3
Ambos chicos se encontraban frente a esa casa hogar, Jungkook se encontraba con la felicidad al tope, mientras Yugyeom se encontraba pensando que era una locura absoluta.
Él pelinegro no podía evitar pensar que Jungkook tal vez si se había drogado o que estaba exorcizado o algo así por el estilo, aún no procesaba el hecho de que su mejor amigo quisiese una familia de un día al otro.
—¿Jungkook tú...— fue interrumpido por la alegre voz de Jungkook.
—Si, Yugyeom ya lo has preguntado cuatro veces de camino aquí, no cambiaré de opinión— vaciló Jungkook dándole un pequeño golpe en el hombro.
Debía confesar que Yugyeom tenía un poco de esperanzas a qué Jungkook se diera la vuelta y dijera que ya no lo haría, pero su amigo parecía bastante decidido y debía aceptarlo.
Ambos chicos entraron a ese lugar, había cosas de muchos colores parecía como si un maldito unicornio hubiera vomitado de tanta brillantina en algunos de los dibujos que habían pegados en el lugar.
El lugar parecía ser muy limpio cosa que resultaba sorprendente, parecía como si fuese un consultorio médico.
—Yugyeom, ¡Mira este dibujo!— habló el rubio feliz, el mayor giró su rostro y miró a lo lejos a su amigo quien miraba y apuntaba un dibujo, ni siquiera había notado que se había ido de su lado.
Camino a dónde estaba su mejor amigo y al llegar donde él miró el dibujo, eran un perro hecho de brillantina, pero ese perro tenía parecido al perro de su padre.
—Se parece a Dalkyum— se burló Jungkook.
—¿Desde cuándo los perros son de brillantina morada?— preguntó Yugyeom concentrado en el dibujo, Jungkook levantó los hombros.
—Para Soobin todo es brillantina— la voz firme de una mujer hizo que dieran un brinco, ella sonrió cuando ambos chicos la miraron.
—Santa madre...— susurró Yugyeom mirando a la chica, Jungkook le dió un codazo en la costilla a lo que Yugyeom se quejó sin bajar la sonrisa que le había dado la chica, la chica frente a ellos sonrió, la chica vestía muy elegante.
Yugyeom pensaba que se miraba sexy.
—¿Vienen adoptar?— preguntó con una alegría muy notoria.
Yugyeom proceso sus palabras "Vienen" ¿A que se refería con eso?, Jungkook era el que adoptaría, no él.
Estaba dispuesto a corregirla, pero su amigo habló antes.
—¡Si!— dijo Jungkook con la misma alegría que ella, Yugyeom solo le miró, le dió una sonrisa ladina y dejo pasar todo.
La chica frente a ellos dió un grillo bastante agudo, haciéndole perder su encanto a los ojos de Yugyeom, él odiaba cuando las chicas hacían ese grito, no lo soportaba, no soportaba a las chicas ruidosas.
Aunque muy bien soportaba a Jungkook y él era muy ruidoso, pero él era un caso diferente, se había acostumbrado a él.
—Siganme, llevamos una semana sin recibir a nadie, que estén aquí nos emociona bastante, me emociona bastante— dijo la chica comenzando a caminar y hablar muy rápido, y a mover sus manos rápido.
Ambos chicos se miraron y comenzaron a seguir a la chica, tratando de seguir su paso.
Sin duda la atracción se había ido para Yugyeom.
La chica los llevo directo a una oficina donde los hizo pasar y sentarse frente a el escritorio, para después ella sentarse en la silla negra de enfrente.
—Bien, soy Park Jihyo seré la que les ayude con su proceso de adopción, como supongo que leyeron el folleto solo damos la adopción a parejas casadas, supongo que están casado ya y por eso han venido— dijo con felicidad.
Jungkook miró a Yugyeom y Yugyeom miró a Jungkook, Yugyeom no contaba con ese lindo detalle y mucho menos su cara, era linda en ese momento la disimulaba frente a la chica, pero Jungkook sabía que su amigo estaba enojado.
