Jungkook estaba comenzando arrepentirse de obligar a Jimin y a Yoongi hablar.

Primero se habían escuchado gritos de parte de Jimin, quien le gritaba a Yoongi cuánto lo odiaba, después no se escuchó nada y ahora los tenía en el sofá haciéndose mimos.

Esos chicos eran un caos.

Rosé estaba mirando sus caricaturas mientras él estaba en el computador tratando de revisar algunas cosas en internet para la habitación de Rosé.

Todo era tranquilo, estaba feliz por sus amigos los cuales no duraron ni dos días enojados.

Pasando un rato, los menores se fueron a casa de Yoongi, Jimin prometió hablar con su madre y no irse a Busan como lo había dicho el día anterior.

La cena en la casa del padre de Kim seguía en pie por lo cual fue a darle un baño a Rosé, la cuál después de este cayó dormida. Él igual se dió un baño y siguió viendo cosas en internet.

Una hora después Rosé comenzó a llorar a lo que él se levantó, fue por ella y la colocó en sus sillita para poder preparar una pequeña merienda para ella y que no tuviera la pancita vacía.

Le preparó un pequeño tazón con fruta y se lo pasó a lo que la bebé atacó la fruta rápidamente y comenzó a comer tranquila.

-Hoy conocerás al abuelo Jooheon ¿Estás nerviosa?- preguntó Jungkook mientras acomodaba el flequillo de la bebé- Yo si lo estoy- dijo sonriendo- Pero todo saldrá bien, ya lo verás- dijo y le dió un beso a la nena en su frente, está solo le ofreció fruta a su papi y balbuceó.

Un rato después Jungkook decidió cambiar a la bebé. Yugyeom llegaría en cualquier momento y se irían a casa del padre de ese mismo.

-Te pondremos un vestido muy lindo- dijo dejando a la bebé sobre la cuna para dirigirse al armario de Rosé, tomó un vestido de color azul marino, una manga larga color blanco y unas pequeñas mayas igual blancas. Se acercó a la bebé, la tomó en brazos y la recostó sobre el cambiador.

La cambio mientras le cantaba una linda canción y la bebé reía ante las cosquillas que su papi Kookie le hacía.

Al estar la bebé lista Jungkook le colocó unos lindos zapatos negros y una pequeña diadema blanca, la puso de pie en el piso y le ayudó a caminar hacia la sala.

Estaban ayudando a Rosé a caminar de esa manera, pues la bebé ya comenzaba a querer levantarse y caminar por su cuenta.

Al camino a la cocina, Jungkook escuchó como la puerta del departamento era abierta y pronto apareció Yugyeom.

La bebé dió un gritillo alegre al ver a su papi Yugy.

Yugyeom miró a su bebé quien se iba de la mano de Jungkook caminando lento, pero al verlo comenzó a dar leves saltos o algo parecido.

-¡Rosie!- soltó Yugyeom con una sonrisa acercándose a su hija al mismo tiempo que ella y Jungkook se acercaban a él- Mírate que hermosa te vez hoy- musitó Yugyeom alzando a su bebé en brazos cuando ya estuvieron cerca, dejo besitos en la mejilla de la nena quien sonrió al sentir cosquillas.

-¿Cómo te fue hoy?- preguntó Jungkook a su esposo mientras acomodaba la diadema de Rosé.

-Un poco agotador, pero el día aún no termina- dijo Yugyeom y se acercó a besar los labios de Jungkook quien sonrió por ese gesto- Papá me llamo antes de subir y dijo que nos está esperando- dijo mientras le pasaba la bebé a Jungkook- Me daré una ducha rápida y nos vamos- dijo Yugyeom y volvió a besar los lindos labios de su hermoso esposo.

Después de un rato ya estaban frente a la casa del padre de Yugyeom.

-¿Y si no le agrado como tu esposo?- soltó Jungkook antes de bajar del auto, Yugyeom lo miró.

-¿Y si no acepta esto realmente?- el rubio estaba nervioso.

Yugyeom soltó una leve risa y Jungkook lo miró mal.

-Cariño, todo estará bien ¿Si? Confía en mí- dijo Yugyeom y después dirigió su mirada a Rosé quien miraba desde su asiento para bebé a sus padres.

Jungkook copio la acción de Yugyeom y le sonrió a su hija.

Yugyeom estaba seguro que había tenido la mejor suerte de todas, su pequeña bebé era hermosa y estaba muy feliz de tenerla y que está llevará su apellido.

Al bajar del auto, Yugyeom fue por la bebé y los tres caminaron hacía la puerta, la cuál fue abierta por un pequeño niño.

-¡Rosé!- el pequeño niño de 6 años gritó alegre al ver a su linda prima.

La nena dió un gritillo alegre de ver a su primo, borrando todo rastro de inseguridad en Jungkook al ver como su nena sonreía.

El pequeño llegó a abrazar a su prima y a saludar a sus tíos alegre, diciendo que su mami y abuelo estaban dentro.

