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Prólogo

Renuncia de Derechos:

Tanto los personajes como el material intelectual utilizado en esta historia no me pertenecen. Créditos al creador de Yu Yu Hakusho, Yoshihiro Togashi. Créditos a la desarrolladora de Guardian Tales, Kong Studios. Así mismo, créditos a los artistas de todos los soundtracks utilizados. Gracias.

Sin más dilación, comencemos.

Fecha: ???

Lugar: ???

Tiempo: Cinco años en el pasado, prólogo del éxodo humano

━──────────────━───────⊹⊱✙⊰⊹───────━───────━━───────━

Muchos otros mentecatos he tenido como tú.

Todos fueron buenos para nada y, ay, para eso no hay pomada.

Basta ya de excusas, pues no tengo dudas.

Cuando creí que jamás tendría a un campeón.

Que haga sonar campanas y no el gong.

Llegó mi última oportunidad.

Antes que algún malvado me deje atrás.

Contigo mis sueños se harán realidad.

Muestra tu poder, haz siempre un buen papel.

Mi última esperanza sigues siendo tú.

¡Gracias!

━──────────────━───────⊹⊱✙⊰⊹───────━───────━━───────━

En un rincón de un vasto bosque distante, donde los árboles susurran secretos antiguos y las hojas tiñen de colores iridiscentes el amanecer, se encuentra un pequeño de nombre Yusuke.

Inicio de Soundtrack, "Next Time"

https://youtu.be/2M5up0B0bZU

Tiene aproximadamente 9 años, ojos fieros viendo hacia el frente; lleva una chamarra verdosa, peinado corto negro, ojos marrones y piel canela.

Normalmente, utiliza gomina para el pelo, lo que le da un aire intimidante semejante a un pandillero y deja unos pocos mechones en su frente; hoy no sería una excepción. Además, su día se vio prontamente arruinado por los mismos problemas de siempre. El joven, hastiado, salió a dar una caminata por los distantes lares sin saber qué le deparaba el camino y refunfuñando mientras pateaba ocasionalmente el suelo, levantando tierra.

—¡Maldita sea!, siempre es lo mismo. Me despierto de buen humor, pero nunca pasa mucho tiempo antes de que los demás empiecen a molestarme, diciéndome qué hacer; a regañarme y, en general, a hacerme la vida imposible. Critican mis peleas, mis calificaciones y todo lo demás. ¡Es tan molesto!

Clamó el niño en cólera, mientras pateaba una piedra con tal vehemencia que, en una breve explosión tras impactar contra la firme madera del tronco, se quebró la corteza de aquel tallo leñoso.

CRACK

—¡Hombre, a veces soy una cosa bárbara! Podrán decir lo que quieran de mí, pero mi fuerza no se debe menospreciar, para nada. ¡Y a quien diga lo contrario le partiré el hocico!

Mencionó con una sonrisa petulante en su rostro. Finalmente, relajando sus hombros y sintiéndose mejor consigo mismo, como si aquel acto bárbaro, que horrorizaría a un ecologista, le ayudara a mermar su creciente malestar emocional.

En un cambio de escena, en el corazón de aquel bosque, donde los rayos de sol se filtraban como hilos dorados. Vive una niña, quien era conocida por su bondad y amor por la naturaleza.

Cada tarde se aventuraba al bosque para explorar, tarareando al compás de la armoniosa melodía, cortesía de las aves cantoras. Sutil fue su reacción al notar un pequeño disturbio en sus alrededores. Lo atribuyó a un percance menor y continuó con su andar, encantada por todo lo demás.

Continuando con su jornada, recogía flores silvestres cerca de un arroyo, disfrutando de la paz, tranquilidad y serenidad que otorgaba aquel lugar, mientras se maravillaba por las flores que recogía.

Resquebrajadura, el sonido de las ramas crujir.

Ella escuchó un ruido extraño; al acercarse, avistó a un niño de su edad pateando piedras y murmurando palabras vacías.

La pequeña, con su naturaleza curiosa y compasiva, decidió acercarse. Aunque pronto se horrorizó al ver al niño, quien tenía aspecto de forajido.

Destrozaba todo cuanto podía de la flora que tenía en frente: derribando ramas, pateando arbustos y lanzando piedras a diestro y siniestro.

Era como si se tratase de una topadora humana, con un accionar feroz y desdeñante del daño que estaba causando. No lo pensó dos veces; se armó de valor y...

Fin del Soundtrack, "Next Time"

https://youtu.be/l3H0il_w29Y

—¿¡QUÉ CARAJO!? —aulló el niño en consternación al sentir un golpe de coscorrón en su cabeza, sobándose donde le habían pegado tan fortuitamente.

Yusuke se giró automáticamente, quedando frente a su transgresor, dándose tan solo un milisegundo contemplativo para lamentarse por el pobre diablo que se atrevió a meterse con el gran Yusuke, y...

-¿Acaso quieres destruir todo el bosque? La naturaleza no te ha hecho nada para merecer este trato. Mencionó la niña en una voz suave, no mucho más allá de un susurro, viéndole con ojos tristes.

El niño, aún en su estupor, contempló a su atacante. Esperaba ver a un genérico adolescente o adulto con un parche en el ojo y cicatrices, de esos que Yusuke estaba más que acostumbrado a patearles el trasero.

Sin embargo, quien estaba frente a ella era una niña, y pese a su indiferencia por muchas cosas, no pudo negar que era linda.

Inicio del soundtrack, "Unreleased Track #5".

https://youtu.be/8Gy3YCG09sE

Realmente linda, con cabello rubio que brillaba como la estrella más preciada. Sus ojos eran grandes y azules, llenos de curiosidad y alegría.

La vestimenta de la niña, cuidadosamente elegida para mezclarse armoniosamente con el entorno, consistía en un vestido verde musgo con pequeños detalles de hojas y flores bordadas a mano.

Este vestido, hecho de tela suave y resistente, le permitía moverse con libertad mientras exploraba los secretos del bosque.

Sus botas marrones, confeccionadas con cuero resistente, eran perfectas para caminar por senderos irregulares y cruzar pequeños arroyos. En los días soleados, la niña protegía su cabeza con un sombrero de paja decorado con cintas de colores, que no solo la protegía del sol, sino que también añadía un toque de alegría a su atuendo.

La niña también llevaba un pequeño bolso de tela, decorado con patrones de animales del bosque. En su interior, guardaba herramientas útiles para sus exploraciones, como una lupa para observar insectos y un cuaderno donde dibujaba y anotaba sus descubrimientos.

La vestimenta de la niña no solo reflejaba su amor por la naturaleza, sino que también la protegía y la conectaba aún más con el mágico entorno del bosque. Cada prenda y accesorio tenía un significado especial, recordándole siempre las maravillas y secretos que el bosque tenía para ofrecer.

Un elemento distintivo de su vestimenta era un colgante que siempre llevaba alrededor de su cuello. Este colgante, hecho de una piedra lisa y una ramita de árbol, era un recuerdo de su primera aventura en el bosque, cuando encontró el amuleto escondido entre las raíces de un roble antiguo.

En contraste, Yusuke... Yusuke simplemente era Yusuke...

—¿Y a ti qué te importa lo que haga yo?

Respondió el niño con su cara de póker, aparentando indiferencia.

—Me importa porque este bosque es nuestro hogar.

Dijo la niña con firmeza.

-Eso a mí me vale cien hectáreas de ver...

Iba a despotricar el pequeño palurdo, pero inesperadamente se detuvo al sentir algo peculiar emanar de la niña, lo cual le extrañó sobremanera.

"Fin del soundtrack, "Unreleased Track #5"

https://youtu.be/ofSd_Bn4I4U

-¡Aaaaaagh! ¡¿Estás loca o qué!?, ¿¡Por qué me pegas todo el tiempo!?

Mencionó un lastimero Yusuke, sobándose el chichón en su cabeza. Viendo primeramente a Elisa con reproche, pero...

En todos estos años, a pesar de enfrentarse a gente de todo tipo, nunca lograron hacer que se calle; sin embargo, esta chica tenía algo especial, aun en su falta de experiencia, él pudo presentirlo.

-Destruirlo solo nos hará daño a todos.

Mencionó en un suspiro. Por otra parte, el joven, aún en su rebeldía y obstinación, tan vastas que, aun al chocarse contra una pared, seguiría adelante avanzando y llevándose todo por delante sin importarle nada, pudo ver significado en sus palabras.

Pudo ver significado en sus palabras; puede que un deje de nostalgia traicionera se inmiscuyera en su mente.

—Puedo ver que eres valiente, ¿cuál es tu nombre?

dijo Yusuke en un tono hostil, como era frecuente en él, en un pobre intento de interpretar la amabilidad. Por su parte, la chica sonríe en respuesta.

—Soy Elisa, encantada de conocerte, joven forastero.

Dijo la proclamada Elisa con una sonrisa amable en sus labios.

A lo cual Yusuke se rascó la nuca, sintiéndose un tanto nervioso al ver que finalmente se dirigió a él con amabilidad.

—Así que, Elisa. En verdad que no está mal, ehhh... ¿Y qué haces por aquí sola? Podría ser peligroso para ti.

dijo Yusuke, recomponiéndose de su breve nerviosismo anterior, haciendo el duro y duro. Por su parte, Elisa en un principio se extrañaría por la forma de hablar de Yusuke, aunque luego negaría con la cabeza para desestimar su cordial preocupación.

—Estoy bien, créeme. Este es el bosque de Verdeluz. ¿Qué razones habría para estar aquí? Yo diría que muchas. Empezando por el cantar de las aves, la suave brisa, el olor arcilloso y el sonido del agua al romper en la cascada y al caer las hojas. Suele ser refrescante este lugar en comparación con el ruido de las ciudades y el humo que sale de esas cosas llamadas autos, de las cuales creo que soy alérgica, ya que me hacen estornudar. Además, me acabas de encontrar unas preciosas flores silvestres en las orillas. Mira, aquí están.

Dijo la niña con dicha, a la vez que le mostró las fragantes flores.

—Las flores silvestres son realmente hermosas, ¿no lo crees? Con su belleza natural y encanto sencillo, embellecen los paisajes y los llenan de color. Imagina una flor silvestre típica: tiene pétalos delicados y de colores brillantes, como el amarillo, el azul, el púrpura o el blanco. Estos son azules. Los bordes son dentados, aunque también pueden ser lisos, y a menudo forman una simetría radiante alrededor de un centro dorado lleno de estambres. ¿Lo puedes ver?

Dijo la proclamada Elisa con una sonrisa amable en sus labios.

A lo cual Yusuke se rascó la nuca, sintiéndose un tanto nervioso al ver que finalmente se dirigió a él con amabilidad.

—Así que, Elisa. En verdad que no está mal, ehhh... ¿Y qué haces por aquí sola? Podría ser peligroso para ti.

dijo Yusuke, recomponiéndose de su breve nerviosismo anterior, haciendo el duro y duro. Por su parte, Elisa en un principio se extrañaría por la forma de hablar de Yusuke, aunque luego negaría con la cabeza para desestimar su cordial preocupación.

—Estoy bien, créeme. Este es el bosque de Verdeluz. ¿Qué razones habría para estar aquí? Yo diría que muchas. Empezando por el cantar de las aves, la suave brisa, el olor arcilloso y el sonido del agua al romper en la cascada y al caer las hojas. Suele ser refrescante este lugar en comparación con el ruido de las ciudades y el humo que sale de esas cosas llamadas autos, de las cuales creo que soy alérgica, ya que me hacen estornudar. Además, me acabas de encontrar unas preciosas flores silvestres en las orillas. Mira, aquí están.

Dijo la niña con dicha, a la vez que le mostró las fragantes flores.

—Las flores silvestres son realmente hermosas, ¿no lo crees? Con su belleza natural y encanto sencillo, embellecen los paisajes y los llenan de color. Imagina una flor silvestre típica: tiene pétalos delicados y de colores brillantes, como el amarillo, el azul, el púrpura o el blanco. Estos son azules. Los bordes son dentados, aunque también pueden ser lisos, y a menudo forman una simetría radiante alrededor de un centro dorado lleno de estambres. ¿Lo puedes ver?

—¡Vamos!, ¿Acaso tú también me vas a regañar? ¡No maté a nadie! No hay necesidad de juzgarme. ¿Será que eres un juez encubierto? Además, me llamas de una forma tan extraña, como <Joven Yusuke>. ¿Eres una anciana disfrazada de una niña?

Estipuló Yusuke con aires de suficiencia, como si hubiera elaborado el informe policial más meticuloso y perfecto de los últimos cien años. En respuesta, la niña le dedica una risa divertida.

—Eso es una hipótesis muy interesante, aunque esta humilde niña te puede asegurar que no es el caso.

Desestimó, a la vez que una sonrisa cómplice se formaba en sus labios. En un acto de un atrevimiento ingenuo, se acercó al contrario, tomando sus manos.

Claramente era solo una niña y no le dedicaba tanta devoción a respetar el espacio personal como al cuidado del medio ambiente. Yusuke la miró confundido al ver cómo la niña le sujetaba sutilmente por las muñecas. Una llave de lucha, ¿quizás?

—El día aún es joven, ¿te gustaría explorar el bosque conmigo? Quién sabe, tal vez aprendamos una cosa o dos.

Dijo con su imperturbable paz. Amablemente, guió por las bifurcaciones del bosque al niño problemático, quien encontraba toda esta situación, al menos, un tanto peculiar.

Así fue como la niña de corazón bondadoso le enseñó que cada parte del bosque estaba interconectada y cómo la destrucción del niño afectaba a todos los seres vivos.

A medida que pasaba el tiempo, Yusuke empezó a ver el mundo a través de los ojos de Elisa, y en parte, comprendió por qué le importaba tanto a ella cuidar la naturaleza.

Inicio del Soundtrack, "Umi No Mieru Machi Piano"

https://youtu.be/hpfLKbjTWn0

Tanto Yusuke como Elisa se encuentran en lo que pareciera ser un jardín.

—Lo estás haciendo bien, Yusuke. Recuerda mantenerte sereno. Las plantas necesitan amor y atención para crecer fuertes y saludables.

A medida que pasaban las horas, Yusuke empezó a disfrutar del tiempo que pasaba en el bosque, descubriendo cosas que en su vida nunca habrían despertado el mínimo interés por investigar por su cuenta.

Comenzó a ver las plantas como seres vivos que merecían respeto y cuidado. Elisa, con su infinita paciencia y comprensión, le relató historias del bosque y del noble arte de la jardinería, y también sobre la importancia de la empatía y la responsabilidad.

—Ya casi lo tienes, Yusuke, ¡Puedes hacerlo!

Una voz aguda exclamó con entusiasmo mientras el niño se hacía cargo del cuidado de una planta. Todo era color de rosa, nunca mejor dicho...

Resquebrajadura, sonido de una rama al crujir.

—Hombre, en verdad que se me dan terribles estas cosas.

Suspiró el chico viendo la flor perecer en su mano, aunque... sorpresivamente no se sintió frustrado por haber fallado. La niña, en un acto de compasión, colocó su mano en el hombro del contrario, brindándole apoyo.

—No te precipites, Yusuke. Tus manos aún son ásperas; necesitan tiempo y dedicación para trabajar en las tareas de cuidado.

Dijo Elisa suavemente al compás que se encargaba de regar adecuadamente. Yusuke simplemente suspiró en resignación.

—Cielos... Aunque eso de podar. No es por presumir, pero creo que lo hago excelente. Incluso lo hago mejor con mis manos. ¡Es como si fuese un dios cortando ramas con mis puños!

Exclamó Yusuke con entusiasmo, mientras las jocosas risas de la niña hacían eco en su mente. Ciertamente, no le desagradaba cuando ella reía.

—Qué interesante, puedo ver que eres muy del tipo peleador.

Dijo Elisa, contemplativa de las cualidades del joven punk. Por su parte, Yusuke la miró con una sonrisa cómplice.

—¡Ni que lo digas! En mi barrio soy temido por todos. ¡Inclusivo por los mayores! Tan así que prefieren no vérselas conmigo, claro, si saben lo que les conviene.

Dijo entusiasmado, señalándose con el dedo pulgar, permitiendo que el orgullo empañe sus sentidos. No obstante, vaciló por un momento.

Fin del Soundtrack, "Uma No Mieru Machi"

Inicio del Soundtrack, "Sadness and Sorrow"

https://youtu.be/wEWF2xh5E8s

—Aunque eso le molestó a mi mamá, a esa vieja bruja de la escuela y al viejo verde. Especialmente al escuadrón de zánganos del comité disciplinario. ¡Esos malditos! Yo simplemente me las valgo con los otros punks, eso me alimenta. ¿Sabes? En el fervor de la pelea, yo me siento vivo. Mucho más vivo que en cualquier otro momento. Es algo, ¿cómo lo digo?... Es propio de mí.

No sabiendo exactamente por qué, Yusuke sintió que se libró de una carga al compartir cómo se sentía, compartiendo sus sentimientos con aquella persona que apenas había conocido hace unas horas. Una Elisa sorprendida hablaría luego de pensarlo unos breves instantes.

Puedo decir que lo entiendo, Yusuke. En mi caso, la naturaleza, este bosque... Significan mucho para mí, es mi lugar favorito en el mundo. Este lugar me invita a muchas cosas. Si alguna vez pasó por mi mente que este lugar ya no tenía nada más para ofrecer, ese pensamiento se esfumaría tan pronto como fuese planteado.

Experimento y aprendo todo lo que puedo, porque yo no sé cuán rápido las cosas pueden ir para peor. En estos momentos, soy realmente feliz con mi mami; claro que extraño a mi papi, y mucho. Aunque trato de no estancarme y de disfrutar lo que tiene para ofrecer la vida. Conocí gente con la cual tengo la dicha de amigar, y hoy siento que conocí un amigo muy especial.

Mencionó Elisa con su bondad y dicha intrínseca, dando a relucir una sonrisa resplandeciente con leves lágrimas esparciéndose por sus ojos. Yusuke, ensimismado, se perdería en el firmamento, pensando en las palabras mencionadas por... su amiga... El término de la amistad se le hacía extraño a él, tan desconocido, tan distante. El joven moldeado en los barrios más marginales y peligrosos que haya.

Jamás consideró en su empecinada mente que existiera alguien tan... puro, con la capacidad de sentir tanto como dar. Él siempre se las valió por sí mismo, no importa cuántos obstáculos se interpusieran en su camino. Todos y cada uno de ellos serían aplastados; no importaría cuán terrible pareciese ser su vida, él no sería doblegado.

En su férrea mentalidad, nada más importaba que sobrevivir. Sentimentalismos como el amor y la amistad se le fueron negados desde muy temprano. Se necesitaba a sí mismo, no había nada más ni quien le respaldase. O al menos eso pensaba, porque ahora frente a él se encontraba una niña que logró darle un vuelco a su corazón cerrado.

Ella le demostró compasión, le enseñó sobre la cotidianidad de su vida y una bondad que creyó inexistente en este mundo.

En su mente, se repitió una constante. ¿El porqué? Era la duda. ¿Por qué sintió que aguardó por este preciso momento durante toda su vida? No supo qué responder a tal incógnita. ¿Será que él simplemente quiere ser amado? No lo sabría; lo único que le interesa durante todo este tiempo es que no le digan qué debe hacer, que dejen de juzgarlo. <Ser libre>

Vagando en su mente, rememoró a su inexistente padre, pensando en cómo serían las cosas si él estuviese con ellos. ¿Cómo se comportaría mamá? Ella tiene un carácter fuerte, y él respeta eso.

