El día comenzó como todos los demás, mi padre me despertaba a las 5 am para entrenar y luego se iba a entrenar soldados a la escuela militar, había sido una suerte no haber terminado allí también, lo convencí de estar en otra escuela también de élite pero más normal aunque me hizo anotarme a la mayoría de los clubs que tenían que ver con habilidades deportivas, mis días eran relativamente iguales y llenos de cosas por hacer, me quedaba poco tiempo para salir con mis amigos y estaba planeando una salida con ellos ese día, claramente nunca llegue a decirles algo sobre aquel plan, papá me observaba desde el otro extremo de la mesa mientras yo desayunaba y revisaba que no faltara nada en mi mochila, no dijo nada en todo el desayuno cosa que me pareció extraña si considerábamos que él era de los que se la pasaba comentando algo sobre cualquier nuevo tipo de combate que debía aprender o como defenderme si alguien intentaba secuestrarme, en el desayuno no estaban permitidas distracciones por lo que no podía revisar el celular ni prender la radio o la televisión, por ello no me enteré de lo que ocurría fuera de mi pequeña burbuja de estrés hasta que llegue a la escuela, me encontré una inusual seguridad, revisaban a todo el mundo buscándole alguna herida y les tomaban la temperatura, además hacían preguntas un tanto extrañas como si habíamos estado en contacto con alguien que parecía enfermo, no entendía nada, respondí todo lo mejor posible y me fui directa al salón, como siempre la primera en llegar, me entretuve acomodando algunas sillas y jugando en el celular hasta que llego Sasha, mi mejor amiga, tenía la piel de color canela y un cabello castaño y ondulado además de unos ojos color chocolate preciosos era una de las chicas más guapas del colegio, se sentó a mi lado y fue directa a comenzar su plática del día.

-Kim, Kim, ¡¡¡Kim!!! ¿Viste las noticias de esta mañana? - para ese momento apenas eran las siete así que aún era de mañana.

-Sashaaaa sabes que no puedo, papá no me tiene permitidas distracciones en las mañanas-respondí sin quitar la vista de mi juego de teléfono.

-Debería haberte dejado hacerlo o comentarte algo, esto es serio, llamaron a los militares, incluyendo a tu padre para ir a la ciudad porque estaba ocurriendo algo en un hospital en el centro-Sasha había dicho todo eso con total naturalidad como si se tratara de otro típico chisme mientras yo quedaba en shock.

- Pero ¿qué dices Sasha? Es imposible, papá me habría comentado algo, me habría alertado sobre algún problema- conteste exaltada levantando la vista del teléfono y mirándola.

-Es lo que se dijo en las noticias, ya sabes que tú padre es algo famoso por esa onda de salvar al presidente de un secuestro y todo eso, pero el punto aquí es que se dice que es un virus o un arma biológica nadie está seguro, pero han aparecido videos en internet donde se ve a personas atacando a otras... es perturbador- por primera vez en seis años vi a Sasha estremecerse y poner una mirada de miedo poco característica de ella.

- ¿No crees que pueden ser falsos o estar editados de alguna forma? No creo que de repente a la gente le haya dado rabia o algo así.

-Nooo Kim te juro que esto es real, si no lo fuera no habrían incrementado la seguridad de la escuela tan rápido.

Cuando iba a responder llegó Ken, uno de nuestros amigos que claramente adoraba a Sasha, pero fingía desinterés, me sorprendió no verlo con Zack pues eran inseparables, se conocían desde niños y siempre llegaban juntos parecían hermanos, aunque Ken tenía ojos azules, cabello castaño claro y un color de piel lechoso mientras Zack era prácticamente su opuesto con el cabello tan negro como la noche, ojos color miel y siempre parecía bronceado lo único igual eran sus alturas y que les gustaba casi lo mismo exceptuando los deportes, Ken era más de solo observar y Zack siempre había estado en el equipo de futbol masculino del colegio.

