Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9

Darren

Lance permanecía apoyado sobre sus brazos los cuales estaban sobre la mesa en donde se encontraba el cuerpo de ese monster cat –El antídoto... no funcionó. –murmuró luego de un largo silencio.

Yo solté un suspiro y negué con la cabeza –No, al parecer sólo lo retrasó. –dije teniendo la mirada agachada. Él me preocupaba mucho, casi lo mata su propia mascota pero lo me de dijo me dejó confundido "Yo iba a dejar que me matara" se repetía en mi cabeza.

Lance tenía en su mano izquierda el pequeño collar con cascabel, lo tenía envuelto en un puño tan fuerte que sus nudillos se hacía un poco blancos pero su rostro era neutral, en esta clase de momentos deseaba poder leer las mentes para saber que pasaba por la cabeza de mi amigo.

Me acerqué al cuerpo del animal para estudiarlo, era como tener a un gran león enfrente pero mucho más grande y feroz, jamás había tenido un león para estudiar pero creo que se parecen. El monster cat tenía dos colas y cuatro colmillos superiores uno detrás del otro, el primero era mucho más grande que el segundo y ambos sobresalían de la boca como los dientes de "un colmillo de sable" extinto.

–Lance... –susurré al escuchar unos sollozos de su parte.

–Primero mis padres y ahora Nieve. –habló conteniendo el llanto.

–Ya sé que es difícil pero llorando no harás nada. –lo dije en un tono bastante rudo pero esa no era mi intención realmente.

–¡No te importa nada! –se acercó y me dio un empujón haciendo que reprima un grito de dolor por mis heridas –¡No te importa Nieve! ¡Tampoco sabes lo que es perder a tu familia! –me empujó una vez más, sólo tristeza y rabia podía ver en sus ojos verdes oscuros.

–Si... lo sé muy bien. –murmuré serio mirando a un lado. Lance se tranquilizó un poco –¿Las bestias? –supuso pero negué mirándolo.

–Yo era pequeño, tenía 7 años, estaba en la escuela cuando me dieron la fantástica noticia. –lo dije con sarcasmo, luego froté mis brazos y suspiré –Mis padres habían muerto en un accidente de tránsito. Los primeros días lloraba todas las noches hasta dormirme y siempre cuando alguien en preguntaba si estaba bien les decía -sí, estoy bien, porque a mis padres no les gustaría verme llorar-. Después de perderlos, yo no tenía a nadie más, fui de un hogar adoptivo al otro. Nunca podía durar más de una semana porque no quería una nueva família, no quería reemplazar a mis padres. –pasé el dorso de mi mano derecho por mis ojos porque los sentía mojados por las lágrimas –Nunca volví a tener una família, luego me hice mayor y estamos aquí ahora. –finalizé y Lance me miraba fijamente.

–Darren, y-yo no... no t-tenía idea. –habló angustiado –Lo siento.

–Descuida, lo entiendo. Nieve era lo único que te quedaba de tu familia. –suspiré forzando una sonrisa.

–¿Qué hacen? –preguntó la linda oficial Smith cuando entró a la sala luego de abrir par en par las puertas.

–Nada, nada. –respondí con normalidad haciendo que Lance se sorprenda por mi cambio de ánimo.

–¿Ya descubrieron alguna debilidad de esa cosa? –preguntó y fue cuando me coloqué unos guantes de látex para tocar el cuerpo del animal.

–En primera, este monster cat es mucho más fuerte que los perroñeros. Y segundo, las balas son su debilidad. –hablé haciendo que ella y Lance me mirarán confundidos –Les explicaré, los perroñeros son las bestias que antes eran perros, cachorros, y esto de aquí es un monster cat. –agregué.

–Y tú le pusiste esos nombres ¿Cierto? –dijo ella arqueando una ceja.

–Claro. –sonreí, ella era tan hermosa, sus ojos azules y su cabello rubio atado como una trenza cocida me volvían loco sin mencionar que sabe usar armas, sí, es la chica perfecta para mí.