Aunque de vez en cuando la ve en un estado deplorable, con un aura de melancolía cerniéndose a su alrededor, seguramente rememorando el pasado mientras ahoga sus penas en una copa del vino más amargo.

Yusuke no puede evitar sentirse... ¿Triste? Sí, tristeza sería la palabra. No importa cuántas veces ella le regañase o golpeara.

Él quería lo mejor para su mamá; sin embargo, le frustra que ella siempre que pueda le esté tirando abajo sus sueños y aspiraciones.

Encerrándole en su habitación, prohibiéndole las peleas sin valorar en lo más mínimo cómo se esforzaba y daba todo de sí para hacerse con la victoria.

Ella le dio una consigna, una única y universal. El problema es que Yusuke no es el mejor estudiante, ni es que no se haya esforzado en absoluto, ni mucho menos; simplemente no tiene madera para eso.

Horas y horas sentado frente a libros cuyo significado es nulo para él...

Tratando de comprender lo que expresa el autor, el porqué detrás de las intrincadas operaciones de cosas abstractas sin significado ni uso práctico para su mente, que clamaba por la batalla.

Al final de cada día, exhausto. Nunca sintió que los resultados fueran fructíferos como para compensar las horas invertidas.

Por otro lado, desde pequeño encontró un gusto por las peleas. Una encomienda, un deseo que le daba significado a su existencia. Una parte de su ser que no podía ser arrancada sin surtir un daño irreversible en él.

—¿Por qué, mamá? ¿Por qué no me dejas ser yo mismo? Simplemente... déjame ser.

Diría en un susurro presuntamente inaudible, mientras, como si de un mecanismo de defensa se tratase, contraía los párpados entre sí con fuerza.

Negándose a mostrar esa parte de sí mismo que creyó extinta.

Por otro lado, su acompañante, como si hubiera escuchado sus palabras. Ella se acercó a él...

Y en un acto que sorprendió al joven conflictuado, quien se mostraba reacio a demostrar cualquier rastro de vulnerabilidad, ella le abrazó.

Como si con ese simple gesto quisiera decirle que no tendría por qué cargar con todo ese peso él solo.

Por su parte, Yusuke, no dejándose intimidar por esta nueva experiencia, se permitió corresponder al abrazo. No por buscar consuelo, no para él. Aceptó su presencia, lo que ella le brindaría, y a quien consideraría a partir de este día y para siempre su amiga.

—Parece que has pasado por mucho, Elisa. Aunque todos esos sentimentalismos y cursiladas no van conmigo, te lo digo ahora. Puedes contar con el gran Yusuke para lo que necesites. Aunque tampoco abuses, porque me voy a molestar si me pides ayuda para tonterías. Y no creas que lo olvido. ¡Ese golpe de coscorrón que me diste al inicio va a palidecer en comparación con lo que haré yo!

Dijo Yusuke, primero con gratitud y en un tono agradecido, para luego cambiar a su cara más mala y mala.

Fin del Soundtrack, "Sorrow and Sadness"

Por su parte, Elisa, aparentemente complacida al inicio, luego se rió, para finalmente cambiar a una expresión temerosa, experimentando la manifestación más pura del miedo.

—En verdad sabes cómo hacer sentir a los demás una montaña rusa de emociones...

Dijo la niña en un tono tembloroso. Aun cuando su voz la traiciona, ella se enfrenta con valentía a la encarnación del punk más temido.

-¡Vaya! Una montaña rusa de emociones. ¡Esa es nueva! Ja, ja, ja. Nunca me lo habían dicho, pero supongo que tiene sentido. ¿Cómo cuáles emociones?

Preguntó un Yusuke genuinamente interesado por lo que ella diría. Por otro lado, la niña no lo pensó mucho.

—Hablando por mí, me hiciste experimentar curiosidad, felicidad, miedo.

- ¡Sí! ¡Eso está muy bien! Que hayas sentido miedo me dice que todavía no he perdido el toque para hacerme respetar.

Dijo un Yusuke complacido, pasándose de la lengua.

Inicio del Soundtrack, "Crayon Shin Chan"

https://youtu.be/qaN1t1mCy04

—Con qué hacerse respetar. Yusuke, no creo que necesites intimidar a los demás para que te respeten. Es más, diría que eres un chico que tiene su encanto. Además, me parece admirable lo mucho que te entusiasmas al mencionar peleas o, en su defecto, algo que requiera que uses tus puños. Aunque no creo estar muy de acuerdo con pelear...

Dijo una Elisa pensativa.

—¿El encanto? ¡Claro!, según escuché canturrear a esas urracas en la escuela, a las chicas les gustan los chicos malos. También, según dicen, el truco está en la muñeca, ¿algo así era?

Mencionó Yusuke, rascándose la cabeza de forma simiesca, mientras hacía una mueca graciosa. Elisa no pudo más que ver divertida la escena que montaba su pintoresco amigo.

—No de ese modo, tonto Yusuke. Además, no creo que a las chicas ya nos gusten los niños arrogantes. Eres más lindo cuando te comportas de forma humilde.

Dijo entre risas la niña, aunque avergonzándose ligeramente por llamar lindo a un chico. Sin embargo, un Yusuke extasiado, con su mente yendo a mil por hora, no lo notaría.

—¿Que si soy humilde? Puede que no hayas escuchado mucho de mí, pero en mis peleas hay algunos punks que me piden clemencia o cosas por el estilo. Yo hago que me pongo a pensar, levanto mi pie ¡y bam! Estallido, sonido de martillazo con efectos especiales de bajo presupuesto. Mi pierna se estrella justo al lado de sus rostros. Les enseño el dedo del medio y les digo que acá tienen a su clemencia mientras se orinan en los pantalones.

Dijo Yusuke, ensayándose al yo de ese entonces, así mismo en el momento, con todo lujo de detalles, incluyendo la parte donde hace el gesto del dedo del medio.

-¡Eso es asqueroso!

Menciona la niña, aparentemente asqueada, aunque una sonrisa traicionera se le escapa mientras se tapaba los ojos.

Cambio de escena.

En algún lugar recóndito del bosque, donde los árboles altos y robustos se erguían como vigilantes eternos, había un prado escondido, había un prado tranquilo a orillas de un lago. Allí, bajo la inmensidad de un cielo oscurecido, dos niños descansaban sobre la hierba fresca, mirando hacia arriba con ojos curiosos y llenos de asombro.

Tanto Yusuke como Elisa se encontraban recostados en el prado, charlando alegremente, avistando a los puntos luminosos distantes en el cosmos.

—Yusuke, ¿sabes cómo mueren las estrellas?

Preguntó Elisa, aunque se tratara más de una pregunta retórica; no esperaba que Yusuke respondiese.

—Normalmente por sobredosis, supongo.

Dijo Yusuke, encogiéndose de hombros, estilándose y poniéndose cómodo. Casi pudo sentir la mirada confusa sobre su persona. Casi.

—¿Y qué es una sobredosis?

Preguntó la niña con genuina confusión. A lo cual Yusuke se limita a mirar fijamente a los astros en el firmamento.

-Eso... Eso es algo que no deberías saber. Pequeña.

Dijo Yusuke con calma, aunque renuentemente, no dando lugar a la discusión.

—¿Por qué me llamas pequeña?... Sí somos de la misma edad...

Mencionó la niña, pensativa, aunque extrañada.

"Fin del Soundtrack, Crayon Shin Chan"

-Es cierto eso, aunque según recuerdo tú eres unos 2 días menor que yo. Por lo tanto, estoy en mi derecho de decir que eres una mocosa.

Dijo Yusuke con aires de suficiencia, sintiéndose satisfecho por descubrir que finalmente él era mayor que alguien de su entorno. De su parte, Elisa le daría una mirada contemplativa.

—Entiendo que intentas hacer Yusuke, aunque no funcionará. Además, es algo tonto lo que dices... Tú y yo somos y nos vemos como unos niños. Aunque muy de vez en cuando te comportas como un patán.

Dijo Elisa con calma, enfatizando en el <patán>. Por su parte, Yusuke se sintió levemente herido por esta arremetida.

-¡Sí! ¡Supongo que es personal! Y claro que tengo la razón, pequeña Elisa. Cuando yo parezco más de un adolescente, tú apenas te ves como una niña indefensa. ¡Yo estoy por encima en la cadena alimentaria!

La niña se sintió internamente molestada por el tono burlón con el que Yusuke se dirigía hacia su persona. "También que te falta desarrollarte en el frente", escuchó decir sin un ápice de pudor por parte de Yusuke cuando este miró sin reparos a la altura de su prácticamente inexistente escote.

Entonces sucedió...

Inicio de Soundtrack, "-The Monster Freeza VS The Legendary Super Saiyan [Epic Orchestral Cover]"

https://youtu.be/MljDDZTLan4

Elisa, una niña de corazón puro y amable, cuyo rostro siempre irradiaba bondad y ternura.

Sus ojos hasta ese entonces brillaban con una luz cálida y su sonrisa era un faro de esperanza para todos los que la conocían.

Su presencia era como un rayo de sol en un día nublado, y su voz, suave y melodiosa, traía consuelo a quienes la escuchaban.

Pero una sombra se cernía silenciosa,

Un viento oscuro traía consigo la tempestad.

Vestigios de una calamidad que se avecina.

Su temple, lo que una vez fue un símbolo de bondad y belleza,

Quedó sumida en la sombra del dolor.

Sus ojos, que solían brillar con dulzura,

Se oscurecieron.

Sus labios, que siempre estaban curvados en una sonrisa,

Se apretaron en una línea dura y severa.

Con corazón acelerado y las mejillas enrojecidas por la furia,

Una oleada de enojo hirvió su sangre...

En aquel lugar se encontraba un lago de aguas tranquilas.

Rodeado de verdes montañas y un frondoso bosque.

Era un lugar de paz, donde los animales se acercaban a beber y los pájaros cantaban melodías dulces al amanecer.

El lago reflejaba el cielo con una calma imperturbable, como si fuera un espejo del universo.

Retumbo, una presion asfixiante reverberó a través del bosque.

Esta vez su furia parecía transformarlo todo.

Apretó los puños con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos.

Y la energía de su enojo comenzó a extenderse por el entorno.

El lago, que siempre había sido un modelo de serenidad,

Empezó a agitarse.

Las aguas que habían sido tan tranquilas se convirtieron en olas inquietas.

como si el lago mismo sintiera la ira de la niña.

Las montañas resonaron con el eco de su llanto, y los árboles susurraron entre ellos.

como si intentaran consolarla.

Las olas crecieron en intensidad, y el lago se convirtió en un mar embravecido.

El cielo, que había estado despejado, comenzó a cubrirse de nubes oscuras.

Tronido, el destello de luz impactando en el agua.

Un relámpago rompió en la orilla, rasgando la oscuridad con su luz cegadora.

Se lanzó hacia el lago con una velocidad vertiginosa, y al tocar el agua, una explosión de energía se extendió por toda la superficie.

El estruendo resonó en las montañas circundantes, como el rugido de un titán enfurecido.

Pero no fue solo un relámpago. Una y otra vez, el cielo, como si estuviese reaccionando a lo acontecido, desató su furia en una serie de golpes implacables.

Cada rayo era una lanza de luz que se clavaba en el lago, creando columnas de vapor que se elevaban como fantasmas en la noche.

Las aguas, agitadas por el impacto, se levantaban en olas furiosas, desafiando la gravedad. Desencadenando espuma y fuertes salpicaduras a su paso.

Parecía que la furia de la naturaleza se había sincronizado con el dolor de la niña.

creando un espectáculo de caos y belleza,

iluminando brevemente el bosque con destellos plateados.

La naturaleza parecía responder a cada latido furioso del corazón de Elisa.

como si compartiera su indignación y dolor.

Las hojas de los árboles temblaban como si percibiesen a flor de piel su rabia.

Las ramas se sacudían, y un viento fuerte comenzó a soplar.

agitándose y silbando a través de los troncos altos.

Los animales del bosque, sensibles al cambio de ánimo de Elisa, se escondieron en sus madrigueras, percibiendo el inédito fenómeno en el aire.

Elisa se detuvo en un claro y levantó la vista.

con el suelo resquebrajándose a sus pies,

los puños aún apretados y sus ojos fulgurantes de ira avistando al infortunado que se atrevió a desencadenarla.

Su cabello, que solía ondear suavemente al viento, se agitaba con una fuerza sobrenatural.

Los mechones dorados se alzaban y se retorcían, brillando con una luz intensa y cegadora. Dándole una apariencia solemne, aunque envuelta por un aura peligrosamente intimidadora.

El chico en ese entonces pudo verlo.

una perturbación en la fuerza, sin saberlo,

El ingenuo muchacho accionó el artilugio ancestral de una fuerza tan temida como, a su vez, milenaria. ¿Cómo era? Ah, sí. El enojo de una mujer.

Fin del Soundtrack, "-The Monster Freeza VS The Legendary Super Saiyan [Epic Orchestral Cover]"

En la ya oscura y silenciosa noche del bosque de Verdeluz, solo se escuchaba el crujido de las hojas bajo los pies de los dos jóvenes. Elisa, una chica de corazón bondadoso, corría con una furia endemoniada impropia de ella tras un niño problemático llamado Yusuke. La luna llenaba su camino, pero no calma la tormenta en su corazón.

"Patan, cabeza hueca, tonto"

"Elisa"

"¡YUSUKE!"

Resquebrajadura, cruje la rama

Resquebrajadura, cruje la rama

Resquebrajadura, cruje la rama

"DETENTE AHORA MISMO"

Yusuke, con el rostro pálido y el corazón latiendo a mil por hora, seguía corriendo; supo entonces que para que una niña de 9 años modulara con tanta exactitud una voz de ultratumba, debía de cometer un error imperdonable. Había corrompido a una niña inocente; en consecuencia, la amable niña se transforma, metafóricamente, en un monstruo temible. Dos eran las opciones a tomar en una situación: una era correr, y si había otra, a Yusuke no le importaría en estos momentos.

Elisa, con el cabello alborotado y los ojos brillando en ira, no se detendría hasta alcanzarlo y llevar frente a la justicia a ese pequeño punk. Con cada paso que daba, la acercaba más a él, lo cual no hacía más que acrecentar su determinación a cada segundo.

Finalmente, Yusuke, como si de un acto de justicia divina se tratase, se tropezó con una raíz y cayó al suelo de la forma más aleatoria posible, digno de una película de terror con bajo presupuesto. "Viejo, mi vida apesta. "¡AyayayAyay!" Se escuchó la voz del joven quejándose al tener la cara levemente enrojecida por darse de cara contra la tierra. Elisa le alcanzó y se detuvo frente a él, respirando con dificultad. La furia en sus ojos era palpable, pero también había una chispa de... ¿Dolor?

—¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste traicionar mi confianza de esta manera?

Yusuke, quien experimentó de primera mano el verdadero terror, el cual cegó sus sentidos, ¿será que él ha experimentado tal sensación en un pasado? Ciertamente, no lo recordaba. Aun en su cabeza de alcornoque, pudo comprender que había fallado y que las disculpas no serían suficientes para reparar el daño.

—¿Y si mejor lo olvidamos?

Dijo Yusuke, tomándose la raspada mejilla, dando la imagen de un perrito lastimado. En ese momento, la niña bondadosa, aunque furiosa, se acerca con intenciones de ayudar, pero también con el deseo de dejar claras algunas cosas. A pesar de su enojo, no puede evitar tenderle la mano, mostrando su bondad innata. En lo que resulta ser un hermoso contraste de sentimientos y acciones.

Elisa, aun furiosa, ayuda a Yusuke a levantarse. Aunque su corazón estaba siendo corroído por una ira invasiva, también sabía que debía encontrar una manera de sanar y seguir adelante. Yusuke no pudo y se sintió agradecido.

—La verdad, no esperaba que fueras tan rápido, ni que pudieras... Dar tanto miedo.

—Mencionó Yusuke, tratando de escucharse normal, aunque ella pudo percibir como un deje de inquietud se filtraba en su voz. Aunque al ver la expresión en el rostro del niño, pudo saber que aún había algo más. El niño sintió un cosquilleo en su nariz, y...

-¡¡¡ACHUUUUUUUUUU!!! Darrrgh...

Antes de poder controlarlo, el niño se estornudó fuertemente, justo enfrente de la contraria.

Elisa está sorprendida; aunque el acto de Yusuke le haya tomado por sorpresa, no se molesta.

En lugar de eso, sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo ofrece con una sonrisa al niño impertinente.

—Aquí tienes, Yusuke. ¿Estás bien?

Le pregunto a la niña con amabilidad. Por su parte, Yusuke, estando murmurando cosas sin sentido con molestia, tomó el pañuelo y se sonó la nariz.

—Gracias, Elisa. Lo siento, no quise estornudar sobre ti.

Dijo mediante una voz ronca mientras se sonaba fuertemente. Elisa sonrió y le dio una palmadita en el hombro.

—No te preocupes, Yusuke. Todos estornudamos de vez en cuando. Solo trata de cubrir la próxima vez.

Le dijo con una risa suave, aunque se detuvo al intuir algo malo.

—Te estás enfermando, Yusuke.

Dijo Elisa, viéndola preocupada.

—¿Yo, enfermarme? No digas tonterías, mujer. Yo soy...

Iba a mencionar a Yusuke que no era el caso, que él nunca se enferma ya que él es muy fuerte...

—¡ACHÍU!... Arghh...

Yusuke carraspeó, no pudo evitar estornudar, nuevamente enfrente de su amiga. Esta última trató de cubrirse con sus brazos, no consiguiéndolo.

-¡Kyaaaaa! Yusuke, ¿qué estás haciendo, grandísimo tontito? Me estás manchando con el monstruo de los gérmenes... Otra vez...

Dijo la niña con reproche y cierto temor de enfermarse.

Yusuke, en un atisbo de lo que pareciera ser sentido común. Estornudó para otro lado, una y otra vez.

-¡ACHU ACHU ACHU ACHU ACHIUUUUUUUUUUUUUUUU AaaarRvRregaaaaA!

Estornudó y estornudó, con tal vehemencia que salió disparado contados metros en sentido contrario por una fuerza invisible. El joven punk derribado como un saco de papas, y fue a mano de sus propios gérmenes. Elisa no pudo evitar verla confundida. ¿Será que un fantasma le estaba atacando a su amigo? "¡AUUUU!" Escuchó a su amigo aullar. ¿Tal vez el espíritu de un lobo le poseyó?

—Yusuke... ¿Qué estás...?

Dijo Elisa, a su vez, que se acercaba con cautela. Como si Yusuke reaccionara a su proximación, se levantó del suelo, recargándose en sus propias rodillas para luego sacudir su pelaje, al igual que un perrito al mancharse el pelaje con agua. Este le vería fijamente, mostrando una sonrisa con los dientes. En respuesta a una incrédula Elisa, suspiró para luego sonreír igualmente.

—Yusuke será mejor si descansases para que te recuperes. Aunque ya es muy de noche y podría ser peligroso volver solo, ¿te gustaría pasar la noche en mi casa? A mi mami de seguro le encantará saber que hice un nuevo amigo. En contraste, el niño se llevaría el pulgar al mentón, como si estuviese contemplando la propuesta de su amiga.

