El bolso cumplió mis expectativas cayendo sobre una cabina telefónica rota y provocando un fuerte sonido metálico que inmediatamente alertó a todos los zombies cercanos, les hice una seña a todos para que me siguieran y comenzamos a subir las escaleras lo más rápida y silenciosamente posible intentando no alertar a ningún zombie, cuando empecé a tener más visión de la calle vi la magnitud real del problema, algo que me había negado a creer por todo ese tiempo.
La calle antes llena de luz y vida ahora estaba desierta con la mayoría de las luces de los establecimientos parpadeando o ya fundidas, vidrios rotos, postes en el suelo, autos destrozados por el choque contra alguno de esos postes de luz, mucha sangre en el piso y muchos zombies con su característico olor a podrido fue una visión horrible, una a la que pronto me acostumbraría pero que en ese momento me perturbó demasiado, me hacía pensar más en lo rápido que había cambiado todo, de la noche a la mañana todo era un caos absoluto y en tan solo unas semanas la mayoría de los seres humanos en el mundo ya eran bestias sedientas de sangre.
Cada que veía un zombie siempre pensaba que podría haber sido yo y que aún podría ser yo, arrugue la nariz por el olor deseando tener un cubrebocas para poder al menos soportarlo un poco, logré llegar arriba al igual que los demás pero el problema ahora era esquivar a todos los zombies sin hacer ruido y los escombros que cubrían casi cada centímetro del suelo hacían esto demasiado complicado, antes de llegar a la esquina de la calle Sasha pisó un vidrio y tan solo con eso muchos de los zombies que vimos por la calle empezaron a correr hacia nosotros, les grité a mis amigos que corrieran lo más rápido que pudiesen y rogué que nadie terminara cayendo al suelo por pisar algún escombro, corrimos mucho rato dando vuelta a izquierda y derecha sin saber hacia donde estábamos yendo con los zombies pisándonos los talones, sus capacidades motrices no eran del todo buenas por lo que varias veces terminaban cayendo al suelo o incluso perdiendo alguna pierna al atorarse en algún pedazo de metal de un auto pero seguían siendo rápidos y el ruido de nuestras pisadas al correr era más que suficiente para guiarlos, comenzaba a cansarme y veía como mis amigos también, pronto nos quedaríamos sin fuerzas para seguir corriendo pero para nuestra suerte comenzó a llover.
Primero vi caer unas pequeñas gotas, había olvidado por completo que estaba nublado e ignore el clima hasta que me cayó una gota en la frente y luego otra, hasta que se volvió un aguacero fuerte y el ruido de las gotas al caer comenzó a aturdir a los zombies parecían confundidos algunos se desviaron de la persecución para atacar un auto destrozado donde las gotas hacían mucho ruido cuando golpeaban, sonreí un poco, era nuestra oportunidad para escapar de una vez, hice que todos se tomaran las manos agarrando yo la de Sasha y los jale hacia un lado donde había una calle estrecha que guiaba a un barrio lleno de tiendas, entramos en una que parecía estar más entera que las demás y cerramos la reja rápidamente solo unos cinco o seis zombies nos siguieron mientras los demás seguían algún ruido fuerte provocado por el agua al caer, acabe con cuatro usando la Katana antes de lograr cerrar por completo la reja de la tienda, al ver que estábamos todos a salvo e ilesos me deje caer al suelo de rodillas totalmente agotada, estábamos empapados pero a conciencia elegí esa tienda pues tenían ropa y cosas básicas de cuidado personal además de algunos peluches y maquillajes, los demás me dejaron descansar mientras se cambiaban la ropa empapada por una seca pero Zack se quedó tras de mi observándome preocupado, mi reacción y la posición que tenia en ese momento encorvada en el suelo de rodillas con los ojos cerrados provocaría preocupación a cualquiera pero los demás sabían por los días que pasamos en la casa que hablarme cuando me ponía así no era prudente, mis ataques de ansiedad los controlaba en silencio y odiaba que alguien se acercara de mas a mí en esos momentos, apenas podía respirar pero trataba de hacerlo lentamente para recobrar un poco el aliento y la cordura, luego de ver todo eso, de pasarme varios minutos rogándole al universo por mi vida y sobre todo sentirlos como si hubiesen sido horas fue agotador física y mentalmente, ser la líder era algo tan difícil que ponía al limite sobre todo mi capacidad mental, podría haber tenido entrenamiento militar desde pequeña pero mi ansiedad nunca se fue, llegue a requerir medicamentos para mantenerla a raya pero poco a poco logré superar las crisis sin ellos, en ese momento sentía que ese esfuerzo se esfumaba, me abrace a mi misma controlando mi impulso de ponerme a llorar, una parte de mi mente me decía que seria mejor estar afuera con esos zombies sin preocupación alguna y la otra más racional me decía que eso era una locura porque tenia personas amadas que debía proteger y que también me protegían, Zack al verme tan mal decidió acercarse incluso sabiendo que podría reaccionar mal y me abrazó por la espalda susurrándome palabras de aliento al oído repitiendo sobre todo que él estaba allí conmigo, que nada pasaría si estábamos todos juntos, no hice nada, me quede quieta dejándolo tranquilizarme, él se había enterado de mi ansiedad hacia relativamente poco tiempo pero intentó aprender lo más que pudo sobre eso, incluyendo como tranquilizar a alguien aunque estuviese a punto de sufrir un ataque de pánico, cuando comencé a respirar más lento y mi corazón dejó de latir desbocado me soltó, me dio un beso en la cabeza y se levantó, yo hice lo propio y al mirar a mi alrededor vi a todos observándome al parecer presenciaron la mayor parte de ese momento en silencio, no dije nada solo tome algo de ropa y fui a cambiarme a uno de los probadores que estaban al fondo de la tienda.

