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🐾 | C h a p t e r T w e n t y

──____-san, ¡me gustas!

La muchacha abrió los ojos con sorpresa y algo sonrojada. Aceptó la carta, y sonrió.

──Tú también me gustas, Mike-Kun...

¿Qué hubiese sido de mi asquerosa vida si aceptaba a ese chico? Quizás estaría en una preparatoria mejor... Con un futuro mejor. Mi familia estaría orgullosa de mí.

Tendría la vida perfecta...

Dos hijos, y una niña. Emma, Víctor, y Eduard... Con Mike, quizás mi vida hubiese sido más que perfecta. Mis padres hubiesen estado orgullosos de mí, tendría la vida con la que toda mujer sueña, pero...

──¿Eres feliz...? ──Preguntó el zorro, con la mirada triste. Ambos estaban acostados en la cama, y él sujetando la mano de su amada.

──¿Qué?

──Sabes que no es la vida perfecta para ti, ____ ──dijo, besando la mano de la fémina ──. Lo sabes...

──Es... Perfecta. No hay nada de malo en ella ──Forzó una sonrisa ──. Tenemos tres preciosos hijos, somos una buena relación y-...

──Si hubieses aceptado estar conmigo... Tendrías la vida que consideras perfecta, pero no serías feliz ──dijo, y sonrió a la mujer.

──Nos casamos... Eso es hasta que la muerte nos separé.

──Pues es posible que mueras hoy, y lo sabes.

──¿Qué?

──Estás imaginando en sueños tu vida perfecta antes de morir, sólo para que no te sientas tan mal cuando llegue tu hora... No serías feliz conmigo.

──...

La chica abrió sus ojos a la par, asustada, con la respiración agitada, analizando todo.

Recordaba solo la charla con su madre, y hasta allá. Pero sabía que Rizz era quien estaba detrás de eso.
Trató de calmarse. Seguía viva, estaba viva, y eso estaba bien, ya era un logro. Todo un día la pasó inconsciente, en su mundo ficticio, donde se casó con un zorro que alguna vez la amó. ¿Qué había fumado?

Una venda cubría su boca, al igual que sus brazos y pies. Analizó la situación... Sabía que Rizz la dejó viva por algo, le iba a servir para extorsionar a Legoshi más adelante. Y cuando no fuera útil, la mataría. Debía aprovechar que estaba viva y-...

Cerró sus ojos con fuerza, sintiendo un dolor inmenso en su vientre.
Miró la zona afectada, donde su ropa estaba manchada de sangre.

El olor... Iba a vomitar, pero lo aguantó. Estaba en peligro la vida de muchos, y no iba a morir tan fácilmente. Quería convertirse en beastar antes de morir, ¡debía seguir viviendo para decirle a Pina lo que sentía!

Ya era de noche. Probablemente Rizz y Legoshi ya estaban empezando a pelear.
Como pudo, abrió el hocico metiendo el trapo a su boca, mordiéndolo. Con sus colmillos, podría romperlo si quisiera. Debía hacerlo...

Había pasado mucho tiempo resistiéndose a ser alguien. Ahora debía ayudar a su amigo, llegar a la cena, y decirle a sus padres que estaba loca.

──____, joder, que asco das ──Un recuerdo pasó por su mente. En este, estaba tirando todas las cartas de odio que recibía, y alguien de nombre Dorothea se había acercado a ella.

Era una venado muy pero muy preciosa. Tenía el pelaje algo largo, lo que la hacía ver un poco más guapa.
Sus ojos eran dorados, y ____ la compararía mucho con Louis. Pero sabía que no tenían relación alguna, y que aquella chica era de primero.

──¿Tienes algún problema conmigo? ──Preguntó, mientras seguía botando las cartas una por una.

──¡No te hagas la que no sabes! Ayer Pina-Kun y tú salieron. ¿Lo extorsionaste acaso para ofrecer tus asquerosos servicios? ──Se cruzó de brazos ──Puedo denunciarte por acoso...

──Él me invitó.

──Ay, mentirosa ──Dado que estaba chaparra, y ____ estaba agachada, estaban a la misma altura. Dorothea se atrevió a empujarla. Las cartas fueron regadas por el pasillo ──. Eres una puta, perra, escoria malnacida que en realidad no hace nada en este mundo.

──Dou, ¿crees que tus palabras me van a hacer daño? ──Sonrió ──Antes de que vengas a hacerme bullying sólo porque eres una desconfiada, recuerda primero con quien te estás enfrentando...

──¿A quién le importa? Somos más de una quienes estamos disgustadas. Las otras locas herbívoras que quieren con Pina ya obtuvieron su merecido también. Así me encargo de que nadie lo moleste.

