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Capítulo 23 - Un juego de dos.


Zero.

Hay cosas en mi vida que se sentían fuera de lugar, cosas que creí que jamás podría recuperar, como el sentirme bien nuevamente, llegar a sentirme completo, pero desde que bese a Jake esas cosas son posibles. Y no logro entender como alguien tan jodidamente irritante y simple puede causar tanto caos en mi vida, porque aunque ciertamente me siento bien junto a ella, es un jodido caos cuando no estamos besándonos.

— Zero, para — justo como ahora.

¿Por qué demonios no puede cerrar la jodida boca y dejarse llevar?

— Zero, esto no está bien, dijiste que quería hablar — jadea mientras beso su cuello y masajeo sus tetas sobre la tela de la blusa que lleva.

— Lo estoy haciendo, ¿no me escuchas? — murmuro sobre su cuello para luego morder con suavidad su sensible piel

Sus manos se apoyan sobre mis hombros y me empujan ligeramente para separarme, lo que logra hacerme poner los ojos en blanco y retirarme frustrado.

— Querías hablar, nunca hablaste de besarnos — dice con sus mejillas sonrosadas y la respiración agitada, sonrió de lado.

Luce hermosa y jodidamente sexy con el deseo dibujado en los ojos, sé que quiere esto tanto como yo, ¿Por qué demonios no simplemente deja que pase lo que tiene que pasar?

— No parecía que te estuviese molestando hace un momento — suelto girándome para acomodar mi abultada entrepierna y buscar algo de beber, esto no será como esperaba.

— Eres un imbécil Evans — suelta de malas y rio suavemente — solo me trajiste aquí para follarme y no puedo creer que Kyle haya colaborado en esta mierda, incluso Sarah — suelta exasperada caminando de un lado al otro.

Verla tan histérica solo por un simple beso y algunas caricias solo me deja saber que la he afectado bastante.

— no seas dramática, si quiero que hablemos pero creo que te diste cuenta que nuestros cuerpo se entienden mejor que nuestras bocas mientras intentamos dialogar — se detiene su andar y me ve con sus brazos cruzados, su ceño permanece fruncido y no puedo evitar reír.

— ¿Qué es tan gracioso? — pregunta seria

No respondo de inmediato, solo la veo unos instantes antes de encaminarme hacia ella, su cuerpo se tensa notablemente y sus mejillas se sonrojan aún más cuando me detengo a escasos centímetro de su cuerpo, me inclino sobre su oído y murmuro en tono divertido.

— Tu — me enderezo y hecho andar hacia el área de la piscina dejándola sola.

Necesito organizar mis pensamientos, antes de decir algo que vaya a dejarme en evidencia o que le de algún tipo de ventaja sobre mí, aunque he sido muy claro en lo que pasa cuando estoy junto a ella, quiero que le quede claro que no es más que curiosidad y deseo, que es solo follar y que no hay nada más allá de eso.

— Quiero irme — la escucho después de algunos minutos, me ha alcanzado afuera donde solo contemplando el agua de la piscina.

— Lo harás — digo girándome hacia ella sin dejar de verla con seriedad — una vez arreglemos lo que vamos a ser — su ceño vuelve a fruncirse y respira profundo después de unos instantes.

— No vamos a ser nada porque no quiero nada contigo — su voz se corta cuando comienzo a quitarme la camisa, la saco sobre mi cabeza sabiendo el impacto que causa mi cuerpo en ella.

Para cuando vuelvo a verla sus ojos me recorren con curiosidad y deseo, sonrió de lado, hasta llegar al broche de mi cinturón, sus ojos siguen el movimiento de mis manos mientras lo de deshago y sus ojos se abren como platos cuando comprende que estoy desvistiéndome delante de ella.

— ¿Q-que haces? — pregunta en un susurro sin apartar sus ojos de los míos

— Leer un libro — suelto con sarcasmo haciendo que ponga sus ojos en blanco.

Me deshago de mis botas y mis medias, antes de sonreír y saltar al agua, la escucho soltar un pequeño grito cuando me sumerjo, cuando salgo está en el mismo lugar con expresión sorprendida.