-Hey chicas guapas! ¿De que hablan? Están tan pálidas como el pizarrón- Ken siempre tan ocurrente.

-Kenny!! Hablamos sobre las noticias de hoy, ¿tú las viste? -Sasha adoraba decirle así para molestarlo.

-Hola Ken que milagro que llegaste solo, ¿ya se han despegado tú y Zack? - pregunte burlonamente, aunque de verdad me interesaba saber dónde estaba Zack.

-Sash te he dicho que no me llames así y si las he visto, mis padres no dejaron de atormentarme por teléfono toda la mañana pidiéndome que me cuidara mientras ellos están en un avión con tus padres que de hecho me pidieron que te dijera que te cuides también, respondiendo a Kim pues no tengo idea, hoy tenía practica de tiro así que llegará más tarde, ¿por qué?, ¿A caso lo extrañaste al no verlo todo el fin de semana? – me dio un codazo mientras sonreía pícaramente.

-¡Ken! Solo me parecía extraño no verlos juntos, siempre están juntos casi viven en la misma casa... como sea espero que llegue a salvo, presiento que habrá paranoia colectiva en poco rato- mire a un lado ocultando el leve sonrojo de mis mejillas.

-Kenny ya deja a la pobre Kim en paz ¿no ves que aún no admite que le gusta nuestro querido Zack? -Sasha adoraba molestarme también con eso, yo me sentía tranquila con Zack como amigo, pero Ken y Sash siempre insistían en que admitiéramos que sentíamos algo más.

- ¿Tú también Sash? Bueno continuemos con la plática interesante, esto del virus o arma biológica o lo que sea... ¿creen que podrán controlarlo antes de que salga de ese hospital en el centro? – intentaba cambiar de tema lo más rápido posible y además me preocupaba que ese problema del virus se volviera algo mayor.

-Personalmente por todo lo que vi y lo que mis padres dijeron al teléfono no lo creo Kim, esto es algo muy grande, no solo ocurre aquí, ha ocurrido en varias ciudades, mis padres junto con los de Sasha han tenido que irse de emergencia de Moscú porque allí se ha convertido en un caos, dicen que la gente se comía entre si- Ken había tomado una silla y ya estaba sentado con nosotras frente al pupitre formando todos un semicírculo y hablando bajo para no ser oídos por los estudiantes que entraban apenas al salón.

- ¿Es eso cierto? ¿Ósea que los videos no son montajes ni exageraciones?, no quiero pensar cómo será aquí si esto se descontrola, es como si empezáramos a vivir un apocalipsis zombie como los de las películas que le gustan a Kim- Sasha me miraba intentando que pareciera una broma, pero yo me temía que quizás tuviese cierta razón.

- Sash espero de verdad que solo se quede como una suposición y no tengas razón porque si es así todo se ira al carajo más rápido de lo que imaginamos- me lleve la mano a la cabeza, seguro quería darme una migraña.

-¡¡¡Chiiicooos!!!- escuché el grito de Zack y me di media vuelta alegrándome de haber quedado justo dando la espalda a la puerta del salón, al verlo lo note algo alterado y tenía una parte de la chamarra un poco rota.

-Zack hermano, ¿qué diablos te paso? -Zack no le contestó a Ken solo se acercó y se sentó en la silla vacía que quedaba entre Sasha y yo.

-Las cosas están muy fuertes allá afuera, unos tipos estaban peleando o eso parecía y uno le mordió el brazo al otro, me di cuenta que era el profesor Marco y fui a ayudarlo, el tipo extraño trato de morderme también y al agarrarme me rompió la chaqueta, logramos escapar y ya están tratando al profesor en la enfermería aunque nos costó mucho trabajo que lo dejaran pasar junto conmigo, decían que era peligroso y cosas así pero el profesor aseguró estar bien, yo no tengo nada por suerte pero fue una locura pasó como en las noticias que vi esta mañana sobre Moscú- sonaba algo alterado pero poco a poco recuperaba su calma habitual mientras se quitaba la chaqueta y yo la tomaba para revisar si podía arreglarla, por un segundo nuestras manos chocaron pero me aparte rápidamente.

