❥ Susceptible a que lo llamen "Papá"...

( Edad, 7 años )

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Luego de un pesado y odioso día en el trabajo, Yugo solo podía pensar en lo mucho que ansiaba abrir la nevera, tomar una lata de cerveza y quejarse del idiota que era su jefe, junto a Lucas. Sólo había un pequeño detalle...

Ya no había cervezas en la nevera desde hace más de 5 años atrás y lo único con lo que podría embriagarse sería sus ganas de maldecir a gritos y quejarse muy bulgarmente, cosa que al tener una niña de 7 años en casa; tampoco podía hacer por obvias razones morales

Que por cierto por ese mismo motivo no podía llamar a su jefe "Idiota de mierda" ya que sería un 'mal ejemplo a la mocosa'

-Qué pesadilla.

Masculló con cansancio, guardando las llaves del auto en el bolsillo de su abrigo café

-"Sean padres sustitutos, es por una buena causa." dijeron... "Será divertido" dijeron...

Yugo sacó del bolsillo contrario las llaves para abrir la puerta de su hogar dulce hogar cuando algo lo detuvo

-¡Papá llegó!, ¡Papá llegó!

Y al abrir la puerta lo primero que recibió al volver a casa fué una pequeña pecosa de 7 años que corrió hacia él con una grán sonrisa. Haciéndolo sentir por un momento que todo a su alrededor se detenía

La pequeña pelirroja abrazó sus piernas haciéndo latir su cansado corazón de viejo adulto y consiguiendo con solo ese gesto, que Yugo se olvidara por completo de sus frustraciones laborales

-¡Adivina qué, el señor Gonard está de visita!

Y hasta ahí llegó el momento de felicidad, cuando levantó la mirada y vió a la visita indeseable del mes sentada en las sillas de la cocina con su habitual mirada formal, mientras Lucas le servía café

Su sonrisa se borró y su habitual mal genio volvió al instante por arte de mágia

-Hola, señor Yugo.

-Hola, Gonard.

"O debería decir, Gonorrea.", pensó para sus adentros, quitándose la corbata mientras retomaba su camino a la sala. Dispuesto a perderse en la televisión mientras esperaba que la visita mágicamente se fuera o se la tragase la tierra, lo que pasara primero

-Tan Jovial como siempre.

Murmuró el hombre de lentes bebiendo de su taza

-¿Huh?

La niña caminó hasta su papá nro 2 para buscar una explicación al rechazo, siendo cargada ágilmente por los brazos del mayor

-¿Quieres más galletas, Gonard?

-No, así está bien.

Respondió el viejo. El mayor asintió, revisando en la alacena con su brazo libre y la niña cerca de su pecho

-Tranquila.

Murmuró

-Yugo es muy orgulloso para admitirlo, pero le fascina que hagas eso.

Una vez encontrado el paquete de galletas, Lucas dejó a la niña en el suelo con una sonrisa para luego hacerle una seña antes de sentarse a razonar con el difícil y ceremonioso vecino. Mientras que la niña corrió al sofá de la sala, descalza y con una caja de galletas en sus manos se sentó junto a su amargado papá nro 1

Arrecostándose a su lado

Yugo no se quejó, por el contrario robó unas galletas de la lata y le subió el volumen al televisor para no escuchar los molestos comentarios del vecino cuatro ojos

Así se quedó un rato hasta el final de su programa cuando en un descuido cerró los ojos y al volver a abrirlos el odioso vecino se había ido. Entonces miró hacia abajo y ahí estaba la pequeña

-La cena está lista desde hace una hora, ambos tienen un plato apartado en la mesa.

Escuchó desde el comedor, donde Lucas trabajaba en su computadora. Aunque Yugo solo estaba enfocado en la pecosa, quien se había quedado dormida en su regazo, sin posibilidades de volver a la vida

Yugo sonrió, levantándose con cuidado para cargarla y llevarla a la cama. Bajo la mirada discreta y chismosa de su compañero

Al entrar en la habitación, pudo jurar que aplastó uno o varios legos con sus botas antes de llegar a la cama conde dejó a la niña y la cubrió con sus sábanas

-Ni siquiera te cepillaste los dientes, cochina.

Murmuró con desaprovación, antes de caminar a la puerta y verla por última vez al tomar el pomo

"¡Papá llegó!"

Yugo sonrió inconscientemente. Tal vez ser padre sustituto no era tan malo después de todo

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