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Capítulo 4 - Perdona pequeña.

Hola, gente linda como les va? si lo se estaba super perdida con Zero, pero a ver han sido días un poco complicados pero aquí esta. Pues la verdad esta es una triple actualización por el cumpleaños de mi una de mis esposas, Lali de mi vida y mi corazón, espero disfrutes y no llores mucho, recuerda los pasteles llenos de lagrimas no se venden igual ajajajaja te amo infinitamente y pos a leer.

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Zero.

El repiqueteo de la batería, más los acordes de la guitarra y el bajo acompañan la voz de Lili y Kyle que cantan el nuevo tema. Tema que de alguna forma me hace pensar en ella. Sonrió cuando terminan el coro y Lili me lanza un beso para luego reír. El silencio se extiende unos segundos y todos me observan sonrientes.

— ¿Y, qué opinas? — pregunta Kyle.

— ¿Quién la compuso? — pregunto con curiosidad poniéndome en pie y caminando hacia el piano.

— Yo...— responde Charlie rascándose la nuca con cierta incomodidad.

Todos ríen y vuelven a mirarme, suspiro tomando asiento en el banco frente al piano, Kyle frunce el ceño en cuanto ve que levanto la tapa y Lili suelta un jadeo cuando toco una de las teclas y el sonido inunda el lugar.

— ¿Qué piensan si el inicio de la canción lo tocan con un piano de fondo? — murmuro mirando las teclas.

El silencio que le sigue a mis palabras me hace levanta la cara y observar a mis amigos. Todos me ven sorprendidos y hasta cierto punto incrédulo ante mi propuesta.

— ¿El piano? — pregunta Thom desde la batería.

— Si, sería algo innovador y que quedaría muy brutal con el tema...— respondo encogiéndome de hombros con simpleza.

— Señores, señorita...— comenta divertido Kyle — tenemos a Zero Evans de vuelta...— me señala con su mano y ríe caminando en mi dirección — suena bien bro pero el único aquí con la capacidad para tocar esta enorme cosa eres tu...— comenta dándole una palmadita sobre la superficie laqueada.

— Lo se...— murmuro.

Entonces sintiéndome invadido por la misma sensación que me impulso a subir al escenario hace unos días atrás en el evento de Ethan para tocar y cantar para Jake, dejo que mis dedos se deslicen por las teclas una vez más. Pienso en el tono y el ritmo del tema y me dejo llevar solo toco unos pocos acordes tratando de seguir el ritmo de la música que ellos compusieron.

Cuando dejo de tocar y elevo los ojos para ver a Kyle la amplia sonrisa que me recibe me calienta el pecho, desvió mis ojos hacia Lili y sus ojos están anegados en lágrimas y su sonrisa es aún más amplia que la de Kyle. Todos me observan como si hubiesen anhelado que esto sucediera hace mucho y la sensación de bienestar que hace mucho no sentía y solo he ido recuperando junto a Jake, se hace presente junto a mis amigos. Lili lleva sus manos a su boca y sin más se quita la guitarra la deja en el suelo y echa a correr en mi dirección.

Cuando me alcanza se lanza sobre mí y rodea mi cuello con fuerza, lloriquea cosas sin sentido en mi oído y no puedo evitar sonreír un poco por su reacción. Thomas, Charlie y Kyle ríen divertidos y se acercan a mí para palmear mi espalda y hombros, confirmando que esto les agrada y los hace felices de alguna forma que me hace sentir parte de algo grande, de algo bonito... de algo parecido a lo que solía ser mi familia antes de...

Niko y Ashley...

Mi pecho se comprime y aunque el dolor se hace presente y un nudo crece en mi garganta de alguna forma se siente distinta con ellos aquí demostrando tanto. Todos saben cuánto significa esto para mí, todos saben lo que implica sentarme en este piano y tocar. Todos saben que cada vez que lo hago me hundo un poco más, pero ese día y hoy... ha sido como un paso hacia la luz y todo gracias a ella.

— Eres un idiota...— murmura Lili en mi oído antes de separarse.

Toma mis mejillas entre sus manos y me observa con atención, luego sonríe y muerde su labio inferior, acorta la distancia entre ambos y deja un beso en la comisura de mis labios.

— Vuelve a tocar...— me pide con los ojos llenos de lágrimas.

Entonces me parece que es suficiente por un día, me remuevo alejándome de ella en el banco y me pongo en pie evitando mirarlos.

— Iré por unas cervezas...— cambio de tema, haciendo que todos me vean algo sorprendidos.

Cuando salgo del estudio suspiro y niego con la cabeza, se siente increíble tocar, siempre ha sido perfecto y maravilloso para mí. Pero tiene que ser así... algo que nace, no me veo tocando nada para Lili, ósea puedo tocar la música para la canción pero hasta allí creo.

Camino hacia la cocina despeinando mi cabello cuando mi teléfono vibra en el interior de mi bolsillo. Cuando reviso es un sms de Jake.

Jake: ¿Ocupado?

Sonrió y suspiro, ¿por qué demonios no puede saludarme si quiera?

Zero: Hola Jake, estoy muy bien ¿y tú?

Respondo cortante dejándome caer en el banco de la cocina.

Jake: ¿Ahora si saludas?

Pongo los ojos en blanco y rio.

Zero: jajajajajajaja siempre lo hago... ¿por qué?

Jake: iré al orfelinato...

En cuanto leo esas palabras me tenso, ayer me pidió que la acompañara y me negué hacerlo.

Zero: está bien, estoy con los chicos, te veo luego no te preocupes...

Respondo secamente, para luego dejar el teléfono sobre la encimera y pasar las manos por mi rostro con cierta frustración. Tratamos de no tocar el tema del orfelinato, bueno yo he tratado de evitarlo a toda costa. No quiero regresar allí y mucho menos tener que ver a Cam. Cada que pienso en ella mi pecho se contrae y la culpa me invade.

Kyle me conto como se puso y me sentí como la mierda, no debí haberle hecho eso, pero lo hecho, hecho esta y no puedo hacer nada más. Respiro profundo una vez y mi teléfono vibra sobre la encimera, es la respuesta del sms de Jake pero lo ignoro. Camino hasta el refrigerador y me inclino para sacar un pack de cervezas, cuando me giro Lili está de pie mirándome con una media sonrisa en los labios.

— En serio tocaste...— murmura caminando hacia mí.

— Si lo hice...— le restó importancia encogiéndome de hombros y girándome para destapar las botellas.

Pronto sus manos se cierran en mi abdomen y me abraza con fuerza, respiro profundo porque no soy de esta mierda.

— ¿Lili que haces? — libero sus manos de mi cuerpo y me giro.

Cuando nuestras miradas se encuentran sus ojos están anegados en lágrimas, respiro profundo cuando veo una de estas caer y a ella limpiarla con cierta brusquedad.

— Lo siento...— murmura entrecortadamente — es que te vi allí y no pude evitar pensar en Niko...— mi respiración se detiene y mi pecho se contrae — lo extraño Z...— suelta un sollozo y yo no sé qué mierda hacer.

— Lili yo...— no sé qué coño decirle.

— Abrázame Zero por favor...— me pide, no me muevo solo veo como sus bonitos ojos me suplican que lo haga y termino cediendo.

Cuando la rodeo con mis brazos ella se aferra a los costados de mi franela y empieza a llorar como hacía años no la veía hacerlo. Cierro mis ojos y contengo todas las emociones que ella está removiendo en mí. Cuento mentalmente hasta diez con lentitud tragando el nudo que se ha instalado en mi garganta.

En ese momento Kyle entra a la cocina y en cuanto nos ve y escucha el sollozo de Lili suspira niega con la cabeza y se gira regresando sobre sus pasos dejándonos solos. Los minutos pasan y finalmente la manzanita de la discordia se calma un poco se separa de mí y suspira. Sus ojos nunca me buscan, está nerviosa y la noto ansiosa.

— ¿Puedo quedarme esta noche? — pregunta con cierta timidez.

— Es estúpido que lo preguntes manzanita...— comento dando un paso hacia ella, la observo un instante y niego con la cabeza antes de besar su cien — puedes quedarte el tiempo que quieras Lili...— tomo algunas cervezas y salgo de la cocina dejando el resto para que sea ella quien la lleve al estudio.

Cuando ingreso, Thomas ha vuelto a la batería donde repiquetea un ritmo constante con las baquetas, Charlie está en el suelo tocando el bajo y Kyle mira por la ventana. Le tiendo una cerveza a cada uno y el silencio que hay en la estancia me deja saber que todos saben lo que sucedía con Lili afuera. Me paro junto a Kyle, le doy su cerveza, antes de darle un sorbo la choca suavemente con mi botella y suspira.

— ¿Seguro que quieres hacer esto? — indaga sin mirarme.

Sé que se refiere a la canción, tardo algunos segundos en responder y finalmente asiento.

— Sonara excelente...— respondo con simpleza bebiendo un sorbo.

— Zero tienes una llamada...— comenta Lili entrando a la sala con mi teléfono en la mano.

Cuando me giro sus ojos evitan mirarme, tomo el aparato y veo que se trata de Ethan respiro profundo y desvió la llamada al buzón de mensajes para luego regresar el teléfono a mi bolsillo. Papa ha estado tratando de comunicarse conmigo desde el evento, mama ha llamado un par de veces y con la única que he hablado es con la abuela.

— ¿Hablaste con ella? — pregunta Kyle poniendo sus ojos en Lili que se ha sentado junto a Charlie y ambos tocan sus instrumentos en sincronía.

— Si, solo ha recordado a Niko...— murmuro, el asiente y me ve un instante.

— ¿Cómo llevas el noviazgo con Brook? — pregunta después de dar un sorbo.

Sonrió inevitablemente y lo veo divertido cuando sus labios dibujan una sonrisa burlona.

— Es raro...— murmuro acariciando las letras del nombre de mi hermana de mis nudillos.

— ¿Por qué?

— No soy de esta mierda Kyle, pero de alguna forma es agradable...— mi mejor amigo ríe y suspira.

— No vayas a cagarla otra vez bro...— me pide en un susurro y suspiro.

— Sabes muy bien que tarde o temprano lo hare...— murmuro sin ganas haciendo que me mire.

— Si lo sabes ¿Por qué iniciar una relación con ella? — no suena a reproche pero lo siento así.

— Porque la quiero en mi vida me hace bien...— respondo con simpleza.

El me observa un momento y suspira negando con la cabeza, después de unos segundos coloca su mano sobre la pared y observa el exterior.

— No sabemos nada de Brook, pero estoy seguro que hay mucho más detrás de esos bonitos ojos café y de esa cara de inocencia...— no está mirándome pero noto el brillo en sus ojos.

Kyle le gusta Jake lo sé y el que se haya hecho a un lado para permitirme estar cerca de ella solo demuestra cuán importante es nuestra relación para ambos, pero no puedo evitar sentir cierta punzada de celos cuando posa sus ojos en mí.

— No vayas a lastimarla más Zero, no lo merece...— esas palabras me tensan.

— Estas consciente que cada jodida persona que se acerca a mi sale hecha mierda ¿no?

— Ya la hiciste mierda una vez y regreso...— esta vez sí hay reproche en sus palabras — ya hablamos de esto bro y estábamos de acuerdo en algo ¿no?

— Para...— lo detengo cuando sé que se pondrá pesado, bebo el resto de la botella y me giro saliendo de la sala de ensayo directo a mi habitación.

En cuanto entro me deshago de mi camiseta, tomo la guitarra eléctrica y me dejo caer en la cama con ella en mi regazo haciendo lo de siempre. Afinar un instrumento que ya está afinado es tonto pero lo hago constantemente. Me relaja. Después de algunos minutos la dejo a mi lado y meto la mano dentro del pantalón que cargo y tomo la concha del caracol que Jake me regalo cuando éramos niños.

Me distraigo pensando en nosotros de niños y en las palabras de Kyle. Sin poder evitarlo mi mente evoca aquella vez que me dijo que no era una niña buena y ahora la curiosidad me azota. Por alguna razón que la llamen así le cabrea y ahora quiero saber porque. Me remuevo en la cama y cierro los ojos pronto el sueño me abraza y me quedo profundamente dormido.