-Dios te arriesgaste un montón, por lo que veo en tu chaqueta ese tipo tenía fuerza, la tela está muy desgarrada, pero puedo remendarla y quedara bien- saqué un pequeño kit de costura que siempre llevaba y empecé a arreglarla de inmediato mientras escuchaba la conversación.

-Zack que susto, que bueno que estas bien, ojalá el profesor también se encuentre bien luego de esa mordida, debió ser terrible, igual parece que ya se ha descontrolado el virus y anda dando vueltas por aquí- Sasha tomo una postura un poco más seria mientras veía como arreglaba la chaqueta de Zack, sabía que estaba escuchando, pero intentaba ignorarlos un poco para mantener mi ansiedad a raya.

-Si, fue algo muy loco de ver, por suerte más personas ayudaron también y el profesor solo tiene una mordida superficial, ese tipo era muy fuerte, cuando dejo al profesor se lanzó contra otra de las personas allí y justo llegaron unos policías, le dispararon, pero no parecía que eso le hiciese mucho daño, yo preferí correr hasta acá con el profesor Marco y ya no vimos que más ocurrió - Zack se notaba aún conmocionado y podía notar la mirada de preocupación que tenía.

-Ehh! tranquilo, por suerte estabas allí, aunque me preocupa... nadie ha dicho como se propaga el virus, en las noticias solo advirtieron de no acercarse a los infectados, al menos ahora dicen que es un virus, pero quizás sea un ataque biológico... esto me parece muy de ficción- Ken poso su mano sobre el hombro de Zack intentando confortarlo.

-No quiero verme como una loca pero normalmente los virus se contagian por fluidos ¿cierto?, que pasaría si el profe Marco ya está infectado por la mordida- Sash tenía un buen punto, era posible que el profesor se hubiese infectado, entre en alerta de inmediato y sin querer me pinche el dedo con la aguja mientras cosía la chamarra, Zack lo notó y tomo mi mano limpiando el pequeño hilo de sangre que salía de mi dedo sin soltar mi mano después.

-Chicos el profe ya viene-Zack al igual que yo había notado que el profesor Marco venia hacia el salón con una venda en el brazo y apretó mi mano por debajo del escritorio, mi dedo había dejado de sangrar rápidamente, pero él no quería soltarme y yo tampoco.

Nos quedamos callados en cuando entró al salón, se veía un poco pálido y parecía un poco desorientado, según él, la enfermera le dio una medicina algo fuerte y por ello estaba de esa forma, pero era extraño, ni siquiera nos regañó por estar sentados en grupitos y solo nos dijo que repasáramos las lecciones anteriores juntos y preparáramos una pequeña exposición mientras se sentaba en su escritorio, en todo ese rato Zack y yo seguíamos tomándonos de la mano, Sash y Ken no se dieron cuenta de eso, poco después sonó la campana de descanso, habían pasado dos horas y no hicimos casi nada, antes de salir para ir al baño y por algo de agua me volví para ver al profesor, estaba recostado en el escritorio y parecía realmente mal, ya todos habían salido y solo quedaba yo en el salón, me acerque a preguntarle si estaba bien pero no respondió, luego escupió un poco de sangre y se desmayó allí mismo, salí del salón lo más rápido que pude para encontrarme con mis amigos y contarles ese incidente, tenía todas nuestras mochilas en las manos y ellos me miraban sin comprender.

-Pero porque traes todas nuestras cosas, solo tenemos 10 minutos y luego regresaremos a clase- Sash tenía un pastelito en la mano y me mirada desconcertada.