Al entrar Jungkook miró como el señor Kim se acercó a recibirlos dando una hermosa sonrisa para tomar en brazos a Rosé y darle un par de besitos en los mofletes gorditos de la menor.

Diciendo que la bebé se miraba realmente hermosa, después abrazo a Jungkook dándole una pequeña y cálida bienvenida por formar ahora parte de la familia Kim y era oficial, no solo como el mejor amigo de Yugyeom desde secundaria, si no como esposo.

Jungkook pudo conocer a la novia del señor Kim quien al parecer no se mostraba muy convencida respecto a la familia que formaban ambos menores, pero aún así se mostraba amable y confesó que nunca había visto alguna familia como la suya y que le resultaba algo extraño, pero que sin duda le parecía algo lindo.

El señor Kim le explicó a Jungkook el porque Yugyeom no lo había traído el día anterior, también regañando a su hijo por tenerle tanta desconfianza.

Rosé y su primo jugaron por un largo rato hasta que la cena estuvo lista, todos charlaron felices y amistosos.

Yugyeom estaba feliz mientras miraba como Rosé trataba de alcanzar a su primo mientras gateaba por el pasto artificial que su padre había puesto en el patio trasero de la casa el cual era para satisfacer a su pequeño perro Dalkyum.

-Realmente es muy hermosa- su padre habló mientras llegaba a lado de él, Yugyeom lo miró por un segundo pero regreso su mirada a su hija, sobrino y esposo que jugaban felices frente a él.

-Lo es, lo es demasiado, es una niña muy alegre también- dijo Yugyeom sonriendo.

-Ambos se miran muy felices y tengo que confesar que es algo extraño, siempre mire a Jungkook como tú mejor amigo y no como tu pareja- soltó el hombre, Yugyeom se rió.

-Lo miraba igual, pero creo que realmente me mentía al decir que solo lo miraba como mi mejor amigo, lo es, sigue siendo mi mejor amigo pero también es mi pareja y estoy bien así, realmente golpeé fuerte mi corazón y me negaba aceptar que lo amaba, pero al final entendí cuanto lo amaba y cuánto lo necesitaba- dijo Yugyeom mientras miraba a su lindo esposo sonreír y jugar con los menores.

Jungkook realmente era su todo y estaba muy seguro de eso. Jungkook se había convertido en alguien esencial en su vida, ya no sabía cómo vivir sin ese chico que lo despertaba a gritos por la mañana, quien cantaba a todo pulmón cuando estaba cocinando, ese chico que lo abrazaba cuando habían tormentas, que sonreía y reía por cualquier cosa.
Jungkook era una enorme parte de su vida y jugaba una muy buena posición en su estado emocional.

Sentía que sin Jungkook él no sería nada.

Y después de descubrir todo eso, la pequeña llegó a su vida, golpeando su fuerte realidad. Ahora sentía que sin su pequeña familia no era nada.

-¡Alcanzame si puedes Rosé!- el pequeño grito de Beomgyu se escuchó haciendo a Yugyeom volver a su mundo.

Beomgyu se escondía detrás de él mientras le hacía señas a la bebé para que gateara hasta donde él estaba.

Pero vaya hermosa sorpresa.

Yugyeom abrió al tope sus ojos cuando su pequeña bebé se levantó sin ayuda de su papi Kookie. Jungkook miró a su bebé y luego a Yugyeom.

-¡Oh mi Dios!- el grito de la hermana de Yugyeom se escuchó desde un pequeño porche.

Jungkook se levantó rápidamente cuando la pequeña intento dar un paso lograndolo al instante, Yugyeom se acercó un poco más.

La pequeña daba pasos desequilibrados pero no caía y se mantenía en pie.

Ambos padre miraban con una sonrisa a su hija mientras Yugyeom la alentaba a caminar donde él estaba.

-Vamos cariño, tu puedes llegar a papi- decía Yugyeom con mucha emoción.

Los Kim miraban la escena con mucho amor en sus corazones, era tan lindo ver aquello.

-Vamos Rosie, puedes llegar a dónde papi Yugy y darle besitos- dijo Jungkook.

La bebé se mantenía mirando a su papi y tomó la mano de su papi Kookie para equilibrarse un poco, después tomó la confianza necesaria y caminó rápido hacia su papi Yugyeom quien esperaba sus besos.

Yugyeom la miró con una sonrisa.

Sin duda no estaba dispuesto a cambiar aquello.

Los aplausos y risas se hicieron presentes cuando Rosé llegó a su destino, los brazos de su papi Yugy para darle besitos.

Yugyeom inclinó y tomó a su hija en brazos cuando la pequeña se desequilibró un poco.

La abrazó y beso su frente, estaba muy orgulloso.

-Lo hiciste muy bien mi vida- dijo Yugyeom, pronto Jungkook llegó a su lado y besó la mejilla de su hija.

-Estoy orgulloso de ti Rosé- dijo y dió muchos más besitos en la mejilla de la bebé, Yugyeom río al ver la sonrisa de su hija.

Esa era su vida ahora y estaba dispuesto a ver crecer a esa pequeña bebé que no lo dejaba dormir por las noches.

Últimos capítulos.