Su cara era como “ah... ¿Le digo?”. Tragó saliva, aún en el suelo ──Ah, sí... Creo que deberías ser más... Umh... Bueno, es que no entiendes que pasa con Pina, je je... Apuesto que cuando sepas la verdad le cortarás de inmediato.

──¡Tú cállate! ──Justo cuando la iba a patear, la mano de la zorra detuvo el golpe. La de pelaje marrón le miro impresionada y aturdida.

──... ¿Qué sentirías si te como ahora mismo...? ──Preguntó, y bajó la calceta de la chica.

──¿Q-qué demonios estás haciendo?

──Primero, tus extremidades ──dijo, y quitó el zapato de la contraria ──, y tus órganos después, dejando la grasa y piel de sobra a lo último...

──¿M-me estás amenazando?

──No, te voy a ayudar ──Sonrió ──. El daño que sufras es equivalente al daño que le has hecho a otros... Así serás libre de todo pecado al morir, Dorothea... Dime... ¿A cuántas chicas has amenazado y lastimado?

──S-soy incapaz de herir a alguien ──dijo, y cayó al no poder mantener el equilibrio en una sola pata ──. ¿Crees qué soy como tú...?

──Me ibas a patear con todas tus fuerzas ──Sonrió ──. Si no hubiese detenido el golpe, probablemente me hubieras terminado de romper mi nariz, dado que ya está fracturada... ¿También has golpeado así a otras chicas sólo por gustar del mismo tipo?

Acercó su boca al talón de la mayor. Sonrió, mientras amenazaba con morder.
No soportaría ese trato, una cosa muy diferente eran cartas de odio que podía ignorar, y otra era que te agredieran a la cara, tanto física como verbalmente.

──¡N-no! Por favor... ──Trató de zafarse ──E-es ilegal, irás a la cárcel...

──... Bueno, que esto te sirva de lección de vida ──Soltó su pierna, y posteriormente se acercó de forma peligrosa al rostro de la mayor ──. Nunca te atrevas a patear a una carnívora si no tienes los ovarios suficientes para afrontar las consecuencias... Ahora largo y deja de joderme.

──... ──Se levantó, y empezó a correr tras un chillido, y dejando su zapato y calceta allá ──¡J-jódete, ____! Las zorras y estúpidas como tú tarde o temprano tendrán su merecido...

Z o r r a

Ya no debía dejarse hacer menos. Ahora tenía una razón para seguir queriendo vivir la vida. Aun si estaba rodeada de gente que la odiaba, daba igual. Todo fue por Haru, y por ella va a acabar las cosas.
Jaló con más fuerza el trapo, hasta sentir como se rasgaba. Calmó su respiración y jaló de nuevo. Tenía que decirle a Pina, esa era su única razón para vivir ahora.

¡Gana, Legoshi! ¡Gana!

He de testificar, debo ayudarte, ¡no puedes ir a la cárcel!
Es poco probable que Louis vaya, ¡no te confíes! Yo te ayudaré...

Una ultima mordida que lastimó los colmillos fue suficiente para romper aquel trapo.
Jadeó algo desesperada. Sufría de sensibilidad dental, pero hacía lo posible por sobrevivir.

Acercó sus muñecas a su hocico, y escuchó el golpe de alguien aporreándose contra el muro.
Estaba justo debajo de ellos, y ya estaban peleando.

Si estaba en lo correcto, Misha habría de estar escondida viendo todo, y Pina debía de estar con Jack.
Posiblemente Legoshi esté en desventaja, así que debía ir y ayudarlo lo más pronto posible.

¡!

Antes de lograr romper la cinta de sus manos, sintió el dolor de la herida en su vientre. No era tan profunda. Rizz únicamente clavo sus garras para asegurarse de que no fuera tan lejos con la herida. Sin contar que la sangre de ella sería buen cebo para alterar a Legoshi.

De igual forma estaba sangrando de la nuca, donde el oso la había noqueado una noche antes. Empezaba a costrar, pero no por completo.

El dolor le era insoportable. ¿Cuánto más aguantaría así? Inhaló aire, tratando de calmarse. No era una hemorragia, sólo una herida dolorosa. Siguió en su labor de cortar la cinta, y lo logró, terminando por sacar sus garras y cortar el trapo que ataba sus pies.

Uso el mismo trapo para rodear su cintura, donde estaba herida.
Sabía que no sobreviviría mucho si iba directamente con Legoshi, así que debía planear una buena estrategia.

¡Riiing! ¡Riiiing!

Miró ilusionada su celular, algo estropeado a un lado de dónde estaba.
Lo tomó entre sus manos. Probablemente a Rizz se le haya olvidado apagarlo.