-Tenemos que salir de aquí antes de que esto se descontrole, el profesor no está bien, regrese a verlo antes de venir y escupió sangre y se desmayó, ni siquiera me respondió solo me miro con los ojos inyectados en sangre - De alguna manera sabía que eso no era normal, algo raro le ocurría al profesor ¿y si se volvía loco como el tipo que lo atacó afuera?.

- ¿Porque no llamaste a la enfermera? Ella puede ayudarlo, quizás es efecto de esa medicina que le dio - Ken parecía calmado.

-Ninguna medicina hace eso Ken... no en tan poco tiempo, el tipo de afuera... también tenía los ojos inyectados en sangre y se veía justo como el profesor, pero más agresivo- Zack se notaba ya preocupado, tomo su mochila y se la colgó al hombro.

-Sash suspiró- Bien, digamos que intentamos irnos, como lo explicaremos, no nos van a dejar abrir la puerta principal solo porque si... además- un grito ahogo sus palabras seguido de otros más, vimos como una chica salía corriendo de nuestro salón agarrándose el hombro seguida del profesor que ahora parecía más muerto que vivo.

- ¡Larguémonos de aquí! - les di sus mochilas a Sash y a Ken para echar a correr hacia las escaleras que daban a la azotea, quizás podríamos ver desde allí alguna forma de salir.

Los gritos incrementaban conforme subíamos las escaleras, olvidé que estaban fuera de servicio por un pequeño derrumbe hasta que fue tarde, Zack logro agarrarme de la blusa antes de que diera un paso en falso, mire abajo y luego al tramo de escaleras faltante que nos separaba de la azotea, me solté del agarre de Zack, me eche atrás y corrí lo más rápido que pude hasta saltar el tramo faltante, agradecía ahora esos entrenamientos rigurosos a los que me sometía mi padre todos los días, le tendí la mano a los demás y uno por uno saltaron, me sentía un poco segura teniendo en cuenta que probablemente nadie iría allí, abrí la puerta de la azotea y salí, una pequeña valla rodeaba todo el perímetro y crecían plantas en algunas partes, cortesía del club de jardinería que tenía su lugar en la azotea, recordaba como molestaban a los profesores para arreglar el hueco puesto que no podían acceder a su club, se suponía que esa semana lo harían, corrí hasta la valla y me asome, gente corría por todos lados escapando, la chica que habíamos visto escapando del salón ahora perseguía a un chico de una clase más baja que la nuestra hasta que lo alcanzó y le mordió el cuello arrancándole un pedazo, sus gritos se ahogaron rápidamente mientras ella seguía mordiéndolo, me cubrí la boca con las manos y me dedique a ignorar esos ataques frenéticos que se repetían alrededor de ellos para buscar una salida, en cierto momento pensé incluso en intentar bajar desde la azotea hasta el otro lado de la cerca que protegía el perímetro de la escuela pero para mi mala suerte la azotea de este edificio estaba justo en medio de todo, era un campus enorme pues albergaba a miles de estudiantes, tenían primaria, secundaria y preparatoria en el mismo lugar por lo que había diversos edificios y salones, los de preparatoria estaban a lado de la puerta principal pero el edificio de clubes que era donde estábamos quedaba justo frente a ese y en medio de todos los demás, busqué frenéticamente hasta ver el estacionamiento, todo el caos estaba concentrado en el centro del campus así que el estacionamiento estaba libre por el momento, los demás se acercaron conmigo, yo aun no lo había notado hasta que Sasha gritó y me hizo saltar del susto.

-Esto... esto es imposible! No puede haberse ido todo a la mierda así de rápido, los virus no actúan de esta forma- Sash estaba viendo todo lo que ocurría bajo nuestras narices totalmente shockeada, ya ni siquiera veíamos a nuestro profesor, el suelo estaba teñido de rojo y había pedazos de cuerpos regados, lo peor eran los niños siendo atacados por compañeros de nuestra edad para después levantarse y atacar a otros, era el descanso, todos estaban fuera y se volvió un caos en quince minutos.

