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C h a p t e r F o u r

──¿¡N-n-no vas a acompañarnos?! ──Exclamó con algo de enojo la zorra, mientras que el perro rascaba su nuca apenado. Ya eran las ocho con veintiséis. Ella tenía un suéter amarrado a su cadera y ambos se hallaban en la entrada de la escuela.

──Disculpa que cancele ahora, pero el club de teatro me llamó, para lo de Legoshi. Uno de nosotros debe decir lo de “Su familiar” ──Se refirió a la excusa que debían poner por parte del lobo.

──Mejor, más tiempo para nosotros dos-... ──Pina fue callado cuando de nuevo ____ le pisó su pie ──¡Auch! M-mierda...

──E-e-está bien, Jack ──____ tomó su frente con desespero ──. Aunque... ──Ambos canes miraron con cierto miedo al carnero, quien tragó saliva ──Pina, lo mejor es que vaya yo sola, ¿sabes?

──¿Qué? ¿Y ahora por qué? ──dijo Pina algo indignado  cruzándose de brazos. ____ rodó los ojos.

──Jack, puedes irte ya ──dijo, a lo que el mencionado se fue, pero algo confundido ──... Amh... Pina... Mira, por mí, me daría igual si te hacen algo allá. Pero... También mi mente piensa que está mal dejarte a tu suerte.

──¿Qué?

──Mira, no tengo forma de llevarte sin que todos te vean como un buen festín. ¿Así o más claro?

──¡Pues seré tu festín! ──La de nombre ____ iba a pisarle de nuevo, hasta que el carnero lo evitó ──¡E-espera! ¡No en ese sentido!

──¿ah?

──Por lo que sé, en el mercado negro es... Ilegal... Por así decirlo, robar el alimento de otros carnívoros. Creo que si ellos piensan que tú me compraste como cena, no deberían meterse conmigo.

Hasta cierto punto, era cierto. Aunque aún le seguía sorprendiendo la necesidad de Pina en ir a ese lugar tan peligroso ──Ok, p-p-puede que funcione... Pero de todas maneras... Y... Odio tener que decir esto...

──… ¿Sí...? ──Pina se acercó, con una ceja arqueada y una sonrisa pícara, la menor bufó ──¿Qué dirás...?

──T-t-tú eres... Un... Amh... ──Recordó a Louis, por alguna razón ──Eres el ejemplo exacto de un herbívoro perfecto, a vista de los depredadores.

──Oh, ¿por qué lo haces tan complicado de decir? ──Pina tomó sus caderas ──No es como si yo no te agradara, ¿Verdad?

──... No me agradas ──Suspiró ──. Bien, este plan será una mierda. Ponte esto ──Le puso la sudadera con capucha, mas los cuernos del albino rompieron la capucha. ──. Pero-...

La menor plasmó una poker face en su rostro. Lo peor, es que lo más atractivo en Pina eran sus cuernos, dado que, eran simplemente perfectos.

──Bien, no te debes alejar de mí, por nada del mundo, ¿oíste? ──Ambos empezaron a caminar. Pina rodó los ojos.

──Por favor... Bien, ¿algo más que debas preguntarme, zorra?

──... ¿Por qué quieres venir acá sabiendo lo peligroso qué es? ──Preguntó, parando en un semáforo.

──Asuntos... Personales, si se le puede llamar así ──dijo, y ambos cruzaron cuando el semáforo se puso en rojo ──. Han pasado cosas raras desde que Louis se fue, ¿Verdad?

──... Mejor deja de hablar.

──Tú me hiciste una pregunta, estoy en mi derecho de hacerte una ──Se acercó demasiado a la contraria ──... ¿Piensas responderme, Nathalie?

Le pisó el pie, de nuevo, antes de seguir caminando ──No pienso responder esa pregunta. ¡Pero listo! Respondí la segunda. ¿Content-...?

Tapó su boca antes de hacer esa última pregunta que cavaría su tumba. Estaría quemando a lo bruto ese cartucho de preguntas, así que calló. Pero Pina solamente se limitó a reír.

──Sí, estoy contento, y ello me brinda derecho a hacerte una pregunta más ──la roja rodó los ojos ──. ¿Por qué crees que Legoshi está en el mercado negro...?

Suspiró ──Antes del festival del meteoro, ambos junto con varios carnívoros de teatro nos habíamos colado acá... Pero, Legoshi era quien más raro actuaba, a decir verdad. Y, además, también se enfrentó al líder de... ──miró a su alrededor, y tragó saliva antes de susurrar ──los Shishigumi. Él, aunque no lo parezca, ha hecho varias cosas peligrosas... Y creo que estoy por seguir ese mismo camino ahora que lo estoy buscando... No, no haré más preguntas.

Pina calló, y ambos siguieron su rumbo.

🦊

El olor a carne era embriagante, tentador, delicioso. ¿Por qué le costaba tanto controlarse? Tragó saliva, controlando su respiración. Mordió su lengua y apretó sus manos, lastimándose.