—Podría ser. ¿Tu mamá cocina rico?

Preguntó un Yusuke contemplativo, llevándose la mano al mentón; sonrió de manera pícara. Elisa asintió contenta; en respuesta, el niño ganó con entusiasmo, esperanzado de comer un gran banquete. Así se dispondrían a caminar hacia su nuevo destino, con la niña guiándoles. Aunque primero había que cubrir algo.

—Yusuke, puedes avisar a tus padres que te hospedarás en la casa de tu amiga esta noche. Así no se preocupan.

Dijo Elisa con esa comprensión y buena voluntad que le caracteriza. Por su parte, Yusuke desviaría la mirada, sintiéndose un tanto incómodo por alguna razón ajena a ella. Elisa encontró aquel gesto curioso.

—Tan solo es madre para referirse a mis viejos. Y no te preocupes, ella estará bien. Bueno, <bien> dentro de lo que cabe. Seguramente a estas horas esté fumando hierba, tomando alcohol y sintiéndose <muy bien>.

Dijo Yusuke con molestia, chasqueando la lengua. Aunque su acompañante pudo percibir un exiguo indicio de... ¿Tristeza? Como si en el fondo le lastimase que su madre tuviese esas prácticas. La niña se acercaría a él para darle un suave abrazo y tras ello tomarle de la mano y guiarle bajo el claro de la luna.

Mientras caminaban entre los árboles altos y el susurro del viento a través de las hojas, Yusuke no podía evitar sonreír. Aunque era conocida por sus problemas, Elisa veía en él algo más: un chico con potencial y un buen corazón.

Elisa, por su parte, caminaba con una linterna en la mano, iluminando el camino con una luz suave y cálida. Hablaba con Yusuke sobre las maravillas del bosque, los animales nocturnos y las estrellas que brillaban en el cielo. Cada palabra suya estaba llena de amabilidad y comprensión.

A medida que avanzaban por el sendero, Yusuke comenzó a abrirse más con Elisa, compartiendo sus pensamientos y preocupaciones. Elisa escuchaba con atención, ofreciendo palabras de apoyo y consejo. La caminata nocturna en el bosque se convirtió en un momento de reflexión y conexión para ambos.

Hasta que finalmente llegaron a su destino y una mujer adulta a quien puedes llamar como la viva imagen de su hija en versión adulta. Una mujer adulta con cabello rubio brillante que cae en suaves ondas sobre sus hombros. Sus ojos, de un color azul profundo, reflejan una calidez y amabilidad que hacen que cualquiera se sienta bienvenido. Su sonrisa es radiante y contagiosa, iluminando su rostro y transmitiendo una sensación de paz y alegría.

Lleva un vestido sencillo pero elegante, que resalta su figura y su estilo natural. Sus movimientos son gráciles y llenos de ternura, especialmente cuando está cuidando de sus seres queridos. Su voz es suave y melodiosa, capaz de calmar cualquier inquietud con solo unas palabras.

Esta mamá no solo es hermosa por fuera, sino también por dentro. Su corazón está lleno de amor y compasión, siempre dispuesta a ayudar a los demás y brindar apoyo incondicional. Su presencia es un faro de luz y esperanza para todos los que la rodean. El comportamiento de su madre era tan resplandeciente como el de su hija. Yusuke, riendo para sí mismo, no pudo evitar preguntarse si dentro de la familia de esta chica eran todas personas amables y simpáticas.

Inicio del Soundtrack, "Path of The Wild" by Joe Hisaishi"

https://youtu.be/MZgBjQFMPvk

Esa misma noche, madre e hija recibieron al forastero con los brazos abiertos en su acogedora cabaña en el bosque. La casa estaba iluminada por la suave luz de las velas y el aroma de la comida vegana casera llenaba el aire, creando un ambiente reconfortante.

Guau guau guau, espera un momento. ¿Comida vegana? Él es el gran Yusuke, el terror de los punks. ¡El espantaviejas definitivo!

Aunque no es que fuese un maleante que robase los carteles a las ancianitas, claro que no.

Él es un desvergonzado y temerario peleador callejero. Él necesita ingerir grandes cantidades de carne para mantener su condición. No podría ser un vegano, alimentándose de bambú y energía cósmica del universo.

Aunque durante la cena, Elisa y su mamá cuidaron de Yusuke, asegurándose de que se sintiera cómodo y atendido. Demostraron tal amabilidad y hospitalidad que no pudo evitar sonreír; tal vez no importase mucho si la comida era de su tipo, mas aun la compañía era de primera.

Después de la cena, la mamá de Elisa preparó una cama cómoda para Yusuke junto a la chimenea, donde el calor del fuego lo envolvió como un abrazo. La niña se quedó a su lado, contándole más historias del bosque y compartiendo risas. En respuesta, Yusuke le comentó sobre sus más épicas peleas, además de cómo burlaba a los del comité disciplinario en su escuela.

Esa noche, mientras descansaba en la cabaña de Elisa y su madre, Yusuke se dio cuenta de que, a pesar de sus muchos problemas habidos y por haber, existían personas como Elisa y su mamá que estaban dispuestas a darle una oportunidad y mostrarle amabilidad.

Inspirado por la bondad de Elisa y su mamá, decidió afrontar el mañana con un ímpetu renovado, sintiéndose más fuerte de lo que jamás ha estado. Pese a que su fuerza física no haya aumentado, pudo sentir Yusuke indicios de un cambio positivo dentro de sí.

Yusuke sintió cómo cada músculo de su cuerpo estaba dolorido y su energía se había agotado por completo. Al recostarse en el cómodo colchón, sintió el alivio inmediato del suave apoyo bajo su cuerpo cansado. Las sábanas limpias y frescas lo envolvieron como un abrazo.

"Puede..." Murmu­ró una voz masculina infantil, aunque con una rasposidad presente; probablemente producto de la cotidianidad de su vida.

"Puede..." Cantareo, una voz en femenina infantil, repleta de una dulzura inmaculada.

"Que este día, entre todos los demás, no haya sido tan malo", profirieron tanto Yusuke como Elisa, que, pese a no estar el uno al lado del otro, sus palabras se conectaron como si entretejidas en una sola oración.

"Esta paz no se siente para nada mal. "Es como si mi corazón estuviese más tranquilo", pensó Yusuke mientras se acomoda en su cama.

Al mismo tiempo, en su propia habitación, quien pensaba en Yusuke. Recordaba su espíritu rebelde, su determinación, sus payasadas y un encanto refrescante oculto tras ese señor fruncido. Se sintió emocionada por las posibilidades de su nueva amistad. "Fue un día increíble", pensó Elisa, "No puedo esperar a ver qué más podremos descubrir juntos".

Ambos niños se durmieron con una sonrisa en el rostro, uno durmiendo por primera vez con un sentido de esperanza y tranquilidad, otra sumida en la expectativa y fascinación de las aventuras que les esperaban y en la nueva amistad que acababan de forjar. Sabían que habían encontrado a alguien en quien podía confiar y con quien podía compartir sus sueños.

La amistad que nació esa noche se convirtió en un vínculo fuerte y duradero, demostrando que un acto de bondad puede cambiar vidas, incluso en los momentos más difíciles.

Tras un profundo y reparador. Esa noche, Yusuke soñó y por primera vez no despertó con jaqueca; se sintió renovado, listo para enfrentar otro día con la misma determinación y espíritu incansable.

Esa tarde en el bosque de Verdeluz, nacieron atisbos de una amistad inesperada entre dos niños con diferencias marcadas. Tanto Elisa como Yusuke aprendieron que, a veces, todo lo que se necesita es un poco de comprensión y un corazón abierto para transformar la vida de alguien y proteger el mundo que nos rodea.

Fin del Soundtrack, "Path of the Wind"

Inicio del Soundtrack, "My Neighbor Totoro Theme Song (Instrumental)

https://youtu.be/wfllyM5tiLY

Dentro del bosque, había una planta silvestre que luchaba por sobrevivir entre las malas hierbas y la tierra seca. Dos pequeños amigos de polos opuestos se encontraron frente a la planta. Cada uno con una percepción diferente de la escena plasmada ante sus ojos.

—¡Mira! Yusuke, esa planta necesita ayuda.

Dijo Elisa, acercándose con una sonrisa amable iluminando su rostro, señalando la planta marchita.

Al principio, Yusuke se pregunta qué hacían exactamente en ese lugar, aunque pronto recuerda que a su amiga le encantan las plantas, y pese a que él no entendió casi nada de las lecciones de jardinería que ella le impartió. Dejuramente sintió cierto grado de respeto por el espíritu que ella muestra en estos asuntos.

Juntos, decidieron cuidar de la planta. Elisa, con su naturaleza empática, recordó a Yusuke la importancia de las plantas silvestres y cómo pueden transformar un lugar con su belleza.

Yusuke, aunque al principio reticente, fiel a su estilo, sonrió de forma confiada y demostró genuino interés al escuchar atentamente a su amiga y hacer preguntas ocasionales.

Elisa trajo consigo una regadera y un poco de abono, mientras Yusuke ayudaba a quitar las malas hierbas y a remover la tierra. Poco a poco, la planta comenzó a recuperarse; sus hojas se volvieron más verdes y sus flores empezaron a brotar.

Elisa exclama encantada que hicieron un gran trabajo; por su parte, Yusuke apretó su puño a la altura de su pecho con una satisfacción regojicante. Esta vez se esforzó en que la planta no pereciera, con una capacidad de atención y calma que él no supiera que tuviese. Finalmente, sus esfuerzos dieron frutos.

—Yusuke, ¿recuerdas a lo que te mencioné ayer acerca de las flores silvestres?

Preguntó Elisa amablemente, a lo cual Yusuke tan solo asintió a medias con una expresión tonta en su cara, divagando en los lugares más recónditos de su varada mente. Debería de haber algo que haya retumbado en esa cabeza suya; sin embargo, sus labios permanecieron sellados.

Elisa, por su parte, tan solo sonrió divertida al ver la expresión de su amigo.

-¡Perfecto! Entonces seguire, estas flores pueden encontrarse creciendo en praderas, campos, bosques y bordes de caminos, prosperando en suelos pobres donde otras plantas pueden no sobrevivir.

Es algo maravilloso, ¿no lo crees así, Yusuke? Su resistencia y adaptabilidad son un testimonio de la tenacidad de la naturaleza. De cierto modo me recuerda a ti.

Dijo Elisa, viendo a su amigo con una expresión comprensiva y de afecto. Yusuke, viendo esto con los ojos bien abiertos, le tembló el labio cuando se dispuso a hablar; pero entretanto se ahogó en sus propias palabras. Carraspeo y finalmente se dispuso a decir lo suyo, recomponiendo su actitud de chico rudo.

-Puedo ver que estas chicas la tuvieron difícil y supieron salir adelante. Yo respeto eso, aunque no creo del todo que seamos iguales. ¡No sea que me vayas a regar!

Dijo Yusuke en tono acusativo, viendo con desconfianza a la chica. Esta última, por su parte, un leve brillo se filtra por sus ojos.

—Quizás sí, joven Yusuke. Necesitas cultivarte para florecer en un gran y encantador Yusuke adulto.

—Mencionó la chica con una sonrisa cómplice, a lo cual Yusuke, el cual, como nunca antes, retrocedió por sobre sus pies. Inquieto ante lo desconocido.

En un cambio de escena, vemos a los dos niños jugando. La niña ríe, por su parte el niño tenia una cara de amargura en su rostro

—Bueno, debo admitir que eso fue divertido. Ha sido toda una experiencia.

Dijo con inocencia la voz suave para ser seguida de una voz grave en contraste.

—¡En absoluto, no! Estoy cubierto de lodo de pies a cabeza, además... Olfateándose a sí mismo: "¡Mi chamarra favorita huele a estiércol, a estiércol!" dijo el chico, estando horrorizado; se filtrarían por sus lodosos oídos las risitas de su amiguita. ¿De qué te estás riendo? Dijo un Yusuke sospechando, viéndole con su cara de malo, aunque estaba repleta de lodo.

—¡Lo siento muchísimo, Yusuke! Es que no puedo, te ves muy gracioso. Parece ser como un monstruo de lodo. ¡Ja, ja, ja!

Dijo Elisa, mientras tanto se tapa la boca intentando contener sus risas. Yusuke se congela, y su rostro serio cubierto por su fleco le da un aura siniestra. La niña en ese momento sintió el verdadero terror.

—¿Conque un monstruo, eh? Pues ya verás de lo que es capaz este monstruo de lodo hacer. ¡Chiquilla insolente!

Dijo un Yusuke cascarrabias bestial, moviéndose con pasos lentos y pesados, ​​haciendo temblar el suelo con cada pisada. Sus grandes pies levantan polvo y piedras; a menudo tropieza con cosas debido a su parcial ceguera por la suciedad.

-¡Kyaaa! Un monstruo me persigue. ¡Ayuda, mami!

Dijo la niña corriendo, con el corazón latiendo a mil por hora, aunque las risas son plausibles en contraste con los <sonidos monstruosos> que modula Yusuke.

De una cabaña saldría presurosa una mujer adulta, preguntándose qué estaba pasando al escuchar ruidos de chapoteo, de lo que pareciera ser una bestia y risas. Muchas risas. Lo primero que hizo al ver la escena fue suspirar aliviada, para luego sonreír llevándose las manos a su cadera.

Mientras un Yusuke cubierto de suciedad caminaba, no pudo resistir la tentación de saltar a un charco de lodo, salpicando a Elisa y a sí mismo. Ambos quedaron empapados y cubiertos de lodo de pies a cabeza. Aunque esto último ya no le importaría, ya que su apariencia desde antes era un desastre de lodo y algunas moscas melodean a su alrededor, como si estuviesen testificando de ello. Por otra parte, Elisa está bastante sucia en comparación con antes. Si bien ella es una niña que le importa mucho cuidarse y mantenerse limpia, no le molestó el acto cometido por el niño rebelde. Es más, ella soltó una carcajada contagiosa, seguida de otra y de otra. "¡Mira cómo nos hemos puesto!", exclamó, riendo.

Por su parte, el Yusuke, aún en su estado berserker del lodo y sin importarle nada. Agarra por los hombros a la niña, acto que dejó helada a esta última. Lo alzó en el aire y lo arrojó desde la considerable altura de 20 centímetros de espaldas al lodo. Provocando una leve explosión de lodo a su alrededor.

—¡Espero que eso te sirva de elección para no meterte con el gran y monstruoso Yusuke! ¡Grrrrraaawwwrrr! Muajajaja. ¡AUUUUUU!

Dijo Yusuke de forma bestial y haciendo movimientos de monstruos. Golpeándose el pecho en señal de dominio y fuerza.

—¡Veo que se están divirtiendo!

Dijo una voz risueña aunque madura. Cuya voz, el ido de Yusuke, aun en sus delirios de grandeza, identifico.

—-¡Se-Se-Señora Lizbeth!.

Dijo entrecortadamente, sorprendido por la repentina intrusión; en su estupor se mordería la lengua, maldiciéndose en el acto, además de trastabillar contra sus pies, cayendo al mismo lodo donde había arrojado previamente a Elisa. Esta última no estaba tendida en el charco en el momento en que cayó el joven; en su lugar estaba en una esquina viendo con ojos divertidos la escena y bebiendo lo que pareciera ser un juguito.

Fin del soundtrack, "My Neighbor Totoro Theme Song (Instrumental)"

La mayor les preparará una bebida caliente y los dejará secarse junto a la chimenea.

Mientras se calentaban, tanto Yusuke como Elisa se vieron a los ojos. Yusuke se dio cuenta de que, a pesar de ser un problemático, su amiga siempre encontró una manera de ver el lado positivo y disfrutar del momento. Elisa, por su parte, valoraba a su amigo, a veces un poco muy torpe, a veces un tanto gruñón. Todo junto engloba su encanto, además de poseer un fuerte espíritu. Grata fue su sorpresa al ver cómo alguien tan rebelde y distinto a ella pudo hacer las tareas de cuidado con tanta calma y precisión. Pudo decir sin temor a equivocarse que ella tuvo un efecto positivo en su amigo.

El sentimiento de satisfacción se acumula lentamente en su ser, como una corriente cálida que comienza en lo más profundo de su pecho y se extiende suavemente hacia el resto de su cuerpo. Hay una sensación de alivio, un suspiro interno que libera cualquier tensión acumulada.

A medida que la satisfacción crece, una agradable calidez se expande, envolviendo cada fibra de su ser. Sus músculos se relajan y una sensación de plenitud se instala en su corazón. Es como si el alma respirara con tranquilidad, dejando atrás cualquier inquietud.

En su mente, los pensamientos se vuelven claros y serenos, reemplazando la incertidumbre con una serena confianza. Los labios esbozan una sonrisa, reflejando el bienestar interior. Es un momento en el que todas las piezas parecen encajar perfectamente, y una profunda sensación de logro y bienestar inunda su espíritu.

Ella nunca fue una chica que se haya sentido atraída especialmente por las emociones fuertes; sin embargo, no pudo decir que no fue divertido e interesante. Esta nueva amistad suya, desbordante de aquellas caóticas emociones, y sin embargo, es capaz de expresar un lado más sereno, más amable.

También aprenderé que la satisfacción, en su máxima expresión, es un sentimiento de realización y paz, un estado de armonía entre el cuerpo, la mente y el alma. Es el resultado de ver el fruto de sus esfuerzos, de saber que ha hecho lo mejor y que ese esfuerzo ha valido la pena.

Esa experiencia, aunque desordenada y llena de lodo, junto a las demás, fortaleció su amistad y le enseñó que, a veces, las mejores memorias se crean en los momentos más inesperados y caóticos.

Le gustaría compartir más tiempo con su amigo, jugar, aprender y reír juntos. Sin embargo,

Todo festival debe llegar a su fin.

—-Elisa, debo volver a casa; seguramente la vieja se queda dormida de tanto beber y puede que deba despertarla.

Dijo el niño con pereza, efectuando ademanes vagos a su vez que vio a su amiga que se encuentra apesumbrada. Incluso la cabeza dura de Yusuke pudo notarlo.

El sol brillaba sobre su cenit, proyectando rayos dorados que se filtraban a través del dosel de árboles. La luz creaba un juego de sombras y brillos en el suelo cubierto de hojas, mientras una brisa suave susurraba entre las ramas, llevando consigo el fresco aroma del follaje y la tierra húmeda. Las flores en los jardines de la plaza estaban en plena floración, añadiendo un toque de color y fragancia al ambiente. El mediodía había llegado, y ella supo que debían separarse momentáneamente.

Ella le abrazó con fuerza; Yusuke, aunque primeramente sorprendido, no tardó mucho en corresponder al abrazo con la misma intensidad. Sintiendo la profundidad de su conexión, a pesar de lo reciente de su amistad. Ambos sabían que la distancia no rompería el vínculo que habían formado ese día.

—-Eres una pequeña caja de sorpresas, ¿eh? No te preocupes, cariño, volveré a verte en menos de lo que canta un punk bajo mis pies.

Dijo Yusuke con convicción, aún en el calor del abrazo. Ella lo vio estando recostada en su hombro.

—-¿Lo prometes?

