Cap. 2
-Umm, ¿hola?...-dice el chico de mi lado.
Su pelo que es corto y lo lleva amarrado en una cola pequeña, la mitad de su pelo era negra y la otra roja dándome a entender de que era un Asteno. Sus ojos son de color amarillos y en sus labios lleva un piercing de aro plateado. El chico tenía una sudadera ancha de color gris, unos pantalones negros cortos y con unos zapatos grandes grises.
-A...hola.-digo yo distraída porque me ha tomado por sorpresa su pregunta.
-Me llamo Milo, ¿y tú?-me dice el ahora conocido como Milo mirandome a los ojos.
-Soy Alicia-digo contestando a la pregunta del chico-no te veo muy contento de estar aquí- continuo, dándome cuenta de que no se veía agusto estando allí.
-La verdad es que no entiendo porque hacemos este tipo de presentaciones-me dice sinceramente Milo-claro sin ofender.
-Me alegro que alguién más piense eso-digo aliviada de saber que por lo menos una persona opine lo mismo que yo.
Continuamos criticando al sistema que tiene Zathing y no paremos de reír, sentí una gran conexión entre él y yo y no pude evitar sentir mariposas en el estómago, o tal vez estuviera muy nerviosa por la presentación.
Seguimos riendo hasta que el rey alzó la voz.
-Bienvenidos a todos a esta reunión. -dice el rey mostrando que le importan sus súbditos-Hoy se decidirá vuestros futuros, pero antes de nada explicaremos unas cuantas... -pero antes de que el rey pudiera terminar una figura negra irrumpió en la sala.
Lleva una capucha negra por lo que no puedo distinguir a la persona.
-El rey os miente, no os dice todo hay un mundo por descubrir pero os quiere mantener a raya. -dice la figura desconocida-Y no sólo eso no os dice que podéis ampliar vuestra magia, podéis ser más.
Toda la sala se quedó impactada, yo no podía creer lo que mis oídos escuchaban. No asimilaba lo que acababa de pasar porque apesar de teorizar que el rey no era tan bueno como lo pintaban no sabía que podía llegar a ser eso.
-¿Y tú quién eres? - dice el rey con la sangre ardiendo, estaba tan enfadado que parecía que se le iba a salir las venas.
De repente sin previo aviso las alarmas saltaron para que salieramos de el castillo. Todos se levantaron de sus asientos al igual que yo.
La gente se vuelve loca y salen de allí corriendo y me percato de que la persona con capucha negra se la ha caído una especie de collar, me acerco y lo cojo pero la persona misteriosa ya se había ido. Miro a mi alrededor para buscar a la capucha negra, pero sólo veo a Milo que se queda mirándome para ofrecerme su mano para salir y se la doy. Salimos del lugar corriendo y solo pienso en volver a mi casa.
-Oye Milo.-le digo dirigiéndome a él tras salir-Me debo de ir a mi casa.
-Vale, no te preocupes. - me dice Milo.-Pero si alguna vez me necesitas o algo ve al mercado, suelo estar por ahí. -me dice con una cálida sonrisa.
Me dirijo a mi casa y nada más llegar le cuento todo a mi familia, todos quedan impactados al igual que todos los que estábamos en la reunión del castillo. Estuvimos un rato más hablando hasta que me fuí a mi habitación lista para dormir. Miro bien el objeto que se le había caído a la persona de la capucha negra, observo con delicadeza que es un collar de plata con una hoja de este mismo material, era precioso y tenía pinta de ser hecho a mano.
Me quedo un rato mirando el collar y me decido por ir a la plaza central y rezar por que la persona misteriosa estuviera allí para darle el collar. Sentía que era muy preciado y tal vez lo echaría de menos.
De mientras que voy para la plaza central pienso en la persona, como sería y porque dijo eso sobre el rey. Pero al llegar no había nadie algo que era de esperar, porque quién volvería a la escena del crimen.
Miro por detrás de la fuente y me encuentro a una chica que parecía ser de mi edad.
La chica de pelo blanco por lo que me asusto porque todos tienen el pelo negro y la mecha de su raza, su pelo le llega hasta la cintura, encima de este hay un gorro en forma de gatito negro con detalles rosas. Su piel es clara, en sus oreja izquierda tiene un pendiente de cruz. Lleva puesto una camiseta de manga corta rosa con una falda corta de color negro y en sus manos y pies unos calentadores de rayas de estos mismo dos colores, unos zapatos negros. Pero lo que más destacaba de ella sin duda son sus ojos morados.
Al lado de ella hay un cerdito el cual avisa a su dueña con gestos que les estoy observando. Ella si gira y se asusta.
-¿Tú quién eres, eh? - me dice ella levantándose y retrocediendo.
Se queda un rato mirándome hasta que se percata del collar que llevó en la mano.
-¿Y por qué llevas mi collar?, responde -dice ya bastante alterada.
Yo la miro y no puedo decir ni una sola palabra.
Si este es su collar significa que la chica que tengo en frente es la persona de la capucha negra.
Gracias por leer este capítulo, les agradezco a NereaParis15 y a GemaEsmeri por el apoyo y ayuda en este libro. 💜
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