Era doloroso aguantar ese instinto salvaje que todos tenían. Ella se controló por mucho tiempo, jamás había visto la necesidad de querer probar carne. Mas sin embargo, temía voltear y ver a Pina. Sabía que ese antojo aumentaría, y odiaba pensarlo pero...

Necesitaba probar la carne.

(...)

¿Cómo había ocurrido aquello? Pina valoraba como nunca su vida, y ahora, estaba al borde de la muerte. Tragó saliva, su respiración se veía agitada. Todo iba de mal en peor...

Estaba en el centro del mercado, sin la capucha, y alrededor de varios carnívoros. Desde pumas, águilas, y un león. Todo tipo de depredadores se hallaban allá, sin duda, iba a morir, pero su semblante parecía relajado.

Cuando habían entrado al mercado, todos veían con hambre al carnero, pero siempre que lo querían tomar, aparecía ____ para decir que era suyo, que ella lo había comprado. Parecía que nadie iba a darle lata así. Pero hubo un punto en que un extraño guepardo se llevo a ____ a quién sabe dónde, dejando a Pina en su situación actual.
Tragó saliva, no estaba ella para defenderlo. Pero sabía que no era su culpa. Trató de correr anteriormente, pero ahora estaba en un callejón sin salida. Suspiró, aceptando, y a la vez no, su muerte. ¿Por qué tanto afán por acompañarla? Sólo quería burlarse de Legoshi.

──¡Oigan! ──Todos miraron de dónde provenía esa voz ──... Esa es mi comida. La compré de forma justa. Ahora, largo.

Una peculiar zorra roja, que en realidad, no era nadie más ni nadie menos que ____, hizo aparición.
Pina sintió alivio, demasiado, pero no lo demostró. A los ojos de él no veía que la contraria fuese su salvación, sino más bien que la muerte se apiadó de él.
Todos quedaron sorprendidos, y de detrás de ella salió el guepardo que se la había llevado, subiendo a ambos compañeros a una limusina antes de irse.

Ambos mamíferos se veían incómodos, dado que estaban juntos, en frente de aquel guepardo.

──De acuerdo. Así que buscan a un tal Legoshi, ¿no? ──Preguntó el felino, tomando un cigarro y encendiéndolo.

──¿L-le dijiste? ──Pina parecía algo confundido, y esa pregunta la hizo en un susurro. Frunció su ceño ──Ni siquiera sabemos quién es...

____ rodó los ojos ──Es Leonard. Era un amigo de mi papá... Trabaja vendiendo carne por acá. Y sí, buscamos a un Legoshi. Es un lobo gris, bastante alto, y... Ah...

──Para desgracia de ambos, no lo he visto rondar por acá ──dijo, y puso el cigarrillo en el cenicero ──. Ustedes, jóvenes, no deberían estar aquí. Mucho menos un carnero como tú.

──Perdona, tío ──dijo la roja, y suspiró ──. ¿Le va a decir a mi papá...?

──... Ustedes solo concéntrence en asistir a clases. Son el futuro, a final de cuentas. Y no quiero verlos andar por mal camino. Tú, ____, como carnívora, debió ser difícil aguantar el apetito con el olor a sangre, ¿verdad?

La menor abrió sus ojos. Era cierto, le llegó a dar hambre el estar allá. Bajó la mirada, bastante apenada.

──B-b-bueno... Yo...

──Los llevaré de regreso a la escuela. Y no quiero verlos de nuevo por allá ──cruzó sus piernas ──. El mercado negro no es lugar para jóvenes como ustedes...

Fue un viaje no muy largo de regreso a la escuela. Pero ____ se sentía impotente. No por haber regresado, o no haber cuidado de Pina, sino porque no había logrado encontrar a Legoshi. Todo había sido una aventura bastante corta, y en vano. ¿Qué le diría a Jack? ¿Y si Legoshi estaba en peligro? ¿Cómo cuidaría de Haru? ¿Ella ahora se encargaría de todo el peso que soportaba Legoshi?
Ambos estudiantes bajaron, agradeciendo y entrando. Pina fue el primero en hablar.

──Y... ¿Ahora qué...? Anastasia-...

──Ya, llámame como quieras ──dijo, algo triste, lo que sorprendió al albino ──. Iré a ver a Jack y decirle qué pasó... Tú, ve con alguna de tus novias, o no sé...

El más alto ladeó la cabeza. Suspiró de forma pesada, tomando un camino muy diferente al de ella.

🦊

A la mañana siguiente, ____ subió hasta la azotea, para buscar a aquella coneja que era su amiga.
No tocó, y entró. Al final, sabía que esa época de puta que tenía Haru ya había pasado. Pero los últimos días hablaba demasiado con Legoshi, por lo que sí o sí debía de decirle la situación, con total sincerida-...

──¡Te he dicho que sigo enojada! ──Una cubeta impactó su cabeza, provocando que la protagonista cayera de nuevo al suelo por el dolor. Haru se alejó con los brazos cruzados.