Dijo en voz suave, no diferente a un susurro. Esperanzada por la respuesta que Yusuke le daría. Yusuke no pudo evitar sonreír confiado.

—-¡Lo prometo! Y yo nunca rompo mis promesas. No importa todo lo que pase, aunque viniese el armagedón, el fin del mundo o lo que fuese. Ten por seguro que nosotros dos nos superpondremos a toda esa basura.

Dijo Yusuke al estilo rudo. Aunque la niña pudo sentir la dulzura y sueños en aquellas palabras. Elisa lo abrazó con más fuerza.

—-Nos volveremos a ver, Yusuke. Llevaré una vela encendida por ti y rezaré para que tengas un viaje seguro. Recuerda que siempre hay un ángel cuidándote. Cuídate muchísimo de los chicos malos... Aunque creo que los chicos malos deberían cuidarse de ti. Por cierto, por favor acepta esto.

Mencionó la niña primeramente en un tono nostálgico, luego pensativo para finalmente sonreír al mostrarle un artefacto que hace juego con el suyo propio, un pequeño collar de madera que había tallado ella misma, con una delicada figura de un árbol grabado en el centro.

—-Yusuke, este collar es un símbolo de crecimiento y esperanza. Cada vez que te sientas perdido, recuerda que, al igual que los árboles del bosque, siempre puedes crecer y cambiar.

Mencionó la niña con amabilidad y se lo entregó en la mano con sumo cuidado. Yusuke miró al collar y asintió con firmeza, encerrándolo en su puño como si estuviese atesorándolo; se aclaró la garganta tratando de mantenerse fuerte.

—-Sí, seguiré siendo el rey, no te preocupes por eso —mencionó el niño, desistiendo de toda duda—. Por tu parte, espero que sigas siendo una buena niña junto a tu madre, y que cuides nuestra planta silvestre hasta que vuelva. Hasta entonces, pequeño rayo de luz.

Dijo Yusuke en un tono confiado y burlón. Cuyos comentarios fueron bien recibidos por la niña, dejándola más tranquila y feliz. Entretando, el niño se dispuso a alejarse de la cabaña.

—-Joven Yusuke, quiero desearte un buen viaje. Que Dios te acompañe y te proteja en cada paso que des. Esperaremos tu regreso y, por mi parte, haré un esfuerzo para preparar un estofado y distintas carnes; si bien no comemos ningún alimento de origen animal, puedo ver que tienes un apetito voraz.

Menciono a la mayor en un tono dulce y acogedor. Él simplemente sonreiría, se detendría de espaldas a la cabaña, levantando su puño en señal de despedida. Retomaría su camino de regreso a lo que muchos denominarían el infierno en la tierra en cualquier día de la semana, pero para él solo era jueves, y se las cobraría todas.

Inicio de Soundtrack, "A Town With An Ocean View (Umi no Mieru Machi) - Kiki's Delivery Service Ost [3]

https://youtu.be/pGsZdaGu654

Pasado el mediodía, Yusuke camina por el bosque del que tantas sorpresas le han sido desenmarañadas en el mismo en el día de hoy.

El sol bajó su intensidad y el brillo pasó a ser una molestia de segundo plano para sus ojos. Ahora lo veía todo claro, nunca mejor dicho.

Mientras avanzaba, el suelo bajo sus pies crujía con cada paso, y una ligera brisa susurraba entre los árboles, creando una melodía suave que lo acompañaba en su camino.

Había pasado la mañana explorando y, aunque había causado algún que otro problema, se sentía satisfecho con sus descubrimientos. Sin embargo, sabía que era hora de regresar a casa, un lugar lleno de desafíos y conflictos.

Mientras caminaba, Yusuke no podía evitar recordar el encuentro que había tenido con Elisa, una chica bondadosa y bondadosa que había conocido en el bosque. Su amabilidad y palabras de aliento resonaban en su mente, dándole una sensación de calma y esperanza que no solía experimentar.

A medida que avanzaba, se encontró con un arroyo claro y decidió detenerse por un momento. Se inclinó a beber un poco de agua fresca y se quedó mirando su reflejo en el agua. En ese momento, se dio cuenta de que, aunque su vida estaba llena de problemas, siempre había una oportunidad para cambiar y mejorar.

Con renovada determinación, Tomás se levantó y continuó su camino. La luz del mediodía lo guiaba, iluminando su sendero y grabándole lo que Elisa le había enseñado. Al igual que el bosque, la vida estaba llena de momentos de luz y oscuridad. Y aunque regresaba a su casa problemática, lo hacía con una chispa de esperanza en su conflictuado corazón, inspirada por la bondad de su preciada amiga.

Mientras caminaba de regreso a su casa problemática, Tomás se aferraba al collar, grabando las palabras y la amabilidad de Elisa. Sabía que, a pesar de los desafíos que enfrentaba en su vida diaria, siempre podría encontrar un rayo de esperanza y bondad en su nueva amiga del bosque.

Y así, con una chispa de esperanza en su corazón, Yusuke regresó a su hogar, decidido a ser una mejor persona y en su interior anhelando reencontrarse con Elisa.

Minutos mas tarde

—"Hogar dulce hogar" —Mencionaria Yusuke con emociones complicadas remolinándose en su mente.

El niño caminaba por los lares de un barrio marginal, donde las calles estaban llenas de baches y las casas mostraban signos de desgaste, tierra natal del conocido, al igual que temido, Yusuke Urameshi. Sin embargo, a pesar de su reputación, había algo diferente en él a diferencia de todas las otras veces que puso un pie en este lugar. Algo que reflejaba una chispa de esperanza y resiliencia.

Si bien tomamos en cuenta la forma de Yusuke al referirse a este lugar, podría esperarse de un panorama dramático que emocionaría a Shakespeare.

La verdad es que en el día de hoy las calles estaban llenas de vida, con niños jugando al fútbol y vecinos charlando en las esquinas.

Aunque odiase que los demás niños estuvieran tan descuidados como para jugar fuera de la acera.

Si bien era triste que los demás niños se alejaran de él, descubrió algo reconfortante en su desgracia. Al menos los chicos huirían desvaporizados, pero claro, siempre sobre la cera.

Todos excepto uno, imposible. ¿Acaso ese niñaco no sabía quién era él? El pobre trausente, absorto en su juego, no se dio cuenta de que un automóvil se acercaba a gran velocidad.

En un instante, Yusuke vio el peligro y, sin pensarlo dos veces, corrió hacia la pequeña criatura. Con un grito de advertencia, empujó al contrario fuera del camino justo a tiempo. El automóvil pasó zumbando, y los dos niños cayeron al suelo, uno aliviado y el otro no pudiendo creer lo que había pasado.

El niñaco, aún en estado de shock, miró a Yusuke con gratitud. "¡Gracias, me salvaste la vida!", dijo, expresando su gratitud mediante un fuerte abrazo.

Yusuke, respirando con dificultad, molesto y molesto por la imprudencia del niñaco, negó con la cabeza y en un tono severo respondió: "¡Escúchame!, es peligroso que estés jugando por la carretera. Será mejor que tengas esto en cuenta porque a la "próxima no estará aquí para salvarte el trasero".

El niñaco sumamente feliz asintiría repetitivamente, tomando el consejo con gratitud. "El hermano mayor es increíble. ¡Desearía ser tan genial como él algún día!"

Yusuke tan solo bufaría en una sardónica. "No sirve de nada con solo desearlo; una amiga me enseñó que para mejorar hay que poner de nuestro esfuerzo. Y es mejor que no trates de imitarme; mejor juega con tus amigos, pero siempre en la serie. "¿Capichi?" *A lo cual la voz infantil respondería con entusiasmo "¡Picachi!".

Yusuke relajaría los músculos de su cara de mandril, adoptando un semblante más amable y devolviéndole el balón al niñaco. "¡Muchas gracias por salvarme y ayudarme a encontrar mi balón, hermano mayor!" diría el niñaco, haciendo una reverencia como le enseñó su madre para luego volver a jugar, esta vez sobre la acera, para alivio y agrado de Yusuke.

Un Yusuke de buen humor se llevaría las manos a los bolsillos, contemplando su entorno mientras caminaba a paso tranquilo. Yusuke reflexionaría sobre su reciente encuentro con el niñaco del balón. No había temor ni miedo de saber que, por casi no la cuenta, simplemente se sintió bien consigo mismo por salvar un alma inocente de un destino cruel.

Así mismo se sintió orgulloso de haber dado lo que considera un buen consejo. Confiaría en que ese niñaco no lo desperdiciaría, al igual que él mismo no pensaba desperdiciar el consejo que le dio su amiga. Él era un hombre de palabra hecho y derecho.

A medida que se acercaba a su casa, Yusuke observó su alrededor. Las paredes grafiteadas y las ventanas rotas eran testigos de las dificultades que enfrentaban los habitantes del barrio.

Gente desamparada pidiendo limosnas; avisto una fogata improvisada: un barril viejo, latas, llantas de metal, además del mismo fuego, entre otras cosas, lo sustentaban y una comunidad de personas con aspecto andrajoso lo conformaban.

Aquellas personas vestidas con ropa remendada, aparentemente muy usada, con signos de desgaste evidentes, como agujeros, manchas y decoración.

Para protegerse del sol o el frío, esas personas portarán sombreros viejos, pañuelos y guantes notoriamente desgastados. Estos accesorios a menudo son improvisados ​​y pueden estar hechos de materiales reciclados.

A pesar de las dificultades, la creatividad y la resiliencia de estas personas se reflejan en su capacidad para adaptarse y encontrar soluciones con los recursos limitados que tienen a su disposición.

Yusuke lo sabía, sabía que detrás de todo este panorama desgarrador también había señales de solidaridad en aquellas personas alrededor del fuego, hablándose con cordialidad. Todos aportan lo propio para sobrevivir: vecinos ayudándose mutuamente, niños compartiendo risas y familias unidas a pesar de las adversidades.

Yusuke sabía que su hogar no era perfecto, pero era su hogar a fin de cuentas. Este lugar lo vio nacer, aquí se crio y este lugar es donde inevitablemente le tocará fallecer. Eso es en lo que cree, adoptando un sentido de pertenencia por este pequeño pedazo de tierra arrasada.

Al llegar a su casa, Yusuke se detuvo un momento y miró hacia el horizonte. Sabía que el camino no sería fácil, pero estaba decidido a enfrentar los desafíos con valentía y determinación.

Con una mirada aguerrida en el rostro y el recuerdo de Elisa en su mente, coloco una mano en el picaporte, lo acciono y tan solo eso bastó para que la puerta se abriera, ya que no contaba con el privilegio de tener integrado un sistema de cerraduras. La puerta se abrió dejando un chirrido agudo a su paso, atestiguando los numerosos años que aquella vieja puerta maltrecha cargaba consigo. Para culminar en un golpeteo sordo, como si la misma puerta le estuviese evocando al niño a lo desconocido. Yusuke respiró hondo, listo para escribir un nuevo capítulo en su vida, y entonces lo liberó todo.

Fin del Soundtrack, "A Town With An Ocean View (Umi no Mieru Machi) - Kiki's Delivery Service Ost [3]

—-¡MAMÁ, YA LLEGUÉ!

Vociferó el niño, totalmente ido. Lo cual, el estrepitoso ruido sobresaltó a la mujer cayéndose del sofá, quien hasta hace poco se encontró viendo inquieta las noticias.

—-Yusuke, sabes perfectamente que no vivimos en una mansión de 150 habitaciones para que necesites gritar de esa manera. A lo cual el niño pondría cara de palo; tal vez su mamá no podría con tanto entusiasmo.

—Creí que estarías dormida a estas horas del atardecer. ¡Y a veces el ruido no basta para despertarte! Haces a cualquier despertador rendirse e irse a dormir también. O también que duermes tan profundamente que cuando te despiertas, el sol ya ha salido, desayunado y vuelto a acostarse.

Dijo Yusuke de forma sardónica, cruzándose de brazos; por su parte, su madre le vio con una cara adormilada mientras se lleva la mano a la boca, bostezando. Ella le daría una calada a su cigarrillo, sin importarle hacerlo enfrente de su hijo pequeño; al menos el lugar no está completamente cerrado.

Tras haber inhalado el humo del cigarro, y la toxina impregnarse tanto en sus pulmones como en su cerebro. Sintió aquel efímero placer, seguido de unas toces secas, como recordatorio del daño que se hace a largo plazo. Se despertó por completo y adoptó un enfoque severo hacia su hijo.

—-Además, ¿ dónde rayos se supone que estabas, pequeño bribón?

Dijo la señora con histeria, jalando de la oreja al pequeño; ocasionándole dolor.

—-¡Tsch! Simplemente estaba con una amiga. ¿En verdad importa? Nunca fuiste del tipo atenta.

Dijo el niño en un tono desafiante y con reproche, sin dejarse intimidar. En respuesta, la mujer le fulminó con la mirada, poniendo más presión en el castigo corporal. Para disgusto de Yusuke.

—-¡Claro que me importa! Te vas todo el día sin decir nada, y da la casualidad de que prendo el televisor, y en el noticiero, informan de varias personas desaparecidas no muy lejos de aquí. Yusuke, muy a menudo puedes ser un dolor en el trasero. Pero, ¿cómo crees que me siento en esos momentos? ¡Tranquilamente una de esas personas desaparecidas pudiste ser tú!

Menciona su madre frustrada, soltando el agarre. Yusuke se soba la oreja en un intento de aliviar el dolor. Aunque en el caos de su bulliciosa mente, se centró en una cosa. Su madre, ella demostró una genuina preocupación por él. Eso le desconcertaba sobremanera. Y de cierto modo, le hizo sentirse culpable.

Su madre... Atsuko Urameshi...

Ella era una mujer estricta con él, si bien ella misma no fuese remotamente el ejemplo de una madre modelo. Ella tuvo muchas dificultades para criarle sola. Yusuke siempre asumió que su progenitor era una granuja y abandonó a la primera oportunidad a su mujer de apenas 15 años a su suerte y a la vida gestándose dentro de su vientre. Ella, que siempre intentaba guiar con dureza a su hijo, ergo, ella viva toda su vida desorientada.

Tanto la vida de madre como ea ee hijo parecieran estar entretejidas por la tragedia...

Tanto la vida de madre e hijo parecieran estar entretejidas por la tragedia...

Ciudad ???, nueve años en el pasado.

Inicio del Soundtrack, " Yu Yu Hakusho-- Anata o dakishimeru watashi da itai-Instrumental Version"

https://youtu.be/Pb-TjrguUDk

En un rincón oscuro y apartado de la ciudad, había un centro médico; sin embargo, el establecimiento no era el más recomendable ni mucho menos, era conocido solo por aquellos que no tenían otra opción. Las paredes estaban desgastadas y el equipo médico era antiguo, pero el personal hacía lo mejor que podía con los recursos limitados que tenían.

Una noche lluviosa, una joven Atsuko de aspecto precario llegó al centro, acompañada por una señora mayor que se identifica como su abuela. Atsuko estaba en trabajo de parto y, debido a su situación económica, no podía permitirse un hospital adecuado.

El médico, un hombre de mediana edad con ojos cansados, no haría más que suspirar cansinamente al darse cuenta de la desgarradora imagen frente suyo: otra desafortunada adolescente de destino poco talentoso guardando una operación que pudiese costarle la vida.

La paciente no estaba acompañada por su pareja; en su lugar, una señora de muy contados años le brinda apoyo emocional, por decirlo de una manera hasta poética o eufemística, de que esa persona dejaría el plano terrestre dentro de poco tiempo.

Poco tiempo...

"Adelante, pasen. "Todos tenemos un desafío por afrontar".

Sintiendo la fragilidad y el peso de la limitación del tiempo, el hombre las recibió de buena fe y las guió a ambas a una sala de partos improvisada. Centrándose en lo que realmente importaba.

Atsuko, con el rostro pálido y lleno de dolor, se recostó en la camilla mientras las contracciones se intensificaban. Su abuela, nerviosa pero decidida a estar a su lado, le tomó la mano y le susurró palabras de aliento. El médico y una enfermera se movían rápidamente, preparando todo lo necesario para el nacimiento.

A pesar de las condiciones precarias, el equipo trabajó con dedicación y cuidado. La enfermera partera, una mujer con corazón de hierro, le ofreció las palabras de consuelo y apoyo a la adolescente, que al igual que todos los adolescentes, a ella le tocó ser adolescente. "Todo saldrá bien, Atsuko. "Estamos aquí contigo", le dijo, mientras le limpiaba el sudor de la frente. A pesar de todo el dolor, la adolescente, esperanzada, se sintió agradecida por el apoyo.

Las horas pasaron y el dolor de Atsuko se volvió casi insoportable. Cada contracción era una batalla a la cual su cuerpo prematuro no estaba preparado; sentía como si sus arterias fueran a reventar por la presión. Grito en agonía, temió por la vida de su bebé.

"Ya casi, hija. "Lo estás haciendo bien", mencionó la mujer mayor con voz desgastada. Aunque había algo maternal en la forma en que se expresaba aquella mujer.

Finalmente, después de un esfuerzo monumental, la primera parte de la operación había sido un éxito y con consigoa nueva vida llegada a este mundo; sin embargo, había que cerciorarse de varias cosas antes de continuar. Era sabido que la mujer no era apta para dar a luz, era muy joven, demasiado.

El bebé fue evaluado rápidamente por el médico personal, tras una evaluación rutinaria sobre el tono muscular y la respiración. Dictaminaron que este no podría respirar adecuadamente sin el cordón umbilical.

"Donde... "¿Dónde está mi bebé?" Se escucha la voz madura debilitada de la adolescente, cuya estaba marcada por momentos de tristeza, vulnerabilidad. En ciertas ocasiones, podría haber un tono de desesperanza o cansancio, pero esta vez, se permite transmitir una esperanza. Una pequeña esperanza de que todo iría para mejor se instaló en su atormentado corazón, de que el futuro ya no sería tan terrible.

"Señora Atsuko, primero debemos asegurarnos de que su hijo esté en óptimas condiciones. Usted quédese tranquila; en nombre del equipo, le prometemos que haremos todos los cuidados necesarios".

Mencionó un señor de mediana edad con voz suave, aunque con una seriedad persistente que reflejaba lo delicado del asunto.

Retomaron con el procedimiento; la ciudad del cordón umbilical es crucial. Ya que a través de este se transferirán los nutrientes y el oxígeno necesarios durante el embarazo. Después del nacimiento, el cordón aún puede contener una pequeña cantidad de sangre rica en nutrientes y oxígeno, que se transfiere al bebé siempre y cuando el cordón umbilical no fuese cortado. Ese era el soporte vital del bebé en estos momentos críticos y era imperativo tomarlo. . medidas de seguridad.

Sin esperarlo, un médico adjunto adhiere una cinta especial alrededor del cordón umbilical; tal cinta aseguraría evitar los accidentes como torceduras. Rápidamente, el equipo inicia procedimientos de reanimación neonatal. Para la preocupación de todos, el recién nacido no responde a las técnicas de reanimación básica.

Le fueron suministradas las dosis para estabilizar la frecuencia cardíaca. Si bien el problema fue resuelto en un inicio, esto estaba lejos de terminar. La deficiencia cardíaca produjo convulsiones en el bebé; esto es debido a que el oxígeno no se filtra adecuadamente en su cerebro.