— Venga, entra y hablemos aquí, el agua nos mantendrá fríos y así no terminaremos matándonos — la invito mientras permanezco flotando en el medio de la piscina con mis ojos fijos en ella.

— no voy a entrar allí, no tengo traje de baño y tampoco voy a seguirte el rollo, ahogarme no es una muy linda forma de morir — agrega con sarcasmo y rio sacudiendo el exceso de agua de mi rostro.

— no necesitas un traje de baño, tienes ropa interior ¿no? — pregunto con picardía y esta vez ella es quien ríe divertida

— Ni lo sueñes, sé a qué estás jugando — dice girándose para alejarse.

— Es un juego de dos Jake, pero todas las niñas buenas como tu terminan huyendo de los buenos juegos — le grito en tono burlón haciendo que detenga su andar — no tienes los cojones — le aseguro riendo.

Su cuerpo se tensa antes de girarse y sonreír ampliamente, juro que su sonrisa es la cosa más linda que he visto en la vida y por alguna extraña razón me hace sentir bien verla sonreír así sea una sonrisa cargada de malicia y reto.

— No me conoces ni un poco Evans — me espeta regresando sobre sus pasos — aunque sé muy bien lo que estás haciendo — me encojo de hombros

— No estoy tratando de ocultarlo — digo con simpleza.

Ella asiente y lleva sus manos al borde de su blusa haciendo que mi cuerpo sea el que se tense a la expectativa, sonríe de lado cuando ve como mis ojos la recorren, tira de la blusa y la saca sobre su cabeza, quedando solo en un simple sujetador deportivo negro, mis ojos se detienen en sus tetas un instante antes de volver a mirarla a los ojos.

Atrapo mi labio inferior entre mis dientes, porque aunque no sea para nada sexy lo que lleva puesto, se me antoja muy sensual, maldita sea he visto a infinidad de chicas con ropa microscópica tapando sus tetas y su coño y ninguna me había puesto como justo ahora me está poniendo Jake.

Deja caer la blusa en el suelo sin apartar sus ojos de los míos, es un puto juego y uno que está sabiendo como jugar, pensé que se acobardaría y me pediría que la llevara de regreso, no pensé que terminaría accediendo a esto, sus manos se deslizan hasta el botón de su jean desabrochándolo, la cremallera hace el ruido típico antes de dejar a la vista una braga del mismo color que el sujetador.

Se inclina al frente mientras desliza la tela del pantalón por sus piernas, que poco a poco van quedando a la vista, la gravedad hace lo suyo y sus tetas quedan suspendidas entre la tela y el vacío haciéndome tragar grueso, recordando lo delicioso que fue lamerlas y chuparlas la otra noche. Mi polla tiembla debajo del bóxer mojado y suspiro cuando yergue su cuerpo.

Dándome un buen vistazo de él, como lo dije antes Jake no es una chica con proporciones épicas o un cuerpo de infarto, pero lo que tiene lo tiene bien puesto y en la medida justa para lucir sexy con solo un poco de ropa sencilla. Sorprendiéndome se lanza al agua sin advertirme, salpicando alrededor, la veo nadar debajo del agua acercándose a mí.

Sale a la superficie a poca distancia de mí, echa su cabello atrás, y posa esos ojazos en mí, sonríe con arrogancia y luego de unos segundos agrega en tono retador.

— ¿querías jugar Evans? — Sonrió al escuchar sus palabras — juguemos — y sin más se acerca a mí, sin dejar de verme, coloca sus manos sobre mis hombros, mis manos de inmediato toman su cintura pegándola a mi cuerpo.

Al sentirla tan cerca de mí, no solo se acelera mi respiración también lo hacen los latidos de mi corazón y como en todas las oportunidades pasadas, parece que todo se completa, que todo vuelve a tener sentido.

— Pero jugaremos con mis reglas no con las tuyas — agrega a escasos centímetros de mis labios y luego haciendo fuerza hacia abajo me hunde en el agua, tomándome por sorpresa.

