La cámara se movió de forma brusca un momento, hasta que Zarbon consiguió recolocarla en su mano y saludar.
-¡Hoy tengo planeado algo muy especial! ¿Recordáis que mencioné que quería haberme reunido con un amigo para el vídeo anterior? Pues... ¡He conseguido traerle conmigo durante un día completo!
Zarbon enfocó la cámara a la persona que tenía a su lado y le pasó un brazo por los hombros estrechándole junto a él.

-Aún sigo sin entender bien cómo va esto... -dijo el hombre que tenía junto a él mientras manipulaba con curiosidad la aureola que tenía sobre su cabeza -. Pero me alegro de que podamos reunirnos de nuevo, Zarbon. Aunque sea solo por un rato.

Zarbon sonrió ampliamente a su acompañante y dirigió de nuevo la vista al obturador.
-Pues bien, os presento a Blue. Fue un general muy poderoso y temido en un ejército terrícola -apretó su mejilla contra la del humano y siguió con su explicación -. Nos conocimos en el Infierno y nos divertimos mucho juntos. Y de hecho, hoy nos vamos a divertir más aún, sin las restricciones que teníamos allí.
Los ojos azules miraron al rostro de Zarbon con sorpresa tras esas palabras.
-Creía que ahora estabas casado. ¿Cómo pretendes que nos lo pasemos mejor que por aquel entonces?
Zarbon se tiñó de vergüenza y adoptó una cara de circunstancias.
-Me refería a que vamos a ir de compras -susurró avergonzado -. Suerte que luego puedo cortar esto...

Un rato más tarde, la cámara les volvía a enfocar a ambos, esta vez entrando en un centro comercial en lugar de en mitad de la calle.
-¡Y ya estamos aquí, listos para arrasar con toda la ropa que podamos! -sonrió Zarbon a la cámara mientras su entusiasmo se hacía palpable por los saltitos emocionados que dio.
-¿Tienes algo en mente de lo que quieres comprar? -se escuchó la pregunta del humano que no pudo evitar sonreír al ver la alegría del otro.
-¡Desde luego que sí! Una de mis fans me recomendó hace poco un conjunto rosa y negro muy bonito. Ya lo verás cuando lleguemos a su tienda... ¡El jersey es precioso!

El obturador les fue filmando mientras recorrían las distintas tiendas del centro comercial, plasmando en el vídeo la actitud jovial de ambos cada vez que daban con algún artículo que cautivaba sus miradas.
Cuando llegaron a la boutique de Madame Glow, Zarbon por fin consiguió hacerse con el conjunto del que le habían hablado.
-¡Mira estos volantes en el cuello! ¡Y la forma de las mangas! -exclamó mirándose maravillado al espejo -. ¡Es perfecto para mí!
Dio una vuelta completa frente a su amigo para que le viera bien y le grabase en todo su esplendor. Blue sonrió conforme con el resultado y fue a parar la grabación un rato, pero se detuvo al ver a la diseñadora acercarse a ellos.

-La camiseta de malla resaltará aún más si se combina con un accesorio al cuello -intervino ella con una ancha cinta decorada con una franja metálica al medio que mostró al peliverde con una sonrisa -. Si me permite, se lo coloco en un momento.
Zarbon se agachó para que pudiese alcanzar bien su cuello y se quedó muy quieto, expectante, hasta que vio aquel collar decorando su garganta.
-Es precioso... Tiene un gusto intachable, Madame Glow. Me lo llevo todo -concluyó con una sonrisa exultante.

Tras un rato más en el que, tras dar muchas vueltas por distintas tiendas, el rubio también se hizo con ropa y accesorios nuevos, decidieron que sería buena idea descansar un rato.
Fueron hasta una de las cafeterías que había en las galerías y se sentaron tranquilamente, dejando la cámara guardada al haber casi agotado la batería tras las horas de compra en las que apenas habían parado el vídeo.

-¿Qué tienes pensado tomar? -preguntó Zarbon mientras rebuscada con afán en su riñonera.
-Pues no lo sé... -Blue tomó la carta del local y paseó la vista por las variedades de bebidas y postres que ofrecían -. Quizás un café.
-¿Cuál de todos? -inquirió con curiosidad el peliverde.
-Probablemente el macciato... -el par de ojos azules se quedaron fijos en lo que Zarbon terminó por sacar -. ¿Qué... Qué se supone que es eso?

La cabeza de Zarbon se ladeó un poco al escuchar aquella pregunta.
-Creo que es bastante obvio que es una pajita. Yo ya sé que voy a tomar un bobba, así que la he sacado directamente -comentó, dejando la bolsita de plástico en la que tenía guardada la pajita encima de la mesa.
Blue se lo quedó mirando un poco consternado, pero no dijo nada más al respecto.

