Cap. 6
Cogimos las maletas y nos fuimos a la estación de tren. Milo decidió que la mejor idea para taparle el pelo era con un gorro negro y encima le puso una sudadera con capucha de color negro también.
Entramos en el tren y nos ponemos en unos banquititos de dos enfrente de otros dos y una mesa en medio.
Nos sentamos, yo con Milo y Miranda con Garret, este último saca un mapa y nos señala la ruta que hemos cogido.
—La cosa es esta. —Nos dice Garret aún señalando la ruta—Donde nos deja el tren es en los ríos rápidos.
Miro a Milo quien parece sorprendido al igual que Miranda. Soy chica de sofá y manta por lo que no salgo mucho que digamos, a si que no sé el sitio al que se refieren.
—Pero lo que queremos es encontrar a esa tribu, ¿para qué vamos a los rápidos? —Dice Milo cortando el hilo de tensión que se había creado.
—Podemos cruzarlo y llegar a donde la tribu se esconde. —Le contesta Garret a la pregunta.
—Eso es peligroso. —Le echa en cara Milo a Garret, Miranda asiente con la cabeza y mira a Garret.
La cosa se pone tensa, Garret se escusa para ir al baño y Milo va a por un vaso de agua. Miro a Miranda y le pregunto sobre los rápidos.
—Es un río muy peligroso nadie a logrado cruzarlo nunca, bueno eso dicen, pero hay una leyenda que dice que una tribu logró cruzarlo. Supongo que Garret se referirá a que la tribu que buscamos nosotros es la que logró cruzar esas aguas de peligro.—Me dice Miranda un poco seria sosteniendo a su cerdito.
—¿Cómo se llama? —Le digo mirando al cerdo acurucandose en los brazos de la chica.
—Él se llama Chuck. —Me dice mirando al animal un poco triste—Lo encontré abandonado en un bosque cuando tenía once años, tras la muerte de mi madre. Supongo que al estar con él me olvidé un poco de aquello. —La miraba desconsolada de mientras lágrimas o mejor dicho gotones caían seguidamente por sus mejillas.
Me acerco a ella y le doy un abrazo de oso. Se seca las lágrimas justo antes de que llegue Garret. Nos sentamos y cada uno va a su rollo.
Miro para todas las direcciones y me pregunto dónde estará Milo que se ha ido hace mil años para un maldito vaso de agua.
Mi mirada se desvía hacía una mujer baja con un sombrero de flores de color negro, al igual que su abrigo largo. Me fijo un poco más en ella y veo una mancha de sangre en su mano izquierda, la cual rápidamente limpia con su pañuelo.
—Chicos acabo de ver una mujer un tanto sospechosa.—Digo mirando en concreto a Garret.
—No te ralles seguramente deberías dormir un poco. —Me dice Garret preocupado, lo que me enfada y me voy al segundo bagon.
Observo detenidamente y es un bagon con cajas y una puerta grande para bajar las cajas. El bagon es muy oscuro por lo que no puedo ver nada.
Noto una presencia, como si alguien más estuviera en ese bagon que parecía vacío. Derrepente alguién se me echa encima dejandome inconsciente.
Me despierto en otro bagon que no sé dónde se sitúa en el tren. Miro a mi derecha y veo a Milo, que sigue inconsciente y con una brecha a un lado de su frente.
—Milo... —Voy acercarme a él pero me doy cuenta de que llevó cadenas en las manos que están pegadas en el suelo del bagon.
—Buenas, tu debes de ser Alicia. —Dice la mujer que me había resultado sospechosa hace un rato. La miro bien y veo que lleva un mapa la miro dudosa y le pregunto que es lo que quiere.
—¿Qué es lo que quiere de mi y de mi amigo?—Le digo segura de mí misma.
—Quiero a la chica.—Me responde la mujer.
—¿Qué chica? —Miento, pero sé que se refiere a Miranda.
—Mira niñita. —Se acerca y me coge la cara apretandola con sus uñas largas que se me clavan en el rostro —O me das a la chica o yo misma me llevaré a la hija de La Creadora.
Espera un momento ¡LA CREADORA!, pero como es posible que Miranda no me ha dicho nada hasta ahora, pensaba que éramos amigas pero por lo que veo eso solo lo creía yo.
En un momento donde mis lágrimas iban a estallar alguien rompe la puerta que era de madera.
Es Garret y detrás de él Miranda. Miranda mira a la mujer muy enfadada y un humo morado empieza a salir de sus manos, el humo se enrrolla por el cuello de la mujer dejándola sin respiración y casi matándola, pero Garret la detiene y se apresura a quitar las cadenas. Para ese momento ya se había despertado Milo.
Salimos de allí corriendo hacía arriba del bagon. Pero miramos atrás y vemos lo que parecen ser unos idiotas que irían con la mujer.
Una vez arriba perdemos un poco el equilibrio pero nos recuperamos al instante, uno de los hombre va hacía nosotros y Miranda crea una barrera con su humo de color morado.
Pero se desvanece al igual que ella y la cojo. Milo se hacerca al segundo hombre y le da un puñetazo en la cara lo que hace que caiga del tren.
—¡Toma!, no te lo esperabas eh. —Dice Milo mirando hacía abajo.
—¡Cuidado!—Le dice Garret viendo al primer hombre que se nos había olvidado de que este no se había caído del tren.
Espero que os haya gustado este capítulo, como siempre lo siento por las faltas de ortografía.
Muchas gracias por los cien seguidores y en general por el apoyo que he estado recibiendo.
Gracias 🙃❤
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