❥ Pero lo intenta...

( Edad, 15 años )

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Al principio, Tn tuvo el presentimiento de que ya conocía a la mujer frente a ella. Un pensamiento vago, sin muchos o casi ningún recuerdo claro en su memoria

Su primera impresión, fue el evidente hecho de Bárbara que no había sostenido una conversación en español, en mucho tiempo. Ya que aunque a simple vista no tenía rasgos extrangeros, su acento ingles era muy marcado sobre su forma de hablar

-Hola, Tn. Ha pasado mucho tiempo, ¿Recuerdas quien soy?

La peliroja tomó asiento sin dejar de mirarla, aunque estaba algo inquieta y nerviosa trató de disimular

-Eres mi tía biológica.

La adolescente se tomó su tiempo en odservar y detallar con la mirada a la elegante abogada extranjera

-Así es... pero, ¿No tienes algún recuerdo de mi?

La niña negó y la adulta suspiró nerviosamente

-Supongo que tienes muchas preguntas, así que adelante.

-¿Cómo debo llamarte?

-Am... Barbara está bien.

-Bien.- Tn juntó sus manos debajo de la mesa, tomó valor y la miró.- ¿Cuantos años tienes?

-Treinta y cuatro años.

-... Vaya, eras realmente joven cuando nací.

La abogada sonrió nerviosamente y de nuevo asintió

-¿Como eran mis padres?

-Bueno, tu mamá era... Uh, y tu padre... am. Ambos eran buenas personas.

La menor desvió su mirada de la adulta al vaso con de limonada frente a ella, lo tomó y bebió de él mientras le daba tiempo a la adulta para organizar sus ideas

-Sé que tu padre también era joven cuando naciste... De hecho, ambos lo eran.

Barbara desvio su mirada de la menor, a la copa de vino junto a su mano

-Viví con ellos una temporada, cuando tenía 18 años y empecé la carrera de leyes en la universidad.-Habló.-Tu padre era herrero y junto con tu madre, ambos tenían un negocio pequeño cuando naciste.

Tomó la copa, para mecer el vino en ella y sonreir suavemente

-Eras idéntica a tu padre. Heredaste su color de cabello y también algunas de sus pecas... lo único que no heredaste de ninguno fué el color de tus ojos. Ese vino de tu abuelo.

-¿Como se llamaba?

-Alex.

-Oh... Y ¿Qué pasó con mis padres?

Barbara dejo la copa y apoyo ambos codos sobre la mesa, su mirada decayó

-Tenías tres años de nacida cuando entonces, tus padres fallecieron en un accidente de construcción... Tu abuelo vivía muy lejos y yo era la única con la edad y el nexo sanguíneo para cuidar de tí permanentemente.

Tn dejo su vaso y centró toda su atención en la mujer frente a ella

-Traté de contactar con tu abuelo, pero no fué posible. Así que tuve que cuidar de ti, mientras continuaba mis estudios y subsistía de los ahorros de tus padres, en la misma casa donde creciste.

Su tono de voz se volvió serio y algo distante, era fácil ver en su mirada que el pasado no es un recuerdo grato para ella

-Cuidé de tí hasta poco después de que cumplieras los 5, sobreviví a mis estudios por que pagaba por que una nana cuidara de tí y eventualmente cuando el dinero acabó, le pedí el favor a unos amables vecinos que me ayudaron entonces... Pero la presión de la carrera y las practicas en el tribunal me volvieron loca hasta cierto punto.

La mujer apretó suavemente los puños

-Eras una niña pequeña, no podías entender que había días en los que de verdad necesitaba que te fueras a la cama temprano y no hicieras desastres en casa... No podía ser suave contigo, por que en ese entonces ni siquiera yo podía lidiar conmigo misma. Era demasiado joven cuando llegaste a mi vida; no había experimentado lo que era salir, conocer chicos, vivir mis días en la universidad. No te culpo de nada. Pero fué difícil sobrellevarlo sin perder la cabeza.

Barbara suspiró, apoyandose en su copa de vino, aun faltaban detalles a la historia. Y no precisamente la parte agradable

-Necesitabas atención, eras inquieta, estabas aprendiendo a hablar y ni siquiera te había inscrito al jardín de niños en ese entonces. Yo estaba frustrada, estresada y enojada conmigo misma por cosas que pasaron en aquellos días.

Bebió un largo trago. Tn la miró, sintiendo algo de empatía y tristeza por ella

-Un día llegué a casa y estabas rayando mis libros de la universidad, para hacer dibujos en ellos, tu ropa estaba hecha un desastre e incluso había un charco de jugo en la cocina... Sentí que había llegado a mi límite de paciencia y no pude conenerme de lo que hice después.

Los parpados de la elegante mujer comenzaron a brillar y humedecerse en lagrimas, al mismo tiempo que buscaba con la mirada a la menor, atonita frente a ella

-Eras solo una niña... Y me desquité contigo de la forma más cruel.

Confesó llena de culpa y remordimiento

-Tuve que esperar varios días a que las marcas desaparecieran y luego tomé la decisión de que no podía cuidar de tí... Nos estaba haciendo un daño a ambas. Y no podía permitirme volver a perder los estribos otra vez.-Habló apresuradamente, bajando la voz y mirando nerviosamente a los lados, por temor a que alguien las escuchara.-Así que te llevé a ese lugar y llené todos los papeles para darte en adopción, por tu propio bien, no quise añadir información para que pudieras encontrarme. Después de eso vendí la casa y me mudé.

La mirada de Tn era indescifrable en ese momento, por lo que los nervios aumentaban a medida que hablaba

-He rogado día y noche por que estando en ese lugar encontraras a una familia que cuidara bien de tí y pudiera darte lo que yo no pude... Y con los años, tuve que ir a terapia para continuar con mi vida y superar el pasado. Pero nunca me preocupé por buscarte hasta que me llegó tu correo.

"¿Correo? Yo no escribí ningún correo...", pensó

"Seguramente fueron ellos..."

La adolescente se quedó completamente en silencio luego de toda la información que recibió y la historia detrás de su pasado. Conectó los hilos a todo lo que podía recordar y su mente se llenó de recuerdos, de tantas familias a las que rechazó por no querer ser adoptada y encapricharse en ello

Había pasado días y noches durante dos semanas fantaseando con la idea de su familia y como eran la persona que representaba su unica relación con su pasado hasta ese momento

Cuando conoció la historia completa, sintió unas ganas tan sinceras de llorar

Tal vez era la mirada en los orbes dorados de la mujer, sincera, llena de remordimiento y con suma tristeza, que sentía que no podía culparla

Pero también fueron esos años posteriores a no volver a verla, que la hacían desconfiar de ella

Por la forma en que la miraba, no podía solo perdonarla y pedirle no perder el contacto con ella, o cada vez que sintieran cercanía Barbara sentiría dolor y culpa por el pasado. El cual a pesar de haber querido escapar de él, Tn podía ver reflejado en ella

Barbara no quería cercanía ni un lazo afectivo, ni siquiera quería que la llamara propiamente "Tía". Por lo que una simple y sincera disculpa bastaría para calmar su consciencia por un tiempo

Ademas, ni ella misma estaba segura de lo que sentía hacia la adulta más allá de empatía

Tn después de un largo rato se puso de pie y miró a la adulta, rodeó la mesa y tomó su mano con suavidad, para inclinarse a ella y rodear su hombro con un brazo para abrazarla y susurrar a su oído algo que la haría llorar por al menos un rato

La adulta devolvió el abrazo y luego de ese corto encuentro, sacó de su bolso un sobre junto a una pequeña caja de zapatos, que entregó a la adolescente en sus manos

Ambas se sonrieron una ultima vez, para dejar en claro que no había rencores o remordimientos y luego se despidieron

La adulta pidió una botella para ahogar sus penas en vino. Mientras que la menor la miró una ultima vez antes de salir del lugar y buscar a sus padres adoptivos

↷𖡎...

Yugo esperaba tranquilamente recostado a la puerta del auto, junto a Lucas. Hasta que vieron a la menor salir a la distancia con una caja en sus manos y una mirada revuelta en sus ojos

El adulto se incorporó caminando directamente a la menor con intenciones de averiguar que mosco le había picado, cuando la peliroja lo abrazó con fuerza, hundiendo su cara en su abdomen y llenandole la ropa de mocos mientras sollozaba. Lucas también se acercó lleno de curiosidad

Yugo miró a la menor desde arriba, chasqueó la lengua y asumió que no era momento para hacer preguntas tontas. Así que dirigió una de sus manos a la espalda de la menor y otra al enorme bulto de cabello rojizo en su cabeza

-Está bien, vamos a casa.

Tn balbuceó palabras incomprensibles, ahogadas por la camisa del adulto. El cual gruñó levemente

Finalmente sacó las llaves de su bolsillo y las extendió al pelirrojo, para agacharse y levantar a la menor de las piernas y llevarla en brazos; estaba viejo para tal gracia, pero se contuvo de decirlo en voz alta

La menor abrazó los hombros del mayor y se dejó cargar hasta el auto. Lucas odservó a ambos en el trayecto con una leve mirada de comprensión, suspiró y luego se dirigió al lado del conductor

Durante el camino, Tn se quedó dormida, como si nuevamente volviese a la edad de los 9 años después de un largo día, en que volvía a casa recostada en el pecho de uno de sus padres con los ojos cerrados

Solo que en este caso, estaban hinchados y su nariz estaba roja

↷𖡎...

Al llegar a casa, cambiaron de turno y Lucas llevó a Tn a su habitación, mientras Yugo abría la puerta, con la caja y el sobre en sus manos

Al cerrar la puerta y dejar las llaves sobre la mesa, se dirigió a la cocina por algo de café, dejó la caja en el mesón y posterior a servirse una taza sintió curiosidad por el contenido de esta

No tenía seguro, ni cinta adhesiva por lo que fácilmente la abrió solo para dar una mirada; fué ahí cuando sus ojos se fijaron en un pequeño montón de fotos juntas y unidas con un listón de la forma más cursi que había visto alguna vez. El adulto, ya curioso, los tomó para desamarrar el listón y ver una a una, fotos de una pequeña pelirroja y sus padres cargandola en diferentes momentos

Una leve sonrisa se asomó en él, no había muchas fotos de la niña después de recien nacida. Pero por las que había pudo deducir que las personas que la cuidaron antes que él, parecían buenas personas

"Es una lastima que no la hayan visto crecer...", pensó

Por su mente pasaron los recuerdos de las alarmas de la estación, gritos y sus manos metidas en el escombro, en contraste a los recuerdos de una pequeña pelirroja haciendo desastres y y metiéndolo en líos. Para este punto los pasos silenciosos de su compañero se adentraron en la cocina

Lucas se posó a su lado, viendo las fotos y sacando de la caja un pequeño abrigo verde con capucha de rana, a simple vista viejo, pero bien conservado

-Parecían buenas personas.

-¿Parecían?

Yugo guardó silencio unos segundos

-Hace años, cuando Oliver y Nigel estaban pequeños. Mi estación atendió un llamado de emergencias; cuando llegamos al lugar, todo un almacén de dos pisos estaba hecho ruinas.

Lucas lo miró en silencio

-Había escombros y humo por todas partes. Ese día sacamos a varios empleados y un par de cadáveres atrapados por el colapso de la estructura.

-¿Eran ellos?

Yugo asintió silenciosamente

-Es una lástima. Seguramente eran buenas personas.

-Uh... Definitivamente el tipo de padres cursis que adora a sus hijos.

Lucas miró a su contrario de reojo por unos segundos. Buscando cambiarle los animos esbozó una leve sonrisa

-Mirate en un espejo, mamá gallina.

Yugo chistó, levemente sonrió ante su respuesta

-Los primeros tres fueron fáciles; Oliver no hizo muchas preguntas, Nigel solo quiso buscar a su hermana menor y Violet... Bueno, con respondona nos costó.

Lucas sirvió una taza extra para si mismo

-La mocosa tenía dos padres, que a simple vista eran buenas personas.

Yugo suspiró y dejó las fotos sobre la caja, para luego frotarse la cara

-Siento lástima por ellos, de haber tenido mejor suerte. La habrían visto crecer.

Yugo se recostó en el meson de la cocina y enfocó su mirada en el pelirrojo del lado contrario, se cruzó de brazos y bebió su taza

-Solo digo, nada más.

Lucas dejó su taza un momento

-De haber tenido mejor suerte no conoceríamos a ninguno de nuestros hijos, Yugo.

Yugo bebió el contenido de su taza y se volteó para cerrar la caja

-Es diferente. No podemos cambiar el pasado, ni el destino de las cosas.

-Precisamente por eso.

Yugo dejo su taza sobre la mesa

-Hay cosas que no se pueden cambiar. Como por ejemplo tú y yo... Ninguno de los dos tuvo suerte. Y aquí estamos, siendo padres adoptivos de una familia de cuatro.

-Hablas como una esposa, Lucas.

El pelirojo rodó los ojos

-Lo que digo es; ellos no pueden cambiar su suerte. Tú y yo, somos lo mejor que tienen y aún así cuentan con nosotros... Así que señor bombero, más te vale cuidar bien de tu trasero hasta la jubilación.

Yugo sonrió suavemente

-Juro que casi lo tenías.

-¿Eh?

-Si, si. Ya, arruinaste el momento.

Carraspeó, para luego caminar hacia la sala y tomar el teléfono

-Cambiando de tema.

-¿Qué haces?

-Llamaré a Oliver, tú márcale a Violet de tu teléfono y que ellos le digan a Nigel.

-¿Que pretendes hacer?

-Mañana es día libre para los Bell. Iremos a la feria y luego a comer hamburguesas.

No tuvo que decir mucho para que Lucas entendiera las intenciones ocultas en sus planes

-¿Y la escuela?

-No pasa nada con que la mocosa falte un día.

Lucas frunció el ceño, sin estar de acuerdo

-Tú llama y ya. Luego vemos los detalles.

El adulto suspiró y saco su teléfono del bolsillo

-Pasan de las 10 pm, ¿Estás seguro de que contestarán?

-Están en la universidad, esas cosas ni siquiera duermen.

Lucas rodó los ojos. Esperó a que Yugo se diera la vuelta y sonrió

"Se queja de que lo llamo mamá gallina y hace cosas como esta."

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(Parte 2)