Siguieron hablando tranquilamente de cualquier cosa hasta que llegó un camarero a tomar nota de sus pedidos, tras lo que Zarbon se quedó mirando en la dirección en que se marchó.
-Es bastante mono, ¿no te parece?
Blue frunció el ceño, no muy convencido con el apunte del príncipe.
-Si por mono quieres decir insulso, entonces sí.
Zarbon rio al escucharle decir eso y esbozó una sonrisita ladeada.
-No todos son tan fabulosos como nos gustaría... Voy a probar suerte.
-Yo que tú no lo haría...
El peliverde negó divertido con la cabeza.
-Solo le voy a dar una indirecta para que capte el mensaje. Ni que fuera tan indiscreto.

Unos minutos después, el camarero llegó con las consumiciones, dejándolas con cuidado en la mesa.
-Aquí tienen, disfruten de su bebida.
-Disculpa -le llamó Zarbon cuando iba a marcharse, mirándole fijamente mientras sacaba la pajita y la acercaba ligeramente a sus labios -, ¿podrías darme una ración extra de bolas... Bobba, por favor?

El camarero se quedó pasmado unos segundos, sin saber muy bien cómo reaccionar ante aquel descarado cliente. Por suerte logró recomponerse y sonreír ligeramente agarrando el té de burbujas.
-Por supuesto. En seguida se lo traigo -respondió dándose la vuelta y marchándose a pasos rápidos de allí.

-Hm. No parece que le haya hecho gracia -murmuró Zarbon torciendo el gesto disconforme.
-Ya te he dicho que no lo intentaras, que es un insulso.
Blue probó ligeramente su café, viendo cómo Zarbon no parecía demasiado contento.
-¿Qué más da? No necesitas que todos pierdan la cabeza por ti -dijo con tranquilidad, ganándose una mirada de pocos amigos del peliverde -. Deberías saberlo a estas alturas, pero hay mucha gente que no sabe apreciar la belleza que tienen frente a sus ojos... Y tú mismo has dicho que le falta estilo. Pasa de él.
-Pero...
-Aquí tiene. Doble ración de perlas bobba.

La charla del par de generales se interrumpió cuando el vaso de Zarbon fue depositado frente a él.
-Gracias, majo -agradeció el peliverde, incrustando su pajita en el envase y sorbiendo al tiempo que le guiñaba un ojo.
El pobre camarero se dio la vuelta incómodo y se alejó a pasos rápidos del peliverde, que mostró una mueca de desagrado al ver aquella reacción.

Blue no pudo sino echarse a reír por la cara que tenía su amigo en ese momento y trató de convencerle una vez más de que lo dejara estar:
-Zarbon, en serio, déjalo. No le gustas.
-Oh, no... Esto no se va a quedar así.
El hermoso rostro del príncipe se llenó de rencor, mientras su mano apretaba el envase de su bebida con fuerza.
-¿Zarbon? -Blue le miró preocupado, viendo un cambio demasiado drástico en la actitud que tenía el peliverde apenas unos momentos antes.
-Te ofrecí mi obscenidad y me escupiste en la cara -siseó Zarbon con sus ojos cargados de determinación y desprecio a partes iguales -. Será mejor que te devuelva el favor.

Sorbió con fuerza, dejando una buena cantidad de bolitas atrapadas y apuntó la pajita hacia el hombre que estaba ahora atendiendo otra mesa.
Blue le miró espantado al ver las intenciones que tenía, pero antes de que pudiera hacer nada por detenerle, Zarbon disparó con fuerza las perlas bobba como si fueran los proyectiles de una cerbatana. Acertando de lleno a su objetivo.
-¡Tú otra vez! -exclamó el camarero al darse cuenta de lo que le había golpeado y la expresión indignada del peliverde -. ¡Fuera de aquí!
-¿Eh?
-¡Seguridad!

La expresión confundida de Zarbon ante aquel grito pasó a una de sorpresa cuando sintió que tiraban de él con fuerza y le arrastraban rápidamente fuera del local.
-¡Largo de aquí!
Zarbon dio un traspiés cuando le soltaron de golpe y cerraron la puerta en sus narices, dejándole con una sensación amarga e incrédula por lo que acababa de pasar.

Se quedó allí petrificado unos minutos, hasta que vio a su compañero salir con su café en un vaso para llevar en una mano y con el bobba de fresa en la otra.
-No dirás que no te he avisado -dijo ofreciéndole la bebida.

Zarbon agachó la cabeza y ambos dieron media vuelta, dejando el centro comercial antes de ver cómo en la puerta de la cafetería ponían un cartel que indicaba la prohibición de la entrada allí al vanidoso y descarado príncipe.

1493 palabras
17-04-2022

Bueno, bueno, bueno...
Finjamos que esto se publicó en el Black Friday, que es lo que tenía como inspiración para que se fueran de compras 😂
Os dejo un dibujito de Zarbon y Blue con en la cafetería, una con censura...

Y la otra con la pajita tal cual es xD

El modelito de Zarb y parte de las ideas para el capítulo han sido por cortesía de nightmares-queen  ✨

Ale, hasta el próximo Zarblog!
Byeeee~