Algo vibra dentro de mi pantalón y cuando despierto noto que se trata de mi teléfono, cuando lo tomo una vez más es Ethan, desvió la llamada al buzón de voz y me dedico a revisar los muchos mensajes que tengo. En su mayoría son chicas que quieren divertiste conmigo, abro los chats y disfruto de sus fotos semi desnudas y por alguna razón aunque todas son malditamente sexy ninguna despierta gran cosa en mí. Finalmente entro a los estados del WhatsApp y en cuanto veo que Jake tiene varias actualizaciones decido curiosearlas.

La primera imagen con la que me topo es de ella con Sarah comiendo un helado enorme, la segunda es de ella y su madre en lo mismo y la tercera solo tiene siete minutos de haberla subido y es de ella y el imbécil del orfelinato, me tenso en cuanto los veo abrazos y riendo con ganas, hay niños alrededor de ellos pero lo que realmente me incomoda es que el imbécil de Jay la sujeta de la cintura y ella está sobre su hombro muriendo de la risa.

La siguiente imagen es Jake nuevamente con varios niños —entre ellos Cam— y nuevamente Jay a su lado. La sensación insidiosa e incómoda que me invade y me hace respirar profundo. No dudo ni un solo instante me pongo en pie y me coloco una franela, una gorra y tomo nuevamente el teléfono, escribo un mensaje para enviárselo pero me arrepiento borro y termino saliendo de mi habitación con la intención de llegar al orfelinato.

El camino se me hace increíblemente largo y pesado, un montón de ideas estúpidas cruzan mi cabeza y cada vez me siento más ansiosa. El verla reír de esa manera con el idiota me cabrea. De alguna forma no quiero que ría así con alguien más que no sea yo. Cuando finalmente veo el estacionamiento entro y aparco muy cerca de la puerta, antes de poder llegar a esta se abre y veo a varias de las chicas que trabajan aquí.

Una de ellas se percata de mi presencia y sonríe en mi dirección cuando lo hace la reconozco es la chica que ha estado coqueteando conmigo cada que paso por aquí. Camino hacia la puerta y ella se detiene mientras sus amigas continúan andando, me gano varias miradas curiosas hasta que finalmente la alcanzo.

— Zero...— me saluda en cuanto estamos a poco distancia.

— Hola...— la saludo con simpleza pasando junto a ella sin dedicarle mucho interés.

— ¿Estás aquí por Cameron? — Pregunta deteniéndome — hace unos días que está muy preocupada por ti y no para de nombrarte...— comenta cuando me giro para verla.

Sé que es egoísta pero la verdadera razón por la que estoy aquí es porque Jake está junto a Jay y el idiota gusta de ella.

— Ya...— me limito responder ella nota que no quiero conversar con ella por lo que respira profundo sonríe con nerviosismos y se gira, para irse.

— Nos vemos...— la ignoro abriendo la puerta.

Una vez estoy en el recibidor camino hacia el costado derecho hacia donde está el patio trasero pero una voz me detiene.

— Señor Evans que sorpresa tenerlo por aquí una vez más...— la voz de la directora me detiene y suspiro girándome.

— Directora...— hago una pausa tratando de recordar su apellido pero no me llega.

— ¿Me explica que hace aquí? — pregunta cruzándose de brazos.

El tono en su voz es molesto y frunzo el ceño.

— Vine a buscar a Brooklyn...— comento encogiéndome de hombros.

— Le agradecería enormemente que llame a la señorita Jones y la espere afuera, no es parte del personal que labora aquí, ni es de los chicos que ayudan así que por favor retírese...— elevo una de mis cejas y sonrió de lado.

— ¿Esta cabreada porque Ethan no ha respondido su carta? — pregunto en tono burlón.

El ceño de la mujer se frunce aún más y su cuerpo se tensa, en cuestión de dos pasos la tengo en frente mirándome con desprecio.