–Okey, como digas. –habló apretando el puente de su nariz –Perroñeros y monster cats, a eso nos enfrentamos ¿No?

–Bueno, no exactamente, hace una semana no había Monster Cats... no sabemos que habrá una semana después. –hablé haciendo que ella bufe.

–Bien, estaremos preparados para cualquier cosa que pueda pasar. –nos miró y asintió para luego voltear, antes de salir me miró –¿Cuál es tu nombre?

–Darren. –respondí sintiendo como mi corazón saltaba de alegría.

–Buen trabajo Darren. –me felicitó para luego retirarse.

–¡Ahora puedo morir felíz! –dije estando emocionado.

–Mejor no, así estarás con ella siempre. –habló Lance dando unas palmadas en mi espalda.

–Ay. No tan fuerte que me duele todo de tanta felicidad. –me quejé haciendo que ría.


Lance

Aún no podía creer que perdí a Nieve, soy un idiota, tampoco estuve cuándo mis padres me necesitaban, tampoco sé si Zoe sigue con vida. Cerré los ojos con fuerza para intentar sacar esa idea de mi cabeza hasta que recordé esa pesadilla, Zoe estaba a salvo, yo era el muerto, tal vez significa que... cuando nos volveríamos a encontrar yo moriría.

Dejé de un lado esos pensamientos confusos y miré al animal frente a mí, Darren ya había realizado todos sus estudios y me dijo que congelara él cuerpo. Suspiré y moví la mesa de metal hacia un gran refrigerador. Tuve que reunir todas mis fuerzas para cargarlo y dejarlo dentro, Nieve se había convertido en un monstruo, asesinó a 5 niños y casi me asesina a mí, aún seguía sin creerlo.

Lo miré detenidamente y noté algo, abrí mis ojos grandes al ver sus orejas y salí corriendo en busca de Darren. Corrí por los pasillos y me topé con una gran cantidad de niños corriendo y gritando asustados.

–No, es otro ataque. –corrí junto con los niños y los hombres armados afuera, Ya era de noche, perdí la noción del tiempo cuando estaba en el laboratorio, ellos los llevaron a el estacionamiento de un edificio a unas cuadras de distancia.

Pude ver a Darren correr en sentido contrario, regresando al Instituto –¡Hey, hey! –Lo tomé de los hombros –¿Qué está pasando?

–¡Son carnarios, nocturnos, Smith quedó atrapada! –fue todo lo que pude entender y corrió dentro del Instituto.

–¡Espera! –dije pero él no me escuchó –¿Qué diablos es un carnario? –me pregunté siguiendo a Darren.

Entré corriendo y fue cuando vi el pasillo destruido, el techo se caí a pedazos junto con las luces y paredes –Algo grande hizo esto. –pensé asustado, continúe pasando sobre los escombros y evitando los cables de electricidad cortados. El lugar estaba oscuro en partes y en otras las luces parpadeaban haciendo que mi vista duela.

–¡Darren! –exclamé lo más fuerte que pude y fue cuando lo escuché.

–¡Lance, aquí! –su voz provenía del segundo piso, nunca pregunté que había allí pero eso ya no importaba.

Subí las escaleras rápidamente, mi corazón latía muy rápido, mi respiración se agitó por lo ligero que subía los escalones, una vez arriba encontré a Darren intentando quitar un pedazo enorme de escombro el cual aplastada las piernas de la oficial Smith, el techo había colapsado y ella quedó atrapada.

Sin pensarlo dos veces, me acerqué a Darren y sugeté el escombro para comenzar a levantarlo con todas mis fuerzas, él hacía los mismo y contamos hasta tres pero el pedazo de cielo raso era demasiado pesado.

–Váyanse... ¡Ahora! –nos dice ella mirándonos, su cabello estaba un poco despeinado, su rostro estaba cubierto de polvo y tierra mientras que un poco de sangre brotaba de una herida en su frente.