Sus manos liberan mis hombros y ciento como se aleja de mí, mientras la escucho reír, salgo una vez más a la superficie sin poder creerme que acaba de jugar conmigo, una de sus cejas esta elevada y su amplia sonrisa victoriosa solo causa cierto resentimiento.

— Buena jugada — murmuro, antes de lanzarme a por ella, grita al darse cuenta de mis intenciones e echa a nadar pero jamás podría escapar de mí.

En pocos segundos estoy rodeando su cintura una vez más y pegándola a mi cuerpo, el giro con facilidad y sus ojos vuelven a encontrarse con los míos, su respiración es un desastre por intentar huir y las gotas de agua en su rostro la hacen lucir hermosa.

— Tienes una hermosa sonrisa — murmura sorprendiéndome

— gracias y tu unos bellos ojos — le respondo con sinceridad porque sus ojos me encantan.

No pierdo más tiempo y junto nuestros labios en un beso necesitado y lleno de deseo, Jake despierta cosas en mí que ninguna chica hasta ahora había sido capaz de despertar, porque no es solo deseo, es algo más que no se definir, pero justo ahora tampoco me preocupare en averiguarlo, porque está respondiendo el beso de la misma forma, con necesidad y deseo.

Mis manos se desplazan hasta la mitad de su espalda pegándola aún más a mí, sus pechos se aplastan contra mi torso y la siento jadear cuando muerdo su labio inferior antes de volver a besarla y llenar su boca con mi lengua. El beso se hace más intenso y profundo cuando su lengua se une a la mía, enviando una descarga de placer directo a mi polla.

Puedo imaginarme lo que se sentirá follar esa bocota que tiene, entre jadeos y gemidos finalmente nos separamos en busca de aire, sus mejillas están rojas al igual que sus labios, su respiración es errática y sus ojos brillan con deseo. Esta niña buena resulta tener un lado atrevido y uno que en definitiva me gusta, roso mi nariz con la suya antes de volver a apoderarme de sus labios.

Le como la boca como si no existiera un mañana, como si mi vida entera dependiera de ello, la pego más a mí, quiero que sienta como me tiene, como cuan duro me pone el tenerla así, mis manos descienden hasta su culo acunándolo y aparentándolo hacia mi entrepierna, un jadeo escapa de sus labios al sentir mi polla pero se pierde tan pronto como lo deja salir porque arremeto contra su boca con desesperación, deseo desnudarla y perderme en las sensaciones que su coño y su presencia causan en mí.

La impulso hacia arriba haciendo que sus piernas rodeen mi cintura, camino con ella pegada a mi restregándose sobre mi erección, hasta recostar su espalda en el borde de la piscina, presiono mi polla contra ella mientras dejo su boca y empiezo a repartir besos desde la comisura de sus labios hasta su cuello, muerdo, lamo y chupo su piel, mientras la escucho jadear y gemir entrecortadamente.

Sus manos se aferran con fuerza sobre mis hombros, hincando sus uñas en mi piel, es inevitable no sonreír por cuan excitada la tengo, luego me rodea la nuca con sus brazos apretándome con fuerza, su cabeza se echa hacia atrás cuando dejo besos húmedos en su cuello y alcanzo su clavícula, dios los jadeos y gemidos que salen de su boca están volviéndome loco.

— Me gusta tu piel — murmuro aferrándome a su cuello y mordiendo con más fuerza.

— Sin marcas Zero — jadea en mi oído y rio suavemente

— ¿Por qué temes que alguien se moleste? — suelto en tono burlón, sabiendo que ese no es precisamente el problema, me separo para verla y sonríe con picardía

— es un juego ¿lo olvidas? Sin marcas — rezonga acercándose una vez más a mi boca.

— ¿y si quiero hacerlo? — pone los ojos en blanco, trata de empujarme y rio — está bien sin marcas — me separo de ella y me echo atrás, su ceño se frunce y rio cuando su pecho sube y baja con rapidez.

— ¿Qué haces? — pregunta cuando me empujo con la pared de la piscina y me sumerjo.

Cuando salgo me ve con seriedad, sus brazos están a los lados y su cuerpo está completamente bajo el agua, puedo ver como mueve sus piernas para mantenerse a flote.

