— escucha Zero, se cuánto significaba para ti Nico — niego con la cabeza

— no empieces con eso, ninguno de ustedes tiende idea de lo que siento o de lo que significa Nico para mí — doy un paso atrás y me limpio la sangre del labio lo fulmino con la mirada y me giro para descender del ring

— Zero la vida te está pasando y estás haciendo más daño de lo que nunca habrías imaginado hacer — me grita cuando estoy unos cuantos pasos más allá, pero lo ignoro, solo levanto mi dedo medio y hago el clásico gesto.

Lo escucho reír y luego comentar

— regresen a lo suyo, se acabó el espectáculo — salgo del gimnasio y el aire frio me congela los pulmones y las ideas.

Había venido aquí con el propósito de aclarar mis ideas y relajarme y solo conseguí más mierdas en las que pensar.

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