Un problema se había interrelacionado con otros; la ahora madre aún no estaba fuera de peligro. Sintió como sus fuerzas se desvanecieron. El bebé demandaba todo de ella para mantenerse vivo.

"Yu... ske..." Mencionó en tono cansino la mujer; lo único que le mantenía despierta era el deseo de abrazar a su hijo. La falta de nutrientes y hierro le produjo episodios de anemia, además de los estrés postparto vigentes.

Fin del Soundtrack, " Yu Yu Hakusho-- Anata o dakishimeru watashi da itai-Instrumental Version"

La joven médica partera estaba cuidando a Atsuko. La médica se mueve con calma y seguridad por la habitación del hospital.

"Encantada de conocerte, Atsuko. Mi nombre es Azucena. —De acuerdo, por favor, permíteme hacer un chequeo —menciona Azucena en un tono cálido, revisando los signos vitales de Atsuko con cuidado, asegurándose de que su anemia esté bajo control y que esté recibiendo la nutrición y los cuidados necesarios.

El médico tiene un aura presente que irradia confianza y calidez. Su cabello oscuro y lacio, siempre recogido en una cola de caballo, enmarca su rostro de rasgos suaves y ojos marrones llenos de empatía. De estatura media y complexión atlética, se mueve con una energía y una determinación que refleja su dedicación a su profesión.

"Toma esto de a sorbos, con calma, te ayudará a recomponer tus energías". Le ofrece una bebida rica en hierro, explicándole pacientemente la importancia de mantener sus niveles de energía.

"Yo... No puedo moverme..." Mencionó la cansada mujer con rostro decaído, entre respiraciones superficiales.

"Por supuesto, aquí estoy para ayudarte", dijo la amable médica, no aparentemente más de 19 años. Aunque en realidad rondaba los 25. Ella ayudaba a la adolescente a estar erguida, tras ello ofrecerle con cuidado aquella bebida en la boca.

Atsuko, con los párpados pesándole, apenas pudiendo ver cómo el líquido humeaba suavemente. Si bien ella era obstinada y obstinada, había seguido las recomendaciones de su médica, buscando maneras de mejorar su salud.

Cerrando lentamente los ojos mientras el aroma comenzaba a envolverla. El olor era terroso y ligeramente metálico, con un toque de dulzura que la sorprendió gratamente. Respiró profundamente, permitiendo que el aroma se impregnara en sus sentidos, brindándole una sensación de calma y revitalización.

Cada inhalación parecía llenarla de nueva energía, como si el simple acto de oler esa bebida ya comenzara a infundirle fuerza. Posó sus labios en el borde de la taza, sorbió, permitiendo que el sabor se extendiera por su paladar, y sintió cómo su cuerpo agradecía cada gota.

"Esto... No sabe tan mal... Dijo, para inmediatamente negar con la cabeza: "No, no es momento de bromas. ¿En dónde está Yusuke?". Mencionó la mujer inquieta, queriendo despegar de la cama para ir hacia donde estuviese su hijo.

"Con que así se llama, ¿Yusuke? Me gusta; ese es un nombre muy varonil. Sonrió la adulta joven: "Tu hijo está siendo tratado por mis colegas". "Por favor, permíteme que te lleve a verlo". Dijo ella en un tono servicial. Recibiendo un asentimiento por parte del menor.

Después de que el paciente esté cómodo, la médica acompaña a Atsuko a la unidad de cuidados neonatales para ver a su hijo. La conexión entre madre e hijo es crucial, y la joven partera médica, si bien no parece ser tan diferente esencialmente a una adolescente Atsuko.

Ciertamente, Azucena demostró una valentía y aprovechó al máximo cada uno de los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos. Sumado a ella misma, también ser bendecida por una niña en su caso, entiende realmente la importancia de estos momentos.

La amable mujer joven le ayuda a la madre primeriza para que se siente junto a la incubadora, explicando cada equipo y procedimiento para tranquilizarla.

"Me recuerdas a mí hace varios años. Yo también soy una madre, y en aquel entonces estaba asustada. Déjame decirte que tus sentimientos son comprensibles. "Aquí nadie te juzga, nadie te hará a un lado; somos un equipo, y no estás sola en esto".

Dijo la médica con amabilidad, viendo cómo la menor observaba hacia la incubadora en donde su hijo luchaba por su vida.

"Aunque tu bebé esté en la incubadora, puedes interactuar con él de otras maneras. Hablarle, cantarle o simplemente estar cerca puede ser reconfortante tanto para ti como para él. Adelante".

Dijo la mayor, brindándole el apoyo y la contención que tanto necesitaba la adolescente. Esta última se acercaría a la incubadora, colocando suavemente su mano sobre el plástico duro, aunque cálido de aquella cunita que envolvía a su pequeño.

"Mi hijo... Yo, ¿soy una madre?"

Inicio del Soundtrack, "Yu Yu Hakusho Unreleased Track#30 High Quality-Hohoemil No Bakudan (Alternate Instrumental Version)"

https://youtu.be/9m85Pfieqfg

Murmuró con un aire nostálgico envolviéndole, sus labios humedeciéndose por un término que le era tan desconocido como desconcertante.

Atsuko nunca había imaginado ser madre. Su vida había estado llena de altibajos, y la maternidad no era algo que había planeado. Sin embargo, allí estaba, en la sala de neonatología, observando a su pequeño hijo descansando en una incubadora.

El aire estaba lleno de sonidos suaves y constantes de los monitores, y allí estaba una Atsuko abrumada por una mezcla de emociones agridulces.

Se acercó a la incubadora, sus ojos llenos de nostalgia y preocupación. A través del vidrio, veía a su hijo, tan pequeño y frágil, librando una lucha silenciosa.

Atsuko recordó su propia infancia, marcada por dificultades y desafíos.

Nunca había tenido una figura materna que la guiara, y ahora este niño no tendría a una figura paterna.

Tanto madre como hijo tienen mucho en común; el ser lo hallaba como un papel que le resultaba desconocido y aterrador.

Pero al mirar a su hijo, sintió una conexión profunda y un deseo ardiente de protegerlo y darle una vida mejor.

Con cada respiración de su hijo, Atsuko sintió una chispa de esperanza.

Sabía que el camino por delante sería difícil; a ella ciertamente le aterraba el futuro.

Aunque estaba decidida a enfrentarlo junto a su hijo; no importase cómo, pero primero saldrían de esta.

Se prometió a sí misma que, a pesar de sus propios problemas, haría todo lo posible para criar a su pequeño, aun cuando eso significase ser dura con él para protegerlo de este hermoso, y a su vez, cruel mundo.

"Recuerda que tu bienestar es crucial para el de tu bebé. Trata de descansar, alimentarte bien y aceptar la ayuda de familiares y amigos. "No te sientas culpable por tomar tiempo para cuidar de ti misma".

Una voz gentil se deslizó por los oídos de la joven madre; si bien agradeció el consejo, había un problema, de entre tantos otros.

"No espero nada de mis familiares, me dejaron sola. Es como si todo el mundo me hubiese abandonado, incluso a quienes llamaba amigas de la escuela a donde solía asistir; me dieron la espalda al pensar cosas malas de mí al enterarse de mi embarazo. Me juzgaron, me tildaron como una mala influencia. Todo lo que tengo es a Yusuke y a mi abuelita".

Menciono a la adolescente frustrada y sintiéndose desamparada en estos momentos tan críticos por aquellos a quienes consideraban familia.

La médica se acercó con una sonrisa cálida y comprensiva, irradiando una calma que parecía contagiarse al ambiente. Se sentó al lado de la joven y tomó suavemente su mano. "Cariño, quiero que sepas que no estás sola. Estoy aquí para ti y para tu bebé, y juntas vamos a superar esto".

Atsuko, con los ojos llenos de lágrimas, parecía levemente. La médica comenzó a explicarle con calma y claridad los procedimientos y tratamientos que se estaban llevando a cabo para ayudar a su hijo. Cada palabra estaba cargada de empatía y profesionalismo, buscando tranquilizar a la joven madre.

"Atsuko, sé que esto es muy difícil para ti. Estoy aquí para explicarte todo lo que estamos haciendo por tu bebé y para apoyarte en cada paso del camino".

Ofreció la médica mediante un tono gentil, recibiendo un asentimiento por parte de Atsuko. "Ahora bien, primero, quiero hablarte sobre la incubadora. Es un ambiente controlado donde podemos mantener la temperatura adecuada para tu bebé, ya que aún no puede regular su propia temperatura. Esto ayuda a mantener cálido y cómodo mientras su cuerpo se desarrolla".

Mencionó la médica con calma y claridad los procedimientos y tratamientos llevados a cabo para ayudar a su hijo, con cada palabra cargada de empatía y profesionalismo.

"Mi pequeño..." Dijo la adolescente, deseando poder abrazar a su hijo; tocó la mano de su bebé a través de la incubadora. Por su parte, la médica vería gustosa este acto fraternal.

"Eso es muy bueno, Atsuko, recuerda que tu amor y presencia son increíblemente poderosos. Tu bebé siente que aquí estás con él, y eso le da fuerzas para luchar. Y yo estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino". Dijo Azucena con gentileza.

Atsuko se daría la vuelta viendo a la médica, con una sonrisa y un rostro agradecido iluminando su bello rostro, aunque ojeroso, producto de las largas noches sin dormir. La había pasado adolescente por mucho para llegar hasta aquí.

Irrumpió una voz de renovada energía: "Señora Atsuko, hemos logrado mejorar la condición del bebé". Aunque para cerciorarnos de que todo esté realmente bien. Debemos llamar a unos colegas médicos especializados en neonatología; ellos se encargan del cuidado y recuperación de los neonatos, realizan chequeos y monitorean el proceso de sanación del niño. Le pido encarecidamente que se quede aquí mientras los especialistas hacen su trabajo. Atsuko simplemente asentiría con pesar, no viendo la. Hora de que todo esté finalmente arreglado.

"Ambos han pasado por una gran batalla en la noche de hoy, y es de mi agrado informarle que el panorama jamás fue tan positivo", añadió el médico tratante con voz cordial, en un intento por animar a la paciente. Atsuko, si bien nunca fue muy creyente, se permitió depositar toda su fe en que así sería.

Fin del soundtrack, "Yu Yu Hakusho Unreleased Track#30 High Quality-Hohoemil No Bakudan (Alternate Instrumental Version)".

En la fría noche, afuera lloviendo a cántaros, un trueno reverberaría en los cimientos del establecimiento. El equipo médico se encontró en alerta máxima. Una emergencia neonatal había surgido y cada miembro del equipo sabía exactamente lo que debía hacer.

En la sala de partos, una madre primeriza había dado a luz a un bebé que presentaba problemas respiratorios graves. El médico tratante que encabeza al equipo tomó el mando con rapidez y determinación.

Él sabía que el traslado inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales era esencial, pero había un reto adicional: el cordón umbilical aún no se había cortado debido a la necesidad de mantener la oxigenación del bebé.

"¡Necesitamos trasladar al bebé a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de inmediato!", ordenó el médico mientras revisaba los signos vitales del recién nacido. La enfermera con años de experiencia en emergencias ya había comenzado a preparar el equipo necesario.

El primer paso fue colocar al bebé en una incubadora portátil. La enfermera y el técnico de cuidados respiratorios trabajaron juntos para asegurar que la incubadora estuviera a la temperatura correcta. Mientras tanto, la doctora especialista en neonatología monitoreaba cuidadosamente la saturación de oxígeno del bebé.

"Vamos a mantener el cordón umbilical intacto durante el traslado para asegurar el flujo de oxígeno", *explicó la doctora especialista, ajustando el pequeño tubo de oxígeno alrededor de las diminutas fosas nasales del bebé*.

Una vez que el bebé estuvo seguro en la incubadora y recibiendo el oxígeno necesario, el equipo se preparó para el traslado. El médico tratante se coordinó con el personal de la UCIN para asegurar que todo estuviera listo para la llegada del bebé.

"Enfermera, tú irás con el bebé y te asegurarás de que todo esté en orden durante el traslado", indicó el médico tratante. La enfermera ascenderá, con determinación en su accionar. Siendo el bebé asegurado en la incubadora portátil, el equipo comenzó el traslado por los pasillos del hospital.

Durante el recorrido, la enfermera no apartó la vista del monitor que mostraba los signos vitales del bebé, como la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno y la respiración. Procurando que el niño esté recibiendo el soporte vital durante todo el traslado. "Todo está bajo control", murmuró para sí misma, mientras sintió la responsabilidad abrumarle; este bebé debía ser salvado cueste lo que cueste.

Al llegar a la UCIN, el equipo de cuidados intensivos ya estaba esperando. El doctor jefe de la unidad tomó el relevo y el equipo se movió rápidamente para transferir al bebé a una incubadora especializada. La enfermera brindó un informe detallado de la situación al médico tratante de la UCIN, quien agradeció su diligencia.

"Vamos a continuar con el monitoreo del cordón umbilical mientras estabilizamos al bebé", dijo con firmeza.

Una vez que el bebé estuvo seguro en la nueva incubadora, se procedió a cortar el cordón umbilical con precisión y cuidado. El equipo de la UCIN comenzó de inmediato con el soporte respiratorio avanzado y la administración de medicamentos necesarios para estabilizar su condición. A medida que los signos vitales del bebé mejoraban, el equipo médico respiró aliviado.

"Buen trabajo, todos", dijo el doctor tratante de la sala de partos, reconociendo el esfuerzo y la coordinación del equipo. Aunque sabían que la batalla no estaba ganada, habían dado el primer paso crucial para salvar la vida del pequeño.

Inicio del Soundtrack, "Dragonball Z - Goku Heals Theme (Extended)"

https://youtu.be/0OPh9NM5G9U

Sala de la Unidad de Ciudados Intensivos Neonatales

El diminuto Yusuke había llegado al mundo antes de tiempo, sorprendiendo a todos con su apresurada entrada. Era frágil, y sus pequeños pulmones luchaban por adaptarse a la vida fuera del útero.

Fue trasladado de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), donde los médicos y enfermeras trabajaban incansablemente para estabilizarlo.

Yusuke fue colocado en una incubadora, un entorno cuidadosamente controlado que mantenía la temperatura y humedad adecuadas para su desarrollo.

Monitores y equipos médicos rodeaban su pequeña cuna, emitiendo pitidos y zumbidos constantes que marcaban cada latido de su corazón y cada respiración.

"De acuerdo, ahora el bebe esta recibiendo oxigeno suplementario, eso ayudará a sus pulmones a madurar" *Dijo el médico que encabeza el tratamiento*

"También está conectado a un monitor de frecuencia cardíaca y un saturómetro para controlar su nivel de oxígeno en la sangre". *Informaria una medica adjunta*

"Sin embargo, hay algo inexcplicabe; había una anomalía en los niveles de ciertos componentes sanguíneos que no encajaba con los síntomas habituales. Sin embargo, este fenemono no parece afectarle" *Declaro, sorprendido el especialista en hematologia*

"Por favor, expliquese" *Dijo el médico tratante, con un semblante dudoso*

"Hay ciertos niveles que no son normales y necesito investigar más para entender qué está provocando esto" *Menciono intrigado el hematologo, viendo detenidamente el expediente médico del bebe*

"Voy a ordenar algunas pruebas adicionales para una imagen más clara. Quiero que sepas que estamos haciendo todo lo posible para identificar y tratar cualquier posible problema que pueda tener el infante." *Estipulo el médico tratante con certeza*

Las siguientes horas fueron un torbellino de actividad en el hospital. Los médicos y su equipo trabajaron incansablemente, realizando pruebas y analizando los resultados.

Finalmente, después de una larga espera, encontraron la respuesta. El hematólogo revisaba los resultados de los análisis de sangre del pequeño Yusuke. Desde su ingreso, los médicos no pudieron evitar sorprenderse tratando de buscarle una explicación lógica a estos acontecimientos.

El bebé era tan frágil y vulnerable hasta hace unos momentos. Entendieron que la composición sanguínea del niño era especial, pero no fue hasta que se realizaron pruebas más exhaustivas que comenzaron a entender la magnitud de su hallazgo.

El hematólogo, acompañado por su equipo, estudió los resultados con creciente asombro. "Nunca hemos visto algo así antes", *comentó con una mezcla de incredulidad y admiración*

La sangre de Yusuke contenía una composición única, con niveles de ciertas proteínas y células inmunológicas fuera de lo común, que parecía otorgarle una resistencia inusitada.

*Continuó el hematologo, un joven investigador del equipo*, "Este tipo de sangre no solo es raro, sino que parece conferirle una fortaleza extraordinaria". *Dijo con asombro*

La noticia del descubrimiento se extendió rápidamente por el hospital, y pronto otros especialistas se unieron para estudiar el fenómeno. El médico tratante y su equipo estaban decididos a comprender el origen y las implicaciones de esta rara condición sanguínea. Por supuesto, no tardarian en darle la buena noticia a su madre.

Con el consentimiento de los padres de Martín, comenzó una serie de estudios y análisis para profundizar en el misterio. Mientras tanto, Martín seguía sorprendiéndolos con su vigor y rápida recuperación de lo que inicialmente parecía ser una condición preocupante.

El Doctor se reúne con Atsuko para explicarle toda la situación.

"Señora, su hijo esta completamente fuera de peligro, crecerá sano y fuerte, además de que su tipo de sangre es único. No es algo que hayamos visto antes en la literatura médica Y quisieramos perdirle su permiso para.." *Menciona el doctor con cordialidad, sin embargo le interrumpen.*

Fin del Soundtrack, "Dragonball Z - Goku Heals Theme (Extended)"

"¡¿En dónde está Yusuke!?", inquirió la mujer con total euforia; el médico pudo jurar que todo el pasillo vibró en consecuencia.

"Sí, por supuesto. "Él está en la sala al final del pasillo", mencionó el doctor aun estando levemente aturdido.

"Gracias, doc". Tan pronto terminó su frase la adolescente, despegó del suelo al igual que un cohete y salió disparada, directo al lugar en donde está Yusuke.

La madre en búsqueda de su pequeño abre la puerta sin reparar en alguna formalidad como tocar la puerta. Le recibió un hombre de mediana edad, aunque sus ojos estaban fijamente en su hijo.

"Buenas noches, señora, su hijo... "¡Espere!" dijo el hombre en tono cordial, aunque pronto se horrorizó ​​al ver cómo la mujer se predispuso a irse cuando antes apenas acunase al niño en sus brazos.

"Gracias a todos por cuidarlo", dijo la adolescente, quien veía encantada a la pequeña criatura descansar amenamente en sus brazos. Pese a todos los problemas que la melodeaban en su vida cotidiana, ciertamente se sintió aliviada de que su hijo esté sano y finalmente pudo relajar los hombros tras 9 meses de constante lucha, discriminación hacia su persona e inseguridades. Además, hablar con esa mujer llamada Azucena lo puso de muy buen humor. Se permitió pensar que no todo era tan miserable como ella creía fervientemente.

Regresó de camino hacia su abuelita, cuya persona le demostraba apoyo incondicional y le esperaba pacientemente. Ignorando los comentarios a sus espaldas, tales cosas como <¡Su hijo puede salvar al mundo!>. Tal vez no los ignoraba por ser descortés, solo tal vez se tratase de un mecanismo defensivo de ella misma para con su hijo.

"¡Abuelita! "Lo hemos conseguido". Menciona a la adolescente triunfalmente cargando protectoramente a un diminuto y lindo niño en brazos.