— Hay que hablar — le digo divertido, ella eleva una de sus cejas y niega con la cabeza

— ¿estas jodiendome verdad? — rio y esta vez soy yo quien niega con la cabeza

— quiero que tengamos las cosas claras, me gusta follar sin compromisos, ni toda esa mariconada después de... — hago una pausa estudiando su expresión, que luce exactamente igual — me siento bien cuando estamos juntos y desde hace mucho tiempo que no me pasaba, además — eleva una de sus manos para silenciarme y nada hasta mí, deteniéndose a escasos centímetros de mi rostro.

— si lo que quieres es follar conmigo cada que quieras sin ningún tipo de compromiso o relación solo dilo, no le des tantas vueltas — agrega posando sus manos sobre mis hombros para sujetarse mejor

— Es justamente lo que quiero — afirmo con una media sonrisa

— si hacemos esto, será bajo mis condiciones — rio suavemente porque no pensé que sería tan sencillo — no te quiero cerca de mí en la universidad, tampoco quiero comentarios alusivos a lo que pasa entre nosotros a puerta cerrada, esto es entre tú y yo nadie tiene porque saberlo — rio una vez más y asiento mientras ella continua — ahora que te he aclarado las cosas, dime ¿por qué demonios quieres acostarte conmigo si no te agrado? — su pregunta no me sorprende ya que es exactamente la misma que he venido haciéndome desde hace un tiempo.

— Con solo verte sabemos que no eres el tipo de mujer que me gusta o que suelo follarme — su ceño se frunce — pero tienes algo que honestamente me hace sentir mejor

— ¿Qué le pasa a Zero Evans aquí? — Pregunta colocando su mano en mi pecho, tensando todo mi cuerpo — y ¿aquí? — luego con la otra señala mi cien, suspiro y la observo con seriedad.

No quiero hablar sobre Nico, mucho menos sabiendo que tiene un crush con él y que al saber lo de su muerte evite todo tipo de contacto conmigo, desvió los ojos de los suyos y me concentro en sus carnosos labios que desatan todo tipo de sensaciones placenteras en mi organismo. Me inclino un poco y vuelvo a besarla, pero con calma, sus labios me responden de la misma forma, rodeo su cintura en busca de más contacto sintiendo su piel contra la mía, mi polla tiembla ligeramente al sentirla tan cerca, el vacío en mi pecho desaparece con rapidez y solo puedo sentir como su cuerpo se amolda al mío, como su aroma impregna mi nariz relajándome y haciéndome sentir cómodo.

No es que me sienta incomodo con otras chicas, pero siempre ha estado esa extraña sensación de vacío, de inconformidad como si no importara quien está junto a mí, solo es algo del momento y ya está. Pero con Jake ese vacío desaparece y es ocupado por una sensación de bienestar y satisfacción indescriptible.

Aflojo el sujetador deportivo, metiendo mis manos en él desde su espalda, tiro de el hacia arriba y dejo su boca para poder sacárselo, se atora un poco por la humedad y la escucho reír, haciendo que se dibuje una sonrisa en mis labios, sus ojos vuelven a mirarme con brillo y suspira.

— Si no fueras tan idiota serias un encanto — murmura pasando una de sus manos por mi cabello

— Y si tú no fueras tan molesta serias una buena candidata para novia — sus ojos se abren como platos y me aparto al escuchar mis palabras porque ni siquiera pensé lo que dije.

— ¿Qué? — pregunta incrédula

— nada — me giro nado lejos de ella, tratando de poner distancia entre ambos — vamos — le indico para salir de la piscina y terminar con lo que empezamos en otro lado.

Pero por desgracia no se mueve, permanece con sus ojos fijos en mi mirándome incrédula y con aprensión.

— venga fue solo un jodido comentario, no creas todo lo que digo — le espeto dejando una toalla sobre una de las tumbonas para ella, me giro y recojo mis cosas antes de entrar una vez más a la casa.