— No, estoy cabreada porque me parece bajo, vil y cruel que haya decidido divertirse a costa de los sentimientos de una pequeña que puso su entera confianza en usted...— en cuanto esas palabras dejan su boca la culpa me invade una vez más y me siento como la mierda — no sé qué pretende ni a que juega con la señorita Jones pero le agradecería que dejara a mis chicos fuera de lo que sea que tienen...

— ¿Zero? — una voz inocente y dulce hace que cierre los ojos y mi cuerpo se tense aún más.

Lo que siento luego alrededor de una de mis piernas es un fuerte abrazo que no solo me hace sentir aun peor, me acojona de forma aterradora.

— Zero viniste, sabía que ibas a volver en cuanto mejoraras...— comenta con emoción Camero después de liberar mi pierna y rodearme para verme con una enorme sonrisa.

Sus ojos brillan con intensidad y no puedo ni moverme ante la mirada inocente que la pequeña niña me dedica. Por un instante no me muevo, no reacciono no logro hacer nada. Hasta que la voz de Jake me saca de mi estado de estupor.

— ¿Zero que haces aquí? — parpadeo y le dedico una sonrisa forzada a Cameron que me observa expectante.

— Hola Cam...— saludo a la niña pero no la directora no le da tiempo de nada.

— Cameron ve a clase...— le dice colocando una de sus manos sobre su hombro.

La niña frunce el ceño y llena sus regordetes cachetes de aire y sin decir nada más cruzas sus brazos y se va cabreada. Varias niñas la siguen y noto de inmediato que todas son las niñas que nos acompañaban las veces que vino y estuve con ella a solas.

— Señor Evans por favor no se lo volveré a pedir...— insiste la directora.

— ¿Qué pasa? — pregunta Jake mirándome sin comprender.

— Nada...— susurro dedicándole una mirada despectiva a la mujer y girándome para salir de allí.

Después de todo fue una muy mala idea haber venido. Aunque no he terminado de dar un par de pasos cuando Jake se interpone en mi camino. Sus enormes y hermosos ojos me miran con atención, estudiándome. Luego mira sobre mi hombro e imito el gesto para ver como la directora espera paciente a que deje el puto edificio cosa que hago sin dudarlo o detenerme para conversar o explicarle a Jake la razón de mi visita.

Cuando salgo al exterior camino directamente a mi auto. Necesito salir de aquí y alejarme de estas personas cuanto antes, de esa jodida pequeña y su mirada brillosa que solo me hizo sentir como la peor basura del universo. Cuando estoy frente al auto y abro la puerta esta vuelve a cerrarse y me giro dispuesto a soltar mi ira en contra de la persona que ha osado venir a molestarme.

Pero mi corazón se detiene al ver el rostro de Jake mirándome con seriedad. Se cruza de brazos y adopta esa postura que solo significa que soltara un discurso que posiblemente termine por hacernos discutir y terminemos hiriéndonos. De inmediato pienso en la conversación que tuve hace un rato con Kyle y sin poder evitarlo las dudas me abrazan.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta una vez.

— Nada, permiso...— murmuro presionando con fuerza mis manos convertidas en puños.

Es la única forma que tengo en este instante de controlar un poco lo siento.

— Zero...— advierte pero ni si quiera soy capaz de mirarla porque sé muy bien que si lo hago soltare contra ella todo lo que estoy sintiendo y Kyle tiene razón.

Ella no lo merece.

— Ya déjalo estar Jake, quita...— suelto entre dientes presionando mi mandíbula.

— ¿En serio? — pregunta sin la menor intención de hacerse a un lado.

Cierro los ojos y miro al cielo en busca de un poco de autocontrol, de un poco de paciencia cosa que no tengo en lo absoluto.

— Vine por ti ¿de acuerdo? — suelto finalmente sin mirarla.

— ¿Y no consideraste la idea que tal vez solo tal vez te podrías topar con Cameron? — pregunta haciendo que mis ojos se abran de golpe.

El reproche en su voz es evidente y el cabreo en mi pecho aumenta.

— ¿Por qué demonios te importa tanto esa mocosa? — Suelto exasperado — estoy aquí por ti no por ella...— doy un paso en su dirección — esa niña me importa una mierda...— no completo la frase porque un sollozo a mi espalda me hace detenerme.

Cuando me giro Cameron está allí de pie con unas hojas entre sus temblorosas manos y sus ojos anegados en lágrimas. Libera las hojas que caen al suelo y se gira echando a correr hacia el edificio. Por alguna razón que desconozco echo a correr detrás de ella sintiéndome aun peor de lo que me sentía hace segundos atrás.

— Cam espera...— la llamo alcanzándola, cuando la sujeto del brazo se remueve con desesperación y cuando sus ojos grises me observan cargados de dolor me hundo un poco más.

— Soy una mierda siempre lo he sido por eso mi mami me dejo aquí...— y con eso se libera de mi agarre y continua su carrera al interior del edificio.

No soy capaz de moverme, no soy capaz de decir o hacer absolutamente nada ante lo que acaba de pasar. Ante lo que acabo de provocar. Jake pasa junto a mí y me dedica una mirada que no logro descifrar pero no dice absolutamente nada solo continua su camino detrás de la niña.

No sé cuánto tiempo paso de pie mirando la puerta después que Cameron y Jake entraron pero cuando finalmente logro espabilarme desvió mis ojos del edificio y con la culpa sembrada en cada jodida partícula de mi ser me giro y echo andar hacia mi auto. Antes de alcanzarlo me topo con las hojas esparcidas en el suelo.

Me agacho y las recojo una a una, cada una dándome un golpe más fuerte y hundiéndome un poco más. Son dibujos hechos por Cameron, en todos aparecemos juntos, en todos estamos uno al lado del otro y las palabras que alcanzo a leer en uno de ellos me destrozan el corazón.

"Zero eres el hermano mayor que siempre quise tener"

Mis ojos arden después de leer las coloridas palabras sobre ambos en un escenario representando algo que no fui capaz de cumplir o si quiera desmentirle a la niña. Arrugo las hojas en mis manos y me pongo en pie sintiéndome tan poca cosa que una vez estoy junto al auto término estrellando mi mano en uno de los cristales que se hace añicos.

Siento el dolor y el ardor de los vidrios al incrustarse en mi piel y abrirla pero lo ignoro abro la puerta entro sentándome en el asiento, mis manos aun sujetan los dibujos que Cam hizo para mí solo que empiezan a teñirse de rojo gracias a la sangre que sale de las heridas de mis manos. En un extraño símil me doy cuenta que mi vida esta destina a esto, a herir a todo el mundo.

— Perdona pequeña...— murmuro sintiéndolo realmente, antes de encender el auto y salir de allí con la intención de nunca volver.

Brook.

A veces de verdad pienso que la vida es una perra y que le encanta ensañarse con aquellos que sufren y merecen más. Justo como en este instante, escuchar el sollozo de Cam a las espaldas de Zero me parte el alma pero también me parte el alma ver el sufrimientos y el terror en su mirada. Cuando se gira para echar a correr detrás de la niña no sé muy bien que hacer.

Cameron tiene días hablando de Zero y no tuve la fuerza ni el valor de decirle que no quería volver aquí porque sabía que eso le haría daño y es una pequeña. Ahora en este momento comprendo mi error, quizás le habría hecho sentir mal decirle que Zero no deseaba volver porque le recordaba a su hermana que había muerto.

Quizás ella lo habría entendido y nada de esto estaría pasando. Quizás solo quizás habría evitado todo el daño que este momento está causando. Cuando Cam entra al edificio le sigo, movida por la necesidad de consolarla pero cuando veo la mirada de Zero sé que también me necesita, sé que desea con todas sus fuerzas que esto no esté pasando.

Pero también sé que si me quedo a su lado en este momento terminaremos muy mal y es lo que menos deseo. Por lo que decido ir detrás de la pequeña, Zero podrá esperar un poco Cameron no. Cuando ingreso al edificio mi corazón late desbocado adelantándose a los hechos y nervioso de lo que voy a encontrar cuando le busque pero hay cosas que no se pueden cambiar y en este momento por más que quisiera acompañar a Zero no puedo.