Elegí ropa oscura y de telas que no provocaran ruido al moverse pues eso podría ser contraproducente, me cambie, intente secar un poco mi cabello y lo volví a atar en un moño alto sobre mi cabeza estaba pensando seriamente en cortarlo pues era contraproducente tenerlo tan largo, los zombies podrían atraparme agarrando mi cabello, pero no veía tijeras por ningún lado y no quería cortarlo mal, le diría a Sasha después.

Tarde mucho tiempo en salir del probador, aun sentía que me faltaba el aire y además se le añadía la vergüenza de saber que todos habían presenciado como Zack me calmó, deseaba que la tierra se abriera y me tragara directo al centro del planeta, eran demasiadas emociones que asimilar en muy poco tiempo, me recargue en la pared y me deje caer al suelo hasta quedar sentada abrazando mis piernas, las lágrimas comenzaron a caer sin que yo me diera siquiera cuenta, pase un buen rato llorando en silencio en el pequeño probador hasta que me calme lo suficiente y salí no sin antes limpiarme la cara con la blusa que me había quitado y que seguía un poco húmeda.

Los chicos clasificaban todo lo que teníamos en las mochilas y contaban la comida que nos quedaba, habíamos tardado cierto tiempo recorriendo los túneles de las alcantarillas y el subterráneo por lo que consumimos un poco de comida y agua en el camino, seguía escuchando pequeños golpes secos en la reja de la tienda lo que advertía que aún había zombies afuera esperándonos, al verme dejaron de contar las cosas, Sasha fue la primera en hablar.

-Ya contamos casi todo lo que nos queda, trajiste mucha comida no comprendo como pudiste cargar con tantas cosas tú sola, tu mochila pesa más que las otras- Exclamó sorprendida, aunque sus ojos se movían intermitentemente entre mi cara y los músculos de mis brazos que se veían un poco marcados pues sin notarlo había elegido una blusa que me quedaba apenas justa al cuerpo, en la escuela siempre había usado ropa algo más holgada para ocultar un poco esa parte de mi-

-Ah bueno es que yo... tuve entrenamiento militar desde pequeña ¿recuerdas? Papá me hacía cargar cosas mucho más pesadas que esa mochila cuando entrenaba con él- hablar de mi padre me incomodaba un poco sobre todo frente a mis amigos yo no lo mencionaba demasiado, levanté un brazo restándole importancia-

-Eso explica lo buena que eres con los deportes- Jason que estaba sentado en el suelo cruzando los brazos me miró con una media sonrisa-

-Tú realmente pareces no haberle quitado un ojo de encima a Kim desde hace tiempo eh Jason- Zack había dicho eso escondiendo en el tono de broma sus celos-

-Eso sin duda, siempre lo sorprendía entre las gradas observándola practicar, pero nunca se acercó- Valentina al fin parecía haber encajado un poco más y decía eso mientras golpeaba a su hermano con cariño en el hombro, yo estaba sonrojada y me había sentado ya a lado de Sasha-

-Bueno ya déjenla parece que va a hacer ignición espontánea pobrecita jajajaja- Ken siempre con sus comentarios tan perfectos para la situación-

-Mejor sigamos contando las provisiones ya estoy aquí así que les ayudaré con lo que falta y luego veremos que más encontramos en esta tienda, quizás en la bodega haya algo que nos sirva y una salida trasera, en esta situación salir por donde entrando parece poco probable- desvíe el tema un poco a propósito y porque también era imperativo encontrar pronto otra forma de salir de allí, la comida no duraría para siempre-

Todos estuvieron de acuerdo, Zack se quedó un momento más observándome con cierta intriga en sus ojos y después continuó contando las cosas con los demás.

Al terminar de organizar las provisiones y guardarlas de nuevo por si teníamos que salir deprisa fuimos juntos a explorar la pequeña bodega detrás de la tienda, un letrero de "solo personal autorizado" colgaba en la puerta, giré el pomo para abrir pero parecía atrancada, tuve que empujar mucho más fuerte hasta que cedió y me lleve de regalo un moretón en el brazo, casi vomito al entrar, había sangre en las paredes y un cuerpo justo en la puerta que era lo que la había mantenido atrancada, su mano descompuesta seguía en el pomo de la puerta, las luces parpadeaban sin cesar y el olor era insoportable, tenía preparada la mano en la empuñadura de la Katana hasta que vi la razón de la masacre, una pistola magnum estaba tirada en el suelo sujetada por otra mano putrefacta unida a un cuerpo, junto a este había otros dos cuerpos en el mismo estado recargados contra las paredes con un tiro directo en la cabeza, era un suicido colectivo y parecía que la persona en la puerta no estaba de acuerdo con participar en ello, lo que estábamos presenciando era la locura que había traído este Apocalipsis.