Doyoung miraba aun fijamente a Jaehyun que dormía pacíficamente, eran cerca de las tres de la mañana pero él no había podido dormir para nada.

— ¿Tu dormías aquí con él? —le preguntó a Taeyong que estaba sentado en la mesita de noche.

— Si, como veras, nuestra casa es pequeña, Johnny y Mark comparten habitación y nosotros tambien lo hacíamos —Doyoung asintió.

— Tengo que sacarlo de aquí —Doyoung suspiró.

— ¿Por qué? Este es su hogar —pregunto Taeyong confundido.

— Taeyong, tu hogar es donde las personas que amas están o bien un lugar donde puedes ser tu mismo y sentirte bien y protegido, en el momento que moriste, este dejó de ser su hogar —Taeyong asintió poco convencido.

— Pero... ¿por qué tiene que irse?

Doyoung suspiró.

— ¿No te has puesto a pensar o imaginar como se siente Jaehyun? Si ambos compartían este lugar, quiere decir que tiene muchos recuerdos de él, Jaehyun se sigue sintiendo miserable porque va a trabajar en un aburrido empleo y al regresar... La habitación está vacia. —Taeyong comenzaba a entender.— Los recuerdos de cuando estabas con él lo golpean y vuelve a sentirse triste.

— ¿Entonces tiene que mudarse?

— Será lo mejor —Doyoung volvió a ver a Jaehyun.

No sabia como iba a hacerlo, pero tenía que ayudar a Jaehyun, poco a poco, paso a paso.

Taeyong guardó silencio a su alrededor mientras el seguía tomando la mano de Jaehyun, poco a poco recargó su cabeza en la orilla de cama y se quedó dormido.

Taeyong los miró a ambos y no pudo negar el hecho de que le molestaba ver a Doyoung tomar la mano de Jaehyun, pero no tenia el derecho de sentirse asi, Doyoung logró entender a Jaehyun en tres días, mucho más de lo que él en años.

Doyoung iba a ser de gran ayuda a Jaehyun y eso lo hacia feliz, pero no sabia si estaba preparado para que Jaehyun amara a alguien más.

La mañana llegó y Jaehyun abrió los ojos lentamente, la cabeza de Doyoung estaba a un lado de él mientras el resto de su cuerpo estaba en el piso.

Sus ojos se centraron en el agarre que Doyoung le proporcionaba, hasta donde recordaba, no había tenido una pesadilla.

Recordó como la noche anterior Doyoung le gritaba asustado y desesperado, el peso de sus actos cayó sobre sus hombros.

¿Tan bajo cayó como para querer hacer algo asi?

Gracias a Doyoung se pudo dar cuenta de eso.

Jaehyun apartó con su mano libre un mechón de cabello que caía sobre los ojos de Doyoung, Taeyong que estaba a su lado frunció el ceño.

Jaehyun volteó a ver la foto de ambos y la tomó.

— Lo siento... Estuve a punto de hacer algo realmente estúpido —susurró con voz ronca.

— Más que estúpido —contestó Taeyong sabiendo que no habría respuesta.

— ¿Qué debo hacer? —suspiró Jaehyun —Siento que lo he perdido todo, no se que me está pasando pero ya no tengo deseos de seguir así.

Taeyong acercó su mano para tocar a Jaehyun que aun miraba directamente la foto.

— Podrías comenzar por aceptar ayuda —La voz de Doyoung lo asustó.

— Buenos días —saludó Jaehyun.

— Buenos días, perdón si te asuste —Doyoung le sonrió.

— Está bien —Jaehyun volvía a tener el rostro inexpresivo de siempre.

— ¿Cómo te sientes? —Doyoung se levantó con dificultad —Demonios... Debí empujarte de la cama y dormir en ella.

Doyoung esperó una reacción por parte de Jaehyun ante su broma, pero no obtuvo nada.

— Me siento bien —su tono de voz era neutro.

— Ammm bueno —Doyoung no sabia que más decir. —Me alegra, yo... Ammm... Tengo que irme al trabajo, pero iré a verte al tuyo cuando termine.