Mientras lo hago seco parte de mi cuerpo para no hacer tanto reguero dentro, camino a la que suele ser mi habitación y entro sintiéndome extraño, no sé porque he dicho eso, tampoco sé porque con ella, mis palabras fluyen con tanta facilidad, soy honesto la mayor parte del tiempo, razón por la que termine ganándome esa reputación de imbécil rompe corazones. Suspiro acercándome a la cama y dejando la ropa sobre esta, me encamino hacia el balcón desde donde tengo completa vista a la piscina.

Jake, continúa dentro del agua con la cabeza apoyada al borde, sus ojos están cerrados y sus labios entreabiertos. No logro entender que rayos tiene que me deja hipnotizado con solo verla, después de algunos minutos mirándola, abre los ojos respira profundo y decide salir del agua, recoge sus cosas del suelo y se dirige hacia la tumbona, se seca y comienza a vestirse una vez más, la blusa se empapa de inmediato al contacto con la tela húmeda de su sujetador.

Luego de terminar extiende la toalla sobre la tumbona y regresa al interior de la casa.

— Zero — la escucho que me llama pasados algunos minutos.

Respiro profundo antes de ponerme un short y salir en su busca, cuando ingreso en la sala está de pie mirando a la nada.

— esto sonara loco pero quiero volver hacerlo contigo — suelta dejándome completamente fuera de base y sin saber exactamente que responder.

— ¿luego no vas a engancharte no? — susurro en tono burlón ganándome una mirada de desprecio por su parte.

— Y esta es la jodida actitud que me hace replantearme esto — dice señalándonos a ambos, luego respira profundo y se gira — olvídalo Evans, ha sido una pésima idea venir aquí — camino con rapidez hasta alcanzarla la tomo de su brazo y la giro.

Su cuerpo impacta con el mío con suavidad, rodeo su cintura con un brazo y con mi mano libre acuno su mejilla, nuestros ojos se encuentran, creando una extraña e inexplicable conexión que me deja en un puto limbo.

— Solo ignora mis palabras y dejemos que nuestros cuerpos hablen — murmuro acercándome a sus labios, ella duda un instante y ese solo instante es el que le permito pensar su decisión antes de tomar su boca y devorarla con desesperación.

En cuestión de segundos estamos chocando con una de las paredes, mis manos viajan por su cuerpo con necesidad, me aferro a su blusa y tiro de ella para sacársela, ella jadea cuando vuelvo a encontrar su boca y tomo su culo para subirla y que sus piernas me rodeen.

Me giro y camino hacia mi habitación con el único fin de follarla y perderme en la maravillosa sensación que estar con ella me proporciona. No perdemos tiempo en cuidar donde y como nos desvestimos, la ropa queda regada en el suelo en cuestión de segundos, una vez más su cuerpo está desnudo junto al mío.

La guio a la cama donde entre besos terminamos acostados, ella debajo de mí, con sus piernas abiertas acunando mi cuerpo entre ellas, sus pecho se agita con rapidez por su respirar errático y gracias al deseo. Esta vez no me demoro en lo que hice la primera vez que estuve con ella, esta vez siento deseo puro y desmedido, estas discusiones con ella, la inseguridad que me genera no saber qué demonios pasa o siento cuando está cerca me desespera y me pone al mismo tiempo.

Todo esto se juntó y termino poniéndome en pie a mitad de un gemido por su parte cuando siente que mi polla está rosando su abertura humedad, maldigo por lo bajo antes de tomar el jean que está en el borde de la cama y sacar un preservativo de mi cartera. Sin perder tiempo lo destapo y lo coloco con cuidado que no se rompa con el piercing.

Me acomodo una vez más entre sus piernas y sin meditarlo mucho o prepararla la envisto llenándola por completo de una sola vez.

— Joder — jadeo cuando estoy completamente dentro de ella — estas tan húmeda que se deslizo con demasiada facilidad.

Ella jadea cuando intenta responder tomo su piernas y las separo para tener mayor acceso a su entrepierna y comienzo a embestirla como un salvaje, la follo duro, entro y salgo de ella como rapidez, mientras sus tetas bailan de arriba abajo guiadas por el ímpetu con que la penetro.