El pelinegro pensaba en las miles de maneras para poder matar a su mejor amigo.
Jungkook habia olvídalo por completo esa parte.
—Están casados ¿No?— habló la chica llamando la atención de ambos chicos, de nuevo Yugyeom estaba dispuesto a decir que no, pero Jungkook habló antes.
—Si, si recién casados— habló con firmeza para que la chica creyera sus palabras, ella sonrió ampliamente mostrando sus dientes, Jungkook sentía la mirada amenazante de su amigo.
Yugyeom estaba que explotaba de la furia, su amigo se había vuelto loco, los puso como gay's y el estaba seguro de que para nada de gay.
—¿Tienen sus papeles consigo?— preguntó la chica, Jungkook se puso nervioso— normalmente suelen venir parejas de más de un año de casados, es sorprendente que siendo recién casados quieran adoptar— dijo la chica mirándolos con cierta curiosidad.
Jungkook comenzaba a sentir calor, sus manos sudaban y la mirada matadora de Yugyeom no le ayudaba mucho.
—Ah...— fue lo primero que Jungkook logró decir— Si, si los papeles...— pausó un momento tratando de buscar alguna historia para eso, pensó rápido y una estupidez llegó a su mente en un mal momento "Se los comió el perro" se regañó mentalmente y habló— Los he olvidado por accidente en casa recién lo he notado al llegar a esta oficina...— se excusó rápidamente, Yugyeom le dió una mirada incrédula, quería burlarse y matar al rubio.
—Si, creo que tendremos que venir otro día...— esta vez la voz de Yugyeom hizo que la chica frente a ellos le mirara.
Yugyeom solo quería salir de ese lugar, partirle la cara a Jungkook y pensaba que con eso se liberaría de la tontería que su amigo había hecho.
—Oh, no se preocupen, hay una visita de prueba, están consientes en que tendría que ir a su casa, mirar si todo está excelente, conocerlos a ustedes mejor, mirar si el ambiente en donde vivirá él bebé es estable y podrían entregarme sus papeles en esa visita, sin problema alguno— mencionó la chica, Yugyeom escuchó sus palabras, quería levantarse e ir a dónde ella y arrancarle las extensiones que estaba seguro que tenía.
Había encontrado la manera de arruinar su escape de aquel problema con unas simple palabras. Si antes sentía atracción hacia ella, ahora sentía unas inmensas ganas de matarla.
Yugyeom sonrió con amargura mostrando sus dientes.
—¿Escuchaste? Jungkook podremos adoptar...— dijo pasando su mirada a su en unas horas muerto mejor amigo, Jungkook le miró y sintió miedo al ver la sonrisa psicópata del mayor.
—Si...— dijo nevioso.
Ambos miraron a la chica frente a ellos, ella sostenía aún la sonrisa en su rostro.
—Bien, escriban aquí la dirección, sus nombres, número de teléfono y el día de mañana iré a las 3 de la tarde a dar una mirada a su casa— dijo mientras les pasaba una hoja de papel y un bolígrafo.
Sin duda Yugyeom se había metido en una grande y Jungkook se las pagaría de alguna manera.
Cuando la dirección, números de teléfono y nombres estuvieron escritos, salieron directo al auto.
Ninguno habló de trayecto a el, Yugyeom se mantuvo con una oleada de seriedad en todo su ser.
Eran casi como si las otras personas pudiesen ver el gran humo negro de negatividad que le rodeaba.
Jungkook no se atrevía hablar, no quería que su amigo le gritara al aire libre en dónde cualquier persona le escuchara.
Cuando ambos estuvieron en el auto Yugyeom esta vez fue al lado del copiloto después de casi arrebatarle las llaves al menor.
—Hyung...— le habló Jungkook.
—¿Una pareja homosexual Jungkook?— dijo Yugyeom riendo irónicamente, no tenía nada en contra de las parejas gay, pero él no lo era.
—No lo sé, ella solo supuso sin preguntar y...— se quedó sin palabras al levantar la mirada y encontrarse con la mirada matadora del mayor.
—Y tu solo aprovechaste la situación,¿No?— dijo Yugyeom mirando mal a su mejor amigo.
Yugyeom estaba bastante enojado.
—Yugyeom, por favor— rogó Jungkook, Yugyeom lo ignoró y se dispuso a conducir hacía algún restaurante, aún contaba con esa hambre que le había atacado en la mañana— ¡Yugyeom!— volvió a llamarle Jungkook él sólo lo ignoró de nuevo— ¡Yu-gyeom!— Jungkook paso a dar tirones a la manga de la camisa que Yugyeom traía que por cierto era de él.
Cuando ambos chicos se encontraban en un restaurant y ya sentados en una mesa, con un Jungkook haciendo todo lo posible para que Yugyeom le hiciera caso, mientras esté último leía el menú del restauran.
—¡Yugy, Yugy, Yugyeom!— canturreo Jungkook por milésima vez, Yugyeom se limitó a llamar a la mesera quien se acercó rápidamente a tomar su orden.
—Dame un plato de ramen y rollos..— la voz de Jungkook se escuchaba al fondo mientras hablaba, el rubio le llamaba por su nombre repetidas veces.
—¡Yugyeom!— lloriqueo Jungkook formando un puchero en su rostro, la mesera lo observó mientras apuntaba lo que Yugyeom pedía.
—A él traele ramen y coca-c...— las palabras de Jungkook le interrumpieron tomándolo por sorpresa al igual que a la chica que tenía los ojos más que abiertos.
—¡Yugyeom, casate conmigo!
Jungkook se sintió nervioso nunca pensó pedirle matrimonio a su mejor amigo, lo que estaba pasando era una puta locura que él mismo había creado.
—¿Me viste cara de marica?
Preguntó Yugyeom burlón, la chica quién presenciaba todo no entendía ni una mínima cosa de lo que pasaba. Jungkook se puso dudoso en contestar eso, cuando el mayor lo noto y le pegó una patada por debajo de la mesa.
—Auch— se quejó el menor dándole una mala mirada a su acompañante.
—¿Qué rayos estás pensando idiota?,No me casare contigo, estás demente— dijo Yugyeom firme y seguro, ya se había decidido y nadia le haría cambiar de opinión.
—¡Yugyeom, ayúdame adoptar! — dijo el menor, Yugyeom negó de nuevo.
Jungkook hizo de nuevo ese puchero que siempre hacía para poder convencer a alguien, pero Yugyeom solo terminaba de ordenar sin mirarle.
—Yugyeom...— dijo esta vez tranquilo, el mayor solo le miró serio y negó. Jungkook suspiró y se recargo sobre el respaldo de la silla.
Ya nadie dijo nada, Yugyeom revisaba su teléfono y Jungkook buscaba la manera de idear un plan y convencer a su amigo.
Cuando la comida llegó se pusieron a comer tranquilos, Jungkook se prohibió mirar a Yugyeom y sólo se concentro en comer, mientras el mayor le miraba en algunas ocasiones tratando de entender al menor.
¿Porque está tan empeñado en adoptar?, Pensó Yugyeom mientras miraba a su amigo.
De un momento a otro recordó la vez que su padre no le dejo adoptar un gatito, porque según su abuela era alérgica a ellos. Años después de que dejó de vivir con ella, su abuela hoy en día cuenta con tres gatos muy lindos.
—Mierda...— susurró Yugyeom— Jungkook...— le habló al menor, pero este sólo lo ignoró y siguió comiendo.
Yugyeom dejó los palillos bruscamente en la mesa y río con ironía.
—¡Jungkook!— alzó la voz, él nombrado lo ignoró de nuevo— Jungkook eres muy maduro— dijo sarcásticamente.
Él nombrado sólo sonrió mientras continuaba comiendo.
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