Corro detrás de Cam que se dirige hacia el patio trasero, corre sin detenerse hasta alcanzar uno de los pocos árboles que tenemos aquí. Cuando lo hace se deja caer debajo de su sombra y rodea sus piernas con sus bracitos hundiendo su rostro entre ellas. Llora con fuerza y mi corazón se encoje ante el dolor que percibo.

Cuando la alcanzo sus ojitos grises me buscan y al verme llora con más fuerza se pone en pie y se lanza sobre mí para llorar desconsoladamente.

— Nadie me quiere...— solloza — ni mi mami, ni mi papa y ahora Zero tampoco...— insiste entre cortadamente — a nadie le importo.

— Cam no digas eso hay muchas personas que te amamos y que nos importas...— murmuro con un enorme y creciente nudo en mi garganta.

— Pero Zero no me quiere...— se queja y suspiro tratando de buscar respuestas para darle — dijo que no le importaba...— insiste.

— Cam a veces las cosas con Zero son muy complicadas...— murmuro tratando de explicarle su actitud y sus palabras — ha pasado por mucho y pues la verdad le cuesta mucho esto...

— Es mentira cuando estuvo aquí todo fue muy fácil...— suelta de pronto molesta — pero seguro como no hice bien las cosas en el concurso se enojó y ya no quiere quererme...— esas palabras me hacen comprender que no importa lo que yo diga, Cameron no cambiara de parecer.

Respiro profundo y camino hacia ella para volver abrazarla, pero me rechaza, limpia sus lágrimas con rabia y vuelve a correr al interior del edificio, permanezco allí mirando a la nada para luego ser interrumpida por la calida voz de Jay.

— No quiero ser pesado pero te dije que ese tipo traería más problemas de los que esperabas...— cierro los ojos y me giro para verlo.

— Si, trajo problemas pero solo porque él tiene demasiado cargado sobre sus hombros...— me giro y echo andar, Cam no me querrá cerca de ella.

Hizo lo mismo cuando ocurrió lo del concurso y algo me dice que esta vez será igual. Cam tiene una personalidad encantadora pero cuando se molesta es como un pequeño huracán y ahora no solo está molesta esta dolida. Mientras camino hacia la puerta principal me topo una vez más con la directora que me observa con aprensión.

— Señorita Jones si no puede mantener sus asuntos personales fuera de estas paredes le pediré que por favor no regrese, nuestros niños han pasado por muchas cosas y han vivido cosas realmente duras, ustedes están aquí para colaborar con su evolución emocional no complicarla...— me siento avergonzada y culpable por lo que simplemente asiento.

— No volverá a repetirse, lo prometo.

— Eso espero...

— Gracias, ahora debe saber que Camero posiblemente necesitara de varias consultas con la psicólogo para volver a ser lo que era gracias al señor Evans, que le quede claro que no lo quiero aquí — sin decir nada mas o permitirme responder se gira y se aleja de mí.

Cierro los ojos y respiro profundo. Cuando salgo del edificio por alguna estúpida razón tengo la esperanza que Zero continúe aquí esperando por mí, pero como es de esperar no es así. Busco mi teléfono y marco su número para hablar con él, pero me cae inmediatamente la contestadora. Los nervios se hacen presentes y marco el número de Kyle que si responde después del tercer toque.

— Hola hermosa ¿Cómo estás?

— Hola Kyle...— hago una pausa y no sé cómo preguntar por Zero.

— ¿Qué pasa? — suspiro.

— ¿Sabes dónde está Zero?

— Estaba en su habitación hace un rato ¿Por qué?

— Es que vino al orfelinato y pues...— no termino la idea porque no quiero sonar a que estoy reclamando algo.

— Mierda, ¿Cameron lo vio no es así?

— Si y no solo lo vio, lo escucho decir que ella no le importaba...— Kyle respira profundo al otro lado de la línea y lo imito.

— Veré si lo encuentro y te aviso...

— Espero que no haya decidido hundirse en alcohol otra vez...

— Puede, pero ya me ocupare de eso ¿Cómo esta Cam?

— Dolida, escuchar a Zero decir eso la destrozo

— Lo imagino, ¿hay algo que pueda hacer? — pregunta con interés

— Solo si tienes el poder de echar el tiempo atrás o coserle la boca a Zero — el ríe con pesar y suspira.