No sé cuánto demoro haciendo esto, pero para cuando soy consciente Jake, jadea mi nombre entrecortadamente corriéndose con demasiada intensidad. Sus ojos se cierran, sus piernas tiemblan ligeramente y una capa de sudor, cubre su tersa piel, aminoro la fuerza y la velocidad, para llenarla pero tranquilamente.

Sus ojos se abren cuando vuelvo entrar en ella con fuerza y jadea, mis manos atrapan sus pechos y sonrió de lado cuando sus mejillas se sonrojan y su boca se entreabre en un perfecto, maravilloso y provocador gesto que termina haciéndome estrellar mis labios con los de ella, no sé qué rayos tiene esta mujer, pero es endemoniadamente sexy.

Me muevo como un poseso dentro de ella con descontrol, hasta finalmente correrme, dejo caer mi cuerpo sobre el suyo, tiembla ligeramente y ese aroma cítrico de su perfume emana de ella entremezclándose con el olor a sexo. Deslizo mi nariz por su cuello haciendo que su cuerpo se tense, sonrió y me levanto para salir lentamente de ella, se queja un poco en el proceso y sin verme se gira sobre sí misma para tomar la sabana y cubrirse.

— ¿estás bien? — pregunto por su silencio y su actitud, se gira y asiente

— Sí, solo que ha sido demasiado intenso — murmura y rio suavemente, tiene razón.

Me acomodo a su lado y comienzo a detallar su rostro, sus mejillas siguen rojas y sus labios igual además de hinchados, sus ojos me ven con curiosidad y picardía, cosa que me hace sonreír.

— No eres tan niña buena después de todo ¿no? — ella sonríe y suspira, se pone bocarriba y mira el techo

— No, supongo que no — murmura sin dejar de mirar hacia arriba

— ¿En qué piensas? — pregunto por curiosidad después de algunos minutos.

— Que prometí no enrollarme con ningún chico en la universidad y aquí estoy, con el peor de todos — rio y niego con la cabeza

— Me parece que no soy tan malo al menos eso es lo que tus gemidos me hacen creer — se gira y me ve mal — te gusto y lo sabes — afirmo cerrando los ojos.

— Eres un idiota Evans — rio y me encojo de hombros sin abrir los ojos.

No sé en que me momento me quedo dormido, pero cuando despierto, Jake está a mi lado dormida, repaso el contorno de su rostro con mi dedo, preguntándome qué demonios hace que esta chica sea especial y diferente a las demás, roso sus carnosos labios con mi pulgar, me encanta como besa y como saben sus labios, muerdo mi los míos conteniendo las ganas que me dan de besarlos, cuando elevo mis ojos hacia los suyos estos me observan con un brillo extraño.

— ¿tienes hambre? — pregunto con voz ronca después de unos minutos en silencio observándonos y ella niega, humedece sus labios y suspira

— ¿Y tú? — su voz es un apenas un susurro audible

— sí, pero tengo hambre de otra cosa — comento con picardía y ella sonríe imitándome.

Me inclino sobre sus labios y vuelvo a besarla, sus labios se mueven contra los míos con intensidad, mis manos se deslizan debajo de la sabana que cubre su cuerpo desnudo en busca de sus pechos jadea sobre mi boca y se separa ligeramente de mí.

— ¿Qué pasa? — murmuro sin dejar de rozar sus pezones erectos.

— Nada, es solo que... — hace una pausa cuando pellizco uno de sus pezones y cierra los ojos — me desconcentras — finaliza en un jadeo entrecortado, rio.

— Es lo de menos — me inclino más sobre ella, para acomodarme sobre su cuerpo, ya mi polla esta tremendamente dura y solo nos hemos rozado un poco — no sé lo que haces conmigo — murmuro en su cuello mientras la beso y ella gime debajo de mí, restregando su entrepierna contra mi bóxer.

Sus manos suben por mi espalda hasta mi nuca y luego sobre mi cabeza, donde masajea mi cuero cabelludo con suavidad, mis manos ávidas por darle placer y así poder escuchar sus gemidos aterrizan en su ya muy húmeda entrepierna, toqueteo su coño como el puto experto que soy, arrancándole jadeos y gemidos que son música para mis oídos.