–No. –negó Darren arrodillándose frente a ella –No soy un soldado para obedecer tus órdenes, si no puedo sacarte de aquí... –tomó su rostro con las manos y lo limpio con cuidado –Si no puedo sacarte, me quedaré contigo. –ella lo miró por un momento en silencio al igual que él.

–No. –negué interrumpiendo –Nadie se quedará en este lugar. –comenzé a levantar de nuevo ese escombro, reuní todas mis fuerzas y conseguí levantarlo lo suficiente para que Darren pudiera sacarla. Luego dejé caer esa cosa pesada e intenté recuperar mi aliento.

Darren se encontraba abrazando a Smith, diciéndole que todo estaría bien. Por primera vez ella se veía asustada, vulnerable –Nunca escuché tu nombre. –le dijo el morocho arqueando una ceja.

–Clara. –contestó haciendo que él sonría. Ellos comenzaron a hablar de cualquier cosa mientras que yo caminaba de un lado al otro, tenía que decírselo a Darren, pero no quería importunarlo en este momento.

En eso, sentí unas vibraciones en el piso, el suelo se estremeció como si algo muy grande se acercara, un poco de polvo y arena cayó del techo, miré hacia arriba y una grieta apareció allí.

–Debemos irnos. –murmuré pero no me escucharon. Algo atravesó el techo quedando a unos centímetros de mi rostro, me alejé rápidamente y miré con atención esa cosa. Era negro y puntiagudo, me atreví a golpearlo suavemente y el mismo hizo un sonido hueco como "toc, toc"

Retrocedí asustado cuando eso volvió hacia arriba dejando un gran hoyo en el techo –¡Darren, vamos! –exclamé haciendo que los tortolos me miren asustado. Mis ojos volvieron hacia el hoyo y fue cuando lo vi –¡Ah! –grité cuando encontré un iris negro y pupila dilatada en ese hoyo, algo me estaba mirando.

–¡Ahora! –me acerqué a Darren y pasé un brazo de Smith por mis hombros y él copió mi acción, así bajamos las escaleras y caminamos a la salida, cuando cruzamos la puerta escuchamos un chillido aterrador como el canto de las aves pero nada parecido. Era más aterrador.

–Carnarios. –dijo Darren agitado.

Yo miré atrás y debía volver, parecería una locura pero tenía que hacerlo –Vayan. –les dije y volví a entrar al complejo destruido.


Darren

–¡Lance! ¡Vuelve! –intenté detenerlo pera ya es tarde, Clara estaba lastimada y debía llevarla con la enfermera –Puedes hacerlo. –dije alentado para que camine, ella lo hacía lento por las heridas de sus piernas.

–Ya casi, no te detengas. –murmuré al ver que ya estábamos llegando al lugar seguro, de repente una sombra cruzó el cielo haciendo que me altere. Miré a Clara y ella tenía mucho miedo.

En ese momento, un sonido llamó mi atención, era una de esas criaturas la cual venía directamente a atacanos. Nos arrojamos al suelo, yo cubría a Clara para protegerla, lo hice con mi vida. Un fuerte dolor se hizo presente en mi espalda baja y hombro izquierdo, ella tenía los ojos cerrados mientras lloraba, suspiré para tomar su rostro con mis manos.

–Te amo. –susurré besando sus labios por un corto tiempo. Cuando me separé, sólo confusión expresaba en su rostro, entonces el carnario extendió sus alas aferrando sus garras a en mí y me alejó del suelo.

–¡No! –escuché su grito mientras me alejaba de ella cada vez más, el viento frío chocaba contra mi rostro y lo dolores de de mi cuerpo aumentaban. Mi vista se volvía más borrosa a cada minuto que pasaba mientras que sentía ríos cálidos recorrer mi cuerpo, era mi sangre la cual escapaba de mí. Pero amenos hora podía morir feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro