CAPITULO 15
Alaya
Cada hombre de la Bratva se sienta en la mesa rectangular que hay en el salón, todos ya señores con cabellera blanca o cabeza calva con arrugas alrededor de sus ojos, a su lado están los que supongo serán sus sucesores, primerizos que van entrando en todo este entorno para que cuando le sea otorgado el poder estén listos. Mi padre se sienta en la cabeza de todos y yo tomo su lado derecho.
—Imagino que ya todos sabrán el motivo de la reunión —mira a cada uno de los presentes —mi hijo y Boss de todos ustedes ha dejado su última voluntad en papel, voluntad que será acatada al pie de la letra, ¿está claro? —todos asienten.
—Antes de que empiece la lectura —levanta la mano uno de los jóvenes presentes —sino es molestia, quisiera saber el retraso de la lectura de la voluntad de nuestro líder —mi padre suelta el humo de su puro y lo apoya en el cenicero.
—La Zarina, mi hija —me apunta y yo miro al joven, "buena altura y presencia, pero puedo notar su nerviosismo a kilómetros", pienso —necesitaba resolver asuntos y no se podía dar lectura sin estar todos presentes.
—¿Puedo saber cuál fue ese motivo? Zarina —sonrío irónicamente, "manda al hijo para que pregunte ya que es nuevo en este tipo de reuniones". Me levanto y no miro hacia el joven sino hacia su padre, quien no espera y choca la vista conmigo.
—Fui a cobrarme el golpe que nos dieron —respondo, del bolsillo saco un USB y se lo lanzo al señor Ivanov quien lo atrapa —mírenlo, por favor —este frunce el ceño y veo al joven quien se estremece con mi mirada —mejora tus habilidades de presencia, tu nerviosismo lo puedo notar muy fácilmente —este traga y asiente a la vez que toma asiento.
El señor Ivanov conecta el USB al computador en su delante, no pasa mucho para que los gritos de Emir Baruk y sus dos hombres más cercanos llenen la sala, los ojos del hijo parecen querer salir de sus orbitas, noto como su cuerpo empieza a tener arcadas hasta que no puede más y se levanta vomitando a solo unos pasos de la mesa —como pueden apreciar, poder ejecutar todo ese show me tomo tiempo.
—¿La maffiya estuvo detrás del ataque? —pregunta el señor Romanov, otro miembro importante para la Bratva, yo asiento.
—Emir Baruk con la ayuda del bastardo de los Bernardi planearon el ataque para desestabilizarnos y así conseguir derrumbarnos —el señor Ivanov me mira, sus ojos pálidos como la nieve solo destilan frialdad.
—Si lo tenía en sus manos, ¿Por qué no lo mató? —sonrío ladinamente y me apoyo en la mesa con ambas manos.
—¿Por qué debería darle el descanso eterno si lo que quiero es destruirlo en vida? —me enderezo —Emir Baruk es un hombre que cuida bastante su imagen ante su gente —apunto al computador —ese video fue enviado a cada miembro de su organización para que sean testigos de la castración de su jefe —veo un mínimo estremecimiento en algunos— mostrarles como no son intocables como se proclaman —miro hacia mi padre —y que, si nos golpean, nosotros lo hacemos peor —puedo ver su mandíbula apretada, "sabía que se molestaría".
Solo Elena estaba enterada de mi ataque hacia Emir, a mi padre solo le avisé sobre nuestros planes contra Danilo, ya que se supone que él y el señor Giulio se encargarían del mayor de los Baruk. Vuelvo a mirar hacia los presentes —¿alguna otra duda? —nadie dice nada —bien, creo que puedes continuar padre —me siento y este toma una respiración profunda y uno de los guardias le pasa un sobre, el cual abre sacando dos hojas blancas.
—Después tú y yo hablaremos de esto —susurra solo para mi —la voluntad de nuestro Pakhan será leída ahora —Ivanov cierra el portátil y su hijo vuelve a tomar asiento con el rostro aun pálido —como actual Boss y líder de cada parte baja de Rusia, yo, Alexis Petrova, designo como mi última voluntad que mis hijos, Izaac y Dominic Petrova sean quienes tomen mi lugar cuando cumplan la mayoría de edad —cada uno de los miembros se ven satisfecho con la decisión — caso de no poder pasar mi poder en vida, a modo de proteger el crecimiento y formación de mis herederos —varios enderezan las espaldas esperando a que sean nombrados— designo a mi hermana, Alaya Petrova como pakhan interina hasta que mis hijos puedan ocupar el lugar que por derecho les dejo y corresponde —mi mirada se clava en mi padre y siento que mis pulmones no pueden meter oxigeno como debería ser.
—Eso no puede ser...—escucho que alguien dice.
—Silencio que aún no he terminado —ordena mi padre — Si esto sucede, el lugar de mi hermana como mediadora y mano derecha de la Bratva, lo ocupará mi padre, Iván Petrova hasta que mi hermana pueda volver a sus antiguas funciones. Estas decisiones entraran en vigor post mortem de forma inmediata —mi cuerpo se siente tenso y tengo que cerrar un momentos los ojos para asimilar todo esto —miembro que no estuviera satisfecho con mi decisión o que no se viera capaz de estar bajo el mando de una mujer, se le despojará de cada posesión bajo su nombre, y extraditará a toda su sangre fuera de Rusia, prohibiendo cualquier tipo de entrada a nuestro territorio y cualquier tipo de ayuda ya sea directa o indirectamente, caso de incumplimiento, se cobrará con la vida de él y de cada miembro de su familia —mi padre baja las hojas mirando a cada hombre en la sala —esa es la voluntad de mi hijo.
—Iván, eso es una locura y hasta tú lo sabes —suelta Ivanov —¿la Bratva en manos de una mujer? Es ridículo.
—Yo no lo veo así —dice mi padre apoyando la espalda en el respaldo de la silla—Alaya ha demostrado ser suficientemente capaz para estar a la cabeza de todos nosotros —se apoya en uno de los brazos de la silla tomando una calada de su puro llenando su frente de humo —entrenó con mis hombres, sangró y se ganó el respeto y temor de cada uno de ellos —los apunta —puedes preguntarle con total libertad si así deseas.
—No es lo mismo dirigir a simples guardias que toda una mafia —me mira con la rabia escrita en su rostro —ya suficiente tenemos con aceptarla sabiendo que es una recogida de un acostón tuyo —vuelve a mirar a mi padre —un acto desesperado de tu parte para superar la muerte de tu hija Irina.
Mi padre golpea con la palma la mesa haciendo saltar a todos —mucho cuidado con tus palabras Anatoly —veo como ambos se están matando con las miradas —Alaya es una Petrova, vino de mí y es lo único que tiene que importar —este gruñe cerrando los puños.
—Primero cambias el papel de la mujer para nosotros, imponiéndonos básicamente esa estúpida idea de matrimonio —siento como mi cuerpo comienza a volver a su normalidad y mi enojo empieza a burbujear dentro mío —después metiste al resultado de tu aventura en nuestro negocio sabiendo que la Bratva no es lugar para damiselas en disfraz de gata— "se está ganando la bala a pulso" —ahora pretendes que la aceptemos como jefa —se levanta de forma abrupta haciendo caer la silla —¡me niego a aceptar que una mujer me dé ordenes! —sin importarme una mierda, disparo a su pierna y este cae en una rodilla.
—¡Padre! —vuelvo a disparar al costado del hijo dando en la pared del fondo alejándolo del vejestorio.
—No te muevas —ordeno y este traga acatando mi orden. Rodeo la mesa y veo al estúpido viejo tapando la herida con una mano mientras me dedica una mirada llena de aborrecimiento —¿imponerles la idea del matrimonio? ¿damiselas con disfraz de gata? —bufo —¿crees que no sabemos que tú, hombre respetado, tiene un sótano lleno de mujeres a las cuales tratas como tiempos antiguos? —este frunce aún más sus ojos de rabia —¿Cómo era que antes las llamaban padre?
—Hembras —responde seco.
—Cierto —camino y el intenta sacar su arma, pero yo le vuelvo a disparar esta vez al hombro —tu siempre fuiste en contra de la voluntad de los de arriba, Anatoly Ivanov —me agacho y apoyo el cañón en su frente —estoy segura que tu mayor sueño es que tu familia vuelva a estar a la cabeza, ¿no es así? —sus papilas se dilatan y yo sonrío —viejo estúpido.
—La Bratva funcionaba mejor cuando éramos los lideres —refuta —mayores ganancias y placeres, sin tener que atarnos a una mujer ya que —me escanea por completo —se les daba el uso para el que vinieron al mundo —sonríe de forma asquerosa —y es del ser solo un expulsor de herederos para nuestro linaje —imito su sonrisa.
—Y es por eso que la vida solo te dio al inútil que tienes detrás como heredero —sus facciones se contraen —porque más de tu inútil sangre, seria condenar a este mundo más de lo que ya está —me levanto —Ivanov ha tomado su decisión —miro sobre mi hombro a mi padre —que comiencen la extradición y el cambio de nombre de cada una de sus posesiones—siento que me quitan el arma y el hijo de Ivanov me apunta.
—Nadie hará nada —ordena con un tono que supone ser autoritario, pero solo da lástima —o la mataré —me apunta, pero puedo ver su miedo. Abro mis brazos.
—Adelante —lo animo —hazlo —Anatoly se levanta como puede y le quita el arma a su hijo, "par de idiotas". De forma rápida derribo al hijo y rasgo la garganta del viejo imbécil.
—¡No! —intenta ir hacia el desangrado, pero le pateo el rostro alejándolo. Tomo su cabello y silbo fuerte. La puerta se abre y mis amados hijos entran. El intenta zafarse a lo inútil, solo lo arrastro unos pasos hasta que quede de frente a Nora y Tero. Si antes ya estaba nervioso, ahora es peor.
—¿Sabes que los dóbérmanes tienen una mordedura muy fuerte que puede desgarrar hasta el hueso? —ambos gruñen y yo lo suelto, camino hasta estar en medio de mis dos canes que muestran sus colmillos al pobre desgraciado en mi delante —debieron callarse y acatar las ordenes —el chico niega frenéticamente a lo que chasqueo los dedos dando la orden de ataque que mis perros entienden y se lanzan al chico comenzando su tortura, "y mis azulejos al final terminaron manchados de sangre", miro a los presentes —¿alguien más desea dejar su queja? —cada uno de los miembros solo se coloca firme en su asiento y evita enfocarse en los gritos de dolor del joven Ivanov —perfecto —camino de nuevo hacia el frente y veo como mi padre se levanta del asiento dejándome el espacio libre.
No sé qué pensaba Alexis al tomar esta decisión, pero si esa es su voluntad, con gracia la acepto. Me coloco en la cabeza de la mesa y cada miembro se levanta —мы, члены Братства, признаем назначение и правление Вас, Алая Петрова —cada uno corta su palma y besa su puño mirándome para después bajar su cabeza y posicionar el puño en el pecho. De cierta forma esta demostración de lealtad me infla el ego y la sonrisa invade mis labios, "cuidaré de tu legado padre. Me convertiré en la primera mujer en gobernar a la Bratva y les mostraré porque soy la Petrova más peligrosa que pudiste engendrar".
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