-Sash respira, todo estará bien, estaremos bien, pensemos en cómo salir de esta masacre-Ken abrazaba por los hombros a Sash en un intento de calmarla mientras ella temblaba.

-Nos iremos en ese autobús- mi voz sonó firme ocultando mi nerviosismo aunque mis manos temblaban mientras señalaba el autobús que usábamos para las excursiones, la puerta del estacionamiento no se abría sin un control que tenían en la oficina del director y estaba guardado bajo llave debido a problemas pasados, pero las llaves del bus estaban allí mismo, en la taquilla del estacionamiento junto con las de los otros autos, el bus era el más grande y quizás con el podríamos romper la puerta para salir.

-Esa idea es buena, podríamos tomar alguna cosa del cuarto de jardinería, deben tener palas o alguna cosa que sirva de arma y después nos las arreglamos para bajar y llegar hasta el estacionamiento- Zack tenía esa costumbre de secundar mis planes añadiéndoles lo que les faltaba.

-Espera... estas diciendo que ¿tendremos que enfrentarnos a nuestros propios compañeros de clases para poder escapar? - Sash ya estaba un poco más calmada y veía a Zack sin creerlo.

-Si, puede que sean aun personas, pero miren lo que les hacen a los demás, eso no es lo peor, se están levantando de nuevo incluso cuando están heridos, son peligrosos y no podemos arriesgarnos a ir sin nada con que defendernos Sash- Zack le devolvía la mirada firmemente.

-Zack tiene razón, tenemos que defendernos- Ken soltó a Sash y fue directamente al cuarto de jardinería que estaba a unos metros de nosotros, sacó su llave y abrió, estaba en el club de jardinería desde secundaria, le gustaba saber sobre todo tipo de plantas cosa que sus padres no aceptaban mucho.

En minutos salió con dos palas y dos sierras, siempre los de jardinería tenían cosas muy extrañas, quizás era la razón por la que a pesar de no ejercitar tanto Ken tenía mucha fuerza, al parecer cuidar plantas era más difícil de lo que parecía que suerte que ahora Ken era el encargado del club, Sash estaba a punto de protestar, pero unos gritos nos llamaron la atención, miramos abajo y vimos a un grupo de chicos corriendo, detrás de ellos venían personas infectadas que intentaban desesperadamente atraparlos, no quería llamarlos zombies pero era lo que mejor les definía, no me sorprendí de ver al grupo con armas, tenían espadas del club de esgrima, el mismo donde yo estaba, uno de ellos se detuvo encarando a un zombie y clavándole la espada en el pecho y luego sacándola pero esto no lo detuvo en lo más mínimo, siguió intentando atacarlo hasta que el chico desesperado le asesto un golpe en la cabeza partiéndosela por la mitad, esto sí que detuvo al zombie por lo que los demás le imitaron, pero quedarse tanto tiempo sin moverse les cobró factura, ya tenían demasiados zombies alrededor y no había forma de que pudiesen con todos, lo siguiente que recuerdo fue verlos siendo sepultados bajo los zombies mientras sus gritos se hacían cada vez más inaudibles, esa escena terminó de convencer a Sash.

Minutos después ya estábamos bajando cuerdas desde la azotea hasta el suelo en un punto donde no veíamos ningún zombie o infectado cerca, bajar por las mismas escaleras podría ser mala idea pues al revisar vimos a varios intentando llegar arriba, de alguna forma nos habían escuchado y lo único que los detenía de alcanzarnos es que eran un poco torpes y se caían por el hueco de la escalera pero si alguno lograba saltar y llegar arriba los demás lo imitarían, pues viendo su comportamiento era algo habitual en ellos, ninguno de nosotros sabia realmente como bajar de un edificio usando unas cuantas cuerdas pero era mejor opción morir por una caída de 100 metros de altura a ser masacrados por esos zombies.