La mujer mayor, sentada en una silla de ruedas mecanizada. Se acercó a la adolescente con una sonrisa en su rostro avejentado: "He vivido mucho tiempo, querida, y he visto tanto sufrimiento como belleza en este mundo". Pero algo que he aprendido es que las almas más fuertes son aquellas que han luchado con las sombras y aún así encuentran la manera de volver a la luz. Me alegra que, a pesar de todo, hoy hayas encontrado tu felicidad".

"Huh, con que mi felicidad", mencionaría con voz pensativa Atsuko mientras le tocaba sutilmente la naricita al bebé y este último sonreiría. La mujer vería alegre este acto: "Puede que tengas razón, Abuelita".

"Atsuko, ¿ya te vas?" Se escucha reverberar una voz amable en el pasillo. Por su parte, Atsuko reconoció a su portadora y se limita a sonreír.

"Azucena, ¿vienes a despedirte, amiga? "Siempre tan considerada", dijo la adolescente en tono divertido.

En respuesta, sonrió la joven mujer adulta: "Tan solo con las personas que se lo merecen".

La conexión que Atsuko inició con Azucena no se limitó a palabras; su apoyo constante y su disposición para escuchar y ofrecer un hombro donde apoyarse brindaron a Atsuko la fuerza emocional que tanto necesitaba para superponerse a este duro desafío. La cariocantecida adolescente comenzaba a demostrar signos de resiliencia y determinación, inspirada por la dedicación y el cuidado de Azucena.

Tras unos minutos de conversar amenamente ambas amigas...

La joven médica, con su bata blanca impecable y una cálida sonrisa, le extendió una carpeta con información detallada sobre el cuidado posparto, las citas de seguimiento y los recursos disponibles para nuevas madres.

"Gracias, Azusu. "No sé cómo agradecerte por todo", dijo Atsuko con afecto y gratitud.

La médica, en un gesto de humildad, levantó la mano en señal de que se detenga.

"Es un placer, Atsusi. Por favor, mucho y disfruten cada momento juntos. Y no dudes en llamar si necesitas algo. "¡Nos veremos pronto en la consulta de seguimiento!", dijo con una sonrisa la joven mujer adulta. En respuesta, la mujer asintió gustosa y se predispuso a irse con su pequeña familia.

En las inmediaciones de la ciudad ???

Inicio del Soundtrack, "Beth: Intro - Guardian tales Soundtrack Extended | Kim Minjeong

https://youtu.be/W3BTBnkz_Yk

Las paredes, alguna vez blancas, ahora están cubiertas de moho y grafitis.

El aire es denso y húmedo, con un olor a humedad y degradación.

Los pasillos... Largos y oscuros, están llenos de escombros y muebles rotos.

Las ventanas, algunas rotas, dejan entrar apenas un rayo de luz que ilumina el polvo en suspensión.

El silencio es interrumpido solo por el crujido ocasional de las estructuras y el eco de tus propios pasos. En cada esquina, la sensación de ser observado te pone los pelos de punta.

Es un lugar donde el tiempo parece haber sido detenido, y cada sombra parece esconder un secreto inquietante.

Sin embargo, cuando el silencio reina, él no se hizo esperar y tras el chirroso crujir de una antigua puerta. Una figura se adentraba en lo que pareciera ser una oficina.

El sujeto en cuestión era acreedor de un cabello castaño, ligeramente despeinado, y sus gafas de montura negra le dan un aire de intelectualidad moderna. De complexión delgada y estatura alta, su apariencia era completamente normal, salvo por un detalle.

A simple vista, su apariencia causa una mezcla de asombro y curiosidad. Su piel, que debería haber sido uniforme y común, tenía una serie de patrones intrincados que se extendían desde su rostro hasta su cuello. Parecían dibujos abstractos, como si un artista invisible hubiera tomado su tez como lienzo.

Los patrones se movían lentamente, como si tuvieran vida propia, cambiando de forma y color según la luz del entorno.

El joven se mueve con una energía contenida; en el rostro, su semblante visiblemente sorprendido por el reciente descubrimiento que se trae entre manos.

"Su excelencia", dijo en tono formal el joven mientras hace una reverencia.

"La investigación del sujeto fue interrumpida en una fase temprana; todo lo que se sabe es que hasta ahora el sujeto en cuestión es portador de una fuerza excepcional para ser solo un recién nacido y que su sangre pareciera ser la causante". En tono respetuoso, mencionó el joven ajustando sus gafas.

"Eso parece, aunque lo que en verdad me sorprende es que mis subordinados no hayan intentado, ni siquiera, retener al niño; un sujeto de su singularidad podría contribuir bastante a nuestros planes", dijo una voz etérea, con quien promulga, estando cubierto por las sombras y quietud de aquella habitación.

"Lamento infortunar, su excelencia, pero, ¿el trabajo continúa bajo revisión?", inquirió suavemente el joven, implorando mantener su tono a raya por quien parecía ser su superior.

"Efectivamente. El que hayamos detenido el proceso por unos momentos no quiere decir que hayamos archivado para siempre. Con este incentivo, es hora de dar lugar al siguiente paso. Es imperativo recopilar toda la información posible del sujeto cuya procedencia es única". Menciono la voz etérea terminantemente, no dando cabida a la discusión.

"Tal parece que nuestros sueños finalmente podrán concretarse, su Excelencia", dijo el joven respetuoso, quien de nueva cuenta volviera a hacer una reverencia.

"Que así sea, por el bien de nuestra gente". Culminó la voz etérea, como si con sus palabras sellara al destino mismo.

Fin del Soundtrack, "Beth: Intro - Guardian tales Soundtrack Extended | Kim Minjeong"

De regreso a la actualidad, Residencia Urameshi.

El sol de la tarde se filtraba a través de las cortinas, llenando la habitación de una luz dorada y cálida. Sentada en su sillón favorito, la mujer reconocida como Atsuko sostenía un viejo portarretratos en sus manos temblorosas. La imagen enmarcada mostraba a dos jóvenes mujeres, sonriendo y abrazadas junto a dos pequeñas criaturas y una señora de rostro amable haciéndoles compañía, en un día de verano que parecía pertenecer a otra vida.

Atsuko, en una nostalgia envolvente, acarició con suavidad el vidrio del portarretratos, sus dedos recorriendo los contornos de la cara de aquella mujer a la que se aferraba. Un suspiro profundo se escapó de sus labios mientras los recuerdos inundaban su mente.

Recordó las risas compartidas, las noches de confidencias y los sueños que habían tejido juntas... Se dispuso, con una delicadeza ajena a su temperamento habitual, a dejar la imagen a donde pertenece.

—-Reconozco a la abuela, aunque. ¿Quiénes eran las otras personas?

Dijo un Yusuke curioso por el comportamiento que demostró su madre. En contraste, ella le vio de manera intensa.

-Ellas eran personas muy importantes; se les quiso mucho.

Respondió la mayor con una sonrisa a los medios. Por otro lado, Yusuke, quien no parecía percibir el tono nostálgico en sus palabras. Pregunto:

—Ya veo. ¿Y en dónde están?

Dijo el niño en tono curioso por saber más de las personas a quienes su mamá se refiere con tanto cariño. En honor a esas palabras, la mujer descorchó una botella de vino.

—Murieron. Dijo sin más Atsuko, para proceder y tragar aquel líquido complejo y variado, que a la mujer no le sienta de otra que una copa amarga.

Yusuke abriría los ojos en sorpresa, para luego atisbar a su madre en pena.

—Ellas te importaban mucho, ¿O me equivoco?

El curioso Yusuke parece neutro. En contraste, su madre asintió con pesar. En contraste, una Atsuko percibiendo la acidez en el borde de su lengua, el salado a media lengua y, al fin y al cabo, el amargo al final de la misma. Junto a las lagunas mentales arrimolinándose en su mente, producto de una embriaguez que le deprimió. Ante esto, Yusuke relaja su semblante y, con sus labios levemente temblorosos, pregunta:

—¿Te importa?

Dijo el niño rebelde, quizás en un tono más suave de lo que se esperó. Sintiendo un deje de vulnerabilidad en lo más profundo de su corazón. La mayor se tomó el tiempo para asimilar el mal trago, y después habló.

—Yusuke, si bien pienso que muy a menudo eres un dolor de trasero, un gran tonto cabeza hueca que atrae muchos problemas y me saca de casillas.

Comenzó la mujer fogosamente, sumergida por los malos sentimientos que le produjo beber de la copa. Al ver cómo su hijo apretó los puños y vio al suelo en frustración. Ella sintió algo profundo en su ser, un instinto materno que le insta a no permitirse odiar a su hijo pese a todos los problemas, y en su lugar ella, sin amor ni lazos, le otorgarle todo el amor que le fuese imposible dar. Se concibió unos segundos para respirar, en un intento por aclarar su mente y sincerarse consigo misma.

—La verdad, quiero que sepas que, a pesar de todo, te amo. Siempre te he amado y siempre lo haré, sin importar lo que pase. Mi pequeño Yusuke.

Dijo en un tono afectuoso la cariacontecida mujer. El niño problemático se quedó estático mirando con extrañeza aquel acontecimiento. Sin embargo, por alguna razón, sintió la necesidad de disculparse.

—Mamá, yo... Lo siento. — Murmuró Yusuke, bajando la cabeza. Atsuko, por su parte, le mira con expectación.

—Yusuke...

Dijo la mujer en un susurro, como si se tratase de una invitación silenciosa. Yusuke atendió al llamado de su madre, acercándose, y al hacerlo se vio envuelto por los brazos de ella en un abrazo repleto de significado.

—Tratemos de llevarnos mejor.

Profirió la madre en un tono suave, de tal forma que más que tratarse de una orden, más bien fuera de una petición armónica. Recibiendo el abrazo de su hijo en afirmación. En tanto, la unión madre e hijo se concreta. Yusuke vislumbró una imagen en una pared puesta sobre retratos a espaldas de su madre, por encima del sofá.

—Mamá, ¿cómo eran las personas de la foto? Recuerdo un poco de la abu; ella me compró dulces.

Inquirió suavemente el niño con una sonrisa adornándole el rostro; su madre se veía tan feliz en aquel retrato. Por su parte, la madre, pese a su aflicción persistente, da como término todo comentario en tono tranquilo para con su hijo.

-Aquella foto es de cuando era más joven.

Dijo Atsuka, cansada, sintiéndose disgustada por todo lo que pasó su yo más joven, y de lo que prosiguió, sus ojos brillando con lágrimas contenidas.

-La mujer se llamaba Azucena; el nombre de la pequeña niña era Keiko.

Dijo acariciando el rostro a través de la imagen. La pequeña señorita de nombre Keiko, de piel color crema, tiene sus cabellos y ojos de un tono castaño. Al igual que su madre, unos ojos amables adornaban su rostro, sonriendo de frente a la cámara la niña de cinco años; en sus brazos, un Yusuke de dos años miraba curioso hacia la cámara fotográfica. Estirando sus pequeños brazos, queriendo tomar con sus regordetas manos aquel dispositivo.

-Azucena era una persona muy amable que me brindó su apoyo incondicional. Me ayudó y guió durante los primeros tres años desde tu nacimiento.

Dijo Atsuko con una sonrisa, recordando que esa persona siempre estuvo en los momentos difíciles, sin esperar nada a cambio. Yusuke, quien escucha atentamente; una gota de sudor se deslizó por su cabeza al ver su yo bebé haciendo travesuras.

—El día de la foto, decidimos hacer un viaje improvisado a la playa. Ya que estábamos en verano. Pasamos el día riendo, nadando y disfrutando del sol. Fue uno de los días más felices de mi vida. "En esos momentos me sentí realizado".

Mencionó su relato de los buenos tiempos, aunque una tristeza era palpable en su voz. Inclusivo, Yusuke pudo notarlo.

—Las extraño tanto —continuó Atsuko, su voz temblando ligeramente. Ellas me enseñaron tanto...

Dijo finalmente para derramar una lágrima silenciosa. Yusuke, viendo esto, se sintió internamente molesto, se acercó a su madre y sostuvo su mano.

—¿Por qué? ¿Qué pasó? ¡Todo iba tan bien!

Dijo Yusuke, maldiciéndose internamente, cansado de toda esta basura. ¿Por qué pasaba todo esto? ¡Es como si una especie de intento de escritor melodramático estuviese empecinado con tirarle porquería a la cara!

Nota del autor: No, Yusuke, no, yo no sería capaz, amigo mío XD.

-Hace unos años, Azucena y Keiko iban por la carretera. Era una noche lluviosa y las condiciones de la carretera eran peligrosas.

Dijo Atsuko, haciendo una breve pausa; entre tanto, intenta limpiarse las lágrimas de sus ojos. Yusuke ve esto y dice en tono profuso:

—-¡Espera, mamá! Te traigo algo para que te limpies.

Dicho y hecho, Yusuke se encamina a la cocina a buscar pañuelos o algo que sea de utilidad.

La cocina estaba en un estado caótico. Platos sucios apilados en el fregadero, restos de comida esparcidos sobre la encimera y una pila de ropa sin lavar en una esquina. En medio de tanto desorden, Yusuke, con una expresión de frustración en su rostro, buscaba desesperadamente un paquete de pañuelos.

"¿¡Qué demonios!? Es tan sencillo encontrar un paquete de cigarrillos en este lugar, pero si se trata de unos malditos pañuelos... ¡Sorpresa! No hay nada", refunfuñó un Yusuke exasperado, abriendo y cerrando cajones con brusquedad.

Su madre estaba sentada en la sala de estar, sollozando suavemente. Mientras Yusuke revoloteaba todo a su alrededor, se maldecía y maldecía. Sabía que ella necesitaba los pañuelos, pero la cocina era un desastre y encontrar algo en ese caos parecía una tarea imposible.

Finalmente, después de revolver en toda la cocina, Yusuke encontró un paquete de pañuelos arrugados en el suelo, junto a un cesto de basura. En contraste, un paquete de cigarrillos estaba sutilmente sobre un cuidado recipiente, vanagloriándose en todo lo alto. Yusuke miró esto con cara de palo, para pronto despabilarse al escuchar los sollozos de su mamá y se dirigió hacia ella.

—-Aquí tienes, mamá.

Dijo Yusuke, entregándole los pañuelos arrugados con una mezcla de preocupación, molestia y confusión. Una Atsuko, quien se cubría el rostro, asintió agradecida.

-Ellas llegaron a una intersección y... Un camión perdió el control frente a ellas. Se dice que estaba borracho el muy imbécil... No pudieron sobrevivir.

Expreso con amargura la mujer, mientras se limpia el rostro con los pañuelos arrugados. Yusuke frunció el ceño, para luego ver la foto de los cinco; todos eran tan felices.

Ensimismado en su mente, Yusuke no pudo evitar preguntarse cómo hubiera resultado todo si esas personas no hubieran fallecido. Él era muy joven, no las pudo proteger.

Proteger...

Recuerdo vívidamente el rostro de su amiga, Elisa, sumariamente alegre, siendo tan... Ella misma.

El espíritu de Yusuke está inquieto. Las olas de la duda y el miedo se adentraban en su cabeza, y al igual que el agua en la costa, que rompe contra la roca, ahora él era golpeado con un zumbido incesante que hace eco dentro suyo. Era el golpeteo constante y pareciera nunca apaciguarse... Después lo oyó.

Para consternación del joven Yusuke, un ruido que desenmaraña sus temores.

"Buenas noches. En las últimas horas, se ha reportado una preocupante serie de desapariciones sin resolver en diversas partes del país. "Las autoridades y las familias de los desaparecidos están trabajando incansablemente para encontrar respuestas y traer a sus seres queridos de vuelta a casa".

Mencionó el notero, dando concluyentemente su informe. A su vez, Yusuke rápidamente cambió el canal, queriendo saber más de este asunto.

Inicio del Soundtrack, "ULTIMO MOMENTO...... FUE PRIMICIA DE CRONICA TV"

https://youtu.be/3LTQhyLKmog

Reiteramos

"ÚLTIMO MOMENTO"

"SIGUE LA OLA DE CONMOCION"

"SE AVISTAN ANIMALES MUERTOS A LO LARGO DEL MUNDO".

"SEGUN NUESTRAS FUENTES, PRESUNTAMENTE PERECIERON A CAUSA DE UN PATOGENO ALIENIGENA"

"SE DICE QUE EL PATOGENO ALIENIGENA DESCOMPUSO EL TEJIDO BIOLOGICO DE LOS ANIMALES"

"SE HA DEMOSTRADO QUE LOS CUERPOS DE LAS VICTIMAS SON MUY VOLATILES"

"TAL ES LO DEDICADO DEL ASUNTO QUE UNA MINIMA ALTERACION PUEDE PROVOCAR UNA RUPTURA Y DESGASIFICACION"

"A SI MISMO, ENTRE HORAS DE ANGUSTIA, MARTY VOLVIO A DESAPARECER"

"EN RESPUESTA, SE SUSPENDE EL RODAJE DE MADAGASCAR 4 HASTA NUEVO AVISO"

"SU MEJOR AMIGO DECLARO QUE ESTAN MUY PREOCUPADOS POR EL"

"MARTY ES UNA CEBRA MUY VALIENTE, DECLARO SU AMIGO"

"LE SALVO A EL MISMO DE COMERSELO YA ESCAPAR JUNTOS DE UNA ISLA EN MEDIO DE LA NADA"

"CONFIAN EN QUE ESTARA BIEN"

"SOLICITAN AYUDA AL PUEBLO EN SU BUSQUEDA PARA ENCONTRAR A MARTY"

"AMPLIAREMOS..."

Yusuke no pudo evitar sentir empatía por Marty, pero si bien eso era trágico. El deseaba saber mas acerca de este femono que asesta al mundo

"EXCLUSIVO: DECLARO UN TESTIGO DEL TIROTEO"

"FUI A BUSCAR TRABAJO. CASI ME MATAN".

"INTERNA POR 100 PUESTOS DE TRABAJO".

"DESTROZARON UN BARRIO ENTERO".

"BATALLA CAMPAL ENTRE FACCIONES".

"LOS VECINOS REPUDIAN LA VIOLENCIA".

Fin del pinche cameo del pinche Cronicoso. Imagínate volver del cole para ver Ben 10 mientras tomas tu chocolatada, cambias de canal y te ponen ese ruido. El primer jumpscare de la infancia.

Yusuke se mofa por el noticial, lo mismo de siempre. Pero al cambiar de canal, dan imágenes exclusivas de una reportera caminando a orillas de un bosque. Informando que centenares de personas desaparecieron en las inmediaciones.

Yusuke palideció, su amiga, ella vivía en medio del bosque, incomunicada, y no había forma de que se enterase de los problemas del mundo exterior. Luego vio a su madre, quien parece conmocionada por la oleada de noticias. Yusuke recuerda la imagen de Azucena junto a Keiko; apretó el puño con gran fuerza.

Dirigió su mirada en direccion al bosque; su mente estaba fija en una sola cosa: proteger a Elisa y a su madre. Él no permitiría que se repitiesen las mismas desgracias; primero deberían pasar por sobre su cadáver.

—-Yusuke, ¿¡A dónde crees que vas!?

Dijo su madre, estando consternada: de nueva cuenta su hijo pretende irse en medio de un panorama tan peligroso.