— me encanta como gimes por mi culpa — murmuro antes de alcanzar uno de sus pezones y meterlo en mi boca, lo chupo, muerdo y lamo como si mi vida se redujera a ello, mientras se retuerce entre mis caricias.

— Zero — jadea y no puedo evitar sonreír al escuchar mi nombre de esa manera

— ¿hmmm?

— ¿Seguimos jugando? — pregunta entrecortadamente y me detengo, me separo de su pecho y busco sus ojos.

— Llámalo un juego si es lo que quieres — digo restándole importancia a mis palabras, ella me ve con seriedad, sus mejillas están sonrosadas y sus labios hinchados.

— Un juego significa algo — murmura, luego hace una pausa desviando sus ojos para mirar a otro lado y continua — y esto es solo sexo, sin ningún significado en particular, solo placer — su comentario por alguna razón me duele, presiono mis manos en puño sin dejar de verla, pero ella evita hacerlo

— Es lo que siempre ha sido — suelto con frialdad, regresando a mi caparazón y recordándome que por más que me sienta bien con ella, no puedo dejarme llevar.

Vuelvo a tomar sus labios y esta vez la beso como un loco, sin detenerme en nada, en solo drenar la frustración que han causado sus palabras, porque por un jodido instante quise que significara algo más, no sé qué, con exactitud pero algo más en definitiva.

Tomo sus brazos y los elevo sobre su cabeza, mientras desciendo por su cuello mordiendo y besando con desesperación, ella jadea y se remueve excitada debajo de mí, separo sus piernas y me acomodo entre ellas, deseoso de perderme entre ellas, pero me limito a rosarla con mi polla, puedo sentir lo caliente y húmeda que esta sobre la tela del bóxer.

Ella eleva su pelvis en busca de más contacto, pero me separo para hacerla sentir exactamente como yo hace unos instantes, sus ojos me buscan llenos de confusión, cuando me levanto y salgo de la cama. Sin mirarla salgo de la habitación deseando no sentirme como lo hago y poder mandarla a la mierda, pero es algo difícil de hacer, porque desde que mis hermanos murieron no me había vuelto a sentir como me siento cuando Jake está a mi lado, besándome.

Una vez en la cocina busco un vaso y me sirvo agua, respiro profundo tratando de reorganizar mi cabeza y mis emociones, cuando su voz me interrumpe.

— ¿Qué pasa? — pregunta con voz ronca, no me giro no quiero verla, porque por alguna extraña razón recordar a mi gemelo y tenerla cerca ahora me cabrea, porque estoy seguro que de haber sido el no habría dicho lo que dijo hace rato.

— Nada — murmuro dejando el vaso y girándome para pasar junto a ella sin mirarla, ella me detiene y me gira para verme.

Nuestros ojos se encuentran, veo duda en ellos pero no digo nada, me vuelvo el tipo frio y hermético que conoció en el estacionamiento. Suspira liberándome y se gira para caminar de regreso a la habitación, la sigo sin decir nada, cuando entra, va directo por su ropa, la recoge de prisa y sin dirigirme la palabra camina hasta una de las puertas y se detiene, luego se gira y me ve expectante.

— Si buscas el baño es aquella puerta — suelto girándome y tomando el pantalón de chándal que está en el borde de la cama.

Escucho el abrir y cerrar de la puerta, respiro profundo y restriego mis manos sobre mi rostro, esta mujer va a volverme loco y si no es ella son las jodidas cosas que me hace sentir. Niego con la cabeza, recordándome que no puede ser, que ella tiene un crush con Nico y que ninguno de los dos nos parecemos al menos no en personalidad y que por alguna razón ella decidió estar conmigo hoy.

Después de algunos minutos, la puerta vuelve abrirse y aparece con el cabello recogido en una clineja, sus mejillas están sonrosadas cuando me habla.

— Necesito regresar — murmura, y le señaló la puerta

— ¿Quieres que te lleve o te pido un taxi? — pregunto colocándome los zapatos, ella respira profundamente y guarda silencio.

