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Con letra elegante escribió Aristia La Monique en el final del documento junto al nombre del emperador.
-su majestad, muchas gracias por haberme hecho pasar estos maravillosos años a su lado -sus ojos ámbar brillaron de emoción y nostalgia haciendo que Ruve apriete sus labios aún sorprendido por lo sucedido.
-Lady Monique, espero que la sigamos viendo en las reuniones sociales después de todo, la luna del imperio, es muy apegada a usted.
Miro al duque Jenna que la seguía mirando con neutralidad fingiendo una muy pequeña sonrisa.
Lo miro por milésimas de segundos y luego sus ojos se cristalizaron.
-lamento no poder cumplir eso duque, está dama se irá del imperio dentro de unos días.
La sala de audiencias donde estaban algunos nobles importantes, el oráculo, el primer ministro y el emperador se mostraron sorprendidos por lo dicho.
-se irá?, el Marqués sabe de esto?.
El duque Rass se acercó a ella cuando el tema principal de la reunión dio por terminado.
-sí, nos iremos a visitar a unos parientes ya que mi padre se ha retirado de su puesto hace unos días y quiere disfrutar de su retiro.
Nuevamente los murmullos inundaron la sala pero la dama siguió sonriendo amable y volvió a mirar al emperador que la estuvo mirando fijamente todo ese tiempo.
-su majestad, sol del imperio, le deseo toda la prosperidad y bendiciones del mundo.
-...estás segura de irte?, han habido varios problemas con los reinos vecinos y pueden haber problemas fuera de la frontera.
La menor ladeo la cabeza levemente y posó sus manos entrelazadas adelante haciendo que su busto aumente unos centímetros.
Eso solo logró que el emperador tuviera un brillo oscuro en sus ojos zafiro.
-el ex líder de la segunda división del glorioso imperio Castina junto a los caballeros de mi casa estarán a mi lado, no debe preocuparse su majestad.
-sol del imperio, lady Monique siempre estará segura, ella ha sido bendecida por este fiel servidor.
Tertius sonrió de manera brillante ante la atención de los presentes menos de la oji ámbar que seguía mirando a su ex esposo con una sonrisa ilegible.
Veamos si podía olvidarla luego de haberlo hecho delirar de placer durante largas noches.
Si no podía olvidarla por tener sentimientos románticos, que aún no descubría, iba a ser imposible olvidarla si sumaba los deseos lujuriosos que despertó en el emperador esos días que estuvieron juntos.
Se iba a ir de ese puto imperio pero no se iba a ir sin antes haber probado algo de la dulce lujuria que se escondía en el cuerpo del estupido pero sensual emperador.
Junto al de otros hombres.
-tienen varios asuntos que tratar así que me retiro su majestad, gloria y bendiciones.
Hizo una reverencia y luego se empezó a retirar de la sala ante la mirada de los demás hombres.
Cuando la dama abandonó la sala, algunos nobles empezaron a murmurar.
Jamás se esperaron que "Vita" diera un segundo aviso de que si el emperador y la reina seguían casados el imperio caería en ruina.
Ahora grandes asuntos del imperio quedaban en las manos de la emperatriz, la amada hija de Vita.
Ahora el emperador se quedaba sin una reina que había hecho un gran trabajo por su imperio mientras él pasaba tiempo con su querida emperatriz.
-"pequeña ex reina, te irás de este imperio pero te llevarás algo de él".
El albino hizo una reverencia ante el emperador y salió de la sala recordando la luz azulada en el vientre de la joven futura marquesa que brillaba con más fuerza cada día que pasaba.
Ruve empezó su charla con los demás nobles pero su mente aún seguía recordando esos ojos ámbar y ese cabello plateado que brillaba con la luz de la luna.
Ese cuerpo encima del suyo, esa piel blanca y esas manos delicadas que tocaron su torso con suavidad.
Esos labios carmesí que le daban una sonrisa perversa al momento en que sus ojos brillaban con fuerza y sus mejilla se sonrojaban ante el tan ansiado clímax.
Demonios, por qué debía de seguir las órdenes de un dios que lo abandonó prácticamente toda su vida.
-ah~ el estupido emperador está pensando en mí, que tierno~.
Miro las flores blancas en ese árbol, el jardín del emperador, sintiendo la brisa del viento peinar su cabello.
Su ojo derecho brillo por unos segundos para luego volver a su color natural.
-Lady.
Miro al caballero pelirrojo de la primer división y sonrió de lado.
-Sir Rass, un gusto verlo.
-me he enterado de su divorcio.
Ella sonrió ante el tan apodado "genio espadachín" y luego cerró sus ojos.
-las noticias correr muy rápido, Carsein -saboreo cada letra de su nombre y se acercó al pelirrojo que la miro fijamente.
El mayor acercó su mano hacia su cintura y otra hacia su largo cabello plateado.
-con gusto esperaré tu visita en la finca de tu primo, en serio...será un honor recibir una visita tuya -susurro dejando que un sonrojo inunde sus mejilla pero jamás dejo de sonreír de forma coqueta.
Carsein sonrió arrogante acercando su rostro al suyo.
-con gusto iré a visitar a la dama que me permitió ser el nuevo capitán de la segunda división.
Ella soltó una leve risa y se dejó besar por el pelirrojo.
Sin siquiera importarles que alguien los viera, ella lo abrazó por el cuello y él la abrazó por la cintura dándole un beso apasionado.
Él no era parte de la casa La Monique pero ante un arreglo de su padre, el líder y la futura líder de la casa Monique habían acordado que él fuera el capitán temporal de la segunda división del imperio.
Era el sucesor temporal del Marqués Monique.
Algo ilógico, pero el duque Rass y el Marqués Monique eran padres del imperio y esa dama, era la ex reina del imperio, una dama que se convirtió en el pilar de la sociedad en poco tiempo.
Sin importar que fuera una decisión ilógica, con toda esa influencia de su lado nada era ilógico.
-segura que estás bien?.
Sonrió al ver la constante preocupación del Marqués.
-ya te dije que sí, deja de preocuparte, solo es una fatiga muy molesta -tapó su sonrisa molesta mientras Keiran la miraba con diversión.
-recordaré con diversión cada fatiga molesta.
Ella soltó una pequeña risa y luego miro al paisaje por la ventanilla del carruaje.
Todos los caballeros de la casa Monique se iban con ellos, su mansión y territorio habían quedado a cargo del segundo maestro de la casa Rass.
Ese día, todo lo relacionado con la casa Monique abandonaba el imperio Castina.
-"veamos si ese imperio provoca algo de diversión o simplemente termina siendo un estupido imperio como este".
Pudieron haber ido a muchos reinos e imperios, pero debía de ir al imperio Obeliano si quería contactarse con ellos.
Ojalá su hijo nazca parecido a la familia Monique y no a su estupido progenitor.
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