"No puedo fallarle", Musitó Yusuke, ensimismado en su mente, mirando su reflejo en el espejo roto de la habitación. Asintiendo para sí mismo, tras ello le daría una mirada fija a su madre. "Debo salvar a mi amiga", dijo Yusuke en un tono serio. Estaba decidido a luchar contra viento y marea, seguiría de frente, no importándole si se diera la cabeza contra la pared; él seguiría empujando, derribando aquel muro y al que se le venga encima.

Recordó todas las veces que había caído en problemas, todas las decisiones equivocadas que había tomado. Pero esta vez era diferente. Esta vez, había algo más grande en juego. Salvaría a su amiga.

-¡Voy a ponerle un fin a todo este ciclo de una vez por todas!

Dijo un Yusuke con vehemencia, apretando su puño a la altura del pecho.

Los recuerdos de los últimos días lo asaltaban. Yusuke respiró hondo, sintiendo que cada inhalación llenaba su ser de una fuerza nueva.

-Después de que esto acabe, iremos a cenar todos juntos como una gran familia.

Dijo Yusuke, y al final, le dedicó una sonrisa a su madre. Atsuko vio la convicción en los ojos de su hijo y, aunque el miedo aún la consumía, sintió un pequeño rayo de esperanza en que así sería.

Yusuke salió de la casa, decidido a enfrentar cualquier obstáculo para salvar a su amiga. Atsuko se quedó en el umbral, viendo a su hijo marcharse a lo desconocido, pero esta vez con una fe renovada en su determinación y coraje.

La noche era oscura y fría, y las calles estaban desiertas. Yusuke corría a toda velocidad, su respiración entrecortada por la adrenalina y el esfuerzo. Sus pensamientos se arremolinaban en su mente, pero una cosa estaba clara: debía salvar a Elisa y a su madre.

No podía perder tiempo; cada segundo contaba. Con una determinación férrea, aceleró el paso, esquivando las sombras y los obstáculos en su camino.

Inicio del Soundtrack, "[Official] [Guardian Tales BGM] Lobby - Night of Forest"

https://youtu.be/BfNZnxy9hog

El sonido de sus zapatillas resonaba en el pavimento junto al croar de los grillos, y su corazón latía con fuerza, impulsado tanto por el miedo a la pérdida como por la necesidad de proteger a Elisa. Todos podrían tildarlo de un ruin punk callejero; él se había metido en líos, pero esta vez era diferente. Esta vez, tenía una misión clara y un propósito noble.

Finalmente, llegó al límite de la ciudad, donde comenzaba el bosque. Los árboles se alzaban como gigantes sombríos, y el viento susurraba entre las ramas. Yusuke se adentró en la oscuridad, guiado solo por la débil luz de la luna y su determinación inquebrantable. Golpeó todas y cada una de las malezas que osaban obstruir su camino.

Caminó a paso firme, desprovisto de toda cautela. El joven impulsivo de carácter obstinado continuó ferriamente su andar. Después de lo que parecía una eternidad, escuchó un débil sonido, un pedido de auxilio. Sabía que no era su amiga, ¿por qué debería importarle? Sin embargo...

Yusuke, quien hasta entonces corría sin mirar atrás, sin detenerse, se detuvo por primera vez en la quietud de la noche. Una parte de él dudaba; sabía bien que no podía perder el tiempo, que cada segundo podría hacer la diferencia para con su amiga. Al escuchar los persistentes pedidos de ayuda, en un semblante fastidioso opto por hacer el bien esta vez.

Yusuke llegaría al origen de las súplicas; lo que vería le desconcertaría sobremanera.

La figura del caraacontecido... No era completamente humana.

Tendido en el suelo, su piel siendo corroída por una tonalidad entre amarillenta y naranja, le era ajeno todo lo conocido. Tenía forma humana, pero a la vez se ve como un demonio, y sin embargo. No era ninguna.

—-Por favor... ayúdame —Susurró la criatura con una voz débil y angustiada.

El estado de la criatura no es alentador; un líquido de color rojo oscuro brota de su herida en lo que pareciera ser su estómago. Yusuke no supo discernir si se trataba de un sangrado o algo más. En un acto de sabiduría, prefirió dejar la conjetura al beneficio de la duda.

—¿Qué te pasó?

Preguntó Yusuke, tratando de mantener la calma. Por su parte, la cabeza, su rostro lleno de dolor.

Fui herido. No puedo moverme y necesito ayuda para resguardarme.

Dijo la criatura debilitada, sus ojos cerrados en su rostro maltrecho.

Yusuke dudó por un momento, pero luego recordó todas las veces que había sido juzgado por su apariencia y sus acciones. Sabía lo que era ser malinterpretado y rechazado. Decidió que no podía dejar a la criatura allí, sufriendo.

—Está bien, viejo, te ayudaré —dijo Yusuke, arrodillándose junto al demonio, contemplando su estado y apariencia. Resultándole sumamente extraña toda la situación, pero antes necesito saber a qué nos enfrentamos. ¿Son los mismos punks de siempre?

La criatura, con dolor, abriría lentamente los ojos, viendo que su rescatista era tan solo un niño. Su reacción fue de desconcierto; a juzgar por la voz, pensó que se trataba de un adolescente cuando menos.

—¿Qué haces aquí, niño? Deberías irte.

Dijo la criatura en tono resignado; Yusuke le vio con molestia.

—¡Idiota! Estoy tratando de ayudarte y me vienes con esa basura. Si quieres que me vaya, pues está perfecta; no tengo tiempo que perder ahora mismo.

Dijo Yusuke levantándose con desgano, no agradándole la idea de dejarlo morir ahí sin más, calumnio en todo lo alto para tras ello recargar a la criatura en su hombro, quien de este chorreaba el líquido de dudosa procedencia. Yusuke no quisiera manchar su chamarra con esa cosa; procuró que no le cayera ninguna gota encima mientras <resguardaba> a la criatura. Hastiado, lo dejó tirado a las entradas del bosque a su suerte. No puedo hacer mucho más por él.

—Oye, viejo, no estarás pensando en palmarla, ¿O sí?

Dijo Yusuke con poco o nulo tacto, impacientado, con su mente estando preocupada por su amiga.

- No... No lo sé, dudo que alguien pueda ayudarme a sanar de esto. Este líquido no es mi sangre, el bosque está infestado con algo extraño, y yo me contagio de eso...

Mencionó la criatura entre susurros, haciendo muecas de dolor. Temió por su vida; no tiene idea de lo que le deparará.

—No importa qué haya en el bosque, ¡yo lo derribaré con mis puños!

Dijo Yusuke con firmeza, tronándose los puños. En respuesta, la criatura dio una tos seca.

—No todo se enfrenta con puños, niño... Tos, tos. Puede... Puede que sea tarde para mí, pero tú aún estás sano. Ten cuidado en tu jornada o terminarás como yo.

Advirtió la criatura entre que luchaba por su vida. Sintiendo como tu interior ardía, las fluctuaciones en su piel cada vez más notorias. Yusuke permanece con un semblante serio mientras contempla todo.

-¡Cómo sea! Para cuando termine con mi asunto, volveré acá y ya veremos qué hacer. Más te vale resistir, viejo.

Demando a Yusuke, dándole una última mirada a la criatura, para luego, sin más dilación, adentrarse de nueva cuenta en el bosque, asimilándose con la oscuridad y perdiéndose de la vista de la borrosa vista de la criatura, quien solo pudo suspirar, lamentando su condición propia.

Fin del Soundtrack, "[Official] [Guardian Tales BGM] Lobby - Night of Forest"

Yusuke corría por los cúmulos de una tierra frondosa, en lo que a una simple vista pareciera ser una tranquila noche. Él no lo sintió así. El viento susurraba entre los árboles altos y frondosos, creando una sinfonía inquietante en el corazón del bosque.

Una sombra ominosa se cernía sobre el lugar, transformando el entorno en algo lúgubre y misterioso. La niebla comenzaba a levantarse del suelo, envolviendo los troncos y ocultando el sendero que serpenteaba entre los arbustos. Sin embargo, el crujido de las ramas bajo sus pies y los extraños sonidos que resonaban a su alrededor, como si se tratase de un mal augurio, no hacían más que acrecentar su mal presentimiento.

—¿¡Quién anda ahí!? ¡Enfréntame a la cara, cobarde!

Dijo Yusuke en un tono tajante, hartándose de sentir que lo están observando en cada paso que da.

Como si estuviesen respondiendo a su llamado, el ruido se intensifica. Yusuke se detuvo en seco. "Por fin", dijo, cansado de esta situación, agudizando los oídos, identificando que el ruido proviene de un lugar cercano, a su derecha. Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia el sonido.

—-Eligiste un mal día para hacerme enojar, ¡ya que hoy estoy de muy mal humor!

—Mencionó Yusuke, no dándose ni un milisegundo para lamentarse del pobre diablo, quien con cada segundo que pasa exponencialmente recibirá una patada en el trasero. A medida que se adentraba en la oscuridad, divisó una figura sombría moviéndose entre los árboles. Yusuke tan solo presenció esto con aburrimiento.

—-¿En serio? ¿Eres algo así como la reina del drama? ¡Tráelo de una buena vez, pequeño punk!

Mencionó a Yusuke en un tono ardiente por el desafío, tronándose el cuello.

La figura se detuvo y luego se giró hacia él. Bajo la tenue luz de la luna, entonces Yusuke pudo verlo vagamente; vio que su figura era diferente a la de cualquier punk con el cual haya peleado en el pasado. ¿Una nueva especie, quizás? A fin de cuentas, se trata claramente de un maleante.

- Tú niño humano tener una boca muy grande, tu ser muy torpe al haber venido solo aquí. ¡Aplastar, Aplastar!

Inicio del Soundtrack, "Co-op Expedition - Stirring Darkness (Normal #1) | Guardian Tales OST"

https://youtu.be/vWfag97MSn8

Rugió con cólera lo que se asemeja a un ogro revestido de una armadura, con músculos que parecían hechos de roca y ojos que brillaban con una luz siniestra. un gran pedazo de tronco pesado recargando sobre su hombro, con suerte de ser un arma improvisada.

El ser supera con creces los dos metros de altura. Lo que ciertamente supera por mucho en estatura a Yusuke, pero claro, él sabe que eso no era un factor determinante a la hora de una pelea. El humanoide rugió en anticipación.

-¡Vaya rugido! ¿Eso es lo mejor que puedes hacer? Tal vez deberías tomar clases de monstruosidad. ¡Podrías aprender algo de los villanos de las películas! —-Se mofó—- ¡Ven a mí, grandulón de pacotilla!

Clamo Yusuke con desafío; mediante un ademán con la mano, incita a que el humanoide haga el primer movimiento. Su sembrante serio permaneció imperturbable, reconociendo que tal vez no la tendría fácil en este combate.

Adoptó una postura defensiva, listo para cualquier cosa. El humanoide no tardó en lanzarse sobre él, balanceando su arma, y ​​Yusuke, impulsado por la adrenalina, no se dejó intimidar por la arremetida del gigante. Se defendió alzando sus brazos, con todas sus fuerzas, en respuesta del golpe tajante con dirección a su cabeza.

La tierra tembló producto del choque de fuerzas.

Retumbo, un ruido retumbante reverberó a través del bosque.

El gigante alzo de nueva cuenta su arma, piso con fuerza el suelo, producto de su fuerza y ​​peso la tierra temblo.

Resquebrajadura, el crujir del roble

-¡Tsch! ¡A si que ese palillo no lo tenés de adorno!

Clamo Yusuke en furia quien se le marca las venas de la cara y en un intento por quitarse de encima al gigante. A cada momento se siente más hundido en la tierra.

Tronido, el cantar de los tambores

El gigante volvió a arremeter, pero esta vez, Yusuke había ideado un plan. Justo en el último momento, dejó de ejercer fuerza en sus brazos y permitió que el gigante se inclinara hacia él, impulsado por su propio peso. Al notar la oportunidad, Yusuke redistribuyó su peso y se agachó, colocando su hombro en el torso del gigante.

-De acuerdo, ¡Es hora de que te vayas a dormir grandulon!

Clamo Yusuke, con una demostración bestial de fortaleza.

El chico no solo evitó ser aplastado, sino que también utilizó la fuerza del gigante en su contra. Con un grito de esfuerzo, levantó al gigante con ambos brazos y, usando la técnica como si de un maestro del Judo se tratara, lo proyectó al suelo con una fuerza abrumadora.

El gigante cayó pesadamente, su cuerpo acorazado impactando contra el suelo con un estruendo que resonó a través del bosque. Yusuke se enderezó, su respiración agitada pero victoriosa.

ESTALLIDO

Fin del Soundtrack, "Co-op Expedition - Stirring Darkness (Normal #1) | Guardian Tales OST"

Un estruendo rompió la calma del bosque. El gigante cayó pesadamente; su cuerpo acorazado impactó y sacudió el suelo con un impacto devastador.

El peso del objeto arrasó todo a su paso, quebrando ramas y troncos como si fueran simples palillos. El sonido de la destrucción resonó en el aire, un eco que parecía no tener fin.

"¡Woahhh! "¿a cuántas pastelerías asaltó este loco para pesar tanto?", dijo para sus adentros Yusuke mientras se tambalea. Prontamente logró enderezarse; rastros de destrucción se conglomeran frente a sus ojos.

En el lugar del impacto, una gran polvareda se levantó, oscureciendo aún más la atmósfera ya sombra del bosque. Las partículas de tierra y hojas secas se arremolinaron en el aire, creando una nube densa que se extendía en todas direcciones. Los animales del bosque, asustados por el estruendo y la repentina oscuridad, se dispersaron, buscando refugio en la seguridad de la vegetación más densa.

Yusuke, recargado en sus rodillas, buscaba recuperar el aliento. Miró hacia adelante, logrando discernir la figura del gigante tirado en el suelo.

—-Iuuf. Espero que eso haya sido de tu talla.

Dijo Yusuke con sorna; el humanoide tendido en el suelo gruñó en cólera. Golpeando su tronco con fuerza en el suelo. Usándolo de soporte para recomponerse.

—-¡No me digas! Eres de los tipos duros. Eso me agrada, a ver cuánto más me duras.

Dijo Yusuke con tono burlón, confiado tras su muestra de fortaleza; en respuesta, el humanoide le dirigió una mirada mordaz mientras balanceaba su arma de forma peligrosa.

—Tú ser demasiado Molesto. ¡Pagármelas muy caro, humano insolente!

Yusuke no lo pensaría mucho y adoptaría de nuevo su pose de combate antes de que le diese un derrame cerebral por intentar comprender la extraña forma de hablar de su oponente.

—-Como quieras, aunque tu estilo de pelea es muy predecible. Prepárate, porque ¡tu sobrepeso será tu perdición!

Dijo Yusuke, adoptando la ofensiva esta vez. Corrió en dirección al gigante, buscando darle un golpe certero en los puntos débiles que su armadura no le cubre.

Inicio de Soundtrack, "Boss Battle - Guardian Tales Soundtrack Extended | Kim minjeong"

https://youtu.be/drvZ8TqUWi4

Cuando Yusuke estuvo lo suficientemente cerca, el gigante abalanzó su arma desde el punto ciego. Sin embargo, Yusuke, en una muestra de agilidad, se deslizó por debajo del pesado golpe. De tal modo, el humanoide pasó de largo y quedó a merced de un poderoso golpe, cortesía de Yusuke.

El humanoide siente un dolor punzante en su costado. Gruñó de dolor, retrocediendo contados metros. Sin embargo, antes de que alguno dijese algo. Levantó el tronco y lo estampó contra el suelo con tal vehemencia que pequeñas rocas fueron propulsadas del suelo.

ESTALLIDO

-¡¿Qué demonios!?

Exclamó Yusuke, cubriéndose en forma de equis. Sintió las rocas golpear su piel con fuerza, como si un enjambre de avispas lo atacara. Las piedras causaron numerosos raspones y algunos hematomas, mientras sus brazos se entumecían y un zumbido agudo llenaba sus oídos, producto del aturdimiento.

-¡Tú morir ahora!

Vociferó el gigante como si emergiera del lugar más profundo de la tierra. Su estrepitosa voz resonando como si una criatura del averno se tratase. Yusuke apenas pudo atisbar el arma dirigiéndose peligrosamente a su costado, sus sentidos ralentizados por el dolor y el aturdimiento.

ESTALLIDO

Yusuke impactó violentamente contra un árbol, su espalda chocando con el tronco firme y rugoso. Aulló de dolor, sintiendo como cada fibra de su ser protestaba ante el brutal impacto. Las ramas de los árboles se agitaron violentamente, soltando hojas y pequeños insectos que caían sobre él.

El cielo, cubierto por una espesa capa de nubes grises, emitía un murmullo de tormenta inminente. De repente, un crujido profundo y resonante rompió el aire, acompañado por un trueno que anunciaba la próxima tormenta.

Las raíces que habían sostenido al viejo árbol durante décadas cedieron bajo la presión, desprendiéndose del suelo con un sonido desgarrador. A medida que el árbol se inclinaba más, el crujido se intensificaba, reverberando a través del bosque como un lamento antiguo.

Estrépito, con un estrépito, se rompió la corteza del árbol.

Finalmente, el árbol cayó con un estruendo ensordecedor, golpeando el suelo con una fuerza tremenda. Las ramas se rompieron y esparcieron hojas y pequeños trozos de madera por todas partes. Una gran polvareda se levantó, oscureciendo el aire y dejando un aroma a tierra húmeda y madera recién quebrada.

-Tu ser bastante resistente, pero en vano ser.

Gruñó el humanoide, acercándose amenazadoramente mientras un diluvio emparamasu armadura; cada paso hacía reverberar a la tierra. Yusuke está tendido en el suelo sin aparente respuesta. Su mente era una laguna y un ruido ensordecedor, sumado a los indicios de la tormenta, hostiga a sus tímpanos.

A lo lejos, el croar de las ranas en los charcos estancados se mezclaba con el susurro del viento, creando una sensación de desasosiego.

Había algo más en ese bosque, algo intangible que se podía sentir en el aire. Una presencia invisible, una fuerza invisible que parece reclamarlo a él.

Un aroma a tierra húmeda y hojas en descomposición llenaba el aire, mientras los pasos pesados se tornaron cada vez más próximos. Sintió una sensación putrida en sus labios, su corazón latiendo con una latencia tan abrumadora que temió en cualquier momento se le saliera del pecho.

Resquebrejadura, el crujir del agua.

Fin del Soundtrack, "Boss Battle - Guardian Tales Soundtrack Extended | Kim minjeong"

A medida que las gotas de la temprana lluvia caen, el cabello de Yusuke, normalmente liso y manejable, empezó a reaccionar. Pronto, su cabello empezó a pegarse a su rostro y cuello, empapado por el agua que no dejaba de caer.

Los mechones, que antes caían sueltos y con volumen, ahora estaban aplastados contra su piel, adheridos por la humedad.

Cada paso que daba, sentía cómo el agua resbalaba desde su cuero cabelludo hasta las puntas de su cabello, convirtiéndolo en una masa oscura y pesada.

La sensación de los hombres húmedos y fríos pegándose a su piel era incómoda, y cada vez que intentaba apartarlos con las manos, estos volvían a adherirse rápidamente. En esos momentos, Yusuke se siente miserable.