— Te aviso cualquier cosa un beso hermosa, te quiero...— no me deja responderle ya que finaliza la llamada de inmediato.

Yo camino hasta mi auto y decido regresar a casa, después de todo Spence debe estar por llegar y le prometí que estaría allí cuando lo hiciera. Conduzco sumergida en mis pensamientos y en mi angustia. Odio que Cam este así pero temo muchísimo mas por Zero que por la niña. Cuando llego al edificio aparco y desciendo sin prestarle mucha atención a mí alrededor por lo que me sorprende conseguir a Zero sentado en las escaleras frente a la puerta principal de este.

Cuando sus ojos se elevan y nuestras miradas se encuentran sé que pronto estaremos en medio de una tormenta. Camino hasta el sin apartar la mirada, cuando estoy a un escalón de él se pone en pie quedando por encima de mí, sus ojos de distintos colores me observan con frialdad.

— ¿Cam está bien? — pregunta después de unos segundos.

— Sabes muy bien que no lo está...— le respondo en un susurro.

Jake esa niña...— inicia y elevo mis manos deteniéndolo.

— Me quedo claro que no te importaba cuando no llegaste al evento pero no entiendo que hacías en el orfelinato si tenías días evitando ir...— lo veo tensarse y desviar sus ojos.

— Fui a buscarte

— ¿Buscarme? Habíamos quedado vernos luego...— suelto sin poder comprender que está pasando.

Jake solo fui por ti ¿de acuerdo? No pensé que Cameron estaría allí y ni pensé en ella cuando decidí ir...— mi cuerpo se tensa con sus palabras y de alguna forma me duele que este expresándose de esa forma cuando Cameron le tiene tanta estima.

— ¿Sabes? a veces olvido lo egoísta que puedes llegar a ser...— paso junto a él y antes que pueda alejarme me sostiene del brazo.

— ¿Por qué coño te importa tanto? — pregunta entre dientes.

— Porque esa niña tiene emociones y ha sufrido muchísimas mierdas al igual que tu o yo...— le suelto — y no merecía que tu llegaras hacerle daño con tu actitud de nada ni nadie me importa...

— Tú me importas...— murmura mirándome directamente a los ojos y mi corazón late desbocado — eres la única razón por la iría allí...— sonrió.

— Eres un mentiroso de mierda, Cameron te importa tanto como el resto de los niños solo te escondes...— me libero de su agarre sintiendo la ira correr por mi cuerpo.

Porque le cuesta tanto reconocer que otras personas le importan, que Camero le importa.

— Al menos no voy haciendo caridad para olvidar las mierdas que tengo en la cabeza y de alguna forma compensarlas — me espeta con resentimientos y esas palabras me duelen.

En cuanto ve mi expresión abre la boca y la cierra sin decir nada, tiro de mi brazo para liberarme de su agarre y suspiro.

— No, no haces caridad pero vaya que haces daño y te empeñas en joderte en el proceso, si Zero hago caridad, si Zero esos niños me importan — doy un paso hacia el — tú también me importas pero odio cada que tomas esta actitud.

— ¿Cuál actitud? — me echa en cara — si quieres que te diga lo pienso, esa niña de mierda te importa más de lo que yo puedo importarte y lo confirme cuando saliste detrás de ella...— mis ojos se abren como platos ante sus palabras.

Pero no alcanzo a decir nada porque pasa de mí y sigue a su auto, cuando lo alcanza abre la puerta y entra en el con rapidez, yo desciendo las escaleras dispuesta de decirle cuanta mierda me pasa por la cabeza, pero cuando estoy junto a este a punto de hacerlo arranca y se va cual alma lleva el diablo. Me quedo allí mirando cómo se pierde al llegar a la esquina y respiro profundo.

A veces siento que Zero hace todo esto para alejarnos de él. A veces creo que solo quiere permanecer en medio de su dolor y nunca salir de allí. 

Nota del autor: ay dios, pero que cosa con Zero... en serio a veces la vida es una perra en serio (osea yo) el pobre no pega una y termina complicándose todo a su alrededor. En fin que sigamos leyendo...

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