—¿Dónde vamos? ¿No pensarás meterte en medio de la pelea? —inquirió preocupada mi amiga, al darse cuenta de que, en efecto, me dirigía hacia allí.

—Será sólo un momento, quiero comprobar una cosa...

Frotándome la nuca y con un ligero temblor en las piernas, me acerqué al lugar donde se estaba llevando a cabo la discusión subida de tono. Me abrí paso a codazos hasta quedar en primera fila, arrastrando conmigo a Neira de la mano. Lo primero que saltó a mi vista fue un hombre que tenía agarrado a Trevor de la camiseta. Le gritaba algo que no entendí, pero me indignó que lo estuviera zarandeando y me lancé a pararle los pies, bajo la sorprendida mirada de mi amiga, que no podía creer lo que estaba haciendo.

—¡Suéltelo de inmediato, animal! —grité mientras le agarraba del brazo intentando en vano que soltara su presa.

Trevor me miraba igual de sorprendido que Neira, sus ojos expresaban una mezcla de alivio y miedo, combinado con la estupefacción al verme actuar de manera tan impulsiva.

—¡Suélteme, loca! —exclamó aquel hombre que, por lo menos, medía el doble que yo.

—¡Deje en paz al chico!, gorila, ¿no ve que sólo es un chaval? —Logré atraer la atención del hombre y conseguí que soltara a Trevor un instante. Momento que aprovechó él para escabullirse de los dos.

—¡Eh! no tan deprisa chico... —Escuché justo detrás mío.

La voz me llegó clara y agradecí a Neira que hubiese retenido a mi protegido.

—¿Qué pretende, mujer?, este tipo estaba coqueteando con mi hija delante de mis narices. Sólo intentaba dejarle claro que ella no está sola. —Se justificó el gigante.

—Esas no son maneras de tratar a la gente, las cosas se solucionan hablando.

—¡Pues mantenga a su hijo controlado! —gritó mientras se alejaba, dejándome un ligero amargor de boca al sugerir que podría ser su madre...

Después de aquella discusión no nos quedaron ganas de seguir bailando, así que, pese a ser temprano, salimos del local arrastrando a Trevor con nosotras.

—Ahora tendrás que darme unas cuantas explicaciones, Trevor. ¿Qué hacías a estas horas por aquí? —interrogué mientras nos acercábamos al metro.

—No tengo por qué contestarle, profe, de hecho, usted se puede meter en problemas si yo voy diciendo que me ha secuestrado... —respondió con aires de superioridad, envalentonado tras dejar atrás a aquel hombre que le estaba amenazando.

—Te olvidas que tiene testigos de lo que ha ocurrido en el Sky —aseveró Neira, con semblante serio y los brazos en jarras.

—Te he quitado a ese gorila de encima, creo que merezco una explicación por ello, Trevor. No te preocupes, no le diré nada a tu padre esta vez. Pero en la próxima ocasión no voy a tener más remedio que informarle.

Trevor suspiró aliviado, pero manteniendo una actitud hostil hacia nosotras.

—Esta vez te acompañaremos a casa, ¡y por el camino nos lo explicarás todo! —exclamó mi amiga, visiblemente enfadada.

—Ese hombre es el padre de una amiga mía, habíamos quedado porque había algo que quería explicarme, pero su padre la ha interrumpido antes de que llegara a decirme nada. Cree soy su novio.

—¿Y lo eres? —pregunté.

¡Hola queridos pajarillos del bosque! ¿Qué os ha parecido la reacción de Zara al ver a Trevor en problemas? Espero vuestros comentarios y estrellitas, me gustaría formar una costelación con ellas... ¿Me ayudáis?