Jaehyun asintió, justo cuando iba saliendo y le daba a Taeyong una señal de que lo siguiera, Jaehyun volvió a hablar.

— Doyoung —él se paró y volteó a verlo.

— ¿Si?

— Gracias.

Doyoung le sonrió grandemente.

— No hay de que, para eso estoy —Jaehyun asintió y él salió de ahí.

Se despidió de Johnny y de Mark y se encaminó a su departamento, se bañó y salió hacía el trabajo.

Las horas pasaban lentamente y él miraba preocupado su teléfono constantemente, le mandó un mensaje a Johnny y este le confirmo que Jaehyun no había salido de su habitación ni para comer, pero que estaba bien.

Se sintió un poco más tranquilo después de eso.

Jaehyun estaba mirando el techo mientras los hechos ocurridos en la noche anterior golpearon su mente.

Había llegado a un punto donde pensó que no había retorno, que no podría volver atrás, había decidido terminar con todo el dolor y el sufrimiento que la partida de Taeyong le causaba, pero entonces...

Una chispa de luz llegó y le impidió dar un paso más lejos, Doyoung había llegado a salvarlo y no solo su vida, si no tambien a él mismo, por primera vez se dió cuenta de que tan mal estaba, de que realmente no recordaba que habían pasado en los últimos tres años debido a que solo esperaba a que la vida pasara.

En ese momento donde creyó todo perdido, Doyoung llegó a ofrecerle una luz de esperanza, una oportunidad de cambiar, una oportunidad de volver a construir su vida y tal vez... Solo tal vez... Volver a ser feliz.

Doyoung le había tendido una mano asi como una oportunidad, Jaehyun estaria en deuda por siempre con él, pero la respuesta a la interrogante aun no estaba del todo clara.

¿Podría estar dispuesto a seguir adelante sin Taeyong?

Si la respuesta era si, Jaehyun sabía que ya había alguien con quien podía contar, que le ayudaría y le apoyaría siempre.

Pero no era tan sencillo como sonaba, al menos no para él, entonces mientras su cabeza daba muchas vueltas al asunto, Jaehyun se esforzaria por encontrar una buena respuesta.

Horas más tarde Doyoung esperaba a que Jaehyun se cambiara para hablar con él.

— ¿Cómo ha estado? —le preguntó a Taeyong que estaba al lado de él, cuando llegó al restaurante, Taeyong estaba ahí detrás de Jaehyun como siempre.

— Normal, bueno, si —parecia contradecirse — solo, ya no ha vuelto a hablar con la foto, o conmigo, no se, estuvo pensando durante horas en completo silencio —Doyoung meditó.

— Extraño —dijo mientras veía a Jaehyun acercarse.

— Hola —saludó Jaehyun con su típico tono cansado.

— Hola Jaehyun —Doyoung le sonrió grandemente — ¿Como estás?

— Mejor —Jaehyun se sentó frente a él.

— Me alegra escuchar eso —le dijo Doyoung aun con una sonrisa.

Hubo un pequeño silencio en el cual Jaehyun se debatía si hablar o no. Al fin había encontrado una respuesta.
Doyoung esperaba pacientemente a que Jaehyun hablara, debía ser paciente si no queria presionarlo.

— Doyoung yo... —Jaehyun perdió todo su valor cuando Doyoung lo miró.

— ¿Si, Jaehyun? —lo animó.

Taeyong colocó su mano sobre la Jaehyun.

— Vamos, puedes hacerlo —le dijo aunque sabía que Jaehyun no lo escucharía.

— Yo ummm... —Jaehyun volvió a intentarlo.

Doyoung colocó su mano sobre la de Jaehyun atravesando la de Taeyong.

— Puedes hacerlo —la sonrisa cálida de Doyoung le dió el valor que necesitaba.

Jaehyun tomó aire y finalmente habló.

— Ayúdame, Doyoung —dijo casi en una súplica, él le sonrió grandemente.

— Con mucho gusto Jaehyun.