"Ese maldito, en verdad que quiere matarme. Si me hubiera dado con ese golpe, ya no la contaba".

Dijo en sus pensamientos Yusuke, reposando en cuclillas, quien para su propia consternación, sintió como un líquido denso se le escurre por los labios. Se lleva el puño a la boca, limpiándose y avistando aquel líquido carmesí.

Con un gesto de desafío, Yusuke se limpió la sangre de la cara con el dorso de su mano, sus ojos brillando con una mezcla de furia y determinación.

Fue en ese momento que notó algo extraño.

Ha comenzadó el diluvió

Fue en ese momento que notó algo extraño. A pesar del diluvio, las gotas golpearon su piel con una suavidad inesperada, como si el cielo mismo intentara calmar su ira.

La lluvia, que al principio era ligera, pronto se convirtió en un torrente, empapando a Yusuke. El sonido del agua golpeando el suelo resonaba como un tambor, marcando el ritmo de una batalla que no solo se libraba en el exterior, sino también en el interior del joven.

Con un esfuerzo monumental, Yusuke se levantó, extendió con fuerza sus brazos a sus costados, como si se quitase unas cadenas invisibles. Los dientes apretados chirriaron bajo la presión de su fuerza descomunal. El sonido de su esfuerzo se mezcló con el estruendo de la tormenta. En un acto de desafío y furia, Yusuke levantó la cabeza y gritó al cielo, creando una sinfonía épica, liberadora de su yo más puro.

Inicio del Soundtrack, "Yu Yu Hakusho-Struggle of Sadness-with Rainy mood"

https://youtu.be/02lXGnQln58

Erguido en todo lo alto, con sus piernas temblando bajo el peso de su determinación. La lluvia caía con fuerza, creando un velo de agua que parecía separar el pasado del presente. Con cada paso que daba, el barro se levantaba bajo sus pies, y el eco de sus pisadas se mezclaba con el rugido del cielo.

"¡¡GRAAAAAAHHH!!:

Su voz resonó como un trueno, un grito de rabia y dolor que se elevó por encima del estruendo de la tormenta. La lluvia, en su infinita sabiduría, parecía responder a su llamado, intensificándose y envolviendo al joven en un abrazo de agua y viento, su figura recortada contra el telón de la tormenta.

En un intento de volver en sí, Yusuke con su rostro lastimero miró a su oponente. Sus ojos, penetrantes y llenos de determinación, reflejaban una tristeza profunda filtrándose súbitamente por lo bajo.

Sabía que el próximo golpe sería el último recurso, y que con él acabaría con la vida de su oponente.

La mezcla de dolor y resolución en su expresión era desgarradora, mostrando la carga emocional de la decisión que estaba a punto de tomar.

Cada respiración era un recordatorio del sacrificio que estaba dispuesto a hacer, y aunque su cuerpo estaba al borde del colapso, su espíritu permanecía inquebrantable.

"Entonces, ya no debo contenerme. Le acabaré de un solo golpe"

Menciona Yusuke para sus adentros, apretando su puño furiosamente. El cansancio y dolor estaban allí, eran tan presentes como si le estuviesen punzando con 100 bisturíes a lo largo de todo su cuerpo.

Su respiración irregular, su chamarra hecha jirones, la sangre escurriendo de sus poros al correr de una lluvia incesante. Todo eso le molesta sobremanera y le hará pagar caro al granuja frente suyo.

Mediante un grito de guerra, Yusuke señaló al humanoide con furia nulamente contenida.

—-¡Escúchame bien! No sé qué te traes exactamente conmigo. Pero me has hecho enfadar demasiado, y no sé tú, YO creo que tú vas a pagar por los platos rotos. ¡Te haré pedazos de un solo golpe!

El humanoide se siente intimidado por la presencia de Yusuke, quien, este último, saltó y, con todas sus fuerzas, se dirige hacia el gigante.

—-¡Retroceder, humano!

Clamó el gigante; blandiendo el tronco con fuerza, lo levantó y lo arrojó hacia Yusuke.

-¡No servirá de nada! ¡¡Daaaaaaah!!

Rugió como un tambor de guerra. Un Yusuke disparado como si de un misil se tratase impactó contra el imponente tronco de roble, que durante décadas había soportado las inclemencias del tiempo y resistido incontables tempestades del frondoso bosque. Sin embargo, en aquella noche aciaga, el férreo puño seguido de un estruendoso viento se alzó con furia inusitada.

La fuerza de embestidura conectó con un ímpetu arrollador. El noble roble crujió, resonando como un lamento que resonó a lo largo y ancho del bosque. Sus fibras, antaño robustas, comenzaron a ceder bajo la presión implacable.

ESTALLIDO

Con un estallido que fue como un grito, el tronco se partió. La madera, rasgada y astillada, quedó esparcida por el suelo como un testimonio de un poder indomable. Las aves, despavoridas, huyeron en desbandada, mientras el viento seguía rugiendo cubierto por una perenne pluvia, arrastrando consigo las huellas del desdichado evento.

Fin del Soundtrack, "Yu Yu Hakusho-Struggle of Sadness-with Rainy mood".

Inicio del Soundtrack, "Dragon Ball Z Saga de Freezer Musica 12".

https://youtu.be/V_cl55EY_sA

Estrépito, con un estrépito, el hueso perforo la roca.

El impacto fue instantáneo y devastador.

Cuando el codo de Yusuke se hundió en el diafragma de su adversario, ni siquiera la armadura fue capaz de suplir los daños.

No fue solo un golpe superficial,

fue un golpe certero,

cargado de una fuerza bruta que parecía concentrar toda la energía de su cuerpo en ese único punto.

El gigante pudo sentir cómo la onda expansiva del impacto se extendía desde el lugar del golpe,

atravesando sus órganos internos con una intensidad abrumadora.

El dolor se propagó como un fuego ardiente, quemando desde dentro,

debilitando cada fibra de su ser.

Resquebrajadura, el crujir del cristal.

Al igual que el cristal, translúcido y frágil.

Un crujido seco y agudo resonó,

similar al estruendo del rayo partiendo el cielo en la tormenta nocturna.

Las finas líneas de grietas comenzaron a extenderse desde el punto de impacto,

como una telaraña delicada pero mortal.

La figura no pudo resistir la presión y, en un fracción de segundo, explotó en una lluvia de esquirlas afiladas.

Los pedazos pequeños y grandes se dispersaron en todas direcciones, reflejando la luz en un destello fugaz antes de caer al suelo.

El sonido de los fragmentos al golpear el piso era casi musical, un tintineo que pronto se apagó, dejando solo el eco de la destrucción.

Allí, en medio de los restos de lo destruido, quedó la evidencia del golpe: un puño aún tembloroso, y el aire cargado con la tensión de la reciente ruptura

Resquebrajadura, el crujir del cristal.

Resquebrajadura, el crujir del cristal.

Retumbo, un ruido resonante reverberó a través de los huesos.

Por un instante, el pareció tiempo detenerse para el humanoide mientras la fuerza del golpe resonaba en su interior, rompiendo no solo huesos, sino también su voluntad.

ESTALLIDO

Se desplomó de bucles al suelo, sus piernas cediendo bajo el peso de un dolor indescriptible, incapaz de comprender completamente la magnitud de la destrucción interna que había sufrido.

El golpe no solo había derribado su cuerpo; Había desmoronado su espíritu, dejándolo vulnerable y sin aliento en el suelo, sumido en un estado de incosciencia perpetuo.

Fin del Soundtrack, "Dragon Ball Z Saga de Freezer Musica 12".

—-Con que... Eso bastó para que te fueras a dormir, pedazo de hojalata.

Mencionó a Yusuke con desgano.

El chico, con la ropa rasgada y el rostro cubierto de moretones, se encontraba en cuclillas en el suelo.

Su respiración era pesada y entrecortada; avistó al gigante tendido en el suelo, inerte.

No obstante, aquello no le trajo alivio. En lugar de eso, el cansancio, las heridas y una creciente preocupación que le oprimía el pecho comenzaron a reclamar su precio.

Con un esfuerzo titánico, intentó ponerse de pie. 

Sus piernas temblaban bajo el peso de su propio cuerpo, y sus manos, ensangrentadas y temblorosas, buscaban apoyo en el suelo. A pesar del dolor y el cansancio, una chispa de determinación brilló en sus ojos.

¡TRUENO! un estruendoso trueno retumbó en el cielo, y el pie de Yusuke golpeó el suelo con fuerza.

Apenas logró levantarse, 

sus fuerzas lo abandonaron y cayó nuevamente al suelo.

Inicio del Soundtrack, "Yu Yu Hakusho =Sad Song= {Unreleased Track Extended}"

https://youtu.be/21R6UA-thBQ

El viento ululaba a través de las copas de los árboles, y las gotas de lluvia frías y punzantes, sobre su rostro.

No obstante, la determinación en sus ojos no se apagó.

Sabe que no puede rendirse.

No puede permitirse quedarse allí, derrotado.

Con el cuerpo cubierto de heridas y el alma agotada, se encuentra de nueva cuenta en el frío suelo.

Lucha por respirar mientras es asestado por el impecable diluvio.

La pelea había sido brutal, y cada fibra de su ser clamaba por descanso.

Sin embargo, en su mente solo hay un pensamiento: salvar a su ser querido.

Rugido, el rugido del impacto se escuchó a lo lejos.

Respiró hondo, reuniendo cada fragmento de energía que le quedaba.

Con un grito de pura voluntad,

Se levantó una vez más.

Esta vez, sus piernas lo sostuvieron.

Cada paso era una tortura.

Pero avanzaba.

Impulsado por la necesidad de proteger a su amiga.

El joven, con el rostro cubierto de sudor y polvo, apenas puede mantenerse en pie.

Cada respiración era un esfuerzo colosal; el dolor en sus músculos y huesos es casi insoportable.

Había dado todo de sí en esa pelea, enfrentándose a un oponente formidable.

Sus piernas temblaban, y cada paso que daba era un recordatorio del esfuerzo realizado.

Sus nudillos estaban ensangrentados y sus costillas se estrujaban con cada respiración.

A pesar de todo, era un niño de nueve años, si bien de una fortaleza única.

Irremediablemente, el daño tras el impacto fue ingente.

A paso tambaleante, el camino hacia la casa de su amiga le es interminable, pero no se detuvo. Se repitió obstinadamente a él mismo que cada paso lo acercaba más a su objetivo; nada más importaba.

Ni él mismo.

Resquebrajadura, el crujir de la rama

Vestigios de una agotada adrenalina lo mantenia en movimiento, pero sentía cómo la oscuridad comenzaba a nublar su visión.

A medida que avanzaba, los recuerdos de la pelea reciente se mezclaban con la urgencia de salvar a Elisa.

Sabía que no podía detenerse, que cada segundo contaba.

Con cada paso, la adrenalina y fervor de la batalla abandonan su cuerpo, en su lugar, una invasiba fatiga y las heridas cobran su precio.

Su respiración se volvía más pesada, y el mundo a su alrededor empezaba a desvanecerse.

"Eres un chico realmente tenaz, sin embargo tu condicion actual es alarmante".

Yusuke con los ojos apenas y abiertos renuentemente, en un atisbo de lo que parecio ser un acto de lucidez, pudo presenciar a la persona de quien es originaria la voz. Un ser encapuchado, oculto tras las sombras.

"Detente. No puedes permitirte perecer este dia, cumples un papel fundamental en el destino de todos. Ya sea para bien o para mal, no puedo permitir que hoy mueras."

Manifesto la voz, pero sus palabras cayeron a oidos sordos. Un Yusuke cojeante caminaba sobre sus pies empecinadamente.

Resquebrajadura, el crujir de la roca

Yusuke pudo sentirlo aun con el fuerte tronar de la lluvia empañando sus sentidos, un dolor punzante sobre su nuca.

Resquebrajadura, al igual que la rama asestada por un fuerte viento.

Sus piernas se doblegaron, cayendo de rodillas. Su fleco empapado por la lluvia y el sudor cubría su lastimado rostro; sin embargo, Yusuke aún daba indicios de consciencia. Sus puños apretándose con fuerza, una débil esperanza que aún persiste.

Consiguió levantarse sobre su eje, dio contados pasos hasta tropezar en los azares de un cruel destino.

Resquebrajadura, el crujir de la rama

Cayo al suelo, un gruñino de dolor reverbero en el ruidoso chapoteo del agua, los fuertes vientos, y dislumbrantes destellos. El aire húmedo, las nubes cúmulonimbos grisaseas adornando el firmamento. Alentaban a un panorama de desasosiego.

Por su parte, el ser encachupado sintio emociones encontradas al ver tal acto de tenacidad y espiritu. Expectante.

Resquebrajadura, el crujir de la roca

El aire se cargó de electricidad estática, haciendo que el ambiente se volviera casi palpable. Un rayo cruzó el firmamento, iluminando momentáneamente todo a su alrededor con una luz cegadora.

El trueno que le siguió fue ensordecedor. Parecía que el mismo cielo se había partido en dos, liberando un rugido que resonó por valles y montañas. El sonido reverberó en el aire, golpeando con fuerza el plano terrenal. Fue un estruendo profundo y poderoso, que hizo vibrar la tierra y que dejó un eco prolongado, como un recordatorio de la fuerza incontrolable de la naturaleza.

El trueno había caído, dejando una impresión imborrable en el paisaje y en quienes lo habían presenciado.

La oscuridad comenzaba a envolverlo, pero aún podía escuchar los ecos en su caótica mente. Con un último esfuerzo, intentó levantarse, pero sus fuerzas lo traicionaron.

Resquebrajadura, el crujir del alma...

"Eli...sa..."

Antes de perder la consciencia por completo, musitó el nombre de su amiga mientras extendía su brazo en dirección a las profundidades del bosque como si anhelara alcanzarla, quien en su amistad le mostró que la vida no es tan miserable como él creía empecinadamente.

Con su último pensamiento dedicado a ella, se sumió en la oscuridad, implorando que todo esto no fuera en vano, que ella al final de la noche estuviera sana y salva.

Fin del Soundtrack, "Yu Yu Hakusho =Sad Song= {Unreleased Track Extended}"

Entrando a modo texto...

Kaden-3 y el proyecto de exploración 'Labose'

El siguiente documento ha derivado información de las de y debe considerarse como especulación.

En algún momento de marzo de 2014, el excéntrico multimillonario Sr. ??? de la Fundación ??? anunció el descubrimiento de un nuevo mundo, aparentemente escondido justo debajo de nuestras narices todo el tiempo. Pastos verdes, desiertos áridos y vastos océanos, coinciden casi exactamente con las condiciones de la Tierra. El planeta , el hábitat perfecto para la humanidad y un escenario para que la humanidad despliegue sus alas y vuele entre las estrellas.

En su "Plan de Migración de Tetis", habían seleccionado para que los enviaran en la lanzadera más segura que pudieran construir para que fueran "héroes de toda la humanidad" y exploraran Tetis durante un año antes de regresar. Estos trece son los siguientes:

Voluntarios seleccionados

El siguiente documento ha derivado información de las de y debe considerarse como especulación.

Narra un momento histórico televisado.

En septiembre de 2014, seis meses después, Kaden-3 se encontraba en el pozo gravitacional de Tetis, preparándose para entrar en una órbita de inyección. Pero de repente, la transmisión se volvió borrosa... y se cortó. Y luego se hizo el silencio. La nave espacial se había ido, y con ella, toda su tripulación.

La Tierra había perdido contacto con Kaden-3. Sin embargo, en Tetis, todos habían sobrevivido durante más de medio año, hasta que se produjo un alarmante incidente de intrusión.

Las luces se apagaron y algo entró en la nave. Más tarde, lo llamaron "monstruo de las sombras" y se insinuó que estaba hecho de Labose. El número 13 fue devorado vivo por este monstruo, pero los demás escaparon ilesos.

Después de encerrar a la entidad, la tripulación observó su comportamiento durante el transcurso de una semana y concluyó que el monstruo había subsistido gracias a la energía emitida por el reactor de fusión de Kaden-3. Por lo tanto, en el informe final transmitido desde la superficie de Tetis, habían anunciado que apagarían el reactor de la nave de forma permanente, destruyendo así cualquier posibilidad de que regresaran a la Tierra para siempre. Probablemente transmitieron datos biológicos a la Tierra en esa transmisión de radio, antes de caer en un silencio perpetuo.

??? Empresario fundador del Instituto de Investigación L

El siguiente documento ha derivado información de las del y debe ser tratado como especulación.

Marzo de 2015: Seis meses después de la desaparición no programada de Kaden-3, y con ella el destino indeterminado de los trece astronautas, la Fundación ??? fue declarada un fracaso por su ejecutivo, el Sr. ???. Un portavoz de la fundación declaró que sus especulaciones sobre el fracaso del programa habían sido auguradas por la incapacidad fundamental de la fundación para responder a las variables de un entorno espacial real. La causa del desastre es actualmente desconocida, y la fundación no pudo inferir una causa directa de las transmisiones degradadas enviadas por la tripulación antes de su desaparición.

Después de encerrar a la entidad, la tripulación observó su comportamiento durante el transcurso de una semana y concluyó que el monstruo había subsistido gracias a la energía emitida por el reactor de fusión de Kaden-3. Por lo tanto, en el informe final transmitido desde la superficie de Tetis, habían anunciado que apagarían el reactor de la nave de forma permanente, destruyendo así cualquier posibilidad de que regresaran a la Tierra para siempre. Probablemente transmitieron datos biológicos a la Tierra en esa transmisión de radio, antes de caer en un silencio perpetuo.

Saliendo del modo a texto...

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FIN DEL PRÓLOGO.

Nota del autor: Bueno, 24 mil palabras, no negaré que fue toda una aventura.

Fue difícil hacer 24 mil palabras sin mandármelas 24 mil veces; bueno, al menos espero que no hayan sido tantas.

Es como el sensei Togashi, el truco está en la espalda.

Espero que el capítulo haya sido de su agrado.

Llevo siete años en Wattpad, y bueno, en una nueva política de Wattpad allá por el 2020. Perdí mi cuenta y todo lo que había conseguido, si bien nunca fui del tipo escritor. Yo nada más leo y leo; este año nuevo, tras pensarlo mucho, decidí hacer un crossover entre uno de mis juegos favoritos y uno de los animes shonen que más me gusta.

Aunque no me fue nada fácil, admito que al inicio me sentí oxidado de una manera que ufff, no arrancaba más. Tuve que revisar y reescribir varias veces el capítulo hasta que terminó en algo con lo cual me puedo sentir conforme.

Como bien mencioné en la introducción. Tengo pensado dividir la historia en dos libros: uno enfocándose en expandir el lore, tomando un enfoque más relajado; el otro, con las piezas en el tablero, representaría escenas más crudas y fuertes giros de trama. Tal como se desarrolla el eje narrativo en el juego.

Hago esto por el mero hecho de entretener, estoy abierto a críticas; desde ya doy gracias por leer este cap.

Y bueno, eso sería todo por ahora. Experimentando, en este capítulo intenté abarcar temas importantes que luego le añadirán capas de profundidad a los acontecimientos futuros.

En el próximo capítulo comienza la historia de Guardian Tales, tal como la conocemos. Eso sí, mantendré especial atención al detalle. No quisiera que la historia se me fuera de las manos.

Hasta entonces, ¡espero y tengan un buen día!

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