──Ugh... ──La menor se retorcía en el suelo ──¡Haru, escúchame! E-e-es sobre Legoshi.

Al oír ese nombre, la albina de inmediato se detuvo, dando media vuelta para fijar su atención en la contraria. Se sentó en cuclillas a un lado suyo, exigiendo explicaciones sin hablar.

──Haru, yo-... ──La miró a los ojos. Haru mostraba dolor. ¿Por qué? ¿Qué le ocurría? Lo peor que podía hacer en esos casos, era decirle de verdad lo que había pasado. Suspiró ──Legoshi me dijo que su tío estaba enfermo. Dijo que no iba a venir a la escuela en un largo tiempo...

──¿L-legoshi dijo eso...?

──Eso me comentó ──dijo, y se levantó ──. Y... Pidió que yo te protegiera en su lugar... Eh... ¿Haru?

──No necesito que nadie me proteja ──La coneja empezó a sacar zanahorias de su huerto ──. ¡Mucho menos de alguien como tú! Y-y... No sé por qué... L-legoshi se aleja, yo-...

La voz de la coneja empezaba a quebrarse. Se quitó los guantes, y evito que lágrimas cayeran. La menor se acercó de manera lenta. No soportaba ver en ese estado tan vulnerable a su amiga. Haru siempre había sido alguien bastante fuerte... Suspiró, abrazándola por la espalda en un intento de consuelo.

──Haru... Si necesitas desahogarte... No lo dudes. Sabes que, aunque me odies, puedes contar conmigo...

──... E-es que Legoshi cree que es mejor cuidarme a la distancia ──dijo, acurrucándose en el pecho de su amiga ──... Y tú... He oído demasiadas cosas de ti que me duelen, sin contar las fotos que se han filtrado... Y-y... También estoy preocupada por Louis, ¿y si le pasó algo...? Yo... Quiero estar tranquila... Pero... Me preocupan varias cosas, no puedo concentrarme...

Tengo miedo...

🦊

Y ella tenía de igual forma sus preocupaciones. Ahora debía tolerar los piropos y falsos chismes de ella, su mejor amiga la evitaba, el chico que le gustaba estaba desaparecido, su mejor amigo fue herido, y estaban buscando al asesino de Tem. Vio a su tío tras tanto tiempo, y, debía ayudar al club de teatro.

Soltó un fuerte jadeo, la verdad se hallaba demasiado tensa. Escuchó varios murmullos a un lado, asomándose con duda, y de manera discreta.

──¿Qué dices? ¿¡Pina estuvo en el baño con esa zorra!? ──Se escuchó un chisme por parte de varias herbívoras.

──Sí, las de voleibol la vieron cruzar del baño de hombres, y los chicos afirman que Pina estuvo allá temprano ese día.

──¡Pero si ella es una carnívora!

──Bueno, dicen que lo ha hecho con Louis-Senpai y Tem ──dijo otra chica, algo temerosa ──Pero no creo que Pina-San haya tenido ese descaro...

──Como sea, no podemos dejar que esa niña se meta con todo macho que vea ──Una de ellas, una gacela, habló ──. Yo tengo un novio, y no dejaré que esa tonta me lo arrebate.

──E-ello me recuerda a Haru, de tercero ──dijo ahora, una borrega ──. Oí que lo hizo con el novio de otra coneja, ¡qué horror!

La zorra apretó sus puños, y tragó saliva evitando enojarse. No soportaba que hablasen así de Haru.

──Tampoco olvidemos que lo llegó a hacer con un lobo. ¿¡Cómo es posible?!

──¡Ese no es el tema! ──Gritó la gacela ──Necesitamos detener a la zorra antes de que nos robe a nuestros novio-...

──Y yo debo evitar que ustedes dejen de desconfiar de esa manera de sus queridísimos amores ──Hizo aparición la zorra, asustando a todas las herbívoras que allá estaban ──. Si tanto confían y creen en ellos, ¿por qué creen que aceptarían tener sexo conmigo?

Todas salieron corriendo de inmediato. ___ suspiró, antes de sentir cómo tocaban su hombro, y volteó a ver a un peculiar zorro blanco.

──Disculpa, necesito que... ¿¡____?!

──Mira, niño, hoy no puedo ──dijo la contraria, dando media vuelta pasando de largo ──. No sé quién coño seas, pero mejor puedes evitarte creer esos rumores de mí.

──No, espera, ¡____! ¡Soy yo!

──Que no, puta madre ──dijo, y aceleró el paso ──. Mejor regresa a tus clases, ¿sí? ¡Y no me molestes!

──Es que no lo entiendes, ¡Yo-!

La menor ignoró a aquel “zorro”, pasándolo de largo y corriendo hasta el club de teatro, topándose con otros animales lanzándole coqueteos en el camino.
Entró, y no había nadie. Suspiró. Al menos tenía tiempo para acomodar la escenografía, cosa que hizo de inmediato, tomando la cámara que Louis le había dado tiempo atrás, y viendo los filtros que tenía, buscando combinar el reflector con los brillos e iluminación.

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