— ¿Pagaras por las pinturas del orfelinato? — su pregunta me toma fuera de base y la busco con la mirada — esto puede que no signifique nada — recalca la palabras y lo odio — pero prometiste hacerlo y ayudar — suspiro molesto y me levanto, tomo mi franela y paso junto a ella sin verla

— Es lo que dije que iba hacer Jake, soy un tipo de palabra — salgo de la habitación buscando las llaves del auto y mi teléfono.

Cuando lo enciendo para ver la hora, tengo cinco llamadas perdidas de Ethan y tres de mama, frunzo el ceño porque es raro que me llamen ambos y con tanta insistencia, suspiro meditando que hacer, pero justo ahora no es un buen momento para lidiar con las mierdas de mi inestable relación familiar.

La escucho moverse a mi espalda y cuando me giro esta con el teléfono entre sus manos escribiendo frenéticamente con cara de preocupación, luego suspira y niega con la cabeza, sonríe con tristeza y guarda el aparato en el bolso. Mientras esta distraída en su teléfono aprovecho una vez más de detallarla.

Buscando la razón por la que me gusta, porque mi cuerpo se siente así con ella, porque toda la jodida oscuridad y tristeza en la que vivo desde hace años desaparece cuando me mira. En ese momento sus ojos me ven y permanecemos unos instantes soportando la mirada el uno en el otro, ella es la primera en desviarla.

— ¿Lista? — pregunto pasando una vez más junto a ella hacia la puerta.

No responde, solo me sigue y se mantiene en silencio, al llegar al auto se sube sin decir nada y permanece así durante todo el puto viaje, el silencio es incómodo, puedo notar lo tensa que esta y lo nerviosa, no para de juguetear con el borde de su blusa, sin dejar de ver por la ventana.

Cuando llegamos a Manhattan, se remueve incomoda en el asiento como dudando si hablarme o no, finalmente me detengo frente a su edificio, se quita el cinturón de seguridad y respira profundo.

— Te espero mañana a las 1:30 si tienes tiempo para ir por las pinturas y llevarlas al orfelinato en la tarde — asiento sin mirarla, tamborileando impaciente sobre el volante — Zero — me llama, pero mi nombre justo ahora sienta como un maldito reproche y exploto

— ¿Quieres bajarte de una puta vez? — se sobresalta por mi tono y cierro los ojos al instante, la ira creciendo desmedida en mi cuerpo — solo baja — digo entre dientes, antes de que pueda decir algo soy yo quien abro la puerta y me bajo.

Rodeo el auto trotando y abro su puerta, sin mirarla espero a que baje, cuando lo hace azoto esta con fuerza y me giro, sin decirle nada, no sé porque estoy tan cabreado y dolido, pero solo quiero alejarme de ella, huir de lo que me hace sentir, porque aunque sea malditamente placentero y no tenía idea de cuánto extrañaba sentirme así de bien, no puede ser, no puedo sentir esto porque sé que tarde o temprano terminara y no quiero volver a sentirme como una mierda por perder a alguien más.

Entro al auto y salgo pitado de allí, cabreado, frustrado y sintiéndome el tipo con menos suerte del mundo, por haberme topado con una linda chica que me hace sentir cosas que no puedo entender pero que son agradables y que al mismo tiempo me hace sentir miserable al recordar que muy posiblemente este conmigo porque soy igual a Nico.

— No puedo sentir — murmuro con los dientes apretados antes de girar en la esquina mirar por el espejo retrovisor y verla exactamente en el mismo lugar donde la deje.  


Nota del autor: holis como estan? perdón por la ausencia pero he estado bastante ocupada estos días, entre mi familia, mi novio, mi trabajo pues no me ha quedado mucho tiempo libre, pero ya aquí esta el capitulo que estaba iniciado y solo faltaba editarlo para subirlo, espero lo hayan disfrutado y no preguntare nada esta vez, solo comentare que esta historia a veces puede ir lento, pero son momentos que tienen que ser así, para justificar otras cosas mas adelante, un beso enorme y perdón por el abandono, gracias infinitas por apoyarme, por leernos y seguir aquí, le amo abrazos!


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