No tenía internet, así que activó sus datos. De la nada, una lluvia de notificaciones llegó a su celular. Mensajes y llamadas pérdidas de Legoshi, su mamá y Misha. Su mamá...

Probablemente esté preocupada. Le hizo una llamada sospechosa, y después no regresó a la cena de año nuevo. Iba a llorar, pero lo aguantó.
Suspiró de nuevo, y buscó una salida.

Otro golpe se sintió desde arriba, pero si salía por la puerta principal de inmediato la descubrirían, y no estaba en estado de pelear en ese momento. Necesitaba carne, eso.

Se adentró en el lado más oscuro del cuarto, y ¡bingo! Había otra puerta, que no daba por completo al exterior. Pero ahora el problema era abrirla sin hacer ningún ruido.

Mamá...

Si no llego a sobrevivir, sientete decepcionada de mí.
Si no lo haces, todo esto será en vano. Si quieres mostrar tu orgullo, que sea únicamente si sobrevivo...

Entró a sus redes sociales en busca de información, o alguna noticia respecto a la pelea. Pero nada. Salvo una alerta que indicaba su desaparición... Sus padres la estaban buscando ya. Probablemente toda su familia este preocupada. Y lo que más le dolió fue un “me importa” de parte de Canela, quien de igual forma había compartido la publicación.

Volvió a sonar su celular.
Su madre le estaba llamando de nuevo, no podía darse el lujo de preocuparla más.
Debía aunque sea indicarle que estaba bien, y decirle sus últimas palabras. Necesitaría de ayuda, sí, pero Legoshi era demasiado imprudente. ¿Irá Louis? Jadeó, desesperada y contestando el celular.

──¡Es inútil! Ella desapareció, Marlene, ¡entiende! ──Se escuchó al padre de la chica regañar a la mujer.

──¡C-c-c-contestó! ──dijo, emocionada y aliviada ──¡_____! ¡Hija!

──¡Mamá! ──Exclamó en un susurro, a punto de llorar ──Mami... Ya... Vi las noticias, l-l-lamento haberte preocupado...

──Hija, ¿donde estás? Estábamos esperándote, y no contestabas el celular. Y en la escuela dijeron que no habías asistido ──Quebró en llanto ──¡Estaba tan preocupada!

──Mamá... Te lo dije ayer ──dijo, apoyándose en la pared ──. Hoy moriré... Porque quiero hacer justicia por alguien que no está acá ahora...

──Hija, dime donde estás, no puedo soportarlo, ¿estás bien? Por favor, escapa y vuelve...

──Mamá, estoy bien ──dijo, algo nerviosa y a punto de llorar igual ──. Por favor, no llores... Si algo me llegara a pasar, solo quiero que sepas que mi mayor honor fue haber sido la única en recibir tu decepción.

──____, vuelve...

──Mamá, si regreso a la cena, ¿me haces un favor?

──¿V-v-v-vas a volver...? ──Preguntó la mayor, algo aliviada y esperanzada.

──Es posible... ──dijo, y se oyó a la madre jadear ──Y si llegó, no se preocupen por mí. Sólo celebren conmigo, que me harán sentir mierda si me tratan como si fuera el centro del mundo.

──Eres el centro de mi mundo...

──Mamá, regresaré, lo prometo. Pero ahora estoy ocupada.... No hubiese querido meterme en este embrollo, pero al final tuve una mala jugada, je je...

──¡Pero ____! No lo entiendes, nadie ha comido acá desde que no llegas... Por favor, apúrate... Solo ven acá... Me preocupas muchísimo.

──Tardaré... Quizás mañana temprano vaya ──dijo, en un intento de consolar a la mujer ──. Mamá... Quiero ser una beastars.

──Deja de sacar temas de la nada, ¿¡dónde estás?! Por favor, aunque sea dime eso, no me hagas esto...

──... Mamá, exageras ──rodó los ojos ──. Estoy bien, no es más que una amistosa pelea entre un criminal y dos canes desesperados. Son cosas de carnívoros, dijiste que querías que me relacionara más con ellos, ¿no?

──Pero-...

Colgó, mientras empezaba a subir las escaleras y abrir la puerta que estaba en el techo.
Al empujarla, logró sentir la fresca brisa.

Subió por completo, e inhaló el fresco aire nocturno.
A lo lejos escuchó los jadeos y golpes entre los machos. Y dudó si acercarse allá a ayudar a Legoshi, porque antes pensaba ir al mercado negro.. De todas formas, si iba allá tardaría más en la pelea...

Un embriagante olor inundó sus fosas nasales, cerca de allá.
Miró alrededor suyo, viendo algo moverse en un rincón.

Supo de